• CAPÍTULO 10 •

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Si gustas puedes escuchar "Venus" de Sleeping at Last mientras lees este capítulo






Vio el vaso de loza destruido en la esquina de la habitación, percibiendo como el aire le faltaba y que debía salir de ahí lo más pronto posible. Su sien latiendo y ardiendo, a medida que todos sus sentidos se comenzaban a sensibilizar.

El omega le miraba agitado, con sus labios entre abiertos y amoratados, producto de lo entumecido que aún se encontraba su cuerpo.

Taehyung luchaba con su lobo, el que le exigía desnudar al chico y restregarse en él hasta hacerlo entrar en calor.

La piel le quemó ante la necesidad, sintiendo como el dulce aroma del castaño pedía anhelante por él.

Sin miedo.

El rubio retrocedió algunos pasos, tropezando con sus propios zapatos. Los que había retirado, al momento de regresar a casa junto a Jungkook.

Debía salir de ahí o enloquecería. El aroma que desprendía el castaño, le estaba haciendo perder la razón.

Y lo quería tener. Malditamente que lo hacía.

El omega hizo un pequeño ruido con su boca. Un lastimoso lamento, al ver al rubio con intención de alejarse.

Vete maldito lobo.

No debía permanecer ahí, pues su cuerpo cedería y tomaría al chico sin pensar en las consecuencias.

Jungkook se levantó inestable, avanzando como pudo hacia donde estaba el rubio. Su pecho obligándole a retener al alfa.

Suyo.

No entendía lo que le estaba sucediendo, su celo dolía y sus manos sudaban de inquietud. Su lobo aullando con desconsuelo.

Quería a Taehyung con él.

En él.

Pero el rubio lucía decidido a salir de ahí, negando con su cabeza mientras que no le dejaba de descubrir con la vista.

Sus ojos miel transparentando lo mucho que le deseaba.

Vete, vete.

Lo observó pegar un brinco y girarse rápidamente. Su cuerpo con el único objetivo de huir de aquel lugar.

Huir de él.

Su organismo dolió ante el rechazo, machacándose como ácido sobre su pecho.

Pensó en los libros de Hyejin, las historias de amor que a través de imágenes se quedaban plasmadas en él. Siempre se había sentido curioso por aquello, pensando en que se sentiría el ser besado.

Ser tocado.

El rubio había llegado como una estampida a él. Modificando su orden y enseñándole lo valioso de aquel sentimiento.

Lo valioso de ser amado.

Pero desconocía que ello traería consigo el dolor. La sensación de sentirse insuficiente para alguien.

De sentirse repudiado.

Su aroma comenzó tornarse amargo y su estómago comenzó a lastimar como nunca antes lo había hecho. E inevitablemente soltó un sollozo.

Sollozo que sucumbió en la boca del alfa.

Su espalda chocando con suavidad sobre la pared. Sus labios encontrándose sin decoro, tocandose con deleite y maravillándose de la tersura que había en ellas.

El rubio le había tomado el rostro con ambas manos, besándole tan desesperadamente, que pensaba se ahogarían.

El olor a almizcle caía vaporoso sobre la habitación, el que iba poco a poco mezclándose con tibios gemidos que se perdían entre ambas bocas.

El castaño apoyó sus manos sobre el pecho del alfa, el que rugió ante aquello. Advirtiendo como su corazón palpitaba furioso, a la vez que su boca perseguía la oscilación de la del contrario.

Taehyung se apartó de él aún sosteniendo su rostro, mirándole con sus ojos miel que se habían vuelto mas luminosos debido al celo inminente. Su respiración intermitente, buscando en él chico un señal de dudas ante lo que estaban a punto de hacer.

Algo que le gritara que parara.

Que se detuviese.

Ambos lobos en celo se lamían y mordisqueaban en aquel lugar, claudicando ante el anhelo de acoplarse.

El alfa quería tomarlo. Sus fosas nasales abriéndose y cerrando bruscamente, al palpar como el aroma de Jungkook se internaba a través de él. Sus manos temblando por tocar cada espacio de la piel del omega.

Por poseerlo.

Y que el le poseyera.

Es que condenadamente lo necesitaba. Siendo consciente de que sus instintos estaban actuando por él. Temiendo a dañar al chico por no lograr controlar adecuadamente a su lobo.

-Detenme- pronunció sin ser plenamente consciente y sobre su boca, mientras apoyaba su frente sobre la del castaño. Su parte humana luchando por el mando de su cuerpo. -N-no quiero lastimarte..por favor cariño, detennos.

No quiero lastimarnos.

Jungkook solo sentía el aire caliente de su aliento chocar contra el suyo, con su cuerpo estremeciéndose precozmente. Con un cúmulo de sensaciones acrecentándose dentro de él. Siendo consciente de lo agradable que le resultaba aquello.

Sintiéndose hermoso.

Sintiéndose apreciado.

Por lo que había empujado con suavidad al alfa para alejarle y este viese sus manos, moviéndolas con timidez para él.

— "Jungkook lo quiere" — el alfa había observado con atención, al mismo tiempo que sentía que todo el cuerpo le temblaba y la boca se le secaba, percibiendo como el omega le rodeaba el rostro con ambas manos y presionaba con tersura sobre su boca. Empujándole a responder y continuar lo que ambos habían empezado.

Lo que ambos deseaban.

El alfa le respondió con firmeza, sintiendo como las mariposas le aplastaban el estómago. Percibiendo el como su lobo aullaba al mismo tiempo de euforia, por la decisión que él había tomado.

Porque su celo lo forzaba, pero su corazón deseaba aún con más intensidad fundirse en el castaño.

Jungkook se sentía desvanecer por el sabor impreso en la boca del castaño, sintiéndose codicioso por quererlo solo para él.

-Ahhh- aún con sus ojos cerrados, percibió como Taehyung soltaba su boca para pasar su lengua sobre su labio inferior, inevitablemente dejando escapar un jadeo más fuerte a causa de aquello.

El alfa sonrió y llevó su boca hacia el cuello del castaño, descubriendolo en una línea hasta el inicio de su oído. Chupando y mordiendo traviesamente debajo de este, gimiendo al sentir como Jungkook se sacudía bajo su cuerpo.

-Omega...

Quiso tocarlo, pero deseaba fuese él quien descubriese lo que estaban por hacer, por lo que tomando una de las manos del castaño la había llevado hasta su propio pecho.

Jungkook podía sentir la vibracion desde las yemas de sus dedos, percibiendo como el alfa se hallaba del mismo modo que él.

Taehyung le sonrió, controlando su propia respiración cuando el omega había comenzado a mover sus dedos sobre su torso.
Este hallandose perdido, percibiendo como su cuerpo antes frío, se calentaba ante el calor propio de la piel del alfa y que atravesaba la tela.

Notándose vulnerable y seguro a la vez.

Le acarició la cintura con los dedos, tocando superficialmente su ombligo y bajando sus dedos hasta llegar a donde empezaba su pantalón.

Los ojos azules del omega le miraron centelleantes, bajo la luz de la única lámpara que iluminaba la habitación.

Ambos entendiendo lo que necesitaban.

El alfa respiraba de forma acelerada por lo que acercándose a él sin poder contenerse, había empujado con suavidad sobre él.
Rozando sus labios con los de Jungkook, apreciando como su lobo enloquecía al sentir que el castaño también le comenzaba a besar.

Una sensación explosiva les asaltó a ambos, por lo que Taehyung había ubicado sus manos bajo sus muslos y le había impulsado hacia arriba. Pidiéndole con aquello, que abriera sus piernas y las enrollara alrededor de su cadera.

Él lo hizo.

Y sin dejar de besarse ambos habían empujado sobre sus ropas.

Jungkook gimió mientras se sostenía de los hombros del alfa, mordiendo ligeramente la boca de este. El lobo del rubio pudiendo oler como el castaño comenzaba a almizclar.

Por él. Para él.

Para ambos.

Su aroma a glicinas más fuerte.

Más agudo.

Taehyung había dejado los labios del omega para chupar ahora de su cuello, dirigiéndolos a ambos hacia la cama y mientras escuchaba como Jungkook respiraba sobre su oído.

Lo soltó suavemente sobre el colchón, tomando las mantas y tirándolas hacia atrás.

Los ojos del castaño mostrando una extraña combinación de inocencia y lujuria.

Su lobo trayéndole y llamándole a explorar cada parte de él.

Taehyung se subió sobre el cuerpo del castaño, el que automáticamente le hizo espacio entre sus piernas. Sonriendo y riendo, cogiéndole con una de las manos el rostro, para volver a besarle.

Las corrientes le recorrían el cuerpo a ambos, ingresando a una nebulosa que pertenecía solo a ellos dos.

El alfa filtró su mano libre bajo la prenda superior del pijama de Jungkook, sintiendo como su piel se erizaba debido a aquel contacto.

Embistió sobre su pelvis, percibiendo el ansia de ambos comenzando a formarse bajo su vientre. Y el castaño respondió al movimiento, perdiéndose en una incipiente dicha.

Su beso se mezcló de gemidos y gruñidos de parte del alfa, quien buscaba uno de los pezones del chico bajo su ropa. Encontrándolo ya endurecido, enardeciendolo con sus dedos y pellizcandolo sutilmente.

-Ahhh- Jungkook soltó un gemido sobre su boca, resoplando y encorvando su espalda. Mientras que su pelvis se restregaba con la del rubio en la búsqueda de mayor placer.

Sus lobos les exigían sentirse. El calor de sus pieles volviéndose uno.

Taehyung dejó su boca, solo para mirarle tan ido en las sensaciones. Y el castaño le observó, sin dejar de moverse, buscando las embestidas del alfa.

El rubio levantó su torso, apoyándose sobre sus rodillas, aun entre las piernas del omega. Encaminando sus manos bajo la pijama del chico, arrastrando sus dedos por ambos costados de su cadera. Y el omega instintivamente las alzó, deseando ser acariciado por el alfa.

Las pulsaciones golpeaban en ambos, acelerándose ante cada nuevo estímulo.

Taehyung jamás había sentido la necesidad tan voraz de tomar a alguien. De verlo implosionar frente a él. Y por él.

Empujó la prenda hacia arriba, mientras veía al castaño encorvar su espalda y jadear entrecortadamente. Dejando expuesto su vientre, ansioso por lamer cada espacio de él.

Por lo que aproximó su boca hacia uno de sus pezones de forma instintiva y lo tomó con su boca.

Jungkook gimió y se dejó envolver por el rubio. Temblando de placer, al sentir la lengua del alfa hurgando en aquella zona. Sintiendo como este llevaba su otra mano hacia el pezón desatendido, moviendo sus dedos sobre él. La sensación siendo tan agradable que buscando extenderla, se había atrevido a sujetar su cabeza con una de sus manos, acercándolo más cerca de su pecho.

Para que le devorara y consumiera.

Un rugido de satisfacción salió de la boca de Taehyung, cuando cambió de pezón e inició un nuevo juego. Raspando suavemente con sus dientes y chupando fuertemente.

El sabor le resultaba aturdidor.

Sintió como Jungkook tironeaba de él, arrastrándole hasta su boca y besándole de forma desesperada. Respondiéndole él del mismo modo y apretándole más hacia él.

Taehyung se retiró solo un poco para pedir al omega qué retirase su prenda superior, quien con dificultad había retirado la prenda del alfa. Sintiendo un escalofrío al ver su piel desnuda,
invitando ahora él al rubio a que quitar la suya.

Ambos se sonrieron con sus mejillas granates, debido a sus acalorados jugueteos. Mientras Taehyung sacaba la camisa del omega, permitiendose enrrojecer cuando le había visto frente a él .

El corazón de Jungkook se aceleró, sintiéndolo retumbar sobre su vientre. Respirando la esencia de lluvia y tierra mojada, la que se impregnaba junto a la de él. Sintiendo el ombligo de Taehyung chocar con el suyo, debido a que el rubio se había inclinado nuevamente sobre él.

Su piel chispeó y tembló ante el roce. Siendo otra vez tomado por la boca del alfa, aferrándose a las rubias hebras de sus cabellos con ambas manos.

Los dos giraron en un ciclón infinito, donde se aprisionaban fuertemente entre si.

El rubio hundía sus dedos en la cintura del omega, mientras le besaba con ahinco. Bajando su boca por su mandíbula y resbalando la humedad de su lengua desde su cuello, hasta el hombro del castaño.

La electricidad hizo tiritar a Jungkook, quien jadeando intentaba besar el cuello del alfa.

Taehyung gruñó por la sensación de los labios del castaño sobre aquel lugar, deslizando una de sus manos por la hendidura de las nalgas del omega. Percibiendo lo mojado que se encontraba su pijama.

- Cariño.

Sus dedos se pasearon por aquel lugar, a la vez que Jungkook se empujaba hacia él con ansias de ser tocado.

Un gemido roto fue suficiente para que el rubio arrastrara el pantalón de pijama del castaño, dejando expuestos solo sus glúteos. Amasándolos y arañándolos superficialmente.

El alfa se sentía caliente, oyendo como Jungkook jadeaba sobre su cuello y abría aún mas sus piernas para sentir mayor contacto de él.

Taehyung se alejó de él, viéndolo con su cabello desordenado y su pecho subiendo y bajando agitadamente.

Tomó el pantalón del chico, mirándole en la búsqueda de aprobación. Su parte racional no queriendo dejarlo solo en este celo. Obligándole a no ser un bárbaro con el castaño.

Sabía que sería el primero.

Sabía que debía cuidar de él.

Jungkook estaba desnudando más que su cuerpo. El estaba despojando su alma y se la estaba entregando a él.

Y él la aceptaría, con todo lo que ello implicaba.

El castaño estaba inmóvil, accediendo a la pregunta tácita que el rubio le hacía. Sintiendo como este tiraba suavemente de su pantalón hacia abajo, deslizandolo por sus caderas y rodillas. Cosquilleando sobre él, hasta ser sacado por sus pies.

No llevaba ropa interior, quedando con su casta fogosidad expuesta ante el rubio.

Instintivamente quiso cubrirse, provocando una pequeña risa en la garganta de Taehyung. Ante lo desvergonzado que el chico estaba siendo instantes atrás.

El alfa se encontraba embelesado por la desnudez del omega. Y aunque le vio desnudo bajo la cascada e incluso sintió su piel cuando se recostó sobre su pelaje durante el trayecto a casa.

Claramente no era lo mismo.

Cuando le apreciaba temblando, con sus pupilas dilatadas al interior de sus brillantes ojos azules. Su rostro sudoroso y enrojecido. A un paso de quebrarse por la necesidad de ser tomado.

- Eres hermoso.

El alfa se levantó de la cama, apoyando sus pies desnudos sobre la fría madera. Acción que le provocó un leve escalofrío.

Jungkook lucía exaltado sobre el colchón, apretando sus manos a ambos costados se su cabeza. Su boca emitiendo quejidos que llamaban al alfa.

Su alfa.

Taehyung desabrochó su pantalón, tomándolo junto a su ropa interior y quitándolos ambos bajo sus pies.

El omega gimió, exigiendo su regreso a aquella cama.

El obedientemente lo hizo, tomándole de los tobillos y arrastrándole hacia él. Instalándose nuevamente entre sus piernas.

Ambos gimieron al sentir sus sexos encontrarse desnudos, electrificandoles hasta la punta de los pies.

El rubio chupó de la boca de Jungkook, concentrándose luego en su labio inferior, a la vez que arremetía sobre su pelvis.

Apoyó su frente sobre la del castaño, aspirando su respiración a través del roce de sus bocas. Una de sus manos bajando por el borde de los glúteos del omega, buscando su entrada.

Jungkook estaba húmedo y su lubricación escurría por sus pliegues. Por lo que posó uno de sus dedos sobre aquel lugar, tanteando de a poco para no causarle daño al chico por la intromisión. Sin embargo, a este parecía complacerle aquello.

Con su mano libre, tomó una de mas manos de Jungkook llevándola sobre su sexo. Mostrándole el modo en que le estaba necesitando.

El alfa gruño, distinguiendo como los trémulos dedos del castaño se movían por su extensión.

Impaciente, introdujo aquel dedo que estaba jugando previamente con la entrada del omega. Sintiéndolo cálido.

-Ahhh- Jungkook gimió de forma más audible, cuando una mezcla de incomodidad y regocijo lo abordaban.

El rubio retiró aquel dedo, para hundirlo nuevamente. Repitiendo la acción hasta que el omega se acostumbrase a él.

Sabía que no era del todo necesario prepararlo, pues la lubricación era suficiente para recibirlo.

Pero necesitaba acariciarle. Probar de él en todas las formas posibles.

El omega comenzó a mover su cadera suavemente, auto penetrándose con el dedo de Taehyung . A la vez que sobaba con intensidad el deseo del alfa.

Taehyung gimió ronco, acelerando sus movimientos debido la ansiedad que sentía, empujando de forma más rápida su dedo en el interior del omega. A medida que iba endureciéndose bajo su mano.

Queriendo más. Pidiendo más.

Ambos iban cayendo en la misma órbita, atrayéndose enajenadamente como imanes.

Todo era magnético, su piel pidiendo mas contacto.

Taehyung se sentía arder, su cuerpo palpitando por hundirse en el castaño.

Por eso detuvo sus movimientos, retirando su dedo y lo lamió frente a la entusiasta mirada del omega.

Dulce y caliente.

Besó a Jungkook, haciendo que degustara resquicios de su propia esencia desde su boca.

Fue suave y lento. Como la calma previa al vendaval.

El alfa tomó su sexo entre sus manos, sintiendo como había empezado a filtrar de antojo. Ubicandolo en la entrada del castaño, tocando suavemente para no dañarlo.

Jungkook acostado en su totalidad, había tomado entre sus manos las sabanas. Haciendo puño sus manos, a cada lado de su cara.

El rubio, apoyando sus rodillas sobre el colchón, comenzó a impulsarse hacia adentro. Expandiendo de a poco la entrada del castaño. Debiendo luchar con su lobo para no ingresar de golpe.

A medida que el castaño gemía, Taehyung iba ingresando de forma sosegada, hasta estar completamente adentro.

Se quedó quieto, sintiendo como las paredes de Jungkook le apresaban placenteramente.

Jungkook miraba las tablas del techo, viendo constelaciones formarse sobre ellos. Percibiendo cada parte de él.

Cálido y luminoso.

Su cuerpo ardió y de pronto ya necesitaba mas.

Por lo que de modo sutil comenzó a mover sus caderas, buscando ser penetrado.

Taehyung lo tomó y empujó hacia él.

Y de pronto todo fue caos.

Ambos rindiéndose ante sus lobos, anhelantes de más.

Jungkook se sentía como un cobijo para su cuerpo, por lo que el rubio le empezó a embestir con más fuerza, provocando que la cama chirriase por el movimiento.

El omega le recibía complacido, necesitando que el alfa fuese más adentro. Más profundo. Encorvando sus columna hacia atrás, mientras se aferraba de las sabanas.

Sonidos bajos salían de la boca del alfa, mientras intentaba penetrarle con mayor intensidad, buscando aquel lugar que haría estallar al omega.

El cuerpo de Taehyung comenzaba a doler por la postura, por lo que subió sobre Jungkook mientras no dejaba de empujar su sexo en su interior.

El omega jadeó bajo su boca, al encontrarse ahora sus rostros frente a frente.

Y Jungkook le besó, tomándole el rostro con sus manos, receptivo a todas las sensaciones. Impulsándose aun con mas vigor con los pies tras la pelvis del alfa, para encontrar sus estocadas.

Alfa.

Aquello lo perdió sintiendo que el omega quemaba y él se incineraba dentro de él. Fuego sobre fuego combustionando sobre el otro.

Dejó la boca del chico para arremeter más duro contra él, tomándole con una de sus manos la pelvis. Mientras que con la otra se sujetaba del respaldo de la cama.

Sus embestidas siendo certeras y seguras, haciendo que la madera chocase sobre la pared y todo alrededor se moviera.

Ambos sentían que sus pulsos se dispararían, oscilando entre las entrellas que Jungkook veía en dispersas en toda la habitación.

Taehyung sentía su nudo venir, soltando el respaldo de la cama y entrelazando sus dedos con los de Jungkook. Apretando su mano contra la de él.

Todo iba más rápido. Todo parecía querer explotar.

Sobre todo cuando Jungkook sintió algo cosquilleándole sobre el estómago. Sus caderas moviéndose frenéticas y su cuerpo ya preparado para dejarse ir.

Se encontró con la mirada de Taehyung, ambos con sus ojos cristalizados a punto de alcanzar su orgasmo.

El alfa le besó. Hambriento y dulce a la vez.

Pero el omega le soltó ante la necesidad de sumisión, inclinado su cuello para que fuese marcado.

Taehyung pasó la lengua sobre el cuello del castaño. Chupando y lamiendo su salado sudor. Sintiendo como su nudo estaba formándose y expandía dentro del omega, sosteniendole mientras se aferraba a él.

Sabía que aquella mordida era la confirmación.

Lo que lo marcaría para siempre.

A ambos.

Sintió que Jungkook torpemente tomaba su mano libre y la llevaba hacia su pecho.

Es que el castaño necesitaba decir lo que su cuerpo estaba sintiendo.

Lo que su corazón hacía.

-"Te amo".

Le dijo silenciosamente, sintiendo como el alfa aceleraba sus empujes y un dolor intenso se fundía sobre su cuello.

Taehyung apretaba sus colmillos sobre la carne del cuello del omega.

Su omega.

A la vez que el orgasmo de Jungkook había caído en blancas tiras sobre su vientre. Y el de él invadía cálidamente el interior del castaño, haciéndolo tiritar y estremecer debido a su nudo.

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