• EPÍLOGO •

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Se deslizaba con cautela entre los arbustos, intentando ocultar sus movimientos lo que mas pudiese. Ya que sabía que cualquier cambio brusco sería muy notorio para él. Pues era demasiado bueno escondiéndose.

Por lo que debía ser sigiloso para lograr atraparle y vengarse de lo que le había hecho, minutos atrás en la cocina.

Pequeño travieso.

Pasó su lengua sobre sus labios, saboreando el dulzor que aquel merengue había dejado en ellos. A la vez que pasaba una de sus manos sobre su rostro, sintiendo como la crema se volvía pegajosa bajo sus yemas.

-Aghh- dijo frustrado. Omega malcriado.

Definitivamente tomaría venganza por ello.

Y es que el castaño se negaba a ser el perdedor en algo. Por lo que cada vez que él empezaba un juego, Jungkook frustrado le devolvía el doble y quizá el triple de lo que él había iniciado.

Por lo que era esperable de que luego que él le manchara la punta de su nariz con crema -"Jungkook tiene algo allí"- Y si, tal vez engañandolo un poquito -¡Espera amor era sólo una broma!- Bueno. Quedara con su rostro cubierto del merengue que el omega estaba preparando.

Ahh omega. Su dulce omega.

Aquel día era especial, por lo que Jungkook había decidido hacer un pastel para celebrarlo como se debía.

Jamás había hecho uno. Y siendo siempre los anteriores preparados por Sarang. Y aunque se sentía curioso, no se había atrevido jamás a hacerlo.

Pero después de cinco años y de ver desfilar pasteles de diferentes sabores y colores, se sentía preparado para hacer él mismo, el de su bebé más pequeño.

Su precioso bebé.

Y Taehyung suspiró, pensando en como todo había transcurrido tan rápido y su pequeña Moonbyul ya fuese una niña tan independiente.

A pesar de sus cortos cinco añitos.

Su bonita cachorra.

Sin poder evitar en rememorar el día en que habían regresado a Yeoreum. Él con su cuerpo bastante lastimado y Jungkook con su bebé en brazos. Ensuciados ambos con el hollín de las cenizas.

Y para nadie había sido fácil.

Mas aun cuando Taehyung comprobó que tanto Jimin como Hoseok no habían sobrevivido al incendio. Siendo la evidencia de ello, sus cuerpos carbonizados, hallados por soldados de Gaeul.

Y debían ser ellos, pues eran los únicos quienes no tenían registro de desceso. Y lo más importante, se encontraban abrazados bajo las cenizas.

Maldito infierno.

Y Taehyung ese día había llorado desgarradamente. Con su cuerpo liberando todo aquello que duramente había soportado y de lo que ya no creía estar preparado.

Nunca.

Aquel día había perdido mucho mas que un reino, muchísimo más que una corona. Había perdido a gran parte de su familia, incluso en sus propias manos al haberle quitado la vida a su tío.

Aquello se marcaría en su alma para siempre, pese a lo necesario que ello era.

Asi debía ser.

Y sintió a su omega hundido en la tristeza al igual que él, con las noches siendo angustiantes para ambos luego de lo ocurrido, tardando tal vez meses en asimilar que todo había cambiado.

Siendo su único consuelo aquel pequeño universo que estaban creando juntos.

Aquella estrellita que se mantenía con vida y les exigía todo de ellos.

Su pequeña cachorra.

Moonbyul había llegado para quedarse y a pesar lo difícil que fue para Jungkook hacer reaccionar a su lobo, la bebé hacía lo necesario para hacerle saber que ella seguía ahí y no le dejaría caer.

Era ella quién les estaba sacando a ambos, quizas a todos, de la terrible oscuridad.

Era su luz. La de todos.

Moonbyul traía una estrellita en su frente y quería hacerselos saber. Siendo su llanto tan explosivo y entusiasta que irremediablemente les envolvía a todos.

-"Moonbyul bebé malvada"- había señalado Jungkook una noche y luego de haber bañado a la bebé. A la vez que la limpiaba sobre la cama y quitaba su pañal recién cambiado, pero nuevamente hecho pipí.

Ay bebé.

Y eso era algo que no preocupaba al parecer mucho a la cachorra, pues ésta reía a carcajadas a la vez que tomaba uno de sus piececitos con sus manos e intentaba llevarselo a la boca.

-¿Mi lunita está dando mucho problemas a papá?- le preguntó Taehyung, rozandole la pancita desnuda con la nariz y haciendo que ésta riera con mas ganas -"Espera, Taehyung la cambiará"- le indicó el alfa al castaño al verlo suspirar.

Y es que el alfa sabía lo agotador que estaba resultando para Jungkook adaptarse a las exigencias de la bebé. Pues Moonbyul era demandante y el omega tuvo bastantes noches sin dormir y bajado mucho de peso debido a eso.

Y aunque el rubio intentaba ayudar lo más que podía a su chico, la cachorra parecía reclamar por la atención exclusiva del omega.

Su pequeño lobito pidiendo ser el centro de atención de su joven padre.

Bebé testaruda.

Sin embargo, para el castaño aquello de sentirse necesario para alguien tan pequeñito, era realmente satisfactorio. De algún modo se sentía importante.

Poderoso.

-"Gracias"- había señalado Jungkook a Taehyung, luego de que la bebé se huebiese dormido como si nada en los brazos del alfa.

Bebé manipuladora.

Y el rubio dejó a la cachorra con su pijamita puesto en medio de ambos, costumbre que no habían logrado quitar por mas que Sarang les insistiese que debían dejar dormir a la bebé en su cuna. Y que bueno, ese sería un problema a la larga para su vida de pareja.

Pero para el alfa aquello no era un problema.

Para ninguno nunca lo sería.

-"Amor. Jungkook no dar gracias. Taehyung lo hace porque debe. Porque lo necesita. Es su cachorra también"- le señaló el rubio para luego besarle la boca cortamente -"Jungkook cansado. Jungkook siempre para Moonbyul, por eso Taehyung siempre para Jungkook"- finalizó para después rozarle la nariz con la suya. Ambos durmiendose con sus piernas entrelazadas y con la bebé adormecida entre sus cuerpos.

El dulce aroma de su pequeña cachorra sanandoles poco a poco las heridas.

Bebé valiente.

Y era extraño como sus vidas habían cambiado. Ya que si bien todos continuaban viviendo en el antiguo palacio de Yeoreum, la monarquía del reino ahora era inexistente.

A pesar de que los gobernantes de Gaeul, Bom y Gyeoul insistiesen en anular el tratado. Pues no consideraban ético apoderarse del reino luego de todas las vidas perdidas tras finalizar el conflicto.

Pero Taehyung no había aceptado.

No sentía necesidad de regresar a la corona de Yeoreum, ya que el ya ni siquiera era el mismo. Y regresar a ello, solo le lastimaría aun mas.

Era lo que debía hacer.

Aun asi, solo pidió una cosa.

Una última petición antes de dejar la corona.

Que las fronteras se abriesen para Yeoreum, así los habitantes podrían optar a trabajos justos y no perecerían en la pobreza de un reino fantasma.

Y esto también corría para los habitantes de los demás reinos. Y por lo que Yeoreum pasó a ser a una extensión de los tres, posibilitando la opción además, de contraer nupcias con habitantes de los demás reinos.

Porqué para Taehyung lo que más importaba, era que su antiguo reino y su gente. No desaparecieran debido a la nula natalidad.

A cambio él entregaría sus mejores escuelas en Yeoreum, con el fin de fomentar una mejor educación para cada reino.

Así las relaciones se tornarían mas fluidas y Moonbyul dejaría de ser la única cachorra dentro de los límites de Yeoreum.

Aunque eso acabó antes de lo esperado.

-¿Dónde está?- preguntó el rubio angustiado y con su respiración agitada.

Y la anciana rió ante lo exagerado que estaba siendo el alfa - En el jardín, con tu madre y tu pequeña cachorra cascarrabias. Pero Taehyung, él está bien. No le asustes tú con tu actitud.

Y el alfa asintió. Aceptando que cabía la posibilidad de que estuviese exagerando un poquito.

Maldito lobo histérico.

Pero es que había sentido a su omega tan asustado a traves del lazo, que solo consideró regresar de inmediato de aquellas reuniones en los demás reinos.

E intentando no pensar en nada malo. Y percatandose como aún no habían sanado del todo.

-Hola bebé - le dijo a su pequeña cachorra, la que al percatarse de su presencia en aquel lugar, había empezado a alzar sus cortos bracitos y hacer ruiditos con la boca para que él la alzara.

Y así lo hizo, para luego saludar a su madre y a su omega. Intentando calmar a su lobo, pero sintiendo la mirada penetrante de Jungkook sobre él. Viendo como sus ojos parecían más brillantes que antes.

Extraño.

-¿Cómo ha ido? - le preguntó Jiwon, sonriendo de forma muy curiosa. Y pasando su mirada desde el omega hasta al alfa intercaladamente.

-Bien - le respondió el alfa, mientras intentaba tranquilizar a su cachorra entre sus brazos, la que riendo intentaba tirarle el cabello- hemos dejado claros varios aspectos antes de firmar el nuevo tratado, es solo que...

-¿Sentiste a Jungkook no es así?- le dijo su madre, riendo un poco- Él no ha querido hacerlo, pero le resultó inevitable. Lo mejor será que él te cuente lo que sucede.

Y Taehyung miró al castaño luego de ello, observando que este se encontraba extrañamente nervioso por todo el asunto.

-Pasame a Moonbyul, yo le cuidaré mientras- le dijo Jiwon nuevamente, a lo que el rubio asintió y entregó a la bebé. Ésta llorando y pataleando por un ratito más de atención, alejandose al interior en brazos de su abuela.

-"¿Qué sucede cariño?"- preguntó ya no conteniendo su ansiedad -"¿Jungkook está bien? ¿Jungkook se siente bien?"

Y el omega asintió, sin embargo sus ojos mostraban preocupación y miedo.

-"Jungkook bien. Pero,...Taehyung venir"- le dijo de pronto el castaño, haciendo que ambos se sentasen en la banca que había en aquel jardín. Para luego tomar una de las manos del alfa y dirigirla hasta su estómago -"¿Taehyung siente?"

Y el alfa le miró confundido -"¿Sentir qué..."- las señas de una de sus manos desvaneciendo al percibir la vibración. Demasiado pequeña tal vez para asimilarla como algo. Pero sin embargo tan evidente para él cómo para entender de que se trataba.

Un corazoncito. Uno muy pequeño.

-"¿Jungkook está...?"- preguntó el rubio y deteniendose al ver como el omega asentía con sus ojos húmedos.

Y es que meses atrás habían pasado el celo del alfa juntos. No considerando posible Taehyung que Jungkook quedase encinta, cuando aún estaba amamantando a su pequeña cachorra. Aún cuando su instinto de lobo, solo había deseado preñar al omega durante el apareamiento.

-Ey "¿Por qué Jungkook llora?"- le había preguntado el rubio, para luego acariciarle la mejilla y dejar un beso allí.

Su omega estaba nuevamente embarazado y su pecho se encontraba cálido de felicidad.

-"Moonbyul muy pequeña. Jungkook no quiere dejarle sola, no quiere equivocarse"- le indicó el omega, claramente asustado de lo que vendría.

Estaba creciendo demasiado rápido y aquello le aterraba.

-"Jungkook no se equivocará. Jungkook es un buen papá, jamás dejará a pequeña luna. Taehyung le ayudará aun más. Ya no llores amor, Jungkook tendrá a un nuevo bebé y hace a Taehyung muy feliz"- le había dicho el alfa, para despues estrecharle entre sus brazos y atraerlo hasta su regazo. Dejando que su nariz se pegara a olfatear el delicioso aroma desde el cuello de su omega, dejando pequeños besitos allí.

Y Jungkook olía dulce, muy dulce. Haciéndole entender que era real lo que ambos vivían.

Tendrían un nuevo cachorro.

Pequeña florecita.

Y aquel embarazo para Jungkook había sido demasiado diferente al de Moonbyul. Pues el omega prácticamente no sufrió de las excesivas náuseas que había sentido con su cachorra. Siendo consentido por Jiwon y Sarang desde el primer día de conocer su estado.

Y lo mejor de todo, su alfa había estado allí. Besando y hablando a su vientre cada vez que se recostaban para mimarse y esperar por el importante día.

Incluso su cachorra había tocado su pancita, intentando apretarla con sus deditos mientras se dormía y sin ser muy consciente de lo que había allí. Apegandose a chupar su pezón que ya no tenía leche, al estar su cuerpo preparándose para el nuevo bebé.

Los días fueron calmos y tibios. Tan tranquilos como en mucho tiempo no sentían.

-Despierta bebé - dijo Taehyung a su cachorra, la que se revolvía aún entre sueños al interior de su cuna. Con su dedito pulgar dentro de su boca, manía que había desarrollado desde que el omega había dejado de amamantarle - Alguien desea conocerte - y como que si el alfa dijese algún tipo de palabras mágicas, ella se había sentado de golpe en su sitio. Con su cabellito rubio que ya le llegaba a los hombros, completamente desordenado.

Y Taehyung le alzó, haciendo que ésta enrrollara sus cortas piernitas alrededor de su torso y avanzando con ella hacia la habitación contigua. Porqué aunque esta ya había comenzado a caminar hace meses atrás, él adoraba malcriarla llevandole siempre en sus brazos.

Su pequeña luna.

Moonbyul con su casi añito y medio, poco entendía lo que sucedía. Pues papá Jungkook estaba recostado sobre una cama que no era la de él, con su abuela a un lado con lágrimas en los ojos y Sarang mirandole a ella como esperando una reacción.

Y era ya de mañana y papá aun no le preparaba su biberón. Y ya casi estaba a punto de exigirlo con toda la fuerza de sus pulmones, cuando escuchó un pequeño ruido provenir de donde estaba papá Jungkook.

Y de pronto vió que él tenía algo entre sus brazos.

Y ese algo se movió.

Tétrico.

-"Ven bebé"- le dijo el omega, buscando que su hija se acomodara a su lado. Ella recién aprendiendo a comunicarse con su padre.

Aunque siempre y sin saberlo lo habían hecho.

Y Moonbyul gateó hasta la altura del castaño, moviendo su nariz al percibir un aroma muy similar al de ella, provenir de ese algo en brazos de papá Jungkook.

Muy, muy tétrico.

Y sintiéndose curiosa se acercó hasta allí, moviendo ella misma con sus manos la manta que cubría aquello. Provocando que todos riesen por lo atrevida que era siempre la pequeña cachorra.

Y vio algo muy pequeño. Algo como un bebé pequeño, pero en miniatura.

Demasiado diminuto para el gusto de la cachorra. Con su cabellito castaño, su piel dorada y ojitos color miel como los de papá Taehyung.

Moviendo sus deditos y mirando a su alrededor como si ya todo lo pareciese perfecto.

-Felicidades bebé, ahora serás la hermana mayor. Saluda a tu hermanito cariño- dijo el alfa bastante emocionado por la imagen frente a sus ojos. No había estado presente en el anterior parto del omega, por lo que aquello era singularmente especial, mas aún viendo a su pequeña cachorra tan intrigada por lo que veía. Y aún cuestionandose que podría significar la palabra «hermanito»- Seokjin ese es su nombre.

Y la cachorra pasó su vista desde el castaño hasta Taehyung. Mirando de vez en cuando al extraño bebé llamado Seokjin , que solo movía su boquita sin entender mucho de lo que allí sucedía.

Y Moonbyul quiso llorar repentinamente, porque tampoco entendía y su pechito se estaba llenando raramente de angustia.

Como si no lo pudiede controlar.

Viendo como los adultos le miraban esperando algo en ella, que no alcanzaba a procesar.

Hasta que Sarang dijo la frase-Tu hermanito es quien estaba en la barriga de tu papá Jungkook.

Y eso fue lo preciso para hacerla estallar en llanto. Demasiado asustada al imaginar que su padre se había comido a un bebé y ese bebé ahora estaba allí. Mirándole y tal vez buscando vengarse.

Y si, su primer encuentro con su hermanito Seokjin había sido caótico y tal vez un poco traumático. Pues la cachorra pasó días sin querer acercarse al bebé. Más aun sabiendo como este se llevaba toda la atención de parte de los adultos cada vez que lloraba. Debiendo falsear un llanto para que papá Taehyung ignorara al bebé al menos por un rato.

Celosa cachorrita.

Y para sus padres aquello no había pasado inadvertido, por lo que Taehyung enfocó gran parte de su atención en ella. Pues no quería que su bebé se sintiese desplazada por su nuevo cachorro. Accediendo a la petición de su omega de llevarla a su cama cada vez que el pequeño bebé se encontrara despierto y así ella no se sintiera excluida de todo aquello.

Y funcionó. Pues al pasar los meses, Moonbyul avisaba al castaño cada vez que el bebé lloraba y su padre no podía oirle. Haciendo esfuerzos de mecer la cuna con sus manitos, mientras esperaba a papá. O balbuceaba canciones que su abuela Jiwon le enseñaba, mientras su pequeño hermanito se alimentaba, tomaba un baño o era cambiado de pañal por uno de sus padres.

Cachorrita preciosa.

Había tomado su rol de hermana mayor demasiado en serio. Muy muy en serio.

-"Moonbyul quiere cargar a bebé"- le dijo a Jungkook la pequeña rubia de poco más de dos añitos. Mientras el castaño sobaba la espalda de su regordete cachorro, haciendo que este eructara luego de su comida.

-"Moonbyul aún una bebé. Muy pequeña para hacerlo"- le respondió el omega, riendo al ver como su cachorra fruncía su ceño a portas de iniciar una nueva pataleta. A la vez que sentía como su alfa llegaba a la habitación y le besaba la frente. Para luego saludar a ambos cachorros.

-Papá Unku no deja Moonbul tomar a Sejin. Dice Moonbul pequeña y Moonbul muy fuerte - dijo la niña al rubio, aprovechando de su llegada para que le defendiese y se pusiese de su lado.

-Amor - le dijo el rubio agachandose a su altura y tocandole la cabecita- De verdad que Moonbyul aún es muy pequeñita. Seokjin podría caer de tus brazos y eso te pondría muy triste mi hermosa luna.

Y aunque las palabras de su padre como siempre habían sido muy dulces, pero para la niña había sido suficiente para hacer arder su pecho y ponerse a llorar.

También como siempre.

Cachorra apasionada.

Acercándose hasta donde el castaño, quien mantenía sobre su regazo al pequeño cachorro. Y ésta lloriqueaba mientras se abrazaba a Seokjin y este pareciendo querer consolarle, restregaba su naricita en ella.

Dulce cachorro.

La verdad es que Seokjin era demasiado diferente a Moonbyul. El bebé era observador y rara vez lloraba.

Salvo si se trataba de su hora de comida claro.

Él reía con facilidad y se mostraba bastante más tolerante que su hermana mayor, al mundo que le rodeaba.

-Un niño ijo que papá Unku tonto- dijo el pequeño castañito de casi tres añitos -Porqué papá Unku no cucha como todos papás.

Taehyung sonrió acariciandole el rostro. Sus cachorros habían empezado a asistir a la escuela para lobitos pequeños y recién inaugurada en Yeoreum. Por lo que sabía que aquello tarde o temprano ocurriría.

-¿Y que le has dicho tú bebé?-le preguntó el alfa, mientras le tomaba con una de sus manos y con la otra sostenia la de su cachorra. Quién refunfuñaba enojada por lo que oía.

-Sejin ijo que papá Unko diferente, pero indo igual que todos papás. Y que papá Unku valente, mu valente -le respondió el pequeño cachorro y muy seguro de sus palabras.

Y a Taehyung se le había inflado el pecho de orgullo, pues su bebé demostraba desde pequeño su diplomacia y empatía. Algo heredado de el ex monarca- ¿Y qué te ha dicho él? ¿Se ha disculpado?- preguntó curioso el alfa.

-No- le dijo el cachorro- Ha dicho que Sejin mentía, que papá Unku tonto y papá Tayun feo- Seokjin parecía restar importancia al decir aquello- Ahí Moonbul pegó a niño - y si, las palabras del niño sonaban tranquilas, tan apacibles cómo él era. Aún así Taehyung abrió sus ojos y observó a la cachorra a su lado.

Y Moonbyul como si sintiese la mirada de su padre sobre ella, aseveró con determinación - Niño malo se o merecía. Nadie dice a papá Unku tonto y papá Taeyun feo. Moonbyul siempre pegará.

Y aunque Taehyung sabía que no era la forma. No podía negar que aquel espíritu justiciero de la cachorra, también le hacía sentir muy orgulloso. Teniendo claro que aquel ímpetu e impulsividad la había sacado del castaño.

Su omega.

Taehyung no creía posible amarlo con mas intensidad con la que ya lo hacía.

Pareciendo encandilarse aún mas con el castaño cada vez que le veía sonreír, le besaba la boca o lo marcaba como suyo cuando le hacía el amor.

Suyo, para siempre suyo.

Y su lobo se llenaba de regocijo al ver que su omega había crecido mucho durante esos años. Sus pequeños cachorros siendo el principal motor que le hizo madurar, dejando atras el niño que alguna vez fue.

Y eso le hizo creer que Jungkook ya estaría preparado para hablar de un tema, que el alfa consideraba necesario mencionar.

Su familia.

Gongyoo era su padre y Hoseok su hermano. Y Jungkook había estado toda su vida solo, sin contar la importante presencia de Hyejin.

El merecía saber de donde provenía.

Quién era.

Y Taehyung detalló todo lo que Hoseok le había mencionado. Buscando que el omega comprendiese que la intención de ambos, siempre fue la de protegerle.

Pero para Jungkook fue desastrozo. No señalando nada luego de aquello.

Y el alfa no pensó que alguna vez percibiría el real silencio de su chico. Pues el castaño casi no se relacionó con él, durante cerca de dos meses. Notando notoriamente lo afectado que estaba el castaño, al enterarse por Sarang que el celo del omega estaba retrasado.

Amor mío.

El cuerpo de Jungkook no estaba preparado para concebir debido a que estaba sumido en una profunda tristeza. Y aquello tenía bastante preocupado al omega, quién había señalado a la anciana el miedo que tenía por no poder controlar sus emociones y satisfacer a su alfa.

Cariño.

Y Taehyung fue indiferente al asunto por un tiempo. No deseando importunar al omega y respetando su silencio.

Pero rompiendo con su propia desición al escucharle llorar al interior del baño una noche. Cuando los cachorros ya se habían dormido.

Y el alfa se había levantado enseguida de la cama, abriendo la puerta y encontrándose con el omega sentado en una esquina, con una delgada camisa y estremeciendose debido al llanto.

Y Taehyung no dudó en acercarse hasta él y estrecharlo entre sus brazos. No diciendo nada, tan solo dejando que el omega liberará todo lo que había guardado.

Porqué si este se debía romper, el alfa no permitiría que fuese en otro lugar que no fuera en sus brazos.

Lo amaba.

Y lo reconstruiría mil veces si fuese necesario.

-"Jungkook ha tenido la culpa. Hoseok no debía morir. Nadie debía"-le señaló el omega, mientras hipaba sin detener sus sollozos.

Y el alfa negó de inmediato, pues sabía que el castaño se había formado una errónea idea.

-"Hoseok amó a Jungkook todo lo que pudo desde que lo conoció. Gonyoo quiso cuidar a Jungkook desde antes de nacer. Jungkook no tiene culpa de eso. Jungkook sólo ha sido amado"- le indicó el alfa, bastante seguro de lo que decía- "Hoseok solo ha deseado que Jungkook fuese feliz"

-"También Jungkook lo quería para él. Para Jimin. Para Seulgi"- reiteró el castaño.

Y Taehyung suspiró, porqué claro que él también lo había deseado-"Lo se cariño, lo sé. Nadie debía debía morir, pero ellos han dado su vida por Jungkook. Por nosotros. Por nuestros cachorros"- el rubio le limpió una de sus mejillas- "Ellos han dado la vida a Jungkook y Taehyung como la conocen ahora"

Y el omega asintió, comprendiendo lo mucho que significada eso.

La vida.

-"Taehyung perdona a Jungkook"- señaló el omega, logrando que el rubio le mirase intrigado-"Taehyung no ha podido tocar a Jungkook y..."

-Ey "Noo...Taehyung sabe Jungkook triste. Taehyung solo preocupado por Jungkook"- y si, aunque su lobo lo resentía. Su parte racional nunca pensaría algo asi.

-"Entonces ¿Taehyung no enojado con Jungkook?"- le dijo el castaño con sus ojitos azules enrojecidos debido a las lágrimas.

-"Claro que no amor. Taehyung jamás se enojaría por eso. Taehyung ama tanto a Jungkook que esperaría toda la vida"- y el alfa se acercó a besarlo. De forma tierna pero tan profunda que había gatillado su celo inmediatamente.

El lobo del omega sintiéndose relajado y aferrandose a ese contacto que no había sentido por un buen tiempo. En el que había ocultado su instintiva necesidad por entregarse al alfa.

Alfa. Mi alfa.

Y aquella noche había sido especial.

Ambos lo habían sentido.

El universo posandose sobre ellos como si los hubiese escogido. Viéndose reflejado en aquel botoncito que meses después llegaría a su vida y la de sus cachorros. Tan silencioso como adorable.

Su pequeño pedacito de cielo.

Con su cabellito rubio, su piel dorada y ojitos azules.

Tan frágil.

Tan valiente.

-"Jungkook quiere que se llame Hoseok. Como su hermano"- le había mencionado el omega, apenas tuvo al bebé entre sus brazos. Y este parpadeaba con sus ojitos brillantes.

Y Taehyung solo asintió con una sonrisa, mientras veía como Moonbyul y Seokjin dejaban besitos sobre las mejillitas del bebé.

Las estrellas lo habían decidido así y ese sería el nombre de su cachorro más pequeño.

Hoseok.

Y su bebé era diferente, lo había notado desde el primer día por la forma en la que se comunicaba con el omega.

Como si ambos perteneciesen a un mismo universo.

Corroborandolo semanas después al percatarse como su cachorro no reaccionaba a su voz, ni a la de sus cachorros.

A ningún sonido en realidad.

Su bebé era sordo.

Y aunque ello había asustado inevitablemente a ambos por un momento. Eran conscientes que no había nada de lo que temer.

Sobre todo al escuchar las palabras de sus cachorros al enterarse de ello.

-¿Tonces Hosok no cucha a Moonbul?- había dicho la cachorra, mientras ponía su dedo índice bajo el agarre de la manito de su pequeño hermano. Y éste se mantenía dormido en brazos del omega.

-Así es bebé- le respondió Taehyung agachado a su altura.

-¿Es como papá Unku?- habló de pronto Seokjin, quién observó a su padre asentir ante su pregunta- Tonces bien- dijo para luego ir a apegarse al omega y alzarse para darle un besito -"Seokjin ama a papá Jungkook. Y amará el doble a Hoseok"

Y al castaño se le humedecieron los ojos sin poder evitarlo -"Papá Jungkook también te ama bebé. Y Hoseok también ama a Seokjin"

-Moonbul enseñará a Hosok a mover sus manos ¿Tá bien Sejin?- dijo la rubia cachorra, preguntando a su hermano. Viendo como este sonreía y asentía. Acercándose muy cerca del bebé y aunque sabiendo que éste no le oiría diciendole en murmullo - Y Moonbul señará a pelear a Hosok. Nadie pegará nunca.

Y el alfa que había escuchado aquello, no pudo corregirle. No al ver como su cachorra besaba la frente de su pequeño bebé.

Hermosa vida.

Taehyung no podía sentirse mejor que aquello. Pues si alguien alguna vez le habló de felicidad, ni en sueños había imaginado que se pareciese siquiera un poco a eso.

A lo que estaba viviendo.

Su familia. Su hermosa familia.

Y escuchó como el follaje se movía a su lado, estando muy seguro que se trataba de su precioso omega, quién intentaba ocultarse por la travesura hecha.

Ambos estaban en aquel valle en el que se habían conocido. Pues Taehyung se había esmerado en reconstruir aquella casa que les había resguardado de todo. Y que para su omega era tan importante. Pues allí estaba dos de las personas más importantes de su vida.

Su madre y Hyejin.

Y si bien los cuerpos de Hoseok y Jimin se encontraban en Yeoreum, para el castaño era tangible sentirles allí, donde habían viajado hacia las estrellas.

Por lo que había un lugar especial para ellos también en aquel lugar.

Lleno de flores.

Hermosas flores.

Por lo que era el lugar indicado para celebrar cada uno de los cumpleaños de sus cachorros. Volviendolo nuevamente, un espacio de preciosos recuerdos y así olvidar aquel trágico día.

Y el alfa escuchó crujir el suelo a su lado. Sólo sonriendo por como a Jungkook le gustaba jugar a aquel juego cada vez que volvían a aquel lugar.

Paso... y silencio.

Eso es,... aproxímate.

Paso,...paso...silencio.

Muy bien.

Paso....paso...paso...silencio. Un gran silencio.

Y Taehyung tenía claro lo que venía, percibiendo como el castaño reía y echaba a correr tan rápido como pudo.

-No bebé, claro que no escaparás de mí- dijo el alfa, para atraparle y girarse sobre él. Cayendo de espaldas al suelo y ésta vez con el omega sobre su cuerpo.

Percibiendo como su corazón se sincronizaba al de Jungkook, palpitando acelerado al observar como los orbed del castaño, se achinaban al reír por su hazaña.

Travieso.

El alfa aún llevaba residuos de crema sobre el rostro y aquello le daba demasiada satisfacción.

-¿Cómo haces eso? Debería enfurecerme contigo por lo que has hecho, pero aquí me tienes, babeando por un beso tuyo- le dijo el alfa, mientras acomodaba uno de los mechones de cabello de jungkook tras su oreja. Su bonita melena ya llegandole a los hombros.

Y el omega río, bromeando con la situación -"No te oigo"- provocando que el rubio le pellizcase la nariz.

- Omega tonto "Eres hermoso"- le dijo entre señas y perdiéndose un poco en el aroma a glicinas del castaño - "Tan hermoso. Tan mío"- y Taehyung le besó la boca, enredando su mano entre las hebras del cabello del omega, atrayendolo más cerca de él.

Oyendo como Jungkook emitía pequeños soniditos, que de seguro le harían perder la razón.

Omega mío.

Y Jungkook se alejó, observandole desde arriba - "Taehyung también mío. Y también hermoso. Gracias por sacar a Jungkook de allí, de su silencio"

Y el alfa levantó su torso rapidamente -"Taehyung no ha sacado a Jungkook de allí, porqué Jungkook nunca ha estado allí. Jungkook siempre ha tenido en él los sonidos más hermosos y se los ha regalado a Taehyung. El de su risa, sus besos, sus suspiros, su respiración y el mas importante, el del llanto de sus cachorros"- le señaló Taehyung -"Te amo amor mío, gracias por darme aquello"-finalizó para luego besarle, sosteniendole la cintura y percibiendo como el castaño entrelazaba su mano con la suya y la llevaba hasta su pecho.

-"Te amo"- diciéndole en un gesto, mientras abría un poco más sus piernas y se apretaba contra el rubio. Bastante seguro que no era ni el lugar, ni el momento. Pero deseandolo con todo de él.

Por favor.

Percibiendo como el alfa comenzaba a besarle el cuello y pasaba su lengua allí sobre su marca. Y él comenzaba a restregar lentamente sus caderas sobre la pelvis del rubio. Sintiendose de pronto demasiado caliente como para detenerse.

Por lo que iba a desatar el pantalón del alfa, cuando de pronto notó que este se tensaba bajo su toque. Y un dulzor muy conocido le llegaba a la nariz.

-Te digo que han venido quí Sejin- la vocecita de la pequeña cachorra hizo entender rapidamente a Taehyung de que trataba. Asintiendo con su cabeza al omega, quién sin escucharlo, ya se hacía una idea.

-Debimos quedarnos en casa Moonbul. Papá ice que siempe avisar a los adultos- mencionó el cachorro castaño, haciendo reir a Taehyung, quién a la vez decía al omega la conversación de sus pequeños -¿Y si nos pedemos?

La cachorra chasqueó su lengua-No nos perderemos Sejin, la casa está llí a la vuelta.

Taehyung sonrió, su cachorra era demasiado astuta.

-Tampoco debimos manchar la cara con lodo - añadió el castañito - Papás se nojarán.

¿Lodo?

-Ay Sejin, no seas burrido. Eso hacen los ventureros-y Taehyung no pudo evitar reír mentalmente- Míralo él, es el más venturero que todos.

¿Él?

-Yo ya tengo hamre- dijo Seokjin, haciendo sonar el suelo. Por lo que parecía haberse sentado, pensó el alfa.

-"Seokjin tiene hambre "- le señaló Taehyung al omega, por lo que ambos rieron.

-Tú siempre tienes hambre Sejin...pera ¿cuchaste eso?- se interrumpió a si misma la pequeña rubia.

-Si... como una risa- le respondió Seokjin, haciendo que Taehyung cubriera su boca y la del omega, deseando escuchar un poco mas de aquella conversación - ¿Segura no fue popó de Hosok?

¿Como que Hoseok?

-No creo. Cambié pañal antes de salir.

¡¿Qué?!

Y como si repentinamente el oído de Taehyung se hubiese agudizado. Oyó el sutil balbuceo de un bebé.

De su bebé.

Levantándose de golpe desde el suelo, haciendo que Jungkook cayera a su lado y los niños gritaran, pegando un salto en su lugar.

Observando como Seokjin abrazaba una pequeña alpaca de peluche y a su lado Moonbyul estaba con Hoseok en brazos. Con su pañal alreves, los tres aún en pijama y con sus mejillas cubiertas de lodo.

Ahh cachorros.

-Ha sido idea de él- dijo de pronto y como si nada la rubia. Indicando evidentemente a su hermanito en brazos.

-Eso sin sentido Moonbul- arremetió Seokjin a su lado, mientras ponía sus ojos en blanco.

Y Taehyung sintió a Jungkook incorporarse a su lado y soltar un sonido de espanto con su boca. Aproximándose a quitar al bebé de los brazos de su cachorra.

-Lo que han hecho es muy peligroso niños- dijo el alfa, muy consciente de que Seokjin no hubiese sido capaz de salir de la casa, de no ser por su hermana. Pero no deseando tomar partido por ninguno.

Y Moonbyul bufó, pateando el suelo y cruzandose de brazos. Su largo pelito rubio sacudiendose por el remezón. - Son unos xagerados. Sejin y Moonbul solo querían galar una ventura a Hosok el día de su cumpeaños y ustedes solo s-se nojan con n-nosotros - sus últimas palabras cortandose debido al naciente llanto.

Y Seokjin se acercó a ella y le besó la mejilla- Ya no es para tanto Moonbul ¿Cieto papá?- dijo el cachorro, descolocando al adulto, quién se preguntó el porqué su bebé era tan dulce?. Pero teniendo muy claro que aquello solo era herencia de su omega.

Y asintió porqué quizá si, estaba exagerando tal vez un poco.

No podía evitar que sus bebés fueran tan unidos y desearan incluir en todo a su rechonchito bebé más pequeño.

Preciosos cachorros.

Y el alfa se aproximó a la niña, agachandose a su altura y secando sus rosaditas mejillas manchadas de lodo- Está bien bebé. Disculpa a papá por enojarse, pero Hoseok ha podido caer de tus brazos. Aun mi cachorra es demasiado pequeña- y ojalá siempre lo sea, pensó Taehyung. Viendo como la rubia sorbía si nariz intentando apaciguar su llanto- ¿Por qué llevas lodo en el rostro?

-¿Y papá por qué tiene crema? Se ve racioso - dijo la niña ahora riendo de su padre, quién ignorando la pregunta comenzó a rozarle la nariz en el cuello y a hacerle cosquillas.

Porqué tu padre es un loco, queriendo decir.

-¿Y que cían papás llí escondidos?-preguntó repentinamente el curioso castañito.

-Ya está, demasiadas preguntas-respondió el alfa poniéndose de pie. Eso si que no lo respondería. No por el momento - Tenemos un cumpleaños que celebrar - y Taehyung vio a su bebé más pequeño reir en brazos de su omega, haciendo fuerza para bajar de allí, pues ya quería dar sus primeros pasos.

Bebé hermoso.

Y el alfa se acercó a besarle el cuello al castaño, señalandole muy de cerca para que sus cachorros no lo notaran -"Terminaremos esto cariño. No lo olvides"- y sólo escuchó reir a Jungkook, bastandole eso para saber que le había entendido.

-¿Terminar qué papá?- preguntó una intrigada cachorra.

Auch.

De verdad que su hija mayor era demasiado inteligente.

-¡Y bien niños! ¡¿Quién quiere ir sobre el lomo de papá!?- preguntó el rubio, logrando que ambos cachorros comenzaran a gritar y saltar. Y la pequeña Moonbyul olvidara enseguida su pregunta.

-¡Yo voy primera! ¿Ya Sejin?- dijo la niña, mientras su padre mutaba en su forma de blanco lobo. Agachandose para que estos subiesen sobre su espalda.

Y el castañito asintió. Ubicándose ambos niños sobre el lobo. Metiendo sus manitos en el suave pelaje.

Y el alfa miró al omega, acercándose a él para lamerle el rostro y el de su pequeño bebé. Invitandoles también a que se subieran sobre su espalda.

Y Jungkook lo hizo, no sin antes olfatear el agradable aroma de su pareja. Rozando su nariz sobre su pelaje, para luego acomodarse detrás de Seokjin y con su bebé en medio.

Y Taehyung podía decir que aquel valle olía a felicidad. Pues jamás se sintió más calido, siendo su principal fuego, el abrazo de sus cachorros y su omega desde la espalda.

No creyendo jamás que el silencio de aquel lugar, en el que tanto tenía miedo y al parecer le vio morir. Le traería a la vida nuevamente y con los colores más bellos que sus ojos alguna vez hayan visto.

Y con los sonidos más hermosos que alguna vez haya escuchado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro