•PRÓLOGO•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— Debes irte — pronunció el hombre de mediana edad a una mujer notoriamente más joven que él.

Una pequeña risa burlesca salió de los labios de ella, girándose para enfrentarlo — ¿Es una broma cierto? — acercándose a su rostro, el cual tomó entre sus manos y delineo gentilmente con las yemas de sus dedos.  — Porque si lo es, no es para nada graciosa.

El hombre tomó una de sus muñecas retirándola de su cercanía - ¿Crees que bromearía con algo así Jihyun? — Acercando su propia mano deseó limpiar una lágrima que amenazaba con deslizarse por el rostro de la mujer. Sin embargo ella se alejó de golpe.

—¿¡De qué va todo esto!? — Girándose nuevamente. Su cuerpo oponiéndose a que él la viese quebrarse. Derrumbarse — S-Se que no me prometiste nada...se que... — su voz rota exponiendo su alma rompiéndose — ...yo - o no soy tu omega... — dijo limpiándose agresivamente sus ojos con la manga de su vestido.

-No se trata de eso.... — el hombre intentaba acercarse a ella tocando su hombro — Sabes que nunca eso ha importado Jihyun...

—¿¡Y nuestro cachorro!?— dijo la mujer volteándose hacia él sin ya poder contener su llanto — ¿¡Acaso ya no te importa!?...¿no..t-te importamos?

La noche era irónicamente cálida para el frío que ambos estaban sintiendo bajos sus huesos. Él sabía que pronunciar aquellas palabras no sería para nada fácil. Y el para ella escucharlas, resultarían aún peor.

— Ustedes amor... — se aproximó una vez más a ella intentando abrazarla. Y ella bajo su manto de tristeza e incomprensión, le permitió esta vez acercarse —... ustedes son tan importantes para mí. Yo amo a este cachorro desde antes de saber que estabas en cinta — le dijo besando su frente, a la vez que lágrimas caían por sobre sus mejillas — Es por eso que pido que te vayas...

—¿Por q-qué? — preguntó la mujer levantando su rostro, confrontando esos ojos igual de rojizos que los de ella.

Él suspiró — Es delicado Jihyun...— ella lo miró con incertidumbre — Prometo que solo será por un tiempo...tu...t-tu parto ya se acerca y acá las cosas se complicarán. Te dije que conozco un lugar por entre las montañas... — él volvió a tomar el rostro de ella entre sus manos —...un lugar muy seguro y muy lejos de acá. Por favor cariño mío...confía en mí — pronunció mientras dejaba un beso sobre sus labios.

Un beso.

Un beso que sabía amargo y le pedía sostenerse de una promesa.

— Confío en ti — respondió ella sin detener sus sollozos y respondía a su beso — Confiamos en ti.

Ella se aferraría a esa promesa.


—Eso es, lo estás haciendo muy bien... sigue pujando  — dijo una anciana mujer.

Había pasado cerca de un mes desde que había llegado a ese, su nuevo hogar cerca de las montañas y lejos de los límites del reino. Un mes en el que se había completado su gestación y su cuerpo ya estaba preparado para recibir a su cachorro.

Encontrándose ahora recostada sobre el nido que había elaborado con esmero, para este esperado momento.

— Vamos Jihyun cariño,...ya puedo ver su cabeza — la mujer de canoso cabello le motivaba a no desfallecer, ya que los dolores estaban siendo horribles y parecían desgarrar sus entrañas.

Ella le había proporcionado durante toda su estadía, todo lo necesario para organizar el nacimiento. Ya que si bien el padre de su cachorro no llegaría a tiempo, sabía de antemano que la anciana era una partera con experiencia. Por lo tanto confiaba en que las cosas sucedieran del modo en que debían hacerlo.

Un alborotado llanto irrumpió por entre las agitadas respiraciones de la mujer — Es un pequeño niño Jihyun...tu cachorro es un niño.

Ella sin poderlo prever y evitar comenzó a llorar. Sin saber si era la felicidad o tristeza la que la forzaban a hacerlo. Ya que su omega pedía por su alfa, que aunque no le había reclamado le necesitaba en ese momento.

Pero por otro lado, su omega estaba ansioso y embargado de alegría por apreciar al ser que había concebido y cuidado con tanto amor.

— Quiero verlo — dijo totalmente exhausta, mientras intentaba levantar su torso para poder recibir adecuadamente a su cachorro.

Luego de haber cortado el cordón y limpiado un poco su diminuto cuerpo, la anciana mujer se aproximó con el pequeño en sus brazos.

— Conoce a tu cachorro Jihyun — lo puso sobre su pecho.

Fue en ese preciso momento en el que pareciera miles de estrellas se hubiesen reunido sobre ellos. Reunidos todas para marcar aquel instante como eterno.

Ella observó su castaña cabellera que hacía una perfecta combinación con su blanca piel. Tocando su pequeña naricita y sus diminutos dedos. Su pequeño le apreciaba del mismo modo a ella, mirándola por entre las pestañas de sus ojos azulinos y enmudeciendo su llanto al reconocer el calor de su madre  —Te hemos adorado desde antes de concebirte amor mío — dijo la mujer mientras besaba las manos de su cachorro y aspiraba su aroma.

—¿Qué nombre le pondrás? ¿Has pensado en alguno? — preguntó la anciana mientras les miraba enternecidamente.

Ella pensó en aquella vez que hablaron que nombre tendría su cachorro. Aquella insignificante discusión sobre si sería niño o niña, ya que ella estaba segura que sería un pequeño y no dio su brazo a torcer. Por lo que la discusión terminó en él sobre su vientre, acariciándolo suavemente mientras le hablaba y pronunciaba...

—Jungkook... — besó una de sus mejillas-su nombre es Jungkook   — dijo ella mientras su cuerpo se adormecía bajo las estrellas en su habitación, sus ojos se cerraban lentamente y se perdía en el suave aroma de su cachorro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro