23.

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—Y puedo jurar que Jennie tiene todo lo que me gusta, ella me gusta mucho, de verdad, Lisa, ella es... Es asombrosa, ayer vino su madre a su departamento y me presentó a ella, ¿sabes quién me ha presentado con su madre como su novia?

—Supongo que cuando vas a ser la novia y eres la novia de alguien es normal que te presente así. —la azabache mordió el chocolate y se lo volvió a pasar a la castaña, que comenzó a hacer un puchero y ocultar su rostro entre sus brazos, y suspiró.

—Sí, Lisa, pero sabes... Yo no soy el tipo de chica a la que le presentarías a tu madre, yo soy la chica con la que follas bien pero ocultas porque es la ninfómana, la que no es un ejemplo —apenas la otra iba a hablar pero la otra se quejó sonora, asustándola.—. ¡Ugh! Y no sé por qué me quejo si yo soy la que busca eso, es mi culpa.

—Hey, no digas eso, aunque tú algunas sólo dejas en claro, ellos no tienen por qué hacerte las cosas que te hacen, a mi me enojan mucho porque no lo mereces, la vez que me contaste que esa idiota casi te lanza por la ventana para ocultarte de su padre... Creo que tiene su pie roto por un accidente. —Rosé rió, negó, y se acurrucó contra la azabache, que su vista volvió a su envoltura de chocolate y volvió a comer.

—Pero olvidando esas cosas feas y que no quiero recordar, Jennie, dios, algo en mi me dice 'Vamos, fóllala ya' y esa misma parte dice '... ¿Y si mejor la follamos y nos acurrucamos con ella mientras nos hace cariños?'

Rió nerviosa, comenzando a patalear, y miró a Lisa, que la miraba con una sonrisa.

Ella no era la chica que quería iniciar una relación con cualquiera, Rosé tenía estándares que muchos llenaban y querían salir con ella, pero por algún motivo, ella no llenaba los estándares de sus citas.

No sabía, pero al mismo tiempo sí. Es que ella a pesar de tener un rostro hermoso era la chica de una noche, la que sabe de sexo y tiene una larga lista, y eso, no era lo que una persona buscaba para presentárselo a su madre. Ella era algunas veces mentirosa, malcarienta, y una persona algunas veces sarcástica, y eso no era una buena chica.

Tal vez por eso ocultaba su personalidad bajo la chica que todos quieren, pero al descubrirla, se alejaba, porque nadie quiere salir con la chica que tiene un largo historial.

Pero, justo ahora, una persona que siempre llenó sus estándares y al parecer hasta los explotaba a un nuevo límite, vio mucho, puede que todo, de ella.
Es la persona que no se alejó al ver su personalidad oculta y le mostró una nueva, su verdadera, es la persona que no le importa esa lista, la persona a la que le contó su pelea con su madre, el divorcio de sus padres y esa desconfianza que le generó su madre sobre la larga lista, no la juzga.

No le hace preguntas innecesarias, no le cuestiona nada, y aunque es algo que todos deberían hacer, a Roseanne le gusta mucho, demasiado.

—Ella el otro día que llegó me trajo dos peluches de plátano, y no con ese estúpido sentido sino porque sabe que me gusta mucho el plátano, me llevó un perfume y muchas cosas para la casa, una taza de gato, ¡El otro día me llevó a una cita donde había gatos!

—Sí, ella es muy tierna, y Rosie —la castaña la miró atenta, acercando su peluche antes mencionado a su pecho.—. Eres su primera novia, y sabes que es insegura, tú eres mi mejor amiga pero Jennie fue mi primera amiga antes y no me gusta mucho verla venir a mi cuarto a llorar porque le rompieron el corazón, así que, por favor, espero que no juegues con ella.

—Pe-Pero yo...

—Yo sé con qué motivo ibas antes pero ocurrió que te gustó también, pero aún así reconoce que ibas primero sólo a chúparsela... ¡Dios, no te puedo advertir bien! Sabes qué, olvídalo, te conozco y sé que eso no pasará. —y el rostro antes triste de Rosé volvió a sonreír, casi brillando.

—Sí, Lisa, me conoces, y sabes que yo también voy seria... ¡Dile a ella que no me rompa mi corazoncito porque sé que hay muchas chicas que también gustan de ella!

—Pero tú sabes que para Jennie, las únicas mujeres que existen somos tú, yo, Jeongyeon, Nayeon, su mamá, y ella misma, lo demás son sus personajes de mangas y esas cosas, ella no voltearía a ver a otra chica al menos que esté en una convención y la chica esté disfrazada de Historia...

—¿Con un pe-

—La vería sólo para pedirle una foto, decirle que su disfraz está lindo, y volver a su punto de referencia que eres tú o yo. —Lisa vio a Rosé sonrojarse, sonreír boba y volver a acariciar su peluche de plátano, riendo bajo.

Bueno, sí, a Rosé le gustaba mucho Jennie, así que ella se convenció de eso por decimaquinta vez.

Sólo volvió a ver a la castaña, y ve ese peluche.

—Rosie, ¿ese peluche tiene ojos azules y grandes cejas o está llorando?

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