𝟬𝟭𝟱━━ 𝗛𝗔𝗟𝗟𝗢𝗪𝗘𝗘𝗡 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗬! 𝗣𝗮𝗿𝘁 𝘁𝘄𝗼

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓕𝐈𝐅𝐓𝐄𝐄𝐍 ❜
𝗙𝗨𝗖𝗞! 𝗪𝗛𝗔𝗧'𝗦 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗟𝗔𝗦𝗛𝗘𝗥?! 🎃🪓
𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐒...
༉‧₊˚. ♯ 𝗛𝗔𝗟𝗟𝗢𝗪𝗘𝗘𝗡 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗬! 𝗣𝗮𝗿𝘁 𝘁𝘄𝗼

Entonces... ¿permitirías que
este galán te saque a bailar?🔪

N. de la A. Cuando veáis este emoji 👻
reproducid la música del vídeo que está al principio del capítulo.
Así la escena será mucho más real y más fácil de imaginar

👻

                   𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐍𝐃𝐎 𝐒𝐄 𝐎𝐈́𝐀 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐀𝐑𝐘 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐃𝐘 𝐆𝐀𝐆𝐀. ¡Justo esa canción salía en uno de mis shows favoritos! ¡Wednesday! La hija mayor de la familia Addams. Esa canción la bailaba cada vez que la oía; siempre y cuando estuviera sola ¡porque bailaba horriblemente mal!

Ahora que lo recuerdo, Sam no venía nunca a las fiestas pero Tara, sí. Ella me recordaba mucho a Wednesday Addams, diría que casi parecían hasta gemelas.


Lo que una no era una psicópata y la otra, sí. A no ser que Tara fuera Ghostface, cosa que dudaba aunque nunca se sabe.

Como gemelas, como aliadas.

Volví a la realidad.

—¡Hola, Chad! Pues estoy bien, intentando sobrevivir —le dije, cogiendo un vasito de la mesa más cercana para echarme un poco de refresco de limón.

—¡Y bien que lo haces! —continuó él mientras se iba con Anika—. ¡Ahora tengo asuntos pendientes pero luego nos vemos, linda! ¡Tenemos mucho de lo que hablar!

—Muchas gracias, Chad y... por cierto —hice una pausa—. Yo...ah... siento lo de la revista.

Chad se había enterado que había cotilleado su mochila y había visto su pequeño secretito.

—¡Ah! —se rió, quitándole importancia al asunto moviendo las manos—. Ni te preocupes, no era mía, sino de un amigo.

Ya, claro.

—Disfruta de tu noche. —Me guiñó un ojo mientras se iba. Miró de reojo a Ethan y creo que también se lo guiñó a él.

Genial. Me quedé a solas con Landry de nuevo.

Este era ese incómodo momento donde no decíamos nada y acabamos en un sillón viendo cómo seguía la fiesta. Bebí un poco de refresco para disimular mi nerviosismo.

—¿Puse buena cara cuándo Chad me llamó galán?

Esta vez fui yo la que me atraganté, escupiendo todo el refresco en el vaso.

—¿Qu-qué? ¡No... no sé de qué hablas! Justo acabo de llegar.

Ethan me miró con picardía, alzando una ceja.

—¡Oh, vamos! ¡Te conozco! Tu cabello ondulado nunca se me pasa desapercibido.

—Bueno, que quieres que te diga, parecías un verdadero galán —bromeé—. Aunque me gusta mucho más tu cara de atragantado.

—¡Oye! ¡No seas mala! —exclamó dándome un codazo amistoso.

Nos carcajeamos mientras intentaba con todas mis fuerzas no atragantarme de nuevo.

—Entonces... ¿permitirías que este galán te saque a bailar? —preguntó, estirando la mano hacia mí y lo miré con el ceño fruncido mientras bebía un sorbo.

Inevitablemente el sorbo cayó de nuevo al vaso y me atraganté. Después de varios segundos con una tos fuerte y lágrimas en los ojos, me recobré.

—¿Qué? —pregunté aunque en realidad si lo había escuchado o eso creía porque la música estaba tan alta que pensé que esa invitación había sido solo el producto de mi imaginación.

—¿Que si quieres que este...? —Empezó a preguntar pero un grupito se nos acercó a nosotros, interrumpiéndolo. Eran dos chicos de veintipocos años y chiquillas de dieciocho.

Uno de los mayores llevaba una camisa blanca desabrochada y los pantalones manchados de alcohol. Una chica le sostenía de la mano encarecidamente mientras me observaba con una sonrisa mordaz.

Uff, esta tenía pinta de pija problemática.

El otro chico me miraba con cierto toque despectivo y me produjo muy mal rollo. La choni número dos repetía el mismo gesto que la choni número uno pero parecía que su novio era el que me estaba observando. Ambas llevaban el cabello rubio cayéndolo sobre las cinturas semidesnudas con unos tops que dejaban muy poco a la imaginación. El tipo que me miraba llevaba un tupé negro hacia atrás y tenía pinta de motero.

—¡Anda! ¡La superviviente zombie! —dijo la choni número uno, refiriéndose a mí.

—¡Anda! ¡La Barbie inculta! —le contesté yo. Posiblemente antes me hubiera callado pero había algo dentro de mí que me daba rabia cuando este tipo de situaciones sucedían y no podía quedarme con la palabra en la boca. 

La choni número dos se acercó a mí porque la otra se había enfadado con mi respuesta. Ethan se puso tenso a mi lado.

—¿Cómo estás, guapa? —Obviamente esa pregunta no iba ligada a su preocupación repentina hacia mí porque noté maldad en sus palabras—. Uy, bueno, no quise decir eso de guapa... antes no poseías esa cualidad —pausó, observándome de arriba abajo y se bufó— y ahora mucho menos.

Por el rabillo del ojo vi cómo Ethan apretaba los puños.

—Déjala en paz.

Ambas chonis lo miraron con chulería, dándose aires de grandeza para burlarse de Landry, sin embargo, el que tomó la palabra fue el chico de la camisa blanca que sujetó la cintura finita de la choni número uno y le dio un beso delante nuestra.

Tenía ganas de vomitarles encima y se ahogaran en el mismo asco que sentía cuando pensaba en la gente como ellos.

—Déjalos, nenas. No merecen la pena. Solo estorban.

—¿No merecemos la pena? —les solté—. Nosotros estábamos tranquilos aquí, vosotros habéis venido de la nada a estorbarnos —hice énfasis en la última palabra para que les quede bien claro.

—Este es nuestro sitio favorito de la noche, los rinconcitos... —dijo la choni número dos mientras acariciaba disimuladamente la espalda del chico del tupé que todavía seguía mirándome con fines que sabía muy bien que no eran del todo buenos.

—Cállate —le interrumpí—.  Para empezar, esta casa es de Mindy. Y dudo que sea tan idiota como para tener a amigos tan estúpidos como lo sois vosotros.

—Nos iremos —dijo Ethan moviendo las manos pausadamente hacia delante para calmar el ambiente— pero ya está por favor, no queremos problemas.

Los cuatro se nos acercaron pero Chad vino hacia nosotros acompañado de su hermana, Anika y Tara.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Chad mientras le hacía frente al tipo de la camisa blanca. Sus frentes estaban a punto de chocarse—. ¿Es que no la habéis oído? Es la casa de mi hermana y no estáis invitados.

—Vamos a la misma uni —escupió el del tupé con desprecio—. Vimos todo este barullo y la de afuera que supuestamente era la que vigilaba la entrada tenía unas cuantas copas de más y decidimos entrar porque la puerta estaba abierta y había cerveza gratis.  ¿Qué pasa? ¿Es que nos vas a echar?

Chad se rió con desdén, apartándose de aquel tipo para mirar a ambos a la cara. Su cuerpo estaba en medio de nosotros y de aquella gentuza.

—Me hace gracia vuestro comportamiento. Encima que venís sin ser invitados, ¿también tenéis la cara dura de reíros de mis amigos y pensar que yo soy el malo de la película y os voy a echar por ser un amargado cuando está claro que los amargados sois vosotros mismos haciendo el papel de gilipollas? —soltó Chad.

Mindy se rió sin disimulo. Tara y Anika hicieron lo mismo pero con más discreción.

—Ya habéis oído al macho alfa de mi hermano, iros si no queréis un mordisco letal en vuestras pelotas —dijo Mindy, luego se dirigió a las chonis—. ¡Ah! Y a vosotras os quitará ese cabello tan bonito que tenéis pero de esa parte me encargaré yo personalmente, tengo unos trucos muy... sutiles. —Mindy les guiñó un ojo a ambas con sorna mientras se cruzaba de brazos. Aquellas dos se tocaron disimuladamente el cabello, con cierta preocupación.

Las chonis nos miraron sin ocultar su desprecio hacia nosotros pero por suerte, se largaron, la primera tuvo que herir mis sentimientos porque sino, no se iba tranquila.

—Cuidad de la virgen rarita, estoy segura de que para la próxima vez que se cruce con Ghostface acabará —pausó, mientras dirigía su dedo hacia su cuello disimulando ser un cuchillo rajándole la garganta— como una santa mártir.

La otra se rió con ella y se fueron. Los dos chicos las siguieron.

—Esto no quedara así —nos amenazó el de la camisa blanca antes de largarse y desaparecer.

El otro se me quedó observando y se llevó las manos hacia los bolsillos conscientemente, como restándole importancia a las miradas amenazantes de Chad y empezó a silbar.

Tara se dirigió a mí para intentar consolarme. Iba disfrazada de pirata con una venda blanca en la cabeza.

—No te preocupes. Esas dos son unas idiotas y siempre buscan el protagonismo y al ver que has sido la noticia principal en varias semanas de hospitalización tras el ataque no han dudado en dirigirte la envidia tonta que sienten por ti.

—¡Yo no he buscado protagonismo! ¡Ni tampoco que me atacara Ghostface!

Mindy y Anika me miraron apenadas.

—Tía, ni te rayes —continuó Mindy.

—Se colaron y empezaron a meter mierdas porque sus vidas son literalmente, unas mierdas —continuó Mindy.

—Son una panda de desgraciados, ni siquiera sé que siguen haciendo aquí si se saltan todas las clases —prosiguió Chad.

—Eve... —murmuró Ethan—. No hagas caso a ese tipo de gente, tú...

Landry hizo amago de cogerme de la mano pero la aparté velozmente y me fui corriendo, subiendo las escaleras. Lejos del bullicio, lejos de todo. Las primeras gotas de lágrimas empezaron a caer como cascadas congeladas en mi rostro. Oí a mis amigos gritar mi nombre pero no quería bajar, no ahora. No sé si porque aquellas dos me habían insultado y eso me había debilitado dada mi inseguridad o la suerte que tenían algunas de no pasar lo mismo que había pasado yo y que encima te trataran de aprovechada y suertuda por conseguir supuestamente la fama. Una fama estúpida.

La misma que no busqué. Una noticia que no quería que tuviera mi nombre. Un acontecimiento que casi me produjo la muerte y encima había gente tan estúpida que creía que había sido una gran oportunidad para darme a conocer en los dichosos informativos y redes tras haber estado varias semanas en el hospital y haber sido una de las pocas personas en sobrevivir del cuchillo de Ghostface en mi cuerpo.

💋🔪¡NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR SI TE HA GUSTADO ESTE CAPÍTULO! ¡ME AYUDARÁS MUCHO!🔪💋

También me puedes encontrar en Instagram como @misslefayy

‧₊˚. ¡ "👻" EN LOS COMENTARIOS PARA APOYARNOS!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro