(I) henry cavill

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to build a home, the cinematic orchestra

henry cavill

¡AMOR! —escuché la voz de Henry por tercera vez

—Ya lo sabes, no comen nada después de las siete y media, duermen a las ocho en punto, no dejes que pase de esa hora, y si algo ocurre —la pelirroja me interrumpió

—La llamaré, señora Cavill —Sarah era realmente un ángel

—Eres increíble, Sarah —me despedí de ella rápidamente para bajar las escaleras y encontrarme a Henry con los gemelos

—Por fin, mamá ha bajado.

—¡Mami! —mis piernas fueron atacadas por los dos niños, eran idénticos a su padre de muchas maneras, esos ojos azules encantadores, el cabello oscuro, y lo pícaro era Cavill puro. Era como si Henry se hubiera fotocopiado dos veces.

—Mis niños —después de dos años me las había manejado para aprender a cómo cargarlos a ambos al mismo tiempo, aunque casi nunca lo había hecho, Henry siempre había ayudado

—¿A tonte an? —preguntó Leo

—A comer —le respondí

—¿Qué an a omer? —Theo fue el siguiente en hablar

Henry y yo estábamos muy orgullosos del trabajo que hicimos desarrollando su habla, para tener dos años hablaban muy claro, y ambos lo entendíamos muy bien.

—A un restaurante muy bonito. —de hecho era el restaurante donde nos conocimos, así que era más que bonito

—¿Ya te an?

—Sí, ya nos vamos pero volveremos antes de que lo noten —dijo Henry levantándose del suelo después de haber arreglado los bloques—. Ahora, suelten a mami, tenemos que irnos.

—Ero, papi —Theo le puso un puchero a Henry que lo hizo reír

—Pero Theo, tenemos que irnos. Verán que es rápidito. —le dio un beso en la mejilla antes de agarrar también a Leo para entregarlos a Sarah que estaba en la entrada de la sala—. Chao, mis bebés.

—¡Arios, paá! —dijeron unísono

Confiábamos en Sarah ya que había cuidado de los chicos desde que tenían un año cuando teníamos que ir a premieres, o algo por el estilo. Pero era la primera vez que salíamos por más de tres horas, y quizás llegaríamos algo tomados.

—Gracias, Sarah, eres maravillosa. —Henry se despidió de la chica la cuál le sonrió

—No hay de qué, señor Cavill. Es un placer cuidar a Theo y Leo. 

—Adiós, mis amores.

—Tao, mami —les di un beso en la frente a cada uno y salí a mano de Henry

—Adiós, Sarah. —ella se despidió de mi moviendo su mano, al cruzar la puerta no pude evitar mirar atrás y fijarme en ellos, pero no estaban en la puerta. Ya estaba cerrada.

—Creo que se me olvidó algo, Hen.

—Lena, todo está bien. Sarah ya se ha quedado con ellos varias veces, todo estará bien, disfrutemos esta noche. —besó mi mano después de hablar y empezó el trayecto al restaurante

Era cierto, además el restaurante no estaba tan lejos, todo estaría en orden.

—¿Por qué crecieron tan rápido?

—Porque lamentablemente el tiempo pasa, pero sabes, prefiero esto que despertar en la madrugada y no dormir bien, pero ¿sabes lo que extraño?

—¿Qué extrañas? —la verdad esperaba que dijera algo más tierno

—Amaba tus tetas.

—¡Henry! —le pegué suavemente en la mano

—¡¿Qué?! No me puedes culpar, además usabas las escotadas dentro de la casa, y era malditamente caliente.

—Eres un calenturiento, Henry William.

—Contigo siempre, sino, ¿cómo fue que creamos dos bebés a la misma vez? —me echó un guiño coqueto antes de reír

Me reí con él, estuvimos el corto camino hablando de cosas que no hacíamos desde que los bebés estaban, como por ejemplo, beber más de tres copas de vino.

—Solíamos ser divertidos —dije algo triste mientras nos estacionábamos

—Somos divertidos, amor. —salió del carro y corrió a abrir mi puerta.

Desde que estaba con Henry no había abierto una puerta en años. Su caballerosidad nunca disminuyó.

—Gracias. —le sonreí mientras arreglaba mi vestido

—Vamos —tomó mi mano y empezamos a caminar hasta la recepción—. Buenas noches, reservación para Cavill Clifford.

—Buenas noches, venga conmigo. —el chico nos guió hasta una mesa a un lado del ventanal con vista a la ciudad, se veían las luces y la ciudad encendida, el mesero se retiró segundos después de dejarnos ahí.

—Esto es increíble, Hen —solté una risita de emoción

—Quise hacerlo especial. —me miró, y esos ojos me hicieron olvidar todas las preocupaciones que tenía en la cabeza

—Te amo. —solté, y el acarició mi mano con su pulgar

—Yo más, Lena. —dejó un beso en el dorso de la misma

Y desde ese momento empezó la aventura, comimos, hablamos, tomamos, nos reímos, todo lo que dos recién enamorados harían en su primera cita, y se sentía como tal, y eso era algo que me encantaba de Henry, siempre sabía cómo sorprenderme.

—¿Recuerdas la vez que fuimos a Florida y en la playa una abuelita te pidió una foto?

—¡Claro! Te reíste de su expresión por un mes.

—¡Intentó tocarte los abdominales con una cara de sorpresa! —me reí tanto que me dolía el estómago

—Extrañaba escucharte reír.

—Yo también —dije, más para mí misma, la sonrisa se mantuvo en mi rostro

—Sabes que —antes de que pudiera seguir hablando mi celular empezó a sonar

—Es Sarah —la pantalla mostraba su nombre, inmediatamente contesté—. Sarah ¿Todo bien? ¿Qué pasó?

—Señora Cavill, perdón por arruinar su cena... Ni Theo ni Leo quieren dormir, intenté con el sonido blanco, música, cansándolos pero empezaron a llorar, esto nunca había pasado antes no sé qué hacer.

—Okay, no te preocupes. Vamos enseguida. —la confusión de Henry era palpable en su rostro

—Realmente lo siento.

—Tranquila, Sarah. Está bien. —colgué el teléfono—. No quieren dormir, están llorando.

Las preocupaciones volvieron, y lamentablemente mi cuerpo lo sintió, mi corazón se aceleró, el sudor empezó a sentirse, hacía calor.

—Está bien, vamos inmediatamente —Henry intentó calmarme, volvió a acariciar mi mano—. ¿Podría traernos la cuenta? Gracias.

Después de cinco minutos estábamos dentro del carro en camino. Mi pierna se movía aceleradamente, con ello Henry aumentaba la velocidad. No me preocupaba, pero el no llegar rápido me estaba molestando.

—En cinco minutos estaremos ahí, tranquila. —me aseguró, asentí, era lo único que podía hacer

Y estaba en lo correcto, a pesar de que se sintieron horas estábamos ahí en menos de lo esperado, bajamos del carro lo más rápido posible y al abrir la puerta el llanto de Leo era completamente audible. Subí las escaleras mientras Henry cerraba la puerta.

Sarah estaba arruyando a Leo pero este seguía llorando mientras Theo estaba en la cuna sollozando.

—¡Llegó! —dijo aliviada

—Pásamelo —tomé a Leo inmediatamente—. ¿Qué pasa, corazón?

—Mami —dijo entre llantos, agarrándose de mi cuerpo

—Mami ya está aquí —me acerqué a Theo, este me extendió los brazos y lo iba a cargar pero Henry entró a la habitación

—Yo me encargo —me dijo antes de cargarlo—. Sarah, ¿qué pasó?

—Estábamos apunto de irnos a dormir, ambos negaron, intenté calmarlos con el sonido blanco pero no quisieron, después jugamos un rato más para cansarlos pero terminaron llorando.

—No están acostumbrados a dormir sin nosotros. —aseguré—. Si quieres ya puedes irte Sarah, tu pago está en el cajón del mueble de la sala.

—No, no merezco que me pague, pasó esto y se arruinó su cita, en serio perdón.

—No te preocupes, toma el dinero —dijo Henry meciendo a Theo suavemente

—Gracias... —estaba apenada, se notaba, tomó su celular de la mesita de noche antes de irse—. Buenas noches.

—Buenas noches, Sarah —dijimos en unísono

—Con un baño caliente se pasa esto. —besé la frente de Leo

—Es lo más seguro. —se levantó de la cama, para acercarse a mi—. Perdón por no terminar la cita.

—No pidas perdón, esto podía suceder y no es culpa de nadie. Luego podremos tener otra cita, solos, y más larga. —lo tomé de la camisa para acercarlo y besarlo

—Está bien, señora Cavill.

—Perfecto, señor Cavill.




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