quatre

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

CHAPTER FOUR
"DEAL WITH THE DEVIL"

CELINE NO SABIA QUÉ HABÍA PASADO POR SU cabeza cuando pensó que huir junto al Capitán América sería una idea que le beneficiaría en al menos alguna cosa. Steve se estaba comportando como un verdadero policía y no le quitaba la vista de encima ni por un segundo, sabiendo que si lo hacía, la francesa más peligrosa del mundo se le podía escapar.

Y si le podía sumar otro detalle este sería que una nueva persona se había incorporado a su dúo de huida.

Se trataba de Lust Morgana —así se había presentado—, era una conocida del rubio que se encontró con ellos después de haber destruido un jet antes de escapar completamente. Y en lo que respectaba a Toussaint, aquella pelinegra no había dejado de coquetearle en todo el trayecto.

Steve afirmó que debía ir a buscar algo que había dejado en un hospital por lo que los tres se vieron en la necesidad de cambiar un poco su ropa para pasar desapercibidos. Lo mejor que el Vengador pudo conseguir para Amon fue un chaleco cuello de tortuga que cubría el collar de retención.

—Esto me pica.

Disimuladamente Rogers puso los ojos en blanco al oírla.

—Agradece que cubre tu cuello.

—Si me da alergia y me salen ronchas será tu culpa —murmuró de vuelta.

El hombre se detuvo en medio del pasillo y apretó sus puños dentro de los bolsillos de su polerón para luego girarse a verla. Sólo se encontró con su habitual semblante serio que se negaba si quiera a curvarse un poco en una sonrisa.

—¿Debes ser así de dramática?

—Tú me trajiste, ahora acepta las consecuencias —él bufó y siguieron caminando—. Tú deberías agradecer que no he saltado encima tuyo para perforarte un pulmón.

—¿Qué? ¿Debería agradecer entonces?

—Completamente —ahora ella fue la que se detuvo—. Realmente no tienes idea de quién soy y de lo que soy capaz así que te sugiero que camines con cuidado.

Él al principio no dijo nada, sólo apretó la mandíbula y se giró otra vez a verla pero a una distancia más corta.

—Es más que suficiente recordarte que no te traje porque estuviera a gusto con eso —ella se cruzó de brazos—. El único motivo por el que estás aquí es porque no podía dejar a una dictadora suelta por la ciudad. Cuando esto acabe volverás a tu celda.

Soltó una seca risa—¿Cuando esto acabe? ¿Crees realmente que lo hará?

—Siempre lo hace.

—Estuviste presente en la muerte de tu director y no has dicho ni una palabra...Sospechoso ¿No? —él no dijo nada, estaba notoriamente tenso—. Oh sí, tu amiga pelinegra que no deja de ofrecer sexo me contó secretamente la razón de tu huida. ¿Quién está más corrompido ahora? ¿Eh?

—No tienes idea de lo que está sucediendo —la tomó del brazo—. Camina.

Ella sólo se limitó a soltar un bufido, tratar de soltarse un par de segundos y seguir al rubio.

Él tenía razón en una cosa: ella no estaba ahí más que por se vigilada, lo que le daba a entender a ella que si no había otro propósito más benéfico o importante podía irse cuando tuviera la oportunidad.

Ambos terminaron frente a una máquina expendedora de dulces que el rubio no dejaba de analizar.

—No tengo hambre, gracias —murmuró la mujer haciéndolo suspirar con cansancio pero sin rebatir de vuelta.

Sin embargo, la expresión del Capitán empeoró cuando se dio cuenta que lo que había escondido en aquella máquina —una memoria USB que Fury le dio estando moribundo— no estaba. Solo veía las filas de gomas de mascar y nada más.

Pero en eso, el sonido característico de una burbuja de dicho dulce siento explotada los hizo ponerse en alerta.

—Oh, por cierto, miren a quien encontré —dijo Lust junto a una mujer pelirroja que había causado aquel sonido.

Los dos restantes se voltearon a verlas con asombro y lo primero que Rogers hizo fue tomar a la pelirroja por los brazos y empujarla hasta entrar a otra habitación.

Lust y Celine observaron la escena un tanto desconcertadas.

—Él es así ¿O qué? —cuestionó la francesa en cuanto al rubio.

—Algo —se encogió de hombros—. Aunque si quieres podemos hacer lo mismo en la habitación de al lado...

Oh mon Dieu... —habló rendida y caminó para seguir a los dos agentes de SHIELD con la pelinegra siguiéndole los pasos.

—Eh, eh, Rogers ten cuidado —Morgana llegó a ambos Vengadores y separó a la pelirroja del hombre—. Tengo planes para ella y yo y honestamente no te quiero incluido —sonrió sin enseñar los dientes tomando del brazo a la mujer.

—Espera —volvió a sujetarla—. ¿Dónde está? —cuestionó refiriéndose a la memoria que había escondido.

—A salvo —respondió Natasha Romanoff rápidamente.

—No basta.

—¿Dónde la conseguiste?

—¿Por qué te lo diría? —aferró su agarre.

—Eh, rubio, manos fuera ya te dije —siguió alegando la pelinegra.

Romanoff analizó a Rogers de pies de cabeza ahora más atenta a su discusión—Fury te la dio, ¿Por qué?

—¿Qué contiene? —el rubio desvió aquello con otra pregunta.

—No lo sé...

—¡Deja de mentir! —exclamó en un susurro sacudiéndola por los hombros.

—Yo no lo sé todo Rogers, sólo finjo que lo sé.

—Oigan, si van a armar un escándalo dense prisa porque tarde o temprano alguien entrará a esta sala.

Steve cerró los ojos con frustración al oír a la francesa y le regaló una mirada molesta antes de decir a Natasha:

—¿Sabías que Fury mandó a los piratas?

Ella se vio sorprendida—No me extraña, la nave tenía algo, Fury necesitaba entrar al igual que tú...

La interrumpió otra vez sacudiéndola levemente—¡No te preguntaré otra vez!

Lust y Celine observaron la escena desde atrás con cejas alzadas y ojos juzgadores.

—Digno de telenovela —susurró Toussaint.

—Ni me lo digas.

—Sé quien mató a Fury.

Aquella frase proveniente de los labios de Romanoff captó la atención de los tres restantes que con la mirada le pedían que continuara.

—Muchos en la comunidad de inteligencia piensan que no existe quien algunos llaman el Soldado del Invierno —todos guardaron silencio—. Se le acreditan más de dos docenas de asesinatos en los últimos cincuenta años.

—Así que es un cuento —las palabras de Rogers parecieron una afirmación y no una pregunta.

—No lo es —se voltearon a ver a Celine cuando habló—. El misterioso Soldado del Invierno una vez hizo una parada en las instalaciones de Cobra años atrás...En Francia —hizo una mueca—. Créanme, él es bastante real.

—Hace cinco años escolté a un ingeniero nuclear fuera de Irán —siguió la rusa—. Dispararon a mis neumáticos cerca de Odessa, perdí el control, caímos por un barranco, apenas salimos...Pero el Soldado del Invierno estaba ahí. Yo protegía a mi ingeniero así que le disparó a través de mí —levantó su camiseta para mostrar una cicatriz en su abdomen—. Sin estrías; bala Soviética —alzó una ceja—, no más bikinis.

—Sí y apuesto a que se te ven horribles —fue lo que el rubio respondió.

Lust rió por lo bajo y susurró hacia la francesa—: Eso es mentira.

—Es inútil perseguirlo, lo sé, lo intenté —siguió Nat ahora alzando la tan buscada memoria USB—. Tú lo dijiste, es sólo un cuento.

Con una atenta mirada el Capitán la tomó—Pues averiguemos de qué trata el cuento.

Y antes de que alguien pudiera verlos, el grupo salió de aquella sala para poder ir rápidamente hacia el estacionamiento. Ahora tenían un objetivo claro y debían ir por él. Si se trataba del Soldado del Invierno era un tema delicado que en cualquier momento podía causar una catástrofe si no tomaban cartas en el asunto.

—¿Trajiste a Lust? —cuestionó la pelirroja al Capitán mientras caminaban—. ¿Y qué hay de la francesa? Ella es una prisionera peligrosa.

—La primera fue una opción, la segunda... —le echó una rápida mirada a Celine—. Definitivamente no lo fue.

—¿Qué? —se detuvieron al llegar al vehículo con ambas mujeres detrás siguiéndoles el paso.

—Escucha, cuando me fui de SHIELD digamos que no lo hice de la mejor manera.

—Eso oí.

—Y ella estaba a punto de escapar así que no vi otra solución mas que traerla conmigo —Natasha aún no se veía convencida—. Estará mejor vigilada con nosotros que dando rienda suelta a su ira en otro lugar del país haciendo Dios sabe qué.

Ella bufó en parte entendiendo el punto—No me gusta esto.

—Pues a mí menos —suspiró—. Oye quizás pueda hasta...Ayudarnos.

—¿Ayudarnos? —satirizó.

—Ella conoce al Soldado del Invierno, tal vez eso nos de alguna ventaja. No lo sé, pero en este momento debemos jugar todas nuestras cartas.

—Steve, eso es como hacer un trato con el mismo diablo —sacudió la cabeza—. No conocemos a esa mujer y lo que sabemos de ella es que es una odiosa dictadora.

—Tal vez, pero prefiero meterla en este asunto que verla destruir otra civilización —el suspiro que soltó ahora fue más largo—. Bueno ¿Y quién sabe? Quizás todo esto le ayuda a cambiar.

Romanoff soltó una risa—¿Cambiar? Rogers, las personas como ella...No cambian.

No pudieron seguir su charla ya que sus adoradas acompañantes llegaron junto a ellos.

—Bien ¿Ya me van a quitar esta cosa? —la primera en hablar fue Toussaint señalando el aparato de su cuello.

Romanoff parpadeó un par de veces asegurándose de que realmente había oído eso—¿Disculpa?

Steve hizo una mueca—Le prometí que le ayudarías a remover el collar a cambio de su buen comportamiento.

La mirada de la rusa se fue de su compañero a la rubia y viceversa. La francesa se limitó a enseñar sus dientes no en una sonrisa real, sino una sarcástica que disfrazaba sus ganas de querer irse de ahí.

—Debe ser una broma —abrió el maletero del auto y ahí comenzó que buscar algunas cosas. Cuando las halló le pidió a la mujer que se acercara con un gesto de la mano—Ven.

La aludida se acercó a ella y bajó el cuello de su suéter para que la agente pudiera ejercer su trabajo agradeciendo que en esa área del estacionamientono no habían cámaras. Con dos varas especializadas de metal trató de forzar la cerradura del aparato logrando abrirla después de tres arduos intentos. La rubia suspiró aliviada sintiéndose libre de aquello que le estaba llegando a apretar.

—Finalmente —masajeó la zona ahora limpia y le entregó el collar a la rusa.

—Sí, de nada —murmuró ella—. No puedo creer que me haya hecho eso.

—Ahora hay que irnos rápido —dijo Steve.

—Oh...En eso estoy de acuerdo.

Todos se voltearon confundidos cuando escucharon aquellas palabras provenientes de la boca de Celine.

—No...

La advertencia de Rogers fue en vano ya que antes de que pudiera seguir hablando ella pegó media vuelta y comenzó a correr.

—¡Belleza, no te sugiero escapar, al menos no todavía! —habló Morgana viéndola irse.

Corrió lo más rápido que pudo aunque sus piernas se sintieran cansadas por tanto ajetreo que ha ia vivido porque esa era su oportunidad de salir de ahí.

Lamentablemente comenzó a escuchar pasos acelerados detrás de ella y no tuvo necesidad de mirar para darse cuenta de que se trataba de Steve. Gruñó y trató de usar sus poderes para desviarlo pero estos se encontraban débiles al punto de casi no funcionar debido a la retención que el collar le había impuesto.

Y antes de que pudiera soltar otra grosería en francés, el Capitán ya se había lanzado sobre ella para frenarla haciendo que ambos rodaran por el suelo.

—¡Muévete! —exclamó ella dándole una patada en el estómago para luego volver a ponerse de pie.

Una vez más —y para su desgracia—, Rogers había logrado atraparla y la tomó firmemente de la chaqueta para llevarla a una pared y que no pudiera ir.

—¡Ya déjame ir! ¡Tonto americano! —pataleó furiosa.

—Esucha —la sacudió y el tono de voz serio hizo que Celine se detuviera—, ¿Qué pretendes? ¿Huir así nada más pensando que nadie irá detrás de ti?

—En efecto —trató de soltarse una vez más pero no pudo.

—Absurda decisión. Tu rostro está en todos los medios policiales para ser encontrada. Sin nosotros no podrías sobrevivir.

Una sarcástica y fuerte risa se escapó de sus labios—¿Yo? ¿Necesitarlos a ustedes para sobrevivir? —rió otra vez—. Yo no necesito a nadie.

—Te aseguro que sí. Hasta las personas como tú lo hacen —desafió—. Además, teníamos un acuerdo, dijiste que no escaparías y que no harías ninguna locura.

—Oh, oh, oh, alto ahí —levantó su dedo índice—. ¿Un acuerdo? A mí no me has ofrecido ningún trato —se cruzó de hombros—. Estoy aquí en contra de mi voluntad y por lo que veo esta tonta misión no me beneficia en nada.

—Entonces hagamos un trato.

Toussaint abrió los ojos sorprendida. Lo reconocía, no había esperado aquello.

—Uh, esto se pone bueno —susurró Lust a la pelirroja con emoción.

—¿Ah sí? —alzó una ceja—. ¿Y qué podrías ofrecerme tú?

—Libertad.

Si lo anterior no lo había visto venir, aquello menos.

—Steve, no... —Nat trató de detenerlo pero con una mirada él la frenó.

—Explícate —exigió la rubia.

—Ayúdanos con esto, no destruyas nada, no escapes...Y cuando esto acabe serás libre.

—Rogers ya basta. Estás ofreciendo la liberación de una mujer loca.

—Lo tomo como un cumplido —dijo Celine a Romanoff—. ¿Y cómo sé que estás hablando en serio? ¿Por qué tú me dejarías libre a mí? Soy una villana ¿No? Tú lo dijiste —él suspiró—. ¿Cómo sé que de verdad seré libre y que esto no es un engaño?

—Porque te doy mi palabra.

Rió sarcásticamente—La palabra de un hombre vale menos que un ave muerta.

—La mía va en serio —se semblante se mantuvo firme—. Gánate algo de redención después de tanta oscuridad con esto. Ayúdanos...Y después haremos como que nunca nos hubiéramos conocido y desapareceremos de la vida del otro.

—Es última parte es mi favorita —sonrió de lado—. Bien, que así sea entonces.

—No sabes lo que estás haciendo —siguió reclamando la pelirroja.

De hecho, sí lo sabía. Tenía un mínimo de esperanza de que con aquella misión Celine pudiera cambiar y que lo oscuro en su interior viera algo de luz. Steve había lidiado con personas parecidas a ella y por eso sabía que todos tenían la oportunidad de cambiar.

Pero Natasha tenía razón: Rogers estaba haciendo un trato con el diablo.

Si eso salía bien sería un milagro. Pero si no...Sería una masacre.

Celine le extendió una mano luego que la tentadora oferta fuera de su agrado sabiendo que podía tomar las riendas del asunto cuando quisiera. Después de eso se acercó al oído del hombre y le susurró:

—Que comiencen los juegos.













































































BUENAAAS APARECI

ya igual perdón, la uni me tiene hasta el cuello pero debía hacerme un espacio para actualizar esta fic 😭💖

qué les pareció??? djxjwjx messy celine haciendo enojar a Steve cada 2 segundos? mi pasión

ALSO YA TENEMOS LA APARICIÓN DE UNA DE LAS BEBAS DE LA SAGA AKA LUST <333 mi bb ya llegó so I'm ready for the chaos

also x2 vieron el nuevo banner gif? me costó toda una noche pero estoy satisfecha djdjdx se ve piola

38 votos para actualización <3

siento que el acto de tws se me está haciendo súper cortito pero allá vamos 😭

les amo mucho, tengan un lindo día ♡

nat

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro