zéro

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CHAPTER ZERO
"ANGER LIBERATION"

🗓 MAY 17th, 2003

PARIS, FRANCE

DESDE QUE ANTOINE TOUSSAINT había sido asesinado a manos malvadas e injustas hace tan sólo siete días, su hija perdió el eje que sujetaba su estabilidad emocional para siempre haciendo que se tornara en una persona dura, fría y amargada.

El dolor que había sentido transformó todo en ella y cambió completamente su perspectiva de ver el mundo. Entendió que realmente no había bondad en el mundo, por lo que tampoco lo había en ella. Esto la llevó a cambiar el rumbo de Cobra en su totalidad. Al ella estar al mando ahora, se dedicó a solamente acabar con aquellas instituciones o personas que defendían la causa de los hombres que le habían quitado a su padre. Cobra ya no era una agencia del bien, sino de la venganza.

Celine tan sólo tenía veinte años y ya era una dictadora.

Entramos, sacamos a las personas, nos llevamos el dinero; la información, y nos vamos— explicó en francés al grupo de siete hombres y dos mujeres frente a ella— Manténganse lejos de los civiles, no tenemos porqué dañarlos. Nuestro objetivo únicamente es acabar con la agencia a unas cuadras de nosotros. ¿Hay alguna duda?

No, comandante.

Entonces a trabajar.

El grupo rompió formación y todos comenzaron a tomar sus armas para salir a alistarse en el pequeño callejón que estaba siendo su escondite. En eso, uno de los agentes se acercó a su líder.

Jefa— esta escuchó pero siguió alistando sus armas—¿No cree que...?—tragó saliva—¿No cree que estamos yendo muy lejos?

Al oír aquellas palabras la joven volteó a verle con los ojos entrecerrados—Para nada— siguió alistando sus cosas y se puso el chaleco antibalas—Aquellos que mataron a mi padre merecen pagar.

Pero esto no es lo que Antoine hubiera querido— rebatió— Él defendía la bondad y la ayuda caritativa.

Sí, pero él quería más estar vivo— su voz se tornó dura mientras se acercaba peligrosamente al hombre—Vamos a ir allá a destruir aquella sede de SHIELD, porque no tolero que esos asesinos estén en la ciudad que mi padre tanto amó— suspiró mientras alzaba su mano lentamente— Y si no te gusta estar aquí...Puedes irte por donde llegamos.

Su mano se llenó de electricidad y expulsó ésta hacia el agente que la había sacado de quicio. El cuerpo de este rebotó en una pared mientras se sacudía por el impacto y Toussaint observaba sin arrepentimiento alguno.

Definitivamente, la antigua Celine había muerto.

No quiero que nadie vuelva a cuestionarme otra vez— dijo sin mirarles— Ahora a trabajar.

El grupo se adelantó para poder acercarse al edificio mientras su líder esperaba en la camioneta la señal para ingresar. Se quedó sola y en silencio escuchando los murmullos de sus compañeros hasta que algo la interrumpió.

Sintió como alguien se ubicaba detrás de ella y ponía un trapo sobre su boca. La rubia pataleó y chilló sin poder hacer nada ya que poco a poco empezó a perder la conciencia y su cuerpo cayó al piso inconsciente.


Súbitamente el cuerpo de Celine volvió a activarse neuronalmente y sus ojos se abrieron de golpe. Asustada, se dio cuenta que su anatomía estaba en un frío suelo color verde opaco y la iluminación sólo era una vaga y antigua lámpara en el techo.

Su corazón se sacudió y todo le dolió. Trató de sentarse con una mano en el abdomen por el malestar para observar con mayor detención en dónde estaba, y al hacerlo, todo su interior tuvo temor aunque fuera difícil creerlo.

Estaba en una especie de celda en un lugar muy lúgubre que podía causarle escalofríos a cualquiera. Procesó una y otra vez lo que le estaba sucediendo deseosa de saber cómo había llegado ahí, ya que lo único que recordaba era a alguien detrás de ella.

Entonces abrió los ojos de golpe al darse cuenta. La habían secuestrado.

Pero ¿Por qué? ¿Con qué propósito? ¿Quién le haría algo así? Sabía que era una mujer peligrosa y que muchos la odiaban, por esta razón, las respuestas eran múltiples.

En eso, mientras buscaba encontrarle sentido al rompecabezas que era su vida en ese momento, unos pesados pasos se escucharon acercándose a su celda hasta que dos uniformados la abrieron, la tomaron de los brazos y empezaron a sacarla con brusquedad de ahí.

¡Alto! ¡Déjenme! ¡Quítenme las manos de encima!— se removía de un lado a otro sin obtener respuesta, por lo que supuso que ellos no hablaban francés.

Mientras avanzaban ella trató de descifrar el lugar que parecía una base militar. No creía que fuera la CIA o SHIELD, mucho menos Hydra o la KGB. Esto era otra cosa.

Los pasos se fueron acercando a una gran puerta metálica que se abría constantemente mientras otras personas eran sacadas a rastras, casi moribundas o con una cara de espanto horrible. Más arriba del dintel había un pequeño letrero en letras extrañas que tardó un rato en traducir. Pero cuando lo hizo la palabra resonó una y otra vez en su cabeza:

Ira.

—Sujeto sesenta y siete— dijo uno de los que la cargaba al guardia de la puerta—Espero que ella les sirva— la lanzó con brusquedad al soldado en frente y él la atrapó.

Al escucharlos hablar ese idioma se preguntó: ¿Estaba en América? ¿Eran los estadounidenses buscando venganza contra ella? Bueno, lamentablemente era algo peor.

—¡Malditos! ¡Me las van a pagar!— gritaba mientras era ingresada a aquella sala y la puerta gigante se cerraba en un potente y estruendoso sonido.

El nuevo soldado que la cargaba la lanzó con brusquedad al piso y ella se arrastró con las manos al frente. Suspiró agitadamente ante el dolor y con lentitud poco a poco levantó su cabeza.

Lo primero que vio fue el rostro de un hombre más o menos de edad, tenía una mirada rígida, ojos oscuros llenos de misterio y la observaba como si fuera la escoria del mundo. Ella mantuvo sus ojos firmes en los de él tratando de no mostrar debilidad.

—Levántenla— pidió con voz grave y los hombres detrás de la rubia lo hicieron mientras ella se sacudía en busca de soltarse.

—Ya déjenme ¡Déjenme en paz!— pataleaba.

Estos la soltaron cuando ya estuvo reincorporada frente al hombre de extraño uniforme. Éste la escudriñó de pies a cabeza y girando al rededor de ella. Celine quiso golpearlo o electrocutarlo pero no podía; sabía que le iría mal estando en un lugar totalmente desconocido.

El hombre volvió al frente de ella y recibió una carpeta de uno de los subordinados a su lado. La ojeó y sonrió de lado.

—Celine Toussaint— ella odió oírlo decir su nombre—Una mujer interesante.

—Deme unos segundos y se lo enseño con mis manos en su cuello— murmuró.

El rudo comentario se ganó unas sarcásticas risas de parte de los hombres ahí dentro. Luego de reírse como un loco estrelló súbitamente la palma de su mano en la mejilla de la mujer. Ella se quejó y se echó para atrás un poco ante el ardiente dolor.

Quería matarlo.

Quería tomar su mano y arrancársela.

—La humanidad es realmente desesperante— dijo el hombre con odio y se giró a una mesa— Es por eso que vamos a cambiarla...

Cuando lo oyó decir humanidad todo se volvió confuso. Miles de ideas pasaron por su mente y había una en particular que resaltaba: El tipo no era de la Tierra.

Eso no hizo más que ponerle inmensamente nerviosa ya que nunca se había enfrentado a algo así y honestamente no sabía que hacer.

—...Y para cambiarla— continuó él— Vamos a dejar que lidien con algo que no podrán controlar...

Los soldados detrás de la joven la empujaron bruscamente hasta que quedó al frente de una mesa que tenía una caja sobre ella. El resto de las personas salieron de la sala con velocidad y vieron todo detrás de un vidrio blindado; expectantes al resultado.

—¡Qué rayos pasa!— exclamó ella asustada— ¡Exijo una explicación!

Estaba sola en el lúgubre y tétrico lugar, con una extraña caja frente a ella que sólo le inspiraba más temor.

Solamente buscamos fracturar su mundo, señorita Toussaint— dijo el mismo nombre por un micrófono detrás del cristal—Abra la caja o muera.

—¡¿Qué?!

Sino abre la caja la mataremos.

—¿¡Y por qué?!— alzó sus manos dejando la histeria de su interior salir a flote— ¿¡Qué pasará!?

Lo averiguará—ella apretó la mandíbula enojada—Sino la abre la mataremos. ¡Así de simple!

Celine permaneció estática por los primeros segundos sin saber realmente qué hacer. Su vida en ese momento pendía de un hilo muy delgado, y parecía que los hombres detrás del vidrio que la miraban de manera despreciable tenían las tijeras.

Debía decidir.

—¡Bien!—se acercó al objeto—Maudits...— malditos, susurró en francés.

Con temor observó el artilugio y vio todos los recovecos y diseños que tenía; parecía ser algo muy antiguo y misterioso con escrituras en la tapa que ella no podía descifrar.

Lo confesaba; tenía miedo.

Pero ella era una persona decidida, siempre manteniéndose firme como la líder innata que era. Por lo que ese momento no iba a ser la excepción.

Soltó un gruñido para rápidamente abrir la tapa y retrocedió unos pasos por seguridad con la atenta mirada de los hombres sobre ella. Nada pasó en los primeros segundos por lo que el silencio reinó. Sin embargo, y estrepitosamente, una figura salió de la caja.

Aquello le sacó un grito a la rubia que hizo vibrar toda su anatomía. Se trataba de una horrible sombra color negro que parecía tener un rostro bizarro muy horripilante. Aquel ser gruñó hacia la joven y esta se escandalizó y trató de huir. No obstante, no tenía por dónde hacerlo, y esto fue el puente para que aquella figura la alcanzara e ingresara a su organismo a través de su boca abierta por tanto vociferar.

El cuerpo de Toussaint se sacudió mucho; a un nivel realmente preocupante mientras aquella sombra hacía lo suyo. El espectáculo era presenciado con gran expectación por aquel grupo del otro lado, esperando deseosos que aquello tuviera el resultado que esperaban luego de tantas pruebas fallidas.

El movimiento iracundo finalizó con Celine tirada en el suelo y con los orbes de sus ojos completamente negros. Su anatomía desprendía una casi inexistente aura color púrpura que poco a poco se desvaneció en el aire.

Los soldados salieron de su refugio y corrieron hasta el cuerpo de la rubia. Uno de ellos le levantó la cabeza para examinarla— ya que era médico— y dio unos golpecitos en su rostro para ver si despertaba. Por un momento nada sucedió y ellos comenzaron a maldecir dando por sentado que una vez más habían fracasado.

Pese a ello, súbitamente el cuerpo de la joven se reincorporó bajo todos los cínicos ojos que la esperaban, entre tanto ella trataba de recuperar su respiración en agitados movimientos que su pecho daba de arriba hacia abajo.

Una sonrisa apreció en el líder de ellos; orgulloso, ansioso, y emocionado de que su horrible plan había surgido efecto finalmente.

—¿Qué...?— hablaba apenas la rubia— ¿Qué paso?— miró a todos— ¡Qué rayos me hicieron!

El cabecilla de todos se inclinó hacia ella haciendo que la francesa se espantara un poco. 

—¿Qué fue lo que te hicimos?— con uno de sus dedos recorrió la cabellera de Celine— Eres la victoriosa de este calvario, querida...— abrió los ojos como platos—Ahora tú humanidad tendrá una más de siete jinetes que fracturaran el mundo para siempre— se puso de pie mientras la chica aún observaba sin entender nada. Luego, él se giró a verle desde su posición—Ahora...Tú eres la ira.

Lo habían logrado.

Habían liberado el pecado de la ira y Celine había sido el frasco.


Celine perdió la cuenta de cuánto tiempo comenzó a transcurrir desde aquel fatídico día. La organización completamente desconocida para ella era conocedora de miles de secretos intergalácticos, incluido lo que contenía aquella caja que tuvo que abrir. Le tardó unos meses poder entenderlo, pero cuando lo hizo, sintió pánico invadirla. No obstante, ahora sentía algo dentro de ella que ahogaba todo ese sentimiento.

Lo que había sucedido parecía sacado de una película. Aquellos hombres—tal y como había dicho su líder— buscaban fracturar el mundo, y la manera en que lo querían hacer, era liberando los horrores más despreciados de todos: Los pecados capitales.

La caja que Toussaint había abierto contenía a la ira en su estado más puro. Dando así origen a un milagro; que su cuerpo fuera capaz de retener toda aquella maldad y energía para poder darle la utilidad que el pecado necesitaba usando a la chica como su portadora. 

Las situaciones que la francesa había vivido en el último tiempo no fueron más que un detonante y un perfeccionamiento de terreno para sembrar allí aquella atrocidad. Haciéndola una de las otras siete triunfantes que tal y como ella, habían sobrevivido al cruel experimento.

Ahora era una prisionera y trabajaba para esa organización en conjunto con otras mujeres que veía ocasionalmente pasar por los pasillos y suponía que eran sus hermanas; los otros pecados. Mas, casi no se les permitía verse o tener contacto con las otras, sólo importaba ella y para la rubia eso estaba bien.

Ella fue parte de duros entrenamientos, de castigos si ella se negaba a participar, de perfeccionamientos para incrementar la ira, y para acrecentar su poder eléctrico, ya que—cuando lo descubrieron— los miembros de aquel lugar enloquecieron, sabiendo que Celine era perfecta.

Cuando sólo pasaban unos días de haber cumplido cinco años allí encerrada, hubo un ejercicio que fue la gota que derramó el vaso.

—Cada vez que te veo...Veo a la ira personificada— dijo quien era su supervisor a su lado— Has mejorado tanto, cambiado tanto; dejando que esa cólera te consuma a ti y a los que te rodean...Que a veces siento que respiras aquel enojo, querida Amon.

Ella no dijo nada, se mantuvo firme y con la mirada al frente, tratando de ignorar aquel sobrenombre que había sido marcado en su alma desde que abrió la caja.

—Por lo que ahora...—rascó su barbilla—Quiero que hagas algo que reafirme una vez más tu lealtad a nosotros y...Que eres la ira— lo último lo dijo junto a su oído para luego señalar al frente—Allí dentro hay tres personas; criminales horribles, personas que no merecen vivir— hizo un gesto restándole importancia—Quiero que vayas, elijas a uno y me traigas su cabeza.

Toussaint no se inmutó. La idea seguía flotando en su cabeza dando vueltas y vueltas, sin ser capaz de responder a aquello. Sin embargo, no se inmutó en ningún momento; su ceño se mantenía fruncido y su mirada rígida.

—Y...— siguió el hombre—Sabes que es lo que sucederá sino lo haces—escuchó el chasquido de un arma y sus ojos se movieron a la derecha, donde otro soldado estaba listo para eliminarla.

Luego de un rato soltó un largo suspiró, tomó una de las armas a su lado y caminó con paso seguro hacia aquella sala.

Lo siguiente que se escuchó fueron desgarradores gritos pidiendo clemencia al ver que su hora de partir estaba cerca. Y para su mala suerte, aquella clemencia jamás llegó, ya que uno de ellos debía morir a manos de la ira.

De repente, los gritos cesaron. Los hombres fuera de la sala se miraron levemente confundidos hasta que la puerta se abrió dejando ver la respuesta a su pregunta.

Celine no venía con una de las cabezas.

Venía con las tres.

Las balanceó en sus manos y las arrojó para que cayeran a los pies de su supervisor. Este se echó un poco hacia atrás por la sorpresa pero miró a la francesa con una expresión orgullosa después de todo.

—Ahora quiero que me dejen en paz— murmuró ella con voz dura. Luego se limpió la sangre de las manos, dejó el arma en el suelo y se retiró a paso sólido de ahí.

Celine estaba furiosa. Ella no era una persona buena, tampoco una santa; pero matar no era su pasatiempo favorito que digamos. Y si había algo que no le gustaba era que la obligaran a hacer las cosas.

Quería irse de ahí, quería salir de ese lugar para siempre.

No obstante, como si sus plegarias hubieran sido escuchadas, se dio cuenta que habían camiones en la entrada trasera descargando algunos materiales que le parecían insignificantes. Lo único que le importó fue una cosa: una vía de escape.

Apretó sus puños y comenzó a correr lo más disimulada que pudo hacia aquel lugar. En vez de demorarse bajando las escaleras, se balanceó en una baranda y saltó hasta que sus dos pies aterrizaron en el suelo de cemento. Aquel impacto no pasó desapercibido por los tres hombres que estaban en el vehículo, así que rápidamente desenfundaron sus armas y buscaron al origen de aquel sonido.

Y para su mala fortuna, lo encontraron.

Toussaint llegó detrás de dos de ellos y con sus manos envueltas en electricidad hizo chocas sus cabezas, haciendo que cayeran al suelo. El tercero disparó dos veces pero pudo evitarlo protegiéndose con un campo de energía que le permitió llegar hacia él, quitarle la pistola y devolverle el impacto, pero el de ella fue certero al pecho.

Lanzó el arma al suelo y se dispuso a correr hacia la salida, sabiendo que afuera habían motocicletas más rápidas que ayudarían a su escape. 

No tenía tiempo que perder. Nunca en todos aquellos años había visto una oportunidad como ese de una puerta abierta, y tampoco podía tardarse ya que los guardias estarían prontos a llegar.

Y justo en el momento que ella escuchó los pasos de la tropa acercarse emprendió carrera para salir de la horrible estructura que la mantuvo cautiva por todo ese tiempo y correr por el nevado paisaje que la esperaba.

Pero cuando su anatomía cruzó el umbral de aquel portón todo su alrededor se sacudió por unos segundos y terminó cayendo de bruces al suelo.

Lo extraño, fue que no sintió la fria y suave alfombra de nueve que esperaba, sino, que sintió un duro cemento que le dejó un rasguño en la cara. Totalmente confundida, se puso de pie en un dos por tres y su corazón se sacudió al darse cuenta en donde estaba:

En Francia.

La mujer estaba en Paris, Francia; en el mismo lugar dónde había sido secuestrada al inicio de todo.

Pero ¿Qué todo? Su cabeza de repente dio mil vueltas y trató de recordar como era su vida minutos atrás, mas no lo logró. Frunció mucho más el ceño en el esfuerzo de lograr encontrar una memoria pero por arte de magia todo había desaparecido. No recordaba lo que habían hecho con ella, no recordaba los entrenamientos, las torturas y mucho menos que ahora era la ira. Solamente tenía el recuento de cinco años encerrada en un lugar que ahora no recordaba.

Oh Celine; fría y temible ira, aquello no había sido una coincidencia. Ahora, uno de los pecados capitales más horribles estaba libre en el mundo.

Y pues ¿Quién podría detenerla?


steve: YO, EL CHAPULIN COLORADO

digo, qué.

HOLA AAAA YA ESTAMLS AQUÍ. fue muy emocionante escribir esta parte ya que es como lo más importante de la saga uwu

espero le haya gustado <3

ya en el siguiente capítulo se inician los vergazos porque celine quiere ver sangre correr en shield 😈

preparadxs?✨

30 votos para actualización <3

les amo mucho, gracias por todo su apoyo <3

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