V. The Rebirth Of A Hero

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CAPÍTULO CINCO
EL RENACIMIENTO DE UN HÉROE



Tras encerrar a Barry en una de las celdas del acelerador de partículas, el samurai volvió a aparecer exigiendo pelear con Flash, así que el equipo no tuvo más remedio que enviar a Wally con el traje de Barry para pelear con él, pero de alguna forma ese samurai supo que él no era el verdadero Flash y le clavó una katana en la pierna.

—¿Cuando podré volver ahí fuera?—inquiere Wally mientras Tessa le venda la pierna—

—Wally, te ha atravesado el peroné, si no tuvieras tus poderes tendría que amputarte la pierna—le informa Tessa—

—Está bien—suspira—¿Cuando?

—En... cuatro o cinco horas—responde Caitlin observando las radiografías—

—No tenemos tanto tiempo—suspira Jay—

—¿Sabéis? Estoy bien—asegura Wally intentado ponerse en pie, pero él dolor de su pierna le hace gritar de dolor y volver a sentarse—

—Wally, has hecho todo lo que has podido ¿vale? Este equipo tiene más héroes—Tessa le intenta tranquilizar—

—Si, estoy segura de que Cisco ya tiene alguna idea—señala Caitlin—

—Iré a ver—suspira Tessa saliendo de la sala de curaciones para dirigirse al cortex—¿Ha habido suerte?

—No, todavía no—niega Cisco—El ordenador dice que son balbuceos sin sentido.

—Puede que lo sean.

—No, no lo son—le asegura—Barry intenta mandarnos un mensaje, créeme. Después de tanto tiempo en la fuerza veloz puede que ahora tenga las respuestas a la vida, al universo... a todo.

—¿Y crees que todos esos garabatos son su forma de decirnos "Hola, tíos"?—bromea sacándole una sonrisa—

—Si, exactamente—asiente con una sonrisa. Tessa le devuelve el gesto—¿Te he dicho lo mucho que te he echado de menos?

—No, la verdad es que no—le responde con diversión—Yo también te he echado de menos, Cisco. A todos. Y, oye, estos laboratorios están mucho mejor que la última vez que estuve aquí.

—Si, Harry y yo trabajamos mucho para arreglarlos—suspira el latino observado la sala—Savitar dejó un buen desastre.

—Si—murmura bajando la mirada—

—¿Tú estas bien?—le pregunta preocupado—

—Mejor que hace seis meses—se encoge de hombros como respuesta—Volver a casa me hizo bien.

—Me alegro. Saber que no estabas aquí porque estabas con tu familia era una forma... más llevadera de llevar tu ausencia—admite. Tessa sonríe levemente—Bueno, seguiré con esto. A no ser que tengas alguna idea.

—No—niega segura—Esto es más difícil que el griego. Y eso que yo nací sabiendo griego.

Sonríe y se dispone a salir del cortex, pero la voz de Cisco la hace frenar.

—Por el fantasma de Cesar—murmura Cisco como si una bombilla se hubiese encendido en su cabeza. Tessa le mira confusa—Este análisis se basa en un código de sustitución monoalfabético, pero ¿y si es polialfabético? ¿Y si es como el griego? Donde los símbolos forman un alfabeto único—teclea un par de cosas en su ordenador—¡Excelsior!

—¿Que pasa?—Jay entra en el cortex confuso—

—Cisco lo ha hecho, sabe cómo descifrar el código—le informa Tessa—

—¿Y qué dice?

—Esperad un segundo. Se está cargando—informa Cisco—Vamos, cargando, cargando, cargando. Y... dice "Esta casa es de puta madre".

—¿De puta madre?—repite Tessa con confusión—Eso no le pega a Barry.

—No, no le pega. Porque no es suyo—declara Cisco con decepción—


Desesperado por recuperar a aquel al que consideraba su propio hijo, Joe decidió bajar a las celdas del acelerador de partículas para afeitar a Barry.

—Tú mismo lo dijiste, ella siempre busca el peligro—sonríe con ternura—

Joe termina de afeitarle y le mira confuso por sus palabras. Aunque a esas alturas ya no debería sorprenderle el sinsentido de cada cosa que Barry decía. Le sonríe en respuesta.

Tessa se adentra en el pasillo y se acerca a Joe, quien estaba saliendo de la celda.

—No debiste afeitarle, estaba muy sexi con barba—bromea hacia el detective—Lo siento, no es muy apropiado hablar de esto con el padre del novio.

—Me alegra que tu sentido del humor siga ahí—sonríe Joe hacia ella—Yo pensé que asearlo me haría sentir bien, pero...

—Lo sé—suspira ella—Nada parece ayudar.

Joe asiente y la observa detenidamente.

—¿Qué te pasa?—le pregunta sin rodeos—

—¿Vas a hacer de padre conmigo?—inquiere divertida, cruzando sus brazos—

—Es lo que mejor se me da, aparte de ser inspector—se justifica Joe—Y desde que Iris está en Nueva York, echo de menos tener una hija con la que hablar.

—Entonces no te estas ofreciendo porque mi padre haya muerto ¿verdad?—suspira sentándose en las escaleras del pasillo de entrada al acelerador de partículas—

—No, pero siento mucho eso—le asegura sentándose a su lado. Tessa se encoge de hombros—

—No hablaba mucho con él de todas formas—señala—

—Eso no importa. Un padre es un padre.

—Si—le mira y asiente intentando no mostrar la verdadera tristeza que la muerte de Malcolm causaba en ella—Alguien tiene que luchar contra ese samurai, porque esta claro que Barry no podrá hacerlo.

Joe asiente y dirige su mirada hacia su hijo, quien estaba dibujando símbolos en el cristal de su celda.

—¿Esta Wonder Star lista para volver a pelear?—le pregunta interesado—

—Oh, no—niega con una sonrisa nerviosa—Wonder Star ya no existe. Cisco tiene que ponerme otro nombre.

—No digas que no existe—le pide él. Tessa le mira confusa—Wonder Star existe, existe en tu interior. Ella solo a cambiado.

Su mirada viaja hacia el suelo y asiente de forma pensativa. Joe tenía razón en lo que decía.

—¿Crees que Barry volverá a ser él mismo?—le pregunta tras unos segundos de silencio—

—Tengo fe en ello—admite él—

Tessa asiente y se pone en pie para acercarse a la celda. Observando así a Barry escribir a través del cristal. Joe decide dejarles a solas, así que se pone en pie para volver al cortex.

Los ojos de Barry conectan con los de Tessa a través del cristal.

—Una vez dijiste que mi voz era lo único que te traería de vuelva a casa—recuerda ella sin dejar de mirarle a los ojos—Espero que siga siendo así.

Le dedica una leve sonrisa y se da la vuelta alejándose de él. Pero Barry no deja de mirarla, no hasta que desaparece de su campo de visión.


—Cisco—Tessa entra con decisión en el cortex buscando a su latino amigo, quien nada más oír su nombre giró la silla donde se encontraba sentado para poder mirarla—Necesito que hagas algo por mi.

—¿Crearte un traje nuevo?—le pregunta—Porque eso ya lo he hecho. Me parecía injusto que solo Barry tuviera algo que estrenar.

—No, no es eso. Pero gracias—le sonríe—Necesito un nuevo nombre.

—Oh, oh, oh—murmura poniéndose en pie con una sonrisa llena de entusiasmo—Llevo mucho tiempo esperando este momento.

Tessa le mira ofendida.

—No me malinterpretes, me encantaba Wonder Star, pero mis nombre son siempre mejores.

—No sé, Speedy es mejor que las ideas que tenías para Thea—señala ella—

—No es culpa mía que no entendierais los nombres—se justifica él—

—Un falló lo tiene cualquiera, Cisco, no te machaques—le dice Caitlin con una pequeña sonrisa divertida en su rostro—

—Cisco Ramon nunca falla con los nombres de héroes y villanos—señala ofendido—

—¿Entonces?—Tessa eleva una ceja con interés. Cisco sonríe—

—Señoras y señores—llama a todos los miembros del equipo, los cuales se reúnen en el cortex interesados por sus palabras—Miembros del equipo Flash...

—Equipo Kid Flash—le corrige Wally—

—No nos llamamos así—niegan Joe, Jay y Cisco a la vez—

—Os presentó a...—continua Cisco—StarNight.

Señala a Tessa con una sonrisa.

Todos comparten una mirada entre ellos mientras Cisco espera a su reacción.

—¿Es... tu mejor trabajo hasta ahora?—comenta Caitlin pensativa—

—Si—asegura él—Llevó pensado en este nombre tres años. Lo sé, soy grandioso.

—¿El traje?—le pide Tessa—

—En mi taller—le responde. Tessa asiente y se da la vuelta para salir del cortex—Bien, equipo, ¿preparados para ver a StarNight en acción?

—Por supuesto—asegura Jay—


Tessa llegó a la calle donde el samurai se encontraba a la vez que el cuerpo de policía de Central City dirigido por Joe en aquella misión. Jay se encontraba a su lado, con su pistola entre sus manos.

—No veo a Flash—comenta el samurai pasando su mirada por todos los hombres y mujeres que le rodeaban—

—Me temo que tendrás que conformarte con nosotros—le responde Joe—

El samurai saca sus katanas, lo que pone aún mas alerta a todos los policías. Tessa saca su espada como respuesta a las acciones de aquel que amenazaba la ciudad.

—Dije que habría consecuencias—recuerda el samurai—

—Flash no está aquí—le responde Tessa dando un paso hacia adelante—Si lo que quieres es destruir la ciudad, antes tendrás que pasar por encima de mi.

—Wonder Star—la observa—

—No, ya no me llamo así—niega ella—

—Es igual—responde—Sigues siendo importante para Flash.

Tessa inclina su cabeza sin dejar de observarle y no duda en comenzar una lucha de espadas contra él. Pero a pesar de no haber dejado de pelar durante esos últimos seis meses, Tessa no había cogido su espada desde lo sucedido en Lian Yu, así que estaba algo desentrenada.

El sonido del metal chocando era lo único que se oía a lo largo de esa extensa calle de Central City. Los policías continuaban rodeándoles, con las armas apuntando hacia el samurai.

Tessa podía jurar que tras esa armadura no había ninguna persona. Era imposible que pudiese descifrar sus movimientos de forma tan rápida. Incluso rompiendo su estilo de lucha, aquel samurai conseguía frenar sus ataques.

No supo en que momento ocurrió, pero de repente sus pies dejaron de tocar el suelo. El samurai había guardado sus katanas, la había sujetado con fuerza y la estaba elevando en el aire para llevársela volando hacia las afueras de la ciudad. Su espada resbaló de sus manos, chocando contra el suelo mientras Jay gritaba su nombre de forma desesperada.

Algo que Tessa no soportaba eran las alturas. Podía con ellas si se encontraba volando en un avión, porque era algo que entendía y sabía manejar de cierta forma. Al fin y al cabo Malcolm le había enseñado a pilotar algún avión, pero volar... estaba claro que no era lo suyo.

Al ver lo que ocurría a través de los monitores del cortex, Cisco corrió hacia el acelerador de partículas sabiendo que esa vez, Tessa, por muy fuerte que fuera, no podía salvarse a si misma.

—¡Barry!—exclama desesperado—Tessa está en peligro. Te necesita.

—Dudó que el autocontrol te haya convertido en el hombre que eres hoy... hoy, no voy—responde sin dejar de dibujar en las paredes de su celda—

—Por favor, Barry—le suplica—Es Tessa. Ella confía en ti, todos los hacemos. Tío, te ayudaremos con esto, pero ahora ella te necesita.

—Ella nunca ha necesitado a nadie—las palabras de Barry parecían una respuesta directa hacia Cisco, pero en realidad el velocista seguía con sus delirios—Estrellita... Estrella. No sabía que se te dieran tan bien los niños.

—Barry—le insiste—

—William y Mia están en peligro—murmura de forma nerviosa—Taylor no debería estar aquí.

—Barry ¿me has oído? Tessa va a morir.

Aquellas palabras activan algo en Barry. El rotulador en su mano cae al suelo y la electricidad comienza a rodearle de tal forma que consigue superar los inhubidores de la celda y romper el cristal al salir corriendo en busca de su prometida.

Cisco cae al suelo de forma brusca entre todos los cristales, pero eso no le impidió levantarse y correr hacia su taller.

—Barry se ha ido—anuncia hacia Caitlin y Wally—

—Él no es el único que se ha ido—responde Caitlin señalando el maniquí donde anteriormente se encontraba el nuevo traje de Flash—

Cisco sonríe.

—¡Flash a vuelto!—celebra antes de dirigirse al cortex siendo seguido por sus amigos—

—¿Habéis visto lo deprisa que va?—inquiere Caitlin al mirar los monitores—

—Yo nunca he ido tan rápido—comenta Wally a su lado—

—Ni tú ni nadie—le asegura Cisco—

En el cielo, agarrada a ese estupido Samurai, Tessa consiguió ver el rayo de luz que Barry desprendía al correr y no pudo evitar sonreír ante eso. Cada vez estaba más lejos y más alto, pero ver a Flash correr en su rescate le hizo saber con seguridad que por muy lejos que ese samurai la llevará, Barry iba a encontrarla.

Y así fue, tras una persecución entre varios molinos de viento, Barry consiguió alcanzarles. La sujetó de la cintura y con un rayo lanzó al samurai lejos de ellos.

Cuando sus pies volvieron a tocar el suelo, Tessa no pudo evitar mirar a quien la había salvado. Sus ojos y los de Barry conectaron en una mirada de pocos segundos, pues Barry tenía que cerciorarse de que el samurai no iba a hacer nada mas. Pero estaba frito, y como Tessa sospechaba, no se trataba de una persona, si no de un robot.

Barry se deshizo de la capucha de su traje y se dio la vuelta para mirarla. Tessa no pudo evitar correr hacia sus brazos para abrazarle, y él no dudó en recibirla con una sonrisa en su rostro.

—Has vuelto a por mi—murmura ella escondiendo su rostro en el cuello de él para poder disfrutar de su aroma corporal. Dios, cuanto lo había echado de menos.—

—Siempre—responde él acariciando su cabeza con delicadeza—

Tessa sonríe y se separa unos pocos centímetros para poder unir sus labios en un beso.


—Las pupilas reaccionan a la luz y tus constantes están impresionantes. Tienes una salud perfecta para ti—asegura Caitlin mirando los resultados del examen médico de Barry—Quiero una muestra de orina para confirmarlo, pero todo parece genial.

—Como te gusta la orina—comenta Cisco. Todos le miran confusos—Te... te gusta analizar la orina. El análisis de orina. Ya me entendéis.

—No te metas con la ciencia.

—Me encanta que estes aquí—le dice Barry a su mejor amiga—

—Lo mismo digo—le responde Caitlin con una pequeña sonrisa—

—Por fin has vuelto—suspira Joe acercándose a su hijo—¿Cómo te encuentras?

—Estoy genial—asegura mirándoles a todos—Si, me siento increíble. No sé, es como si... hubiera renacido.

—Como si fueras un Jesucristo veloz—comenta Cisco—

—Ahora en serio—habla Wally llamando la atención de Barry—Verás, me duele admitirlo, pero podrías ser el velocista más rápido de todos.

—Bueno, ha estado seis meses en la fuerza veloz. Puede que haya absorbido parte de su energía—señala Tessa—

—Puede—admite Barry en un suspiro—¿Qué tal todo mientras no estaba?

Tessa se tensa ante esa pregunta. Pero ella no es la única. A Caitlin también le incomodaba ese tema.

—A molado mucho—sonríe Wally respondiendo a su pregunta—El equipo Kid Flash lo tenía todo controlado, así que...

—No nos llamamos así—declaran Joe, Jay y Cisco a la vez. Barry sonríe divertido—

—Pero... todavía quedan algunos misterios por resolver—señala Cisco emprendiendo su camino hacia el cortex—Como nuestro robot samurai volador.

—Si alguien creo esto, tendía sus razones—señala Jay—

Cisco asiente.

—¿La frase "Esta casa es de puta madre" significa algo para ti?—se dirige hacia su mejor amigo—

—No—niega Barry con confusión—¿Debería?

—No. Pero quiero que sepas que cuando estabas en plan Una Mente Maravillosa, no parabas de decir tonterías.

—No recuerdo nada de eso—admite—Lo último que recuerdo es entrar en la fuerza veloz con mi madre y luego salvar a Tessa.

—¿Como supiste que estaba en peligro?—inquiere Jay—

—No lo sé—se encoge de hombros con sinceridad—Gracias por traerme a casa.

—A sido un placer—sonríe Cisco dándole un abrazo—

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