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Unirse al enemigo.

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Los días seguían pasando, todo era como si hubiera dejado de importar. Me quedaba horas observando la pared, la crema pared de mi habitación o mirando la ventana dando vista al patio del santuario, de donde salían y entraban los residentes que vivían en esta "comunidad". Suspire tocando mi cabello suelto, si, hoy había decidido tenerlo suelto para mi comodidad. Hoy me encontraba sola en esta habitación que compartía con Arath, la consideraba suya porque esta no era mi habitación, esta no era mi casa pero aquí estaba. Aún habían cosas que no podía asimilar, cosas que debía guardarme sin poder hablar con alguien que verdaderamente tenga el deseo de escucharme. La ansiedad que presentaba a diario me carcomía, deseaba sentirme liberada de todos estos pesos que sentía encima empezando por Nathan Johnson y finalizando con Carl Grimes. No había nada que pudiera hacer para reparar los errores que había estado cometiendo, aunque todos tenían una razón y un hombre pero quizás debía empezar a protegerme a mi misma y no proteger a los demás. Sintiéndome atrapada y aburrida, no tarde en levantarme de la cama para salir de aquella habitación.

Pase por los pasillos, viendo algunos guardias quienes me hicieron un ademán en forma de saludo, mientras que hice lo mismo contemplando el silencio que había en los pasillos. Baje las escaleras llegando a la primera planta, llegando hasta el área de trabajo de muchos. Escuche muchos muchos murmullos, vi a gente empezar a crear un círculo, la gente hablaba en un tono alto. Me sentir curiosa ante eso y con lentitud empecé a pasar por el lado de las personas, buscando ver que estaba sucediendo, ahí vi a dos adultos peleándose en él suelo. Abrí los ojos sorprendida, eran adultos y estaban haciendo un espectáculo. Vi como todos solo los agitaban sin hacer nada, mientras que dejaban aún lado su trabajo y observaban lo que sucedía. Me recordó sin duda alguna la escena que Nathan y yo formamos días atrás. Yo me vi obligada a detenerlo, sin que me importara lo que sucediese. Alcé mi mano, con mi arma ahí y di dos tiros que bastaron para detenerlos. Estos me observaron con furia desde el suelo, mientras que se soltaron y se levantaron. Sentí las manos de aquel hombre tocar mi pecho y empujarme lejos de él, mi arma ya le apuntaba.

—Vuelves a tocarme y habrán consecuencias.–dije ante aquel silencio que se había formado allí ante mis dos disparos.—Tengo la autoridad para dispararte en este instante, no es mi culpa que no quieran comportarse como personas civilizadas y hablar las cosas.—hable molesta dando aquel tipo de sermón ante esos dos adultos quienes me observaban.—Si quieren crear un espectáculo, les invito a pasar a la jaula de payasos caminantes que hay allá afuera. Si son tan hombres se darán sus golpes en la jaula con los caminantes y mátense.—les rete y todos miraron arriba al escuchar aquellos pasos en los escalones, el sonido del bate ser arrestado en el suelo fue lo siguiente que escucharon y Negan me invitó a continuar, a su lado mi hermano contemplaba la escena.—Y dejen a los demás trabajar.—fue lo último que dije, guardando mi arma y alejándome de aquellos dos hombres mientras que esas personas me miraban.

—¡Ya la escucharon! ¡Y no voy a repetir nada! Yo si les rebano la cabeza.—Negan alzo su voz poniendo autoridad ante su gente quienes al escucharlo no tardaron en despejar el círculo y tan solo ir a sus puestos, este se acercó lentamente hasta mi pero se acercó sin mi hermano; algo que me sorprendió.—Creo que casi se orinan en sus pantalones cuando les apuntaste.—rió Negan halagándome, no tarde en asentirle pero este llevo su mano a mi hombro.—Dwight te busca, saldrá y me pidió permiso para compararte.—Negan se aisló de los demás para comentarme acerca de eso.—¿Quieres salir?—me pregunto este con una voz pasiva que nunca imagine escuchar.

—¿Puedo?—le recalque una pregunta en forma de permiso, este asintió lentamente dándome un golpe un poco fuerte en la espalda para alentarme a hacerlo con una sonrisa, hasta que me queje un poco observándolo fulminante.

—Lo siento, es difícil recordarme que eres solo una cría.—me contesto algo pasmado, este me observo, caminando conmigo a la puerta principal, ambos abriéndola y viendo así a varios residentes.—Debo confesar que a veces no se quien es quien.—me confesó este en voz baja pues en el santuario residían muchas personas que yo tampoco conocía. Un silbido resonó en mi oído, a lo que pude distinguirlo de parte de Dwight.

—Ey.—gire mi mirada observando al castaño con un vendaje alrededor de su pierna derecha. Le sonreí, él estaba sentado en una silla mientras que a su alrededor pude ver varios hombres parecer charlar con él, me acerqué.

—¿Te acostumbras a no andar corriendo?—le pregunté, mientras que él se encogió de hombros, me sonreía ampliamente.—Ha sido una temporada de que estes herido.—le dije, recordando como yo le había disparado.

—Pudo haber sido pero si no lo hubieses detenido.—baje la cabeza ante eso, no tarde en recordar lo que había sucedido anteriormente.—¿Ibas a dispararle?—me pregunto él refiriéndose al momento que pase con Carl Grimes.

—Vaya juntilla.—alce la mirada observando cómo a nuestro lado llegó este joven chico a quien podía reconocer cómo Connor Martínez. Al verlo no tarde en sonreírle notando como este se sentó aún lado de Jayden pero este en el suelo.—¿Van a salir?—Connor se dirigió a mi, no tarde en asentirle.

—¿Y Ethan?—Jayden miró a Connor este quien ante su pregunta se encogió de hombros.—¿Ya se fue?—pregunto, yo estaba ajena a esta conversación, tan solo me quedaba ahí escuchando.

—Negan quiere enviarlo a la base de satélite, habían ahí municiones y más armas, no se la llevaron todas el día que atacaron.—ante esas palabras de Connor en respuesta de la pregunta de Jayden, recordé esa base satelital a la que fui atacar tiempo atrás junto a Rick y compañía.—Él aún, ya sabes... aún no puede superar lo que sucedió con Caleb.—conocía esa historia, en que Caleb Martínez había sido quien atacó a mi hermana y "la había matado", según Nathan.

—Es difícil perder a un hermano pero lo superarán, créeme.—suspiró Jayden, este observando a Connor asentir ante las palabras del castaño.—Aliana, debes irte.—Jayden alzo su dedo, señalando así a Dwight encender su motocicleta, a estos no tarde en despedirme con un ademán de la mano, acercándome a Dwight quien me observo.

—Hola.—lo salude, este me asintió con la mano mientras a lo lejos en las portones que te llevaban a la jaula de caminantes, se veía a Nathan con Eugene. No tarde en bajar la cabeza al sentir los escalofríos de mi cuerpo, recordando los dos días que pase ahí a causa de Nathan.—¿A donde vamos?—le pregunté curiosa aún lado de la motocicleta.

—Ya verás.—me dijo, acomodándose en su motocicleta, algo confusa me quedé observando su motocicleta mientras que esta, estaba encendida.—¿Me harás esperar más?—me pregunto.

—¿Sabes guiar esta mierda?—pregunté asombrada, este no tardo en asentirme mientras que me dio un poco de miedo montarme en la motocicleta.

—La guió todo el tiempo, así que ¿lista?—me pregunto él, un poco ansiosa de montarme le asentí, escuchando el motor grujir y soltar un poco de humo por el mofle.

Dwight me hizo una señal con la cabeza para que decidiera a montarme en el asiento vacío de la motocicleta. Con cuidado me monte, no tarde en sentirme algo nostálgica al recordar a Daryl montar a Natasha en su motocicleta cada vez que salíamos fuera de los muros de Alexandria. Observe cómo los portones estaban abiertos, me acomode un poco llevando mis manos al abdomen de Dwight para aguantarme y no caerme. Visualicé cómo Nathan dirigía su mirada a mi, como este tenía su brazo ya mejorado. Me quedé mirándolo detenidamente hasta que la motocicleta aceleró, llevándome un poco atrás a lo que no tarde en aguantar a Dwight con más fuerza para así no caerme al suelo y darme un mal golpe, de seguro dolería mucho más que un golpe de Nathan en mi mejilla. La brisa movía mi cabello, creando un ambiente de calma en mi, me sentía relajada ante sentir la rapidez con la que Dwight iba por la carretera rocosa. Mantuve mi mirada en el día soleado, en los árboles verdes que la brisa movía hasta que sus hojas cayeran.

Me sentía tranquila en presencia de Dwight, deseando eliminar los pensamientos no optimistas en mi, deseaba mantenerme tranquila y sin problema que me preocupara; no quería sentir ninguna ansiedad que me inquietara. Aunque tan solo pensaba en las cosas que habían ocurrido, yo intentaba de mantenerme neutral. La mente si no la controlas es algo que te destruye o incluso consume, si algo me había enseñado Natasha en todo este transcurso de tiempo apocalíptico era que las emociones podían provocar que cometeríamos actos que no queríamos por no saber manejarlos. Sentía alivio en mi interior ante saber que la persona que me había enseñado a sobrevivir en este mundo estaba sana y salva pero lo que más me agobiaba era la realidad en la que debía enfrentarme cada día, para mi era irreconocible lidiar con la actitud de Nathan Johnson. Salí de mis pensamientos cuando la velocidad de la motocicleta disminuía hasta el momento en que se detuvo, dejando de sonar su motor. Algo confusa ante eso no tarde en bajarme con cuidado de la motocicleta, observando así a Dwight hacer lo mismo. Este en silencio acomodó su motocicleta con un stan para que no se cayera, mientras que yo observe cómo estábamos en medio de la carretera y no tan lejos del santuario.

—¿Qué hacemos aquí?—me acerqué a Dwight esperando que este respondiera mi pregunta ante estar ajena a la situación pues primordialmente ni siquiera sabía el por qué él me necesitaba para salir del santuario.

—Hay algo que debo contarte y allá no podía, las paredes aunque no lo creas escuchan.—me respondió, no tarde en quedarme cerca de él observando la carretera mientras que él tan solo se recostó con delicadeza de su motocicleta para no dejarle caer.—Hilltop, El Reino y Alexandria, atacarán mañana el santuario. Irán con todo contra nosotros.—me quedé sorprendida ante no entender cómo Dwight sabía tal cosa, tan solo me quedé procesando lo que me había confesado.

—¿El reino es otra comunidad aliada con las demás?—pregunté algo curiosa ante no tener conocida sobre esa aparentemente "comunidad". Dwight asintió ante mi duda.—¿A que me lleva esto que me estás diciendo? ¿A que me prepare para pelear en contra de ellos?—pregunté ante este no haber llegado a un punto en donde pudiera entender su información, él suspiró.

—Todo este tiempo he sido aliado de Rick Grimes, de las comunidades. Soy yo quien le provee la información de donde vamos estar o que estamos haciendo, es la razón por la cual me ausente tanto en el santuario.—escuche claramente lo que Dwight me estaba diciendo, algo sorprendida pues él parecía ser muy leal ante Negan.—Vienen primordialmente por ti.—me sentí llena de alivio ante esas palabras, ante saber que la razón primordial era yo pero no tarde en bajar la cabeza ante esa información.

—No van a poder contra el santuario, Nathan tampoco permitirá que le vaya, sabes que él no lo permitirá.—lleve mis manos a mi boca, dando vueltas en círculo mientras que Dwight tan solo me observaba.

—Se han preparado, tienen bastante respaldo. El Reino es una comunidad amplia de la cual tenemos conocimiento, también trabajaban para Negan, es lo que conozco pero es amplio. Tienen bastante personas para combatirnos, no los suficiente pero pueden hacernos perder más que la última vez.—me dijo este, yo seguía dando vueltas pensando y procesando aún lo que me había dicho.—Sabes que ellos se enfrentarán a quien sea, quieren acabar con Negan, no les va importar en lo mínimo enfrentarse a Nathan. Creo que es con el primero que deben acabar para llegar a Negan.—comentó él pero negué ante lo que dijo.

—Mi hermano podrá ser un maldito imbécil pero es mi hermano, lleva mi sangre.—dije ante lo que había dicho respecto a él.—Sin importar que, es mi hermano... —susurre, dejando de dar vueltas en círculos y cruzándome de brazos.—Enfrentar a Nathan es enfrentar a Negan el triple, no me imagino de lo que pueda ser capaz, no quiero imaginármelo.—dije, recordando las intolerantes cosas que Nate ha hecho en este transcurso que llevo residiendo en el santuario.

—Nathan es peor de lo que puedes creer Aliana, y si tú hermano no quiere unirse al enemigo, hay que acabarlo.—dijo Dwight acercándose a mi.—No sabía de lo que era capaz de hacer hasta que lo presencié, él está arriba de nosotros y más arriba de él Negan, son dos gotas de agua; piensan similar, son unos psicópatas.—me quedé cruzada de brazos mientras observaba a Dwight.—Tu más que nadie sabes que fue Nathan quien mató a Sofía, tú tienes conocimiento de eso, tampoco te creíste el cuento. Así fue con tu hermana, así será contigo y con todos los que piensen que son superiores a él, o al mismo Negan.—no tarde en pensar sobre eso que había dicho, pues en parte era cierto pero en otra parte, Nathan no dejaba de llevar mi sangre.

—Nathan es capaz de matar a quien quiero, Nathan es capaz de hacerme daño mentalmente hasta que me pudra en mi propia debilidad. Lo he visto en sus ojos, en su forma de pensar y en cómo actúa, no puedo irme y permitir que vaya tras de mí para acabar primero con las personas que amo, para luego pudrirme en la soledad y dolor.—le dije a Dwight.—Cada vez que él presencia que me voy en contra de Rick disminuye su trato hacia mi, parece que me gano su confianza, si no puedo escapar; me uno al enemigo para aprender y conocer lo que son capaces de hacer. Es por eso que decidí quedarme aquí.—le comenté, él no tardo en asentir ante lo que había dicho.

—Tuve una familia antes de que esto empezara, tenia hermanos, tenia hermanas y mis padres siempre nos inculcaron a que debíamos respetarnos uno al otro, me inculcaron que si no me respetaban yo no debía respetar aunque fuera mi familia. Éramos una familia unida y nos amábamos pero si ellos no daban la milla por mi, yo no podía darla por ellos; por más injusto que sea porque familia es familia. Nathan es tu hermano, ustedes son tres hermanos que tuvieron el privilegio de criarse juntos, de pelear juntos y de sobrevivir juntos pero ahora no es así. Tú hermano creció y maduro como la vida le enseño a crecer, ve la vida como una guerra, ve la vida como si él fuese alguien que debe controlarla y ponerle orden, Nathan ve la vida igual que el mismo Negan la ve.—miraba a Dwight con detenimiento mientras que este tan solo me hablaba.—A Nathan no le importa si vives o si mueres, si estás con el enemigo; tú eres el enemigo también, así te ve él. Le disparaste, lo atacaste con intenciones de no lastimarlo, lo hiciste con la intención de matarlo porque sabes de lo que es capaz de hacer. Aliana él no le va importar matarte. Lo golpeaste y querías seguir golpeándolo porque sabes que el Nathan Johnson con quien creciste ya no está ahí.—suspire ante sus palabras, ante la única verdad que decía.

—Mucho tiempo pensé que Nathan había muerto, que nunca más lo vería y quizás el día en que desapareció de nuestras vidas yo debí esmerarme con mi hermana en buscarlo pero estábamos tan cansada de perder a las personas que nos aferramos a la idea de continuar. Quizás todo esto es un tipo de karma por olvidarlo por no buscarlo, por sufrirlo en silencio y cuando estábamos solas, quizás esto es las consecuencias de nuestros actos por haber continuado la vida sin él. Nathan era el único capaz de protegernos, si mataba, mataba a las personas que nos lastimaban pero ahora a él no le importa matarnos, nos ve como si fuéramos personas normales; como si no fuéramos su familia.—le hable, él tan solo me observaba mientras era yo quien esta vez le hablaba.—Puedo arriesgarme a irme, puedo largarme de ahí pero no puedo permitir que dañen a Nathan por todo lo que ha pasado, porque quizás piensa como Negan pero no es igual a él, no lo es... al menos antes no lo era.—suspire mirando al cielo y tapando mi vista ante el brillo de Sol opacar mis ojos.

—No se qué pasará mañana pero Rick está dispuesto a acabar esta guerra, está dispuesto a acabar todo para todos poder tener libertad, vivir bajo nuestras reglas como Negan no nos ha permitido vivir. Hacen este sacrificio para sacarte de ahí, para llevarte con ellos a tu hogar porque el día en que fui y hablamos profundamente sobre tu estadía en el santuario, pude ver en sus ojos y en sus rostros el amor tan grande que te tienen. Escuchar como buscaban la manera o un buen plan para sacarte de ahí me lleno de valentía para seguir ayudándolos, para poder ayudarte ahora a ti. Es lo que la familia significa, es eso, es más que eso.—me quedé mirando fijamente a Dwight ante esas palabras, era una realidad como esas personas si parecían mi familia.

—Estoy lista para lo que venga.

• • •

Gracias a TopyAguirre quien ha estado colaborando conmigo en los próximos capítulos.

—queenxgrimesx.

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