❪𝟰𝟱❫ ; 𝗹𝗼𝗼𝗸𝗶𝗻𝗴 𝘁𝗵𝗲 𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹 𝗶𝗻 𝘁𝗵𝗲 𝗲𝘆𝗲𝘀.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

ARC THREE; EVERYTHING FOR THE ANGEL
*╔═══❖•ೋ°🥀°ೋ•❖═══╗*

CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO;
MIRANDO AL ÁNGEL A LOS OJOS
❛¡no confies en él!❜

Si no cumplen la meta, ¡no se actualiza hasta que sea cumplida!❌
Y si, hablo por ustedes, lectores fantasmas. Dejen su voto y así sea un comentario para que tengan capitulo nuevo.🐣 (Y NO HAGAN TRAMPA)

┍━━━━╝✹╚━━━━┑
©Shanxlabyx
━━━━━━━━━━━

TAKEMICHI MIRABA FIJAMENTE HACIA ENFRENTE, CON SUS MANOS en los bolsillos y una mirada un poco pensativa. Se encontraba aún con muchas cosas por pensar apenas logró volver al pasado. Había aparecido con Hina quien, conmoviendo a su pobre corazón, le regaló un collar como el que él le había dado. Se puso a llorar en ese momento, fue inevitable.

En sí, todo eso lo tenía verdaderamente sensible, en muchos sentidos. Suspiró mientras veía de reojo hacia Chifuyu, con quien estaba pasando el rato. Fue un poco... incomodo, hasta cierto punto. No hay que malinterpretarlo, no es que dijera que él lo incomodaba, si no el hecho que apenas y lo conocía, en donde siempre habría esa pequeña barrera con alguien nuevo.

—La pelea es pasado mañana. —no evita decir, queriendo de alguna manera romper el hielo.

—Si. —asiente el uniformado, luego volteándolo a ver por sobre su hombro—. Necesito que me acompañes a cierto sitio.

—¿Eh? ¿A dónde? —cuestiona realmente confundido, aunque en vez de decirle no hizo más que guiarlo, siguiéndolo sin decir nada.

Miraba a su alrededor, tratando de reconocer su entorno y tratar de hacerse una idea del lugar a donde lo podría llevar, aunque al momento que subieron por uno de los puentes de aquel vecindario no le dió ninguna idea en concreta. Frunció un poco el ceño, aún no comprendiendo absolutamente nada de lo que estaba sucediendo o al lugar que su ahora colega lo estaba llevando, incluso le entró un par de nervios por pensar que sería como la situación de Kazutora que lo llevó a la guarida de Valhalla. Pero, contrario a lo que pensaba, no tardó en dislumbrar una cabellera oscura y larga balancearse con el aire, en donde estaba recostado de espaldas contra la barandilla.

—Siento haberte llamado sin previo aviso. —dice Chifuyu, observando a su antigüo capitán quien deja salir un suspiro mientras se reincorporaba y lo volteaba a mirar con una sonrisa vacía.

—Chifuyu, ¿quieres que te dé otra paliza?

—¿Baji-kun? —dice Takemichi, apenas percatándose de que se trataba de él, usando el uniforme de Valhalla.

Un silencio algo extenso se hizo presente en el lugar, en donde Takemichi volteó a mirar por unos segundos al vice capitán de la primera división aún un tanto confundido por aquella pequeña reunión con aquel tipo. Incluso aún preguntándose como es que Matsuno Chifuyu no parecía sentir miedo con aquel tipo que literalmente le había roto la cara a golpes, aún teniendo vendajes sobre él, sobre uno de sus ojos. Era casi admirable como él parecía tener 100% de confianza en lo que él pensaba hacia su capitán. Bueno, ex capitán.

—¿Descubriste algo sobre Kisaki? —cuestiona, no provocando más que un sonido algo confundido del más alto—. Trabajas como espía para la TōMan, ¿no?

Las cejas de Keisuke temblaron imperceptible, frunciéndose. Duró varios segundos viendo el rostro de su antigüo vice capitán por varios segundos, pero, en vez de negar su acusación, no hizo más que colocar mala cara y quedarse en silencio.

—Tras investigar por mi cuenta, descubrí lo peligroso que es Kisaki. —decía, casi con cierto animo, aunque no había una sonrisa en su rostro—. No hace falta que tú sigas en Valhalla. Puedes traer a Yūki contigo también.

Otro silencio se hizo presente en el lugar, en donde ambos antigüos compañeros se veían fijamente al rostro; Chifuyu con determinación y casi entusiasmo, mientras que Baji... No hacía más que verlo con seriedad, al menos al comienzo. Una sonrisa un poco divertida se mostró en sus labios, dejando entrever sus caracteristicos colmillos. —¿De qué estás hablando?

—Pasado mañana, cuando empiece la pelea, ¡de verdad te vas a convertir en un enemigo de la TōMan! Y no sólo tú, ¡incluso Yūki se volverá enemiga! ¡Ella no puede meterse en un mundo asi!

Otro silencio se hizo presente entre ambos. Takemichi miraba casi todo con shock, incredulidad, observando a Baji quien volvió a la seriedad en su rostro por esas palabras, en donde imperceptiblemente una de sus cejas trató de temblar, pero pudo mantener la compostura y sólo chasquear la lengua. Apenas se movió, sólo para girarse y apoyar sus brazos en el barandal, mirando hacia el horizonte.

—Chifuyu, ¿cuantas palizas debo darte para que lo entiendas? —dice, mirando hacia abajo, luego girando su cabeza hacia ambos con una sonrisa leve—. Sólo puedes confiar en tus compañeros. —vocifera, volviendo a mirar al lado contrario que ellos—. Estoy con Valhalla. Y pasado mañana vamos a acabar con la TōMan.

Chifuyu aprieta sus puños luego de escuchar esas palabras, que sonaban demasiado sinceras para su gusto. Sus manos temblaron al ejercer tal fuerza, tratando de sostener la mirada hacia quien continuaba considerando como su capitán y su mejor amigo. De alguna manera le sorprendía lo tan convencido que parecía al momento de hablar, pero continuaba negándose a que fuera realmente un traidor de la Tōkyo Manji, porque él sabía que había algo detrás. Baji Keisuke no haría tal cosa sólo porque si.

—Además, yo no fuí quien hizo que Miyūki entrara a Valhalla. —dice, volviendo a enseriar su rostro—. Eso ya no fue decisión mía. Ella misma se integró, hizo su propio acto de fé. Yo no la obligue.

Chifuyu agacha su cabeza, pensando en la última vez que pudo hablar bien con ella y suspiró. —Me hubiera gustado que ella también hubiera venido. —dice casi con melancolía, volviendo a mirar al más alto—. ¿Ella ha estado bien? 

Keisuke lo mira unos segundos de reojo, enderezándose y metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón. —Ella está con sus propios asuntos. 

Ese pequeño detalle le llamó la atención a Takemichi, volteándolo a mirar luego de haber observado todo con atención y en silencio. Escuchar el hecho de que Miyūki está con sus «propios asuntos» no hizo más que interesarlo y a su vez inquietarlo, en donde sus manos no dudaron de apretarse en ligeros puños a la par que unos nervios lo recorrían por recordar todo lo que había llevado aquel asunto respecto a el futuro que no hacía más que provocarle ganas de llorar. Recordando aquellas palabras que quedaron grabadas en su mente.

«No estoy completamente seguro de quien fue el causante; sólo sé que tuvo que ver con Valhalla», había dicho Draken.

«Fueron unos tipos de Valhalla que me llevaron a... No sé dónde era», había dicho Tenshi.

«Tú no sabes todo lo que he hecho por su culpa... Desde que era una maldita niña hizo que me manchara las manos», y eso había dicho Yūki.

❛¿Acaso habrá sido ella...?❜ se preguntó, recordando aquel asunto que tenía que evitar a toda costa; el secuestro de Kiyoko Masumi, que había desencadenado la inestabilidad de Mikey hasta el día decisivo en donde se quebró por completo... Pero la misma Tenshi había dicho que habían sido hombres, ¿realmente Miyūki se habrá involucrado en ese secuestro? Sea como sea, tenía que evitarlo de alguna manera.

—Chifuyu, ¿me dejarás hablar a solas con Baji? —se atreve a decir, sólo provocando la atención de los dos sobre su persona.

A pesar del silencio que ambos habían expresado, de alguna manera Baji no se negó a hablar con él, sólamente apartándose junto a él y dejando a Chifuyu lo suficientemente alejado como para no escuchar, aunque aún así veía desde la lejanía con un poco de intriga y a su vez alerta por lo que sea que fuera suceder. Takemichi mantenía la mirada un poco baja, pensando en todo lo que había llevado a aquel segundo futuro que, para él, era el peor. Sólo pensarlo le entraban ganas de llorar, pero necesitaba mantener la compostura.

—No tengo nada de que hablar contigo. —había dicho Baji una vez estuvieron a solas, casi de inmediato, mirando hacia otro lado.

—No sé que es lo que pretendes, Baji-kun. —comienza a decir, con un poco de duda e incluso algo de temor, mirando hacia un lado—. La verdad me da igual. Pero tienes que sobrevivir pasado mañana.

—¿Qué?

—No mueras, por favor.  —dice, casi con un tono suave de suplica, recordando aquel futuro en donde todo se quebró—. Mikey-kun sufrirá mucho... —su voz se rompe ligeramente, en donde las lagrimas se formaron en sus ojos por recordar ese horrible futuro—. Y Tenshi-san va a estar muy triste.

Un nuevo silencio algo tenso se formó entre los dos, en donde el viajero no hacía más que mirar fijamente hacia el más alto casi con intensidad, una intensidad que incluso Keisuke se habia dado de cuenta, no haciendo mas que extrañarlo. Su ceño se mantuvo fruncido por algunos segundos, no comprendiendo muy bien de donde venía esa petición en concreto, pero sólo dejó salir un bufido de molestia.

—No me interesa como se sienta Masu. —comienza a decir luego de un rato, apretando sus puños dentro de sus bolsillos, girándose y dándole la espalda—. Mikey es mi enemigo. Yo mismo lo pasado mataré mañana. Ve a decírselo.

Eso fue lo último que dijo antes de comenzar a caminar lejos de él, en donde el teñido no hizo más que mirar su espalda y la marca de Valhalla, aquel «ángel sin cabeza». Eso lo hizo hacer una pequeña mueca sólo por pensar inevitablemente en aquella dulce persona que era considerada un ángel venida del cielo, pero al mismo tiempo le recordó a Miyūki, teniendo demasiadas incógnitas en ese momento de lo que sea que estuviera viendo.

No supo más que hacer allí, simplemente sacando unos momentos su teléfono y queriendo ver la hora y fecha: veintinueve de octubre, faltaban sólo dos días para que llegara el gran enfrentamiento de Valhalla. A pesar de que no había complicaciones de por medio como algún pleito entre los capitanes así como había sido con Moebius, sentía quizás muchísima más presión que antes. Recapitulando para si mismo: lo primero que tenía que hacer era proteger a Masumi y evitar que la raptaran, y el día de la pelea evitar la muerte de Keisuke que desencadenaría la muerte de Kazutora.

❛Puede que con sólo asegurar a Tenshi-san evite eso...❜ pensó un poco apagado por recordar todo lo que había sucedido con ella. Metió las manos en los bolsillos de su pantalón y comenzó a regresar con Chifuyu. Agitó un poco la cabeza. ❛Rayos, no creo que sea así de fácil. Con lo de Moebius hice que Draken-kun, Mikey-kun y Tenshi-san se reconciliaran y aún así la pelea se llevó a cabo y estuvieron en riesgo❜

Frotó un poco sus ojos con una de sus manos, sintiéndose más cansado de lo que le gustaría. Sentía que no había logrado descansar como debería, aunque era claro considerando que la noche en donde Kiyoko Masumi en el futuro fue asesinada no había podido dormir bien, yendo directamente al pasado para comenzar a moverse. Todo era estresante, realmente, no sabía cómo manejar aquella incertidumbre que sentía, pero tenía que hacerlo. Y lo primero era, buscando al ángel de Mikey lo antes posible.

El problema era, ¿dónde estaría justo ahora?

No sabía dónde vivía, tampoco tenía idea de dónde estudiaba como para al menos preguntar por ella. Y dudaba bastante encontrarla debido a que las clases ya terminaron. Observó unos segundos a Chifuyu cuando llegó a su lado, viendo su mirada un tanto interrogante y curiosa, aunque no se sentía lo suficientemente concentrado como para prestarle atención. Lo único que pensaba era en donde podría estar ella, y tenía que hacerlo rápido: no tenía hora ni lugar, ni una fecha exacta de donde iba a ser secuestrada. Sólo tenía en claro que iba a ser días antes del Halloween Sangriento, y ya faltaban dos días.

Vamos, alguna vez ella debió haberle dicho un lugar concurrido en donde estuviera. Tenía el lugar picándole la lengua, mirando hacia la nada mientras trataba de pensar, casi ignorando la mirada aún curiosa de su colega puesta en él, preguntándose que estaría pensando o que tanto habían hablado. Takemichi frunció un poco el ceño mientras se tomaba el mentón, cerrando sus ojos: pensando en un lugar concurrido donde Tenshi estaría.

«Después de la escuela voy a trabajar a Shinjuku en una cafetería llamada Good Food. Deberías visitarme algún día»

—Good food... —repitió Takemichi para si mismo al momento que aquel recuerdo llegó a su cabeza. Se espabiló y miró rápidamente a su compañero que pestañeó un poco sorprendido—. ¡Chifuyu! ¿Alguna vez has ido a donde trabaja Tenshi-san?

—Pues obvio. Es casi como una zona de reunión de la TōMan. —responde, encogiéndose de hombros—. La mayoría de los miembros han ido.

—¿Podrías llevarme, por favor?

Chifuyu lo observa con sus cejas algo alzadas, un poco intrigado y a su vez sorprendido por la casi necesidad que mostraba. Parpadeó un par de veces con su ojo bueno y luego lo entrecerró hacia él. —¿Y se puede saber cuál es la urgencia? Justo ahora debe estar trabajando y a ella no le gusta que la molesten.

—Necesito hablar con ella lo más pronto posible. En serio lo... necesito. —su tono de voz baja una octavas al recordar la última vez que la vio, sintiendo un inevitable nudo instalarse en su garganta.

Matsuno no hizo más que mirarlo por algunos segundos, entrecerrando sus ojos al ver la curiosa mirada que poseía. Pero, dándose de cuenta que él realmente deseaba hablar con su vice comandante, se tranquilizó un poco.

—Vamos entonces.

SENTÍA UNA ANSIEDAD INVADIRLO. UNA INQUIETUD, UNA impaciencia por llegar de una vez. Miraba su alrededor como si tratara de reconocer las calles de aquel distrito, tanto en el pasado o en el futuro-presente. Un muy vago recuerdo se instalaba en su mente en donde llegó a pasar con sus amigos, aunque claramente ahora había otro significado un poco más profundo.

❛Ella está bien, Takemichi. Aquí ella está bien, así como Yūki-chan. Hina; todos aquí están bien❜ se decía a sí mismo en una débil manera de calmar los nervios que lo invadían. Incluso trataba de mentalizarse y calmarse de no terminar en romper en llanto enfrente de ella y que se viera sospechoso. Aunque muy probablemente lo que haría era preocuparse por él.

No tardaron en detenerse en uno de los tantos almacenes que había en el lugar, en donde Chifuyu había empujado la puerta la cual tintineó con una pequeña campanita apenas se adentró. Takemichi se tomó su tiempo observando el lugar desde afuera, mirando los ventanales extensos a los lados de la puerta que estaba ubicada en medio del local, lo suficientemente grande para ser extenso. Estaba impreso el logo con el nombre «Good Food» en grande con una taza de ramen a un lado, doomplings, mochis y así. Era pintoresco, sinceramente.

—Así que acá trabaja Tenshi-san... —dijo más para si mismo que para su compañero, aunque aún así esté lo escuchó.

—Viene después de la escuela y se va en la noche. Mayormente es muy lleno, por eso no le gusta mucho que vengamos a visitarla porque no puede tener su atención en nosostros. Claro, si no es realmente importante. —dice Chifuyu recordando casi con cariño cuando venis junto a Keisuke y Miyūki a Good Food juntos, y a veces estaba tan concurrido que apenas hablaban.

¿Se molesta por no poder tener atención en quien la visite? Es demasiado amable...

Takemichi hizo un pequeño puchero mientras se adentraba detrás de Chifuyu, observando el interior; sus oidos fueron invadidos casi de inmediato por una cantidad considerable de voces, demasiado constantes que no podía prestarle atención a alguna conversación en particular, y aún asi, una música relajante se escuchaba también. Las paredes estaban pintadas de marrón, simulando casi el diseño de la madera, teniendo diferentes patrones de comida, dibujos, incluso animalitos. La decoración era casi adorable y eso sólo lo hacía pensar que era el lugar ideal para Masumi en trabajar.

Giró ligeramente sobre su eje, siguiendo con la mirada a una linda muchacha pelirroja con el uniforme distintivo del lugar, observando los colores negros y dorados que llegaban a predominarlo: la camisa de botones y mangas largas con pequeños patrones de un suave dorado, una linda falda oscura con lineas doradas... Lo hizo suspirar largamente al verla atender de manera tan amable a un cliente recién llegado que se sentía casi en el cielo, sobre todo por qué no era la única muchacha bonita.

¡No! Concéntrate.

Agitó la cabeza para tratar de sacar los pensamientos intrusivos en su cabeza, girándose para poder buscar con la mirada a Chifuyu, pero apenas lo hizo, terminó chocando con alguien más, trastibillando un poco sus pasos debido que hasta él se sorprendió. Sonrió apenado pensando que había sido otra de las lindas meseras que vio de aquí para allá ocupadas atendiendo, alzando la mirada.

—¡Ah! Lo siento mucho. No era mi... —se disculpaba por haber chocado con esa persona, estando demasiado ocupado mirando todo. Sin embargo, su mirada cayó inmediata en la persona que lo observó en silencio, a través de los cristales de sus gafas.

Ambos se quedaron mirando fijamente, casi con la misma sorpresa, aunque uno pudo disimularlo más que el otro, no esperando encontrarse precisamente en ese lugar. Takemichi lo único que hacía era sentir un fuerte escalofrío recorrerlo por todo el cuerpo al verlo enfrente de él, en donde se mostraba incluso demasiado tranquilo para su gusto. Aunque, de por sí, habérselo encontrado cara a cara no le agradaba para nada, que haya sido precisamente en ese lugar era todavía más inquietante.

—¿K-Kisaki...? —pronunció mirando fijamente al principal de sus problemas: aquel tipo que había hecho del futuro un infierno.

—Hanagaki. —dice con un tono de voz tenue, casi en forma de saludo, manteniendo sus manos con una postura relajada en los bolsillos de su pantalón.

Fue una sensación similar a cuando se encontró a Hanma en el futuro, en el funeral del ángel de la TōMan. No, fue un sentimiento de inquietud, desagrado, sorpresa e impacto más intensa que esa vez, debido a que realmente no se esperaba a encontrarlo allí, a comparación de aquel chico de los tatuajes que de alguna manera anticipó que aparecería en esa ocasión, aunque mss bien era un miembro de la Tōkyo Manji del futuro en general. Se paralizó y sintió una mezcla de sentimientos algo tormentosa en su interior.

Kisaki. Kisaki Tetta estaba enfrente de él nuevamente. Y no sólo eso, estaba en el mismo lugar en donde se supone habían ido a buscar a Tenshi, el ángel de la TōMan. Un impacto y casi rabia se instaló en su pecho, pero estaba tan desconcertado al mismo tiempo que no se movió. A comparación de Matsuno quien apenas se dió de cuenta que perdió de vista a su compañero, fue rápidamente hacia él, deteniéndose de preguntar al encontrarse cara a cara con el de lentes.

—¿Qué haces aquí? —cuestiona, en cambio, Chifuyu de manera altiva, colocándose enfrente del viajero.

—Pues lo mismo que supongo vinieron a hacer ustedes. —responde con bastante tranquilidad, acomodando el puente de sus lentes sobre su nariz—. Visitar a nuestra querida vice comandante. No le veo lo malo.

—No creas que no me estoy dando de cuenta lo que estás intentando hacer.

—¿Y qué es lo que estoy intentando hacer?

—No te hagas el idiota. —bufa el vice capitán de la primera división, conteniéndose de tomarlo y sacarlo a patadas de allí—. ¿Crees que no me doy de cuenta que estás buscando ganarte a Tenshi-san? Ella no es tonta, Kisaki. Pronto se va a dar de cuenta de la jugarreta que intentas.

Kisaki alzó una de sus cejas, intrigado por las palabras que salían de su boca. —Mi vice comandante no le molestó que hablara con ella. Me recibió bastante gustosa, en realidad, como con cualquier miembro de la TōMan.

—Para mi no eres ningún miembro de la TōMan, y no deberías estar ni en la misma habitación que ella.

Kisaki se miró fijamente y por varios segundos con Chifuyu, casi mostrando demasiada tranquilidad como para que el ojiazul no se sintiera exasperado, sobre todo con la palpable sorpresa que había respecto a él. Era la persona más sospechosa que ha conocido en toda su vida, en donde estaba más que seguro que Baji Keisuke había ido a Valhalla a averiguar sobre él, pero tenía en claro, tal como le había dicho más temprano, que Kisaki era peligroso y no era confiable.

Y el hecho de que esté en el mismo lugar en donde estaba su querida vice comandante no hacía más que escrisparlo, alterarlo. No quería que estuviera cerca de ella y tener la oportunidad de tocarle un pelo. No iba a dejar que le hiciera algo a alguno de los suyos.

—Te voy a recordar que justo ahora estás atrayendo mucho la atención, aunque no como debes querer. —se encoge de hombros, sin quitarle la mirada de encima, aunque Matsuno no evita mirar a su alrededor por unos momentos dándose de cuenta de las miradas sobre ellos.

Pero, casi como si estuviera metido en un trance, Takemichi fue rápidamente hacia él y lo tomó por el cuello de la camisa que tenía puesta de manera impecable, pero en donde apenas estuvo debajo de sus manos, se arrugó. Las cejas de Kisaki se alzaron al igual que sus parpados, mientras Chifuyu se quedaba en shock por lo tan rápido y repentino que había sido.

—¿Qué carajos estás haciendo acá? —dijo el rubio con una voz sorprendentemente rasposa, demostrando su rabia. Tetta se quedó mirándolo por varios segundos, con cierto shock, hasta fruncir el ceño—. ¡No deberías ni aparecerte por acá!

—Soy miembro de la TōMan. Puedo venir fácilmente a visitar a mi vice-comandante. —responde al fin luego de analizarlo con la mirada, manteniendo una expresión despectiva.

—¡Sé que es lo que quieres hacer, Kisaki, y no voy a permitirlo! —vuelve a exclamar el ojiazul, importándole poco la atención, sólo concentrándose en aquel tipo que era el mayor y principal de sus problemas—. Si tiene que ser peleando, ¡te voy a sacar de acá!

—¿Estás seguro que quieres hacer algo aquí? —habló el de lentes con mucha tranquilidad, una que lo alteraba de sobremanera—. ¿Qué crees que pensara de ti nuestra Tenshi de que le arruines el trabajo?

—Estoy más seguro que tú le arruinaras eso y más. —escupió el viajero con rabia—. ¡Aléjate de Tenshi-san y no te le acerques más!

—¿Qué está sucediendo?

Los tres miraron hacia la dirección en donde había venido aquella voz de timbre dulce, pero que a su vez era firme y de alguna manera suave al mismo tiempo, como el terciopelo, pero en donde si tenía que ponerse dura lo haría. Takemichi sintió casi que desfallecía cuando observó aquellos dos orbes rosáceos mirarlo con atención, confusión y preocupación, en donde su cabello oscuro y rizado, con aquellas mechas blancas que tanto la caracterizaban, se movía junto con sus pasos. Usaba el mismo uniforme femenino que las demás chicas, pero como siempre, de alguna manera destacaba.

—¿Chifu-kun? ¿Qué haces aquí? —cuestiona la muchacha más baja pero de más edad. Dirige su mirada hacia los dos más, mirando unos segundos el perfil de Kisaki de manera extrañada, mirando luego a Takemichi quien sentía las lágrimas asomarse en sus ojos—. ¿Take-kun?

El cuerpo del aludido se relajó de una manera demasiado abrupta, en donde se olvidaba por completo de Kisaki, observando al ángel de la TōMan enfrente de él, mirándolo con aquellos enormes ojos rosáceos llenos de vida. Poco a poco los suyos se fueron cristalizando cada vez más, sintiendo su respiración colocarse temblorosa, así como su manos. Su corazón comenzó a debilitarse cada vez más, observándola, en cada segundo que continuaba viéndola, sentía que desmoronaba.

Ahí estaba ella, estaba viva. Tenía al ángel de Mikey enfrente de él otra vez.

—¿Qué está sucediendo? ¿Que les he dicho de venir a pelear aquí? ¡Si van a hacerlo, tiene que ser afuera! —los regañó con severidad, volteando a mirar hacia Chifuyu al considerar que él ya debería saber los pequeños términos que ella tenía—. No voy a tolerar algo como esto. 

—Yo ya me iba de todos modos, Tenshi. —habló Kisaki luego de arreglarse el cuello de su camisa, acomodando sus lentes. Masumi lo miró por unos segundos aún un poco confundida e incluso preocupada asintiendo ligeramente cuando este sin más se fue, luego dirigiendo su mirada hacia los dos recien llegados.

—¿Se puede saber que es lo que estaban pensando hacer? Se lo pasó a Take-kun un poco porque no había venido antes, aunque lógicamente no debería estar buscando pelea en un lugar como este, ¿pero tú, Chifuyu? —replica con sus manos en su cintura, dirigiendo su mirada hacia ambos ojiazules, aún un tanto ajena de lo lloroso que Takemichi se estaba colocando.

—Lo siento, Tenshi-san...  —murmuró el vicecapitán de la primera división con cierta pena, agachando la mirada.

—¡Y tú, Takemichi! Te lo he dicho más de una vez de que no estés buscando problemas. De por si los problemas te buscan, ¡pero no tienes porque buscarlos tú también! —se dirige hacia el viajero del tiempo, mostrando una expresión severa—. ¿Cuando vas a aprender? ¿Cuando vuelvan a dejarte inconsciente de un golpe? ¿Que hubiera pasado si yo no hubiera aparecido? ¡Deja de buscar problemas- —y en un segundo la interrumpió.

Justo cuando Takemichi se lanzó a abrazarla con fuerza.

Masumi sintió un pequeño escalofrío recorrer todo su cuerpo apenas sintió el cuerpo de Takemichi abrazarla con una fuerza demasiado necesitada para considerarlo normal. Escuchó en el borde de su oído su voz temblorosa dejando salir unos fuertes sollozos, bastante fuertes, incluso notorios hipos que se escapaban ante la falta de aire. Porque en un momento a otro había comenzado a derrumbarse al ver al ángel de la TōMan enfrente de él.

—¡T-Tenshi-san...! L-Lo siento... ¡Lo siento, lo siento! —repetía una y otra vez en un fuerte llanto, aferrando sus manos a su uniforme, escodiendo su rostro en su hombro, llorando como un niño pequeño—. ¡Lo siento, en serio, perdóname!

Masumi dejó sus manos suspendidas en el aire, sintiendo como su respiración se entrecortaba un poco con sólo escuchar su llanto; porque ella siempre lloraba cuando veía a alguien llorar, sobre todo con ese sentimiento tan intenso lleno de dolor y arrepentimiento... Pestañeó un poco, mirando poco a poco hacia su cabeza escondida en su hombro, llorando como un bebé, llorando como sus hermanitas cuando estaban atemorizadas o les había pasado algo en la escuela. 

Takemichi estaba llorando como un niño pequeño, disculpándose con todo su corazón. Y ella no sabía porque.

Miró a su alrededor unos momentos, dándose de cuenta de la enorme atención sobre ellos, sintiéndose hasta cierto punto avergonzada, pero con sólo escuchar los fuertes quejidos y sollozos chocar contra sus oídos se olvidaba de eso. Dirigió sus ojos ahora a Chifuyu como si buscara una explicación, pero él estaba igual de confundido y sorprendido que ella.

—Take-kun... —lo llamó con suavidad, colocando una de sus manos en su espalda.

—¡L-Lo siento, en serio lo siento...! —decía entre balbuceos y quejidos, apretando más su pequeño cuerpo contra el de él—. P-Perdóname... ¡Perdóname!

—Oye, pero... —murmura aún un poco confundida al escucharlo llorar, sólo absteniéndose a sobar su espalda y dejar que llorara lo que tuviera que llorar.

TAKEMICHI MANTENÍA SU CABEZA GACHA, SORBIENDO SU NARIZ mientras sentía aún su respiración irregular y pequeñas secuelas de lo mismo, como el pequeño hipo. Tenía el rostro un poco ruborizado, más que nada por la agitación aunque si se sentía algo avergonzado al recordar como Masumi había tenido que disculparse con todos los clientes y sus compañeros por el escándalo, mientras él seguía aferrado a ella.

Ahora le quedó aún más el apodo de héroe llorón, más lo de llorón que de héroe, sinceramente.

—¿Ya te sientes mejor? 

Las manos de Takemichi se apretaron ligeramente contra sus rodillas, sintiéndose realmente avergonzado pero al mismo tiempo muy suceptible por escuchar su voz. Por un momento las ganas de llorar quisieron invadirlo, pero se trató de controlar lo mejor posible. Pudo sentir como el ángel de la TōMan se sentaba a un lado suyo y luego le extendía un vaso con agua, el cual dudó en tomar entre sus manos pero al final lo hizo.

Volvió a sorber su nariz para evitar que se le salieran los mocos -otra vez-, mirando su reflejo en el vaso con agua con duda y a su vez dando su sorbo para poder calmar un poco el llanto que la azotaba. Kiyoko no hacia más que mirarlo con preocupación, dirigiendo luego su mirada hacia Chifuyu quien estaba de pie mientras los miraba; habían ido al deposito de la cafeteria luego de haberse disculpado y hablado con su jefe de que se iba a tomar un descanso.

Chifuyu tenía las manos metidas en sus bolsillos mientras pensaba en que debería hacer o decirle, ya que también estaba procesando lo que había visto, pero parpadeó un par de veces observando hacia su vice comandante con un poco de dudas.

—¿Que pasó? —cuestiona ella, exigiendo respuestas. El rubio se encogió un poco en su lugar y se encogió de hombros.

—Sólo fuimos a hablar con Baji-san. —la de mechas blanquecinas inmediatamente alzó su cabeza hacia él, interesada en el tema y al mismo tiempo preocupada—. Takemichi fue el que quiso hablar con él en privado, pero no pasó nada fuera de lo común. No sé que tanto hablaron.

—¿Que te dijo Kei-kun? —cuestiona ella con preocupación, colocando nuevamente su mano en su espalda y sobándolo con suavidad—. Sabes que puedes contarme lo que sea.

—N-No me dijo nada. —murmuró el rubio teñido, encogiéndose en su lugar. Quiso ocultarse detrás del vaso de agua, sintiéndose verdaderamente como un niño pequeño siendo reconfortado por su madre—. No es por él.

—¿Entonces? —vuelve a preguntar, inclinando su cabeza, buscando su mirada. Rápidamente Takemichi la evitó y eso sólo la hizo fruncir el ceño—. Si no me dices como rayos fue que terminaste aquí, casi empezando un pleito y llorando como si no me hubieras visto durante años, no sé cómo ayudarte. 

Takemichi volvió a encogerse en su lugar al escuchar su voz firme. Definitivamente no le gustaba que le hablara de esa manera; le recordaba cuando su mamá lo regañaba. Masumi continuó mirándolo con un poco de reproche y al mismo tiempo insistencia y cansancio, aunque poco después suavizó un poco su mirada, dejando salir un enorme suspiro.

—Ustedes no pueden tener ni un sólo momento de paz, ¿eh? —se queja ella frotándose el rostro—. Y no me pueden dejar paz a mi hasta saber que fue lo que pasó o porque fue su reacción. Vinieron aquí por algo, ¿no? Sé que Take-kun es llorón, pero no creo que reaccionara así sólo porque si. ¡Viniste conmigo por algo! Los dos vinieron por algo. 

—Takemichi fue el que quiso venir. Yo no quería molestarte o que me regañaras. —ahora es Chifuyu quien se queja un poco nervioso por su acusación. Masumi lo miró por varios segundos, un poco despectiva por sus palabras—. Lo juro por Peke J. Yo le dije que no era lo mejor venir a esta hora y aún así quiso venir, al menos conmigo no le pasó nada.

Las cejas de Masumi temblaron con ligereza, sintiendo el estres dominarla y hacer que comenzara a golpear su pie varias veces contra el suelo, tratando de buscar una razón en concreto, o al menos hacerse una idea. ¡Debía haber algo! No sabía si se trataba específicamente de Kisaki, no había aparecido en el momento exacto donde Takemichi pareció lanzarse a él; no sabía que fue lo que pudo decirle para provocarlo, aunque tenía en claro que había algo entre ellos dos, un choque constante. Y desde el nombramiento del tipo de lentes como comandante de la cuarta división y como lo golpeó podría darse una idea.

¿Pero que es lo que exactamente pasó o estaba pasando entre los dos? Takemichi no era muy busca problemas como lo sería Keisuke o Cherry, aunque últimamente estaba siendo muy lanzado, sabía lo nervioso que era. El choque entre Kisaki Tetta y Hanagaki Takemichi era claro, sólo que no sabía exactamente que, y sólo porque al ojiazul le caía mal no estaría reaccionando así.

¿O acaso tenía alguna mania rara de buscar pelea al sentirse con hambre o algo? Keisuke es así...

—Sé que Takemichi estará en buenas manos contigo, así que... —la voz de Chifuyu escabulléndose fuera del almacén la sacó de sus pensamientos.

—Tú y yo no hemos terminado de hablar tampoco. —fue lo primero que dijo en respuesta, deteniendo al vice capitán en medio de su huída, en donde lo miró nervioso. Masumi suspiró con un poco de pesadez, agitando su mano—. Ve, ve. Hablaremos después.

—¡Si, señora! —Chifuyu hace un saludo militar luego de ponerse firme, no haciendo más que se escapara una sonrisa de sus labios al verlo inclinarse e irse de ahí.

Negó un poco con la cabeza, dejando salir un largo suspiro, pensando que rayos iba a hacer con todos ellos. Eran un dolor de cabeza pero los amaba con todo su corazón, tanto que no podía estar tranquila cuando notaba el descontento en alguno, como el caso de Takemichi... Su sonrisa se desvaneció por una expresión un poco seria, pero aún expectante y también preocupada cuando lo volteó a mirar aún sentado a su lado, pero manteniéndose cabizbajo, mirando directamente el agua en su vaso.

Duró un par de segundos buscando las palabras correctas para poder reconfortarlo, ya que aún se le encogía el corazón por verlo llorar de esa manera. Pero por lo mismo de no saber el porque no sabía exactamente que decirle, colocando una de sus manos en sus hombros para tratar de hacerlo sentir mejor.

—Take-kun...

—¿Que hacía Kisaki aquí? —para su sorpresa, eso fue lo primero que dijo por su cuenta luego de un rato, interrumpiéndola.

Tenshi alzó sus cejas y parpadeó un par de veces, confundida y algo incrédula de su pregunta, cuando ella llevaba un largo rato queriendo tener respuestas. Frunció un poco el ceño, viendo su perfil.

—Creo que la que debería hacer las preguntas aquí soy yo. —murmuró para si misma, dejando salir un pequeño suspiro—. Pues yo le había dicho personalmente que cualquier duda que tuviera respecto a la TōMan podría buscarme-

—Él no es bueno, no deberías hablar con él y él no debería hablar contigo. —volvió a decir de inmediato, con demasiada seriedad para su gusto.

—¿Y me puedes decir por qué? No sé si lo olvidaste, pero soy un año mayor que tú y sé que es lo que tengo que hacer y no hacer. —contestó ella tratando de ser lo más paciente posible, siendo esa una de sus virtudes—. Ya sé que no te cae bien Kisaki, y que hay algún problema con ustedes, pero deberían resolverlo entre ustedes. Desde que lo he conocido ha sido alguien bueno y casi encantador conmigo. —la mandíbula de Takemichi se aprieta al escucharla hablar de él con esas palabras.

—¡No debes confiar en él, Tenshi-san! ¡Él no es confiable! —exclamó, sobresaltándola un poco al escuchar como alzaba su voz. Takemichi la miró con desesperación, agarrando sus brazos—. ¡Por favor, no confíes en él! Él no es confiable, para nada. ¡Él lo único que hará es arruinar toda tu vida, no sólo la tuya, incluso la de Mikey-kun, la de Draken-kun, la de Hina! Él va a arruinar la vida de todos con tal de cumplir lo que él quiere. ¡Kisaki no es bueno ni encantador, él es malo!

Masumi nuevamente se quedó completamente muda por todas sus palabras, quedándose en shock y sintiendo el agarre casi firme alrededor de sus brazos, haciéndola pestañear un par de veces mientras entreabría la boca y buscaba que decir. Pero se quedó sin palabras, mirando la expresión arrugada y al mismo tiempo temblorosa del viajero, quien otra vez tenía lágrimas abordando sus párpados, peligrando por caer. Takemichi aguantaba los quejidos que querían salir de lo más profundo de su garganta, casi sollozando cuando agachó su cabeza hacia abajo.

—Por su culpa, todos van a sufrir. Vas a sufrir de manera irreparable... Mikey-kun va a sufrir demasiado... —su voz tembló con pensar todo lo que estaría pensando el Manjirō del presente, incluso atemorizado de volver y no saber que habría hecho—. Todo por culpa de Kisaki.

Kiyoko se quedó sin hablar una vez más, sintiéndose muy extraña al escuchar todas y cada una de esas palabras. Parpadeó un poco por la mención de su novio, pero de por sí, que haya mencionado incluso a Draken o Hina era algo que lo preocupaba. Pensó en Kisaki por unos segundos, queriéndose imaginar todo lo que Takemichi le decía que iba a hacer... Lo observaba aún cabizbajo, queriendo llorar otra vez como rato atrás, pero en vez de seguir pensando en Kisaki, se concentró en él, sintiéndolo temblar.

—Takemichi. —llamó Masumi con suavidad, apenas logrando subir la mirada por si mismo cuando él colocó sus manos en sus mejillas y lo hizo mirarlo—. Dime, por favor... —habló ella con un tono de voz insistente pero al mismo tiempo paciente y comprensivo, notándose la preocupación—. ¿Por qué estás diciendo todo eso? ¿Por qué dices que Kisaki nos va a hacer sufrir a todos? ¿Que es lo que va a hacer?

Por un momento quiso soltar todo con ella, decirle lo que iba a suceder, lo que le deparaba en el futuro. Ser una persona lo suficientemente madura para poder escucharlo; incluso tenía la esperanza de que si le decía precisamente a ella, al ángel de Mikey, podría ayudarlo muchísimo. Pero el recuerdo de Mirai llegó a su mente y de alguna manera lo asustó...

¿Debería decirle? Decirle todo lo que sé y lo que va a suceder. Ella podría ayudarme.

¿Y si ella reaccionaba mal y lo tachaba como loco? ¿Que haría al decir que iba a tener una hija en el futuro que no pudo ver crecer porque le hicieron un daño irreparable y actualmente murió? Un temor inmenso de que por saber todo eso simplemente se aleje de Manjirō y lo deje realmente en su momento más oscuro, en donde podría haber un futuro peor para todos o para ella.

No todos iban a creerle su loca historia de que había viajado en el tiempo, incluso Naoto le había dicho que él le creyó debido a que era un fanático de todo eso y por eso tuvo presente su situación, pero no todos podrían ser como él. Incluso pensó y se replanteó, con el carácter de Tenshi, si ella podría creerle. Sentía que se le quedaría mirando confundida y terminaría colocando una mano en su frente pensando que tendría fiebre y estaba delirando, ella era así.

Ante su silencio, Masumi no hizo más que continuar mirándolo fijamente al rostro, observando su mirada casi dudosa, como si temiera decir la verdad. Su expresión preocupada comenzó a ser más relajada conforme pasaban los segundos, dejando salir un pequeño suspiro.

—¿Sabes? —habló, sacándolo de sus pensamientos. Tenía una expresión suave en su rostro—. Esto no sé por qué me recuerda a lo sucedido con Moebius... Cuando fuiste a ese almacén para pedirle desesperadamente a Manjirō-kun que detuviera la pelea, porque algo muy malo iba a pasar.

Hanagaki se quedó mirándolo por varios segundos, sintiendo un pequeño escalofrío y al mismo tiempo, un pequeño deja vu con Sano Manjirō diciendo casi las mismas palabras, a su manera. Pero le había dado a entender que incluso a él se le hacía extraño que haya sabido que el Tres de Agosto iba a pasar algo y le preguntó como es que lo sabía, se había tranquilizado cuando el comandante de la TōMan terminó no dándole importancia ya que al fin y al cabo todo se solucionó.

A veces sentía que podría mirar al ángel de la TōMan a los ojos y saber que iba a decir, pero al mismo tiempo no podía saberlo. Era tan impredecible como predecible, era tan madura como ingenua... Ella era definitivamente alguien única, pero, al menos podía darse de cuenta que no parecía... molesta o algo por el estilo, parecía casi pensativa y casi analítica, sin dejar de acariciar sus mejillas.

—Y a pesar de todo, si sucedió. —su voz bajó un poco de tono, recordando esa fría noche, que terminó siendo demasiado cálida. Era casi agridulce—. Justo ahora me hizo pensar el como parecías saber que iba a pasar algo... Eres como... —Takemichi se sintió un poco nervioso por lo que fuera a pensar, aunque todo pensamiento se esfumó cuando ella sonrió—. Cómo alguien con una muy buena intuición.

Internamente Takemichi se desinfló casi con alivio, en donde su cuerpo se relajó un poco. Claro, a Masumi no se le pasaría ni por un segundo en la cabeza que fuera un viajero del tiempo, incluso le sorprendía un poco que no haya mostrado sospecha hacia él como un traidor o algo como Manjirō si había expresado.

—Piensas lo de Kisaki por lo que él fue parte de Moebius, ¿no? —cuestiona, tomándolo por sorpresa. Ese detalle apenas lo había tenido presente, al estar pensando tanto en lo que sucedió en el futuro—. Crees que tiene algo entre manos por sus antecedentes o porque apareció de un momento a otro. Eres igual que Chifu-kun.

Takemichi alzó sus cejas un poco sorprendido por la mención, recordando como terminó conociéndola. —¿De verdad...?

—Sip. Él me dijo lo mismo. —Masumi baja sus manos, apoyándolas en sus rodillas mientras se enderezaba, dejando salir un largo suspiro—. La verdad, de manera casi indirecta, él fue quien provocó el conflicto entre Ken-kun, Manjirō-kun y yo...

—¿Qué...?

—Fue cuando sucedió lo de Pah-kun. Había sido recién arrestado. —su expresión se entristece un poco por esos días tan amargos, habían sido demasiado tensos—. Él había aparecido con la solución de sacarlo de la cárcel, sólo con la condición que lo hicieran parte de la TōMan. La mitad de los capitanes no quiso y la otra mitad si había querido... —su mirada se entrecerró, agachando la cabeza—. Manjirō-kun fue quien había dado la propuesta, pero debido a lo riesgosa que era, Ken-kun no quiso y yo... Pues me preocupaba por lo que sea que estuviera metido él o nos terminará metiendo a nosotros y me negué, y pues de ahí fue sucediendo todo.

❛Ni siquiera se me pasó por la cabeza que Kisaki haya tenido algo que ver❜ pensaba Takemichi un poco ansioso; Kisaki siempre estaba detrás, eso sólo le provocó un escalofrío de enojo. No sabía cómo sentirse ahora, si más alterado o más enojado hacia él.

—Yo admito que Kisaki no me traía confianza al comienzo. Porque, pues, pensemoslo; sucede lo del arresto de Pah y de repente aparece con una solución, me pareció extraño y preferí que las cosas se llevara de otra manera. —mira hacia arriba, dejando salir otro suspiro. Luego, voltea ver hacia el teñido y le da una pequeña y dulce sonrisa—. Y ahí entraste tú a arreglar las cosas entre nosotros.

La mirada de Takemichi al fin adquiere un poco más de brillo, sintiéndose de alguna manera un poco más animado de que sacara su azaña a flote, incluso creyendo que lo había dejado pasar o lo había olvidado debido a que ya habían pasado casi tres meses desde entonces. Sonrió un poco por la mirada casi brillosa y aún tierna que ella tenía en sus ojos, sintiéndose incluso un poco mejor.

—Las acciones dicen más que mil palabras, y hasta ahora, Kisaki no ha hecho alguna acción que me haga desconfiar de él. —la expresión de Hanagaki casi cayó al suelo por sus palabras, observando como se levantaba, acomodando la falda de su uniforme—. Él más bien ha estado buscando llevarse bien conmigo, por eso fue que vino.

—Tenshi-san, ¡no! —se quejó casi como un niño pequeño, observándola acomodarse el cabello—. ¡Él no es confiable! ¡No deberías acercarte más a él!

—¿Y que fue lo que te hizo en el pasado para que casi lo golpearas dos veces? Claramente algo te tuvo que haber hecho para que parecieras tener un odio profundo hacia él.

—¡Pues él...! —iba diciendo, quedándose mudo por el hecho de que no podía decir así como así la realidad.

Masumi alzó una de sus cejas hacia su dirección, observando como claramente, y otra vez, no volvía a responderle su pregunta, pareciendo que no sabía que responderle. Eso la hizo negar un poco con la cabeza, casi con diversión, para acercarse hacia él, tocando varias veces su frente con su dedo al estar aún sentado y ella de pie.

—Quita ese ceño fruncido. Se te van a hacer arrugas en la piel. —decía ella mientras tocaba en el medio de su entrecejo, haciéndolo suavizar su rostro un poco—. No sé con que estarás estresado exactamente, pero creo que necesitas despejarte un poco... —Masumi se queda en silencio unos momentos, observando la hora—. ¿Sabes qué? Te ayudaré a relajarte un poco. Dame un momento y salimos.

—¿Q-Qué...? Pero... ¿¡y tú trabajo!? —preguntó un poco nervioso y casi avergonzado de que fuera a escaparse de su trabajo sólo por su pequeña escenita.

—Tranquilo. Hoy es jueves y precisamente salgo más temprano. —dice ella de manera tranquilizadora mientras iba a buscar en alguna parte su mochila, acomodando unas cosas.

Takemichi se queda observando sus movimientos unos segundos, aún con cierta inseguridad, la escuchaba casi tararear mientras salía un momento del almacén para poder volver casi al momento, viniendo con una sonrisa en donde ahora si procedía a quitarse el mandil y guardarlo, aunque aún quedando con la camisa blanca y la falda de uniforme. Se movió un poco inquieto en su lugar y agachó la mirada, apretando sus labios en un pequeño puchero.

—Y... —habló, aún un poco nervioso. Tenía demasiados sentimientos encontrados justo ahora—. ¿A donde iremos?

—Vamos a ir con la persona que ayuda a despejarme y me escucha en cada uno de mis problemas. —dijo con una pequeña sonrisa, volteándolo a ver—. Con mi mamá.

Oal

SI, sé que digo que apenas cumplan la meta, hay capitulo

PERO ME HABIA SUCEDIDO ALGO ESTRESANTE y es que se me había borrado medio capítulo cuando lo venía a corregir. Todo lo que sería desde el primer párrafo hasta el reencuentro de Takemichi y Mami Tenshi no estaba 😭😭

Me dió rabia y no escribí hasta calmarme, aparte de tener que verme el anime (no me molesta, me lo podría ver 10 veces más) para poder tener bien los sucesos y al fin lo pude terminar.

Incluso les digo que la escena de Kisaki y Take iba a ser un poco más diferente porque ellos si se iban a agarrar a pelear y llegaría Masumi a darles su merecido a ambos por pelearse en su trabajo, aunque los trabajadores y hasta los clientes lo saben☝🏻

La charla de mami Tenshi y Takemichi iba a llevarse a cabo en donde ella le estaría curando las heridas, pero me tocó que escribir casi 4mil palabras otra vez y me estrese

Pero bueno, AQUÍ ESTA EL CAPITULO. Tarde pero aquí está que es lo importante

Admito que llore con el reencuentro de Take y mami Tenshi 👹. Dios, pensar en Takemichi volviendo la a ver cuando la última vez fue cuando murió en el futuro es como wow, yo también me habría puesto a chillar

Ya saben, voten y comenten para tener capitulo. Y Q NO SEA COMO EL ANTERIOR, eso es hacer trampa/dedo señalandolos

Ya saben, no olviden seguirme para tener novedades de las historias, además de que recuerden que tengo un canal de difusión de wssp donde hablo de mis historias o doy curiosidades ❤️

¡POR CIERTO! Hablando de Miyūki, OFICIALMENTE SU LIBRO ESTÁ DISPONIBLE.

Sip, es la misma Miyūki que casi revienta a la Mami Tenshi de un batazo y de la que Chifuyu pregunta tanto. Les dije que este libro es parte de una saga y al final salió a la luz la historias, se titula STRONG y la pueden encontrar en mi perfil ❤️ Vayan vayan que esa narrará la historia de Yūki y Keisuke, además de ver su punto de vista de todo lo que pasó como para que ella la atacara el Tres de Agosto☝🏻😽

Takemichi haciendo escandalo en el trabajo de mami Tenshi debido a que la última vez que la vio ella murió en sus brazos:

Mientras tanto Tenshi sin saber que estaba pasando en su pobre trabajo, queriendo saber quien hizo llorar a su bebé:

❪📚❫',·curiosity's zone

#Mami Tenshi es alguien que se fija en las acciones de las personas, incluso en la actitud que tengan hacia los demás y hacia ella, sobre todo cuando ella tiene amigos con actitudes curiositas pero acciones honestas. Kisaki claramente ha sido muy cuidadoso en su actitud y ha tratado de mostrar su mejor versión con ella para tratar de ganarse lo suficiente su confianza.

#En el trabajo de mami Tenshi están tan acostumbrado a escenas así que apenas ella se llevó a Takemichi a otro lado, siguieron con lo suyo. A veces se preguntando cómo rayos sigue llegando la gente.

#Quise reflejar en este capitulo un pequeño punto de quiebre de Takemichi por todo lo que estaba sucediendo, sobre todo con haber presenciado la muerte en carne viva de Tenshi en el futuro y tener los recuerdos de Mikey asesinando a Kazutora. Me gustó reflejar la manera en la que la situación en serio lo está afectando; fue casi similar cuando él volvió a ver a Hina en el pasado e inconscientemente lloró, aquí fue por la impotencia y desesperación que tenía encima: la muerte de Masumi, la muerte de Miyūki, la aparición de Hanma y su relación con una de las hermanitas de Masumi. Todo se estaba acumulando, y al apenas verla, fue inevitable no quebrarse.

→S H A N X L A B Y X←

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro