Alice:

Las vacaciones por Navidad, habían llegado a su fin, por lo que, nuevamente regresamos a Hogwarts. Ese día pasó relativamente rápido, puesto que, entre las clases y el ordenar la habitación, se consumió bastante tiempo.

Había llegado al comedor, al tomar asiento, lo primero que hicieron fue entregarme el periódico.

- ¿Haz leído las noticias? -Dijo George.

- Aún no ¿Hay algo importante que leer? -Indague.

- Verificalo tu misma

Curiosa tomé el periódico, y en primera plana se encontraba la foto de Bellatrix Lestrange, una de los Mortifagos más peligrosos y con más crímenes cometidos. Inconscientemente mire en dirección a Neville Longbottom, debido al acontecimiento entre sus padres y Bellatrix.
Continúe leyendo la noticia, sobre todo el comentario al respecto que hizo el Ministro de Magia. Era increíble el escepticismo que maneja el hombre, o mejor dicho la terquedad de no querer ver o reconocer la verdad. Puesto que, culpaba a Sirius Black de ser el autor de la fuga de Bellatrix, con el fundamento de que este fue el único recluso que logró escapar de Azkaban y que además, es familiar de la nombrada.

- Esto es realmente alarmante y lo que dijo el Ministro es basura -Inconforme de lo leído, deje abandonado al periódico a un lado.

- Que no te vaya a oír su fiel seguidora -Se burló Beth.

- Sería capaz de atacarme si me llegará a escuchar -Reí.

Luego de ello, retomé mi rutina como lo hacía antes del receso escolar. Fui a mis  respectivas clases y de tal manera el día llego a su fin.

Me dirigía al despacho de Umbridge, puesto que me había hecho llamar con uno de los demás miembros de la Brigada.

- Estoy aquí Profesora -Dije al ingresar y cerrar la puerta.

Quede sorprendida al ver a Cho, sentada en una silla, en custodia de Crabbe y Goyle.

- Que bueno que llegaras Señorita Lougthy -Habló Umbridge.- Pensé que te encantaría participar en esta interrogación

- ¿Qué debo hacer? -Trate de no mostrar preocupación, para no levantar sospechas.

- Solo disfruta querida, tus compañeros se encargaran de ello -Sonrió.

Por consiguiente, le dieron de beber a la fuerza un dosis de Veritaserum, y comenzó el interrogatorio. Le fue imposible a Cho, no responder ante la preguntas de Umbridge respecto a las reuniones de Potter.
Luego de escuchar todo al respecto, nos dirigimos al séptimo piso. Umbridge me designó vigilar a Cho, por lo que, la retuve a mi lado.

Rogaba en mi mente, que la reunión del día de hoy ya hubiera finalizado. Pero mis plegarias no fueron escuchadas, ya que, una vez que Umbridge destrozó la pared al utilizar Bombarda Máxima, todos fueron descubiertos.
Las miradas pasaron de Umbridge, hacia mí, y presentía que ante ellos, parecía la culpable de todo lo sucedido.

- Solo retengan a Potter y Chang -Un miembro de Slytherin obedeció al instante la orden, tomándolo del cuello de su camisa a Potter.- Los demás están castigados

Luego de que el resto de miembros se marchara, Umbridge nos indicó que la siguiéramos con los rehenes. Tuvimos que llevarlos a la fuerza hasta la oficina del Director.
Al llegar nos encontramos con el Ministro de Magia, el Auror Kingsley y menos importante, el adulador del Ministro; me refiero a Percy Weasley.

- Me alegra ver a estudiantes tan comprometidos con ayudar al Ministerio y al mundo mágico -Habló Fudge.

《¿En serio? Que montón de basura》

- Joven Lougthy, me alegra verla cumpliendo un rol similar al oficio de su Padre y el que pronto tendrás -Dijo con simpatía.

- Me halaga Ministro -Sonreí forzosa.

- Bueno, no los retengo más y dejo que continúen con sus actividades -Sonrió.- Weasley encárgate de esos dos rufianes

Tal como le ordenó, Percy se acercó a nosotros y de mala manera nos arrebato a Potter y Chang de nuestras manos. Cuando pasó por mi lado, chocó su hombro con el mío y solo me miró de reojo, y ni se disculpo por ello.

《Maldito imbécil》

Ingresaron a la oficina, y quede libre de mis obligaciones con la Brigada, por lo que, quise regresar y buscar a los miembros de las clases de Potter. El primer lugar en el que pensé buscar, fue en el comedor.
A penas llegué a la entrada de aquel gran salón, pude visualizar a lo lejos al alumnado que precisaba. No logré dar unos pasos, debido a que fui acorralada por Ron.

- ¡Tú eres la culpable! Sabía que no debíamos confiar en ti y se los deje bien en claro a todos -Este me tomó del cuello de mi uniforme.

- ¡Sueltame! Imbécil -Le propicie un golpe en el estómago.

Cuando se apartó entre quejidos, lo tomé de los hombros y di un golpe sólido con mi rodilla en sus genitales. En un instante cayó de rodillas, para luego recostarse mientras se retorcía del dolor y largaba uno que otro quejido.

- El superar mi límite de paciencia tiene sus consecuencias -Lo miré desde arriba.- Te lo merecías -Sus ojos llorosos y llenos de odio, no se apartaban de mí.

Alejé mi atención del pelirrojo en el suelo, y observe a los demás presentes. Quienes al parecer tenían la misma postura que Ron, quedaron en silencio al ver lo sucedido. Ignorando toda esa situación, fui con quienes integran mi grupo social.

- Estuviste genial -Fue lo primero que dijo Fred al estar a su lado.- Esa es mi novia -Me abrazó con cariño.

- Wow ¿Quién diría que estarías feliz de haber golpeado a tu hermano? -Comenté entre risas, para luego corresponderle la muestra de amor.

- Se lo merecía el idiota -Refunfuño.- Si tu no le dabas su merecido, lo iba a hacer yo, y en ese caso, no respondo por mis acciones

- Ahora tendré en cuenta, que no debo hacerte enojar cuñada -Comentó George.- No quiero quedar así -Miramos a Ron, quien seguía en el suelo retorciéndose.

Al día siguiente de aquel suceso, fue anunciada Umbridge como la nueva directora de Hogwarts. Debido a que, Dumbledore fue culpado de querer conspirar contra el Ministerio, al ordernarle a Harry que creará un ejército secreto.
También quedó aclarado el hecho de quién habría revelado la existencia de tal grupo, sus reuniones y actividades secretas. De esa manera el odio innecesario dirigí hacia mí, se traslado a Cho.

Los siguientes días fueron bastante duros, ya que, Umbridge puso más énfasis y control sobre sus decretos, los  cuales debían ser cumplidos al pie de la letra. Debido a ello, los castigos incrementaron de manera descomunal.

Lo peor de todo ello, fue que la Directora me designó como su asistente, por ello, debía seguirla en todas sus actividades y ayudarla. Aunque, al menos quede libre con respecto a las actividades de la Brigada.

Y finalmente llegó el día en que se desarrollan los "T.I.M.O.S", como todos los años estos se llevan a cabo en el Gran Comedor. Umbridge solicito mi ayuda para este examen, por eso, me encontraba en el lugar, como su escolta.
Solo reinaba el sonido de las agujas del gran reloj en la habitación, y el constante movimiento de este.

Transcurrieron unos minutos, cuando a lo lejos se escuchó un tipo de explosión.  La cual ignoramos, porque suele ser muy común que algún caldero explote o que algún encantamiento saliera mal.
Pero la tranquilidad que reinaba en el lugar, se esfumó a medida de que se escuchaban explosiones cada vez más cercanas.

Como ello perturbó la concentración de los estudiantes, y el silencio del lugar, Umbridge decidió ir a averiguar de que se trataba. Me dispuse a acompañarla, pero esta se negó, dándome la orden de que me quedara allí vigilando.
Cuando la Directora llegó finalmente al pasillo, se vio frente a ella un pequeño destello que luego ingreso y explotó en lo alto del salón. Se trataba de un fuego artificial.

《No me digas que...》

Un par de pelirrojos se me vinieron a la mente, pero al verlos ingresar volando con sus escobas, mi suposición quedó afirmada.
Los gemelos revolucionaron el lugar, haciendo volar todos los exámenes y a comenzar a lanzar todo tipo de fuegos artificiales, por ellos creados.

En un momento se aproximaron hacia donde me encontraba, Fred que se había percatado de mi presencia me dedicó una gran sonrisa para luego guiñar un ojo. Para luego, lanzar un fuego artificial que se transformó en la cabeza de un gran dragón, que directamente fue en busca de Umbridge; la cual comenzó a correr asustada, por la repentina persecución.

Su huida no sirvió de nada, porque, al poner un pie en el pasillo, el Dragón la alcanzó y la atrapó de una mordida. En ese momento, comenzaron a salir disparados miles de fuegos artificiales que impactaron contra todos los Decretos colgados en las paredes de aquel pasillo. Generando que todos terminaran regados en el suelo.

Pero todo el espectáculo no parecía terminar allí, ya que los gemelos salieron del Gran Comedor, y todo el alumnado presente, y de los alrededores, incluyéndome, seguimos su camino. Hasta llegar al Patio, en dónde lanzaron su última creación, el cual era un fuego artificial que marcó en el cielo una gran "W", como una firma de su hazaña.

Continuará...

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Saludos a todos, espero que se encuentren muy bien. Disculpen la demora, no pude actualizar, puesto que, no me encontraba bien de salud en toda esta semana, y no tenía energías ni para escribir.

Atte. Huma