Narra Alice:

Tres años transcurrieron desde que Harry ingresó a Hogwarts, y desde que comenzaron a darse sucesos desafortunados. Es algo que me comencé a plantear, puesto que siempre que hay algún suceso extraño, Harry y sus amigos están involucrados.

Claro que nunca dije nada, puesto que necesitaba pruebas y muchos aprecian a Harry, por lo que mucho odio caeria sobre mí. Aunque también soy amiga de Harry y lo aprecio mucho, pero eso no quita que tenga dichos pensamientos.

Muchas cosas cambiaron en estos dos años, una fue que mis visiones comenzaron a darse de manera frecuente. Como las visiones que tuve del Basilisco, en un inicio pensé que tal vez se tratasen de pesadillas pero cuando varios alumnos comenzaron a quedar paralizados como estatuas, entendí que se trataban de visiones.

También volvió a ocurrir en quinto año, tuve visiones sobre un hombre lobo y un grim. Así se dieron paulatinamente, lo raro es que todas terminaban de alguna forma relacionada con Harry. Decidí guardar como un secreto todo sobre ello, no sabía cómo los demás se lo tomarían.

Temo que se terminen burlando o me tomen por loca, puesto que la adivinación y las visiones sigue siendo un tabú en el mundo mágico. Traté de investigar en mi familia si alguien más tenía este don, pero no logré encontrar nada. Por suerte recibí ayuda de la Profesora Trelawney, quien tiene más conocimiento y experiencia sobre el tema.

Le hice jurar que no le dijera a nadie sobre mi condición, y agradezco que mantenga aún el secreto. Por ello a partir de cuarto año, me inscribí en la asignatura de Adivinación.

¿Algo nuevo que contar? Emm... ¡Ah! Como pude olvidarlo, desde el año pasado soy Prefecta de Ravenclaw. Si me preguntasen si me siento orgullosa, sin dudarlo responderé que sí. Pero ser Prefecto conlleva mucha responsabilidad, por lo que me lo tomo muy enserio.

Ahora voy muy seguido al campo de Quidditch, porque debo ir a ver los juegos de Hufflepuf por Cedric y Beth, pero también a los de Gryffindor por Fred, George y Harry, aunque más por Fred. El problema se da cuando ambas casas se enfrentan, en esos casos me debo turnar por cada partido para estar en una de las gradas. Además, conseguí nuevas amigas, como Ginny, Hermione, Luna y Cho, puesto que antes solos éramos conocidas.

Dejando de hablar del pasado, nos centraremos en el presente.

El día de hoy iría junto a Cedric y su padre a ver la final del "Campeonato Mundial de Quidditch", supe que no estaríamos solo nosotros sino que nos encontraríamos con un amigo del Señor Amos.

Habíamos llegado primero, por lo que tuvimos que esperar. Ya cansada de estar de pie, Cedric me ayudó a subir a un árbol para sentarnos en una de sus ramas y así esperar, al principio me negué, puesto que le temo a las alturas pero el dolor de pies era aún peor.

A los lejos comenzamos a escuchar pasos, supimos que se trataba del amigo del Señor Diggory porque este les habló.

- Es hora de bajar señorita -Lo miré asustada.- Tranquila, bajaremos juntos -Me cargo en sus brazos como si fuera una princesa y al ver sus intenciones de saltar me asusté.-

- Ni se te ocurra Cedric Diggo... -Se lanzó de la rama, aterrada oculte mi rostro en su pecho, puesto que me aferre a él.-

- Alice... ya puedes bajarte -Dijo algo avergonzado, aparte mi rostro de su pecho y pude ver ocho pares de ojos viéndonos.-

- Ah.. si si -Cedric me soltó con cuidado y me incorporé.- Hola a todos.... un gusto verlos -Mi cara de seguro estaba enrojecida de la vergüenza que sentía en ese momento.

《¡Ah! Que patética me habré visto.》

Me acerqué a Hermione y Ginny que se seguían riendo por lo sucedido.

- ¡Ah! dejen de reírse -Dije avergonzada y frustrada.-

- Como usted diga Damisela -Me sonroje más.-

- Que casualidad encontrarnos aquí -Dije cambiando de tema.-

- ¿Viniste directamente aquí? Como nosotros - Preguntó Ginny.

- No no, me quedé a dormir en la casa de Cedric -Las dos pararon de caminar y me vieron sorprendidas, pero mi mirada se concentró en Fred, el cual se había tropezado luego de haber contado lo de Cedric.

- ¿Están saliendo? Y no nos contaste -Dijo indignada Hermione.-

- Estas equivocada, solo somos amigos -Dije negando.- Me habían invitado también a cenar, y por eso tuve que dormir en su casa

Desde que hice el cuarto año en Hogwarts, mis padres me dieron más libertad puesto que era más grande y responsable.

Seguimos caminando hasta llegar a una especie de colina, donde se encontraba ubicada una vieja bota. Supe al instante que se trataba de un Traslador, por órdenes de los mayores nos tuvimos que agachar para tomar la bota.

Fuimos trasladados al predio en donde se estaba por llevar a cabo la final, al comenzar a bajar, Cedric me tomó la mano para evitar que me lastimara, se lo agradecí con una sonrisa.

Caminamos hacia el respectivo lugar, pero antes nos separamos puesto que teníamos carpas diferentes. Junto a Cedric y su padre fuimos a nuestros respectivos asientos, los cuales estaban ubicados cerca de los funcionarios del Ministerio.

Una vez ubicados, salieron los competidores, primero fueron los Irlandeses. Quedé asombrada por su presentación, fue genial e interceptando la misma, ingresaron los Búlgaros.

Cuando comenzaron a salir y explotar los fuegos artificiales de color rojo, puesto que son sus colores, me comenzó a doler la cabeza. Mi vista se puso borrosa y entré en una especie de trance, podía escuchar gritos de desesperación, explosiones, personas corriendo y fuego en los alrededores.

Comencé a sentirme desesperada, tenía miedo y no podía hacer nada, ni siquiera correr por mi vida. Pude sentir que alguien me tomó de los hombros y comenzó a moverme.

- Alice... Alice... -Escuchaba a lo lejos.- ¡Alice! -Reaccione de golpe, y lo primero que vi fue a Cedric.-

- ¿Qué acaba de suceder? -Dije confundida.-

- No lo sé... tu dime -Dijo acomodando mi cabello.- De pronto dejaste de hablar y te quedaste paralizada, tus ojos estaban dilatados y no reaccionabas.

《 Lo que acabo de ver... era una visión》

- Ah... lo siento -Dije tratando de excusarme- Me suele pasar eso... cuando... me pierdo en mis pensamientos -Dije nerviosa, pero Cedric no se notaba tan convencido pero confío en mis palabras, y no siguió hablando del tema.

Traté de olvidar la visión y concentrarme en disfrutar la gran final.

Narra Fred:

Los Irlandeses terminaron ganando el campeonato, junto a George celebrábamos la victoria en la carpa, hasta que Ron intervino.

- No existe nadie como Krum -Dijo Ron-

- ¿El tonto Krum? -Dijo George para luego comenzar a imitar el vuelo de una ave con sus brazos. A lo cual le seguí el juego.

- Por la forma en la que vuela parece un ave -Dijo recitando.- Es más que un atleta... es un artista.

- Creo que estás enamorado -Intervino Ginny burlándose.

- Cállate -Dijo molesto Ron.-

- Viktor te amo -Comenzó canturreando George.

- Eres mi héroe - Continúe.

- Besame mucho cuando no pueda estar junto a ti -Cantamos al unísono George, Harry y yo.

- Creo que los Irlandeses están festejando -Comenté, puesto que se escuchaban gritos y explosiones fuera de la carpa, en eso intervino papá que había regresado.

- No son los Irlandeses -Dijo preocupado mientras tomaba mi brazo, y procedía a separar a Ron y George.- Tenemos que salir de aquí ¡Ahora!

Papá nos encargo a George y a mí que protegieramos a Ginny, todo el lugar era un caos. Las personas corrían buscando un lugar seguro, y nosotros igual.

Tomé la muñeca de Ginny, y corrimos sin mirar atrás hasta llegar al Traslador, según las indicaciones de papá. En todo el camino no se me salía una persona de la cabeza, se trataba de Alice, pero debía obedecer a papá.

Al llegar a la vieja bota, suspire aliviado a ver a Alice a salvo. También se encontraban allí el compañero de papá y Cedric, que era lo que menos me interesaba.

Pero noté que Alice no estaba bien, comenzó a caminar de manera frenética en círculos hasta que se quedó paralizada. Sus manos comenzaron a temblar, sin dudarlo me acerque a ella y tome su rostro con mis manos.

- Alice... Alice ¿Qué te sucede? -Podía notar la desesperación en su mirada.

- E-era... e-era... -Comenzó tartamudear.-

De pronto varias lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, y se deslizaban por su bello rostro. Odiaba verla así, no sabía que hacer, por inercia la abrace.

- Tranquila.... tranquila -Dije sobando su espalda.- Todo está bien... estamos bien -Susurraba en su oído, poco a poco sentí como su respiración se calmaba y ya no temblaba.

Quedé paralizado al sentir como rodeaba mi cintura con sus brazos, yo apoyé mi barbilla sobre su cabeza, no nos dijimos nada más y nos quedamos así por unos minutos. Hasta que ella decidió apartarse.

- Lo siento Fred... -Dijo apartando unos cabellos de su semblante.- Creo que la situación me hizo sentir así -Se la notaba avergonzada, me acerque a ella y con cuidado limpie algunas lágrimas que se encontraban en su rostro.

- No tienes porque disculparte -Suspire.- Lo importante es que estas bien -Ella asintió en silencio, se veía tan frágil en ese momento que me daban ganas de abrazarla una vez más.

- ¡Falta Harry! -Dijo asustada Hermione, y todos dirigimos la mirada hacia ella y Ron.-

Continuará...

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Hola, espero que se encuentren bien, quería avisarles que apartir de ahora solo actualizaré Lunes y Viernes, puesto que comenzaré un nuevo semestre en la Universidad. Y por cuestiones de tiempo no podré actualizar tan seguido, espero sepan comprender.

Atte. Huma