Jimin y Yoongi entraron apresurados a la pastelería, se les había hecho muy tarde.

—Al fin llegan.

La madre de Jimin los recibió con una sonrisa, mirándolos a ambos.

—Lo siento madre, no nos dimos cuenta de la hora.

—¿Estaban juntos?

—Yo... —Jimin mordió su labio nervioso, apartando la mirada de Hee-Sook que le sonreía curiosa.

—Sí, Jimin dijo que quería acompañarme al primer día de trabajo.

Yoongi mintió, la mujer solo asintió para luego girarse y comenzar a caminar.

—Acompáñame, Yoongi ¿Amor, te quedarás? —miró a Yoongi y después a su hijo.

Jimin sintió, siguiendo a su madre al igual que Yoongi. Hee-Sook le enseñó a Yoongi lo que debería hacer y también le entregó el precio de cada pastel y cada alimento que se vendía en el lugar. Todo para que este comenzara a familiarizarse.

—¿Te dejo un momento? —preguntó Hee-Sook a Yoongi mirando que más clientes acababan de entrar.

Yoongi asintió, mirando a los clientes esperando a que necesitaran de él. La señora Park sonrió al notar que oficialmente era el primer día del pálido trabajando para ella.

—¿Me acompañas? —se giró, ahora para mirar a su hijo.

Jimin asintió, caminaron hasta una de las puertas de la pastelería, entrando a casa. La pastelería estaba conectada a la casa de Hee-Sook así que era más fácil para ella hablar en privado con su hijo.

—¿En qué te puedo ayudar, madre? —Jimin la miró.

—Siéntate, amor. Solo quiero que hablemos —dijo. Jimin asintió, tomando lugar en los sillones de su madre—. ¿Quién es él?

—¿Perdón? —Jimin se esperaba cualquier cosa menos aquella pregunta.

—Él, Yoongi.

—Es un viejo amigo, madre...

—Jimin, te conozco, soy tu madre, se perfectamente cuando mientes —dijo. Jimin dejó caer su cabeza en el respaldo del sillón mientras suspiraba—. Hijo, por favor...

—Está bien madre, te diré todo —Hee-Sook asintió, acomodándose en su lugar, esperando a que su pequeño hablara—. Él... Yoongi es... el padre de SunHee... —cerró sus ojos con fuerza mientras mordía uno de sus labios con nerviosismo.

Al no obtener respuesta abrió sus ojos lentamente, mirando a su madre quien le sonreía.

—¿Al fin se lo dijiste?

—¿No te enfadarás conmigo? —ella negó sin borrar su sonrisa, apartando unos cabellos del rostro de su hijo con delicadeza.

—No amor, tú estás demasiado grande para hacer lo que quieras con tu vida, desde que cumpliste la mayoría de edad dejé de influir en tu vida y lo sabes, cariño.

—Gracias, madre y no... No lo sabe...

—¿Por qué no lo sabe?

—No se lo he podido decir... Él y SunHee se llevaban muy bien, desde el primer día que se conocieron hicieron un "Clic" pero no sé cómo afecte esto en la vida de Yoongi... Madre, en verdad quiero que Yoongi pase tiempo con su hija y que la trate como tal pero no quiero decírselo ahora y que todo lo que estamos construyendo se destruya... SunHee en verdad quiere a su padre.

—Amor... —limpió la lágrima que bajaba por la mejilla de Jimin—. Bebé, entiendo tu miedo, pero ¿Qué pasa si Yoongi decide crear una familia con otra persona? Estás dejando que el tiempo corra, el tiempo es traicionero Jimin, no le puedes ocultar la verdad por mucho tiempo.

—No quiero que eso pase... Descubrí unas cosas recientemente, yo... Creo que me atrae —confesó, Hee-Sook sonrió—. Es muy pronto madre, pero creo que también le simpatizo.

—¿Y por qué no lo intentas? Salgan, diviértanse, son jóvenes, te perdiste mucho tiempo de tu juventud encerrado leyendo libros de contaduría y cuando SunHee llegó a nuestras vidas solo te dedicaste a trabajar. Jimin, amor, te mereces ser feliz también.

Ella ya se encontraba tomando una de las manos de su hijo mientras intentaba demostrarle que ella siempre estaría para él en todas sus decisiones, sean buenas o malas.

—Lo sé madre, pero yo no... ¿Qué pasa si yo soy el que está confundido? Madre, tú no sabes mi verdadera historia... La mía y la de Yoongi, esto es diferente a como te dije aquella vez...

—Cuéntame la verdad, Jimin, si no me la cuentas nunca la entenderé... Cinco años sin saber la verdad, solo me dijiste que era tu novio, pero él tenía que irse al extranjero, se despidieron de una forma más íntima y por no querer arruinar su vida terminaste cuidando a SunHee solo, sin su ayuda.

—Es mentira... —el labio de Jimin tembló mientras sentía las lágrimas bajar.

—Vamos, amor, soy tu madre, puedes contarme todo, no importa que tan malo sea.

—Madre... ¿Recuerdas la fiesta de despedida de graduación?

—Sí, la recuerdo, ese día te quedaste a dormir en la casa de Seokjin.

—No madre, te mentí —Jimin sorbió su nariz mientras limpiaba sus lágrimas—. Ese día... Me quedé bebiendo hasta tarde en aquella fiesta... En una esquina de la casa me encontré con un chico lindo de cabello color menta... Él era realmente guapo, al parecer no era el único interesado, lo descubrí mirándome, entonces él y yo nos apartamos de toda la gente, fuimos a un lugar más privado... Desperté en un baño con el cuerpo de un chico desnudo encima de mí, yo ni siquiera sabía su nombre, él y yo éramos desconocidos hasta que le pregunté su nombre mientras me colocaba mi ropa. Él me lo dijo, su nombre es Yoongi, hasta ese momento era lo único que sabía de él... Cuando salí del baño me dirigí hasta casa de Seokjin, él me consoló, yo en ese entonces era virgen... —la madre de Jimin lo miraba con pena.

—Lo siento mucho, bebé... Creo que ahora puedo entender un poco las cosas... Pero se volvieron a encontrar, él está afuera ¿No recuerdas las leyendas que te contaba de pequeño?

—¿Las del destino y esas cosas? —preguntó, Hee-Sook asintió.

—Amor, Yoongi no parece mala persona, pueden intentarlo y por SunHee, tú dices que se llevan muy bien, yo creo que es preferible que se entere por ti a que él lo haga por su propia cuenta —Jimin asintió, su cabeza daba vueltas.

—Lo haré, te lo prometo, solo necesito más tiempo.

—Mi amor, han pasado cinco años ¿Cuánto tiempo más necesitas? —preguntó, tal vez sonó un poco dura, pero era la verdad. Jimin sintió que le dolió.

—Solo necesito un poco más —dijo, Hee-Sook abrazó a su hijo, consolándolo.

Después de que Jimin se tranquilizara un poco y vaciara su mente, al fin salieron de la casa para estar de nuevo en la pastelería. Yoongi lo estaba llevando bien, era bueno y muy educado. Jimin caminó hasta él sonriente.

—Me tengo que ir, haces muy bien tu trabajo —le dijo. Yoongi sonrió.

—Esto me está gustando —dijo con una sonrisa—. Todos son amables y aquí huele delicioso —Jimin se rio un poco ante el comentario final.

Hee-Sook pasó detrás de Jimin empujándolo disimuladamente y sin mucha fuerza hasta que Jimin quedó más cerca del mostrador. Jimin chocó con éste, colocando un brazo encima del mismo para disimular.

—Qué bueno que te agrada, a mi madre le caes muy bien —sonrió, intentando disimular lo que había ocurrido con su madre.

—Y ella a mí, es muy querida por todos aquí.

Jimin asintió, era cierto, su madre era en verdad una mujer hermosa tanto físicamente como emocionalmente. Su trato hacia los demás era justo y parejo, las palabras y motes bonitos salían de su boca sin pensarlo, era demasiado dulce con todos, que era respetada y querida.

Después de eso Jimin miró la hora del reloj de su celular notando que debía regresar a casa y dejar de distraer al mayor.

—Gracias Yoongi por todo, por la cena, las palabras, el desayuno, tu cama y por salvarnos del posible asalto —dijo, Yoongi negó sonriente.

—No me agradezcas nada, solo espero que se vuelva a repetir, dejando de lado lo del posible asalto —aclaró, Jimin se rio un poquito mientras asentía.

—Opino lo mismo... Trataré de pasar por la tarde después de ir a buscar a SunHee a la escuela, estoy seguro de que estará feliz de verte —comentó, Yoongi asintió.

—Me parece perfecto, ya quiero verla.

Jimin sonrió, ahora alejándose del mostrador para despedirse.

—Nos vemos, Yoongi.

—Adiós, Minnie.

Jimin se despidió con una pequeña reverencia y agitando su mano para luego salir del local.

Yoongi lo siguió con la mirada hasta que ya no lo vio más, sonriendo ante lo agitado que estaba su corazón.

—Es lindo ¿No? Mi hijo es muy guapo —le dijo a Yoongi que seguía mirando la puerta por donde había salido Jimin.

—Lo es —la miró con una sonrisa.

La señora Park sonrió con gusto, luego cambió el tema al recordar algo importante.

—Hoy tendremos una fiesta de cumpleaños, tendrás que usar esto, es el personaje favorito del pequeño —Hee-Sook le entregó una gorra de Kumamon.

Yoongi casi gritó de la emoción, tomándola y colocándosela rápidamente.

—Los invitados llegarán en la tarde, creo que no es buen momento para que la uses —Hee-Sook se rio un poco.

Yoongi se quitó la gorra, dejándola en el mostrador junto a su celular. Sería un día divertido.

¡Hola!

La madre de Jimin ya sabe la verdad

¿Creen que Yoongi se quede con ellos después de saber la verdad?

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¡Adiós!