SunHee despertó sintiendo su cuerpo ser rodeado por dos pares de brazos. Miró a su alrededor y notó a sus padres durmiendo con ella en brazos. La pequeña sonrió y se removió para levantarse de la cama. Cuando Jimin no sintió el cuerpo de SunHee comenzó a buscar en la cama hasta que dio con el cuerpo de Yoongi. Yoongi sintió unas pequeñas manos y por instinto las atrajo a su cuerpo, abrazando el de Jimin. SunHee sonrió con felicidad al mirar a sus padres durmiendo abrazados. Bajó las escaleras encontrándose con sus tíos aún en casa.

—Buenos días, amor ¿Te sientes mejor? —ella asintió para Seokjin.

—Sí, al fin papi Jimin y papi Yoongi estuvieron conmigo.

Seokjin le sonrió mientras la cargaba y besaba su mejilla.

—¿Entonces eso es lo que quieres?

—Sí... Una niña en la escuela me dijo que mi papi Yoongi no me quiere porque no está con nosotros —la pequeña hizo puchero a punto de llorar.

—Amor, si tu papi no te quisiera él no estaría aquí contigo.

Seokjin acarició uno de sus cabellos, mirándola directamente a los ojos para que ella notara que todo lo que él decía era verdad y no mentira.

—Es cierto... Solo que yo... No me sentía muy bien.

—Ya pasó, bebé. Papi Jimin y papi Yoongi están aquí contigo... Ahora necesito que te quedes con tío Kookie, yo iré por tus papis para después desayunar todos juntos ¿De acuerdo? —ella asintió feliz.

Seokjin le entregó a la pequeña a Jungkook para subir las escaleras hasta la habitación de SunHee, encontrándose con una linda escena. Sacó su teléfono y los enfocó con la cámara para sacar la foto.

Jimin Y Yoongi estaban abrazados mientras dormían. El menor se encontraba en el pecho de Yoongi y Yoongi lo mantenía rodeado con ambos brazos mientras su barbilla descansaba en la cabeza de Jimin. Guardó su móvil y caminó hasta ellos, era una escena muy linda, pero los tenía que despertar. Los movió un poco, Jimin abrió sus ojos primero.

—Despierten, SunHee los espera para desayunar.

Jimin se dio cuenta que estaba en el pecho de Yoongi y se removió un poco, despertándolo. Yoongi notó a Jimin y lo soltó.

—Lo siento... ¿Qué hora es? —se sentó en la cama mientras tallaba sus ojos.

Era temprano, por suerte era viernes y SunHee entraba tarde a clases ese día.

—Me quedé dormido, perdón... Tengo que ir a casa.

Yoongi se levantó de la cama tomando sus cosas muy lentamente al estar recién despertado.

—Ya está listo el desayuno, bajen a comer.

Seokjin salió de la habitación dándole una última mirada a ambos chicos.

—Perdón, Jimin.

—No pasa nada, gracias por quedarte.

—No me agradezcas —le dijo con una sonrisa.

Se levantaron de la cama y en cuanto estuvieron un poco más despiertos bajaron.

—Buenos días papi Jimin y papi Yoongi.

Los dos saludaron a la pequeña con cariño, después tomaron lugar en la mesa. Seokjin sirvió el desayuno, pronto comenzaron a comer mientras charlaban de diferentes temas.

SunHee se notaba más feliz que el día anterior. Jimin sonrió al mirar a su pequeña más alegre, sin duda, su hija era lo mejor que tenía en la vida, era su motivación para ser una buena persona y esforzarse cada día más para darle todo lo mejor que se merecía.

Yoongi miró a Jimin, sonriendo ante la mirada que Jimin le daba a la pequeña, podía notar todo el amor que él tenía y eso era realmente hermoso.

—¿Papi Jimin? —lo miraba. Jimin le prestó atención —¿Puede venir papi Yoongi con nosotros?

Jimin miró su hora para saber cuánto tiempo le quedaba para arreglar a la pequeña antes de que sea hora de ir a la escuela.

—No lo sé, amor. Yoongi debe estar ocupado y ya hizo demasiado por nosotros.

Yoongi negó mientras miraba a Jimin y a SunHee.

—Está bien, por mí no hay problema.

SunHee festejó en su lugar, estaba realmente emocionada.

—¡Al fin las niñas verán que mi papi si me quiere!

SunHee terminó de tomar su juguito para correr escaleras arriba y comenzar a guardar sus cuadernos y su lapicera en su mochila de Kumamon. La emoción era tanta que no cabía en su pequeño cuerpo. Jimin sonrió apenado.

—Lo siento, Yoongi... Espero que no te sientas incómodo... Es más, no necesitas venir si te sientes presionado —le dijo. Yoongi volvió a negar rápidamente.

—Tranquilo, por SunHee podría fingir ser su padre con tal de que la dejen de molestar en la escuela —Jimin le sonrió triste, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

Seokjin se levantó de su lugar levantando los platos sucios. Pronto le hizo una seña con la cabeza a Jimin indicándole que lo siguiera.

—Minnie, ayúdame con esto —le pidió. Jimin asintió—. Kookie, ayuda a SunHee a vestirse, por favor.

Jungkook asintió y caminó hasta la habitación de la pequeña.

—Iré por mis cosas y ayudaré a Jungkook con SunHee.

Jimin asintió, Yoongi fue detrás de Jungkook, siguiéndolo hasta la habitación.

🌸🌸🌸

—¿Sabes cómo se pone esto? —preguntó Jungkook cuando tomó las medias blancas de la menor.

Yoongi negó. La pequeña los miró seria mientras negaba, era imposible que no supieran como poner unas medias.

—¿Dónde está papi Jimin? Él sabe.

—Hoy no SunHee, nosotros te ayudaremos con el uniforme —la pequeña suspiró mientras los volvía a mirar con cansancio.

Después de un rato tratando de vestirla pudieron colocarle las medias y el pequeño jumper color azul cielo, junto con una camisa blanca.

—Mi cabello —Jungkook se apartó.

—Yo no sé, te toca.

Yoongi tomó un cepillo para cabello, se sentó detrás de la pequeña mientras cepillaba su sedoso cabello.

—¿Ahora qué?

—Tienes que atarlo —dijo. El mayor asintió.

Tomó una liguita que SunHee le entregó y tomó su cabello. Yoongi no sabía qué hacía, pero no podía ser tan difícil, solo tenía que atar su cabello.

Lo intentó, pero falló.

—Lista —SunHee asintió agradecida, al fin terminaba su pequeño sufrimiento con ambos mayores.

Yoongi le colocó un pequeño broche sujetando su cabello para que no le cayera en el rostro, ahora le tendió su mano para ayudarla a bajar de la cama. SunHee extremadamente feliz tomó su mochila y la mano de Yoongi y Jungkook para bajar corriendo junto con los dos chicos. Cuando bajaron Seokjin y Jimin casi dejan caer los platos que sostenían.

—¡Estoy lista!

—Amor... —Jimin caminó hasta ella—. Tu cabello....

—Papi Yoongi me peinó —dijo alegre. Yoongi sonrió apenado, Jimin se rio un poco.

—Yoongi hizo un buen trabajo, pero le faltó algo —Jimin tomó la mano de la pequeña, la sentó en una silla más cercana y se concentró en arreglar a su hija.

La peinó un poco con los dedos de su mano y sujetó su cabello de la forma correcta, todo parecía tan rápido y fácil. Yoongi y Jungkook comprendieron su error, ahora sonrieron apenados.

—Lo siento, no sabíamos... —dijeron.

Jimin terminó de colocarle el broche correctamente y terminó de arreglar su uniforme para luego sonreírle a los dos chicos.

—No se preocupen, gracias por intentarlo —los chicos asintieron. Jimin miró la hora en su reloj de muñeca—. Se hace tarde, vamos —Yoongi se acercó a Jimin y SunHee—. Seokjin hyung, nos tenemos que ir ahora, están en su casa, lo saben, pueden hacer lo que quieran.

—Lo sabemos, ahora vayan, se les hace tarde —los tres asintieron y salieron de casa.

Jimin caminó hasta su auto, tomó sus llaves para abrir y que SunHee y Yoongi pudieran entrar. Condujo hasta la escuela de SunHee donde los dos mayores bajaron. Jimin tomó la mano de la pequeña y Yoongi su mochila.

—¿Te puedo tomar de la mano, papi? —le preguntó. Yoongi asintió. SunHee tomó su mano sonriendo grande.

Caminaron hasta la entrada de la escuela donde había varios padres despidiendo a sus hijos. SunHee miró a sus compañeros de clase y les habló.

—Mis papis vinieron ¿Ven? Les dije que mi papi Yoongi si me quiere —dijo orgullosa y con una gran sonrisa en el rostro.

Algunas pequeñas la miraron con la boca abierta al notarla tomada de la mano por los dos mayores.

—SunHee... —Jimin suspiró después de que los niños entraron a la escuela y los padres se fueron, ahora nadie los podía escuchar—. Tienes que disculparte con Yoongi... Ya hablamos de esto, amor —SunHee bajó la cabeza triste.

Yoongi se agachó a su altura tomando su mentón para levantar su rostro y mirarla con una sonrisa mientras intentaba animarla y que ese puchero desapareciera para mirar su bonita sonrisa.

—Está bien SunHee, no tienes que disculparte, ahora escúchame con atención... Cuando algún niño te comience a molestar quiero que les digas que Papi Yoongi está aquí para defenderte. No olvides que papi Jimin y yo te queremos mucho —dijo. La pequeña sonrió feliz y se lanzó a los brazos de Yoongi.

Jimin limpió sus lágrimas, agachándose junto a Yoongi para abrazar a la pequeña.

—Gracias papi —Yoongi le sonrió.

SunHee abrazó a Jimin. Se despidió de ellos agitando su mano después de que Yoongi le entregara su mochila de Kumamon y entrara a la escuela yendo hasta su aula dando saltitos.

Jimin y Yoongi se dieron la vuelta para caminar hasta el auto y entrar, era hora de irse, SunHee ya estaba en clases.

—Gracias... Pero no quiero ilusionar a mi hija.

—Jimin... Me gustaría avanzar un poco más contigo... Yo estoy dispuesto a estar con ustedes y con esto no quiero sonar como que quiero entrar a tu familia a la fuerza es solo que yo...

—Lo aprecio mucho...

—Jimin... —Yoongi lo miró, estaba por decir algo más cuando el menor habló.

—¿Puedes besarme?

Yoongi lo miró, Jimin cerró sus ojos sintiéndose avergonzado, a la vez sintiendo que había pasado el límite. Estuvo a punto de abrir sus ojos para pedirle perdón y que lo olvidara cuando sintió los labios de Yoongi impactar con los suyos. Suspiró en el beso, dejándose llevar por la cálida boca de Yoongi, pero no pudo disfrutar tanto ya que unos golpes en su ventana los hicieron separarse.

—Lo siento Jimin... —Jimin miró a la mujer sonrojado.

—No se preocupe... 

—Mi hija dijo que el padre de SunHee estaba aquí, pensé que mentía, ahora veo que no —Jimin sonrió nervioso.

—Sí... Él...

—Mucho gusto, me llamo Min Yoongi —dijo con una sonrisa.

La mujer sonrió alegre.

—Mi nombre es Kim Su-Hyuna, un placer conocerlo, me alegra saber que el padre de SunHee al fin está aquí, sin duda SunHee se mira más feliz —Jimin y Yoongi asintieron—. Me tengo que ir ahora, nos vemos en el próximo festival.

La mujer se alejó del auto. Jimin cerró su ventana de nuevo, suspirando.

—De verdad no quiero que te sientas así —dijo mirando a Yoongi.

—Tranquilo.

Yoongi se acercó a él dándole un beso rápido en los labios. Jimin sonrió, encendiendo el motor de su auto para alejarse de la escuela.

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