Yoongi salió del local despidiéndose de Hee-Sook.

—Nos vemos mañana, cariño.

Yoongi asintió sonriente.

—Aquí estaré —agitó su mano en el aire alejándose del lugar con destino a su casa.

Cuando llegó se encontró con los tres chicos sentados en la sala charlando entre ellos. Yoongi dejó la gorra de Kumamon en una mesita y los saludó.

—Llegas tarde, pensamos que estarías durmiendo.

—Yo digo que se seguía divirtiendo con Jimin —dijo Taehyung mirándolo pícaro.

Yoongi lo empujó un poco, sentándose a su lado.

—No estaba con Jimin, mocoso.

—¿Entonces el chico es real? Pensamos que Tae nos mentía —habló Namjoon.

—Sí, es real. Ahora me daré una ducha, los pies me están matando —Yoongi suspiró y se levantó de su lugar.

Caminó hasta su habitación donde se duchó y luego se lanzó a su cama. Sintió que el otro lado de la cama se hundía para posteriormente sentir un peso encima de su cuerpo.

—Bájate.

—Hyung... Necesito hablar contigo... Eres el único que me presta atención y el que me aconseja muy bien —sintió el aliento caliente de Taehyung chocar en su cuello.

—Sabes que odio que seas tan cariñoso.

—No puedo evitarlo —se rio un poco— ¿Qué pasó con el otro chico y la pequeña?

—Ya lo conociste.

—¡Espera! —Taehyung se separó de Yoongi y lo miró con los ojos un poco más abiertos de lo normal—. ¿Jimin es el padre de la niña?

—Así es.

—¿Y por qué sigues con él? Se que te dije que lucharas por ellos, pero es raro en ti, te aburres de todos muy rápido, el único con el que has tardado es...

—No lo menciones.

—Lo siento, hyung.

—Está bien, él está en el pasado.

—¿Cuándo conoceré a la pequeña?

—Si lo puedo evitar, nunca —Yoongi se rio y Tae le lanzó un pequeño gruñido.

—Eres malo.

—Lo sé, ahora levántate antes de que Nam o Hoseok destruyan mi departamento.

Taehyung se levantó mientras sonreía, ayudó a Yoongi a levantar para luego caminar a la sala y tomar lugar con ellos.

—¿Qué te tiene tan cansado? —preguntó Hoseok.

—El trabajo.

—¿Ya trabajas? —preguntó el moreno. Yoongi asintió mientras tomaba de la lata que sostenía Taehyung.

—Es un buen lugar, me gusta —los tres lo miraron sorprendidos y con una sonrisa en el rostro.

—¿Dónde es?

—Es en una pastelería, no queda muy lejos de aquí.

—¿Nos llevarás algún día?

—Sí, supongo —contestó sin importancia.

Los chicos siguieron charlando luego de que hicieron algo para comer.

El celular de Yoongi sonó y lo tomó. Sonrió al mirar el nombre en la pantalla.

(Al teléfono)

—Jimin, ¿Qué sucede?

—Yoongi, necesito tu ayuda.

Yoongi se puso en pie, alarmando a los tres chicos.

—¿Qué sucede? ¿Están bien?

Sintió su pulso acelerarse de solo imaginar que algo malo le había pasado a SunHee o a Jimin.

—Lo estamos, es solo que SunHee...

—¿Qué le pasó?

Salió de la cocina para tomar una chaqueta y comenzar a caminar hasta la salida.

—No deja de llorar, dice que quiere verte, le dije que a esta hora estarías descansando, pero no para y no sé qué más hacer.

La voz de Jimin sonaba triste y asustada.

—Enseguida voy.

—Gracias, Yoongi.

—Nos vemos allí.

Escuchó a Jimin despedirse y colgó.

—¿A dónde vas?

—Necesito ir a casa de unos amigos —se excusó. Taehyung llegó colocándose a su lado decidido.

—¿Puedo ir?

—No ahora, Tae... —suspiró y habló bajo—. Necesito ir a casa de Jimin... Su hija está llorando y quiere que yo esté ahí.

—Pero tú no...

—Lo sé, no soy su padre... Solo creo que se encariñó, nosotros nos hemos estado viendo desde la primera vez que nos conocimos —explicó. Taehyung sonrió.

—Está bien, te esperaremos aquí.

Yoongi se colocó la chamarra y salió de su departamento para casi correr hasta casa de Jimin. Cuando llegó, llamó a la puerta donde un Jimin con lágrimas en los ojos le abrió.

Yoongi pronto lo abrazó, entrando cuando Jimin lo dejó pasar.

—¿Qué tiene?

—No nos quiere decir, solo quiere que tu estés con ella.

—¿Por qué yo?

—Creo que te tomó mucho aprecio y... Le recuerdas a su padre.

Jimin suspiró cansado, pronto tomó la mano de Yoongi para correr a la habitación de la pequeña. Entraron encontrándose a Seokjin y a Jungkook tratando de calmar a la pequeña. Jimin apretó la mano de Yoongi, le dolía ver a su pequeña así. Caminaron hasta la cama, cuando SunHee miró a Yoongi se lanzó a sus brazos mientras lloraba más fuerte.

—Tranquila, SunHee, estoy aquí contigo... Papi está contigo —susurró. SunHee paró un poco su llanto y miró a Yoongi con ojitos aguados y brillosos.

—¿Te quedarás conmigo? —preguntó. Yoongi asintió mientras limpiaba sus lágrimas.

—Lo prometo.

Seokjin tomó el brazo de Jungkook y lo sacó de la habitación. Jimin dio un paso hacia adelante y se arrodilló hasta donde estaba Yoongi con la pequeña en brazos. Mordió su labio para evitar llorar, entonces los abrazó. Yoongi les sonrió a medias y abrazó a Jimin y a SunHee. Cuando SunHee se calmó un poco se levantaron del piso y se sentaron en la cama.

—Amor, a dormir —Jimin la acostó en la cama, acostándose a su lado.

Yoongi los miró y sonrió. Hace una hora se sentía realmente mal por la pequeña y ahora solo quería abrazarla y decirle que se quedaría con ella por mucho tiempo aun sabiendo que eso no podría ser posible. Se sentó del otro lado de la cama y le sonrió a Jimin.

—Gracias —Jimin dijo mientras acariciaba el cabello de SunHee.

—Realmente me asusté.

—No sé qué pasó... Nunca le había pasado algo como esto.

—Extraña a su padre, todavía es pequeña y puede que no entienda algunas cosas, pero ella sabe que le hace falta alguien más.

Jimin limpió rápidamente una lágrima que bajaba por su rostro.

—¿Puedes hacer un último favor por nosotros? —le preguntó. Yoongi asintió— ¿Te puedes acostar a su lado? Si despierta y no estás volverá a llorar.

Yoongi le sonrió, pronto se sacó su chamarra y entró en la cama admirando el rostro angelical dormido de la pequeña.

Jimin comenzó a cantar mientras seguía acariciando el cabello de la pequeña. Después de un rato la voz de Jimin dejó de sonar, Yoongi sonrió notando que Jimin se había quedado dormido. Trató de levantarse, pero escuchó la voz de la pequeña entre sueños.

—Gracias papi.

Yoongi sacó su celular de su bolsillo y buscó el número de Taehyung, ese día no llegaría a casa. Cuando envió el mensaje dejó su celular en la mesita de noche y abrazó el pequeño cuerpo de la pequeña mientras que su mano quedaba encima de la de Jimin. Cerró sus ojos quedándose dormido, había sido un día largo y cansado, era hora de tomar un descanso.

Seokjin entró a la habitación minutos después, notando la tierna imagen. La pequeña estaba durmiendo en medio de ellos dos y Yoongi y Jimin casi tenían sus manos entrelazadas. Sacó su celular tomando varías fotos de ellos. Sonrió, caminó hasta la cama donde los arropó para luego salir apagando la luz detrás de él.

¡Hola!

¿Cómo están?

Me da gusto saber que les está gustando esta historia💕

Voten y comenten 

¡Adiós!