🐺CAPÍTULO CATORCE🐺

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

(Capítulo que se combina con el anterior, solo que narrado por Jimin)

Me retiro, suavemente, de su confortante abrazo mientras lo observo dormir plácidamente.

Y siento que se adueña de mí pecho, una cálida sensación. “¿Cómo puedes estar haciendo mella allí, lobito?” Sacudo mis pensamientos y me incorporo lo menos sonoro posible.

Dándome una ducha necesaria para extraer de mi cuerpo, los olores que denuncian el acecho sexual que me ha arrebatado estas últimas horas.

Así, me disperso en pensamientos... “¿Cómo puedo estar si quiera, pensando en algo más que sexo? ¿Desde cuándo me importa que un Alfa se encuentre bien?” Sin olvidarme de mi actuación pasada, ofreciendo mi cuello en ofrendada entrega, listo para que me marque. “¿Qué mierda me pasa?” sonrio incrédulo ante mis acciones.

Ya listo para ir a mi trabajo en la emisora, dejo una notita más cursi imposible, firmada tu cachorro. Y como si fuera poco, un posdata que suena a desesperación... “me pego mentalmente” Pero, así mismo, la dejo acentuada y ansiosa por ser encontrada.

De camino, pienso en las reiteradas situaciones que transite para llegar hasta aquí. Con un corazón sombrío, una constante desconfianza, y una autosuficiencia mentalmente diseñada, para evitar a todo Alfa que quiera pensar en mí como merced de sus caprichos.

Desde pequeño, mi apariencia junto a mi aroma provocaba acosos constantes. Y desesperación en situaciones en donde no parecían entender el "no" como respuesta.

Todo se transformaba de malditamente peor a catastrófico, a medida que mis celos se acercaban y mi aroma, aumentaba.

Y como consecuencia de esconderme, para poder dominar las disposiciones a mi alrededor, comencé con el uso y abuso de supresores. En primera instancia, para esconder mi olor. Luego, para evitar mi celo y por último, (y mi gran error) para poder gozar tranquilamente de sus cuerpos y controlar la situación.

Y digo mi gran error… por lo que trajo aparejado en consecuencia: mi imposibilidad de ser papá.

Al enterarme de esto, más la modificación de mi aroma, opté por abandonar los supresores. Al fin y al cabo... dictamino yo, quién ahonde entre mis piernas.

Pero, así mismo, no permito que me follen sin precaución. Cualquier goce conlleva pensar en mis deseos, pero no a ensuciarme de ellos... ¡No soy su maldito envase receptor!

Pero con Jungkook… se advirtió correcto. En parte por mi lobo, que deseaba con locura su cercanía y en otra, por las sensaciones que sus rocen provocaron y provocan en mí.

Arribando a la emisora, me enfoqué en lo laboral, aunque conté cada maldito segundo para volver a estar allí, junto a ti.

Durante la transmisión del programa y entre música de tandas, llegó la gran pregunta del día, la pregunta emitida por el conductor. Condicionando mis pensamientos en referencia a tu persona.

"¿La compasión, puede sanar?" dijo al aire, para una audiencia que espera mil respuestas motivadas al azar.

Y me refleje... me refleje en el espejo de mis vivencias. Y actuante de un descubrimiento iluminador, comprendí el "por qué" me siento así.

Deseo aliviar su sufrimiento aunque me aterre percibirme vulnerable en el intento. Arraigando fantasmas emocionales de tristeza que surcaron en mí.

"¿Tengo miedo?" Sí… no me voy a engatusar. Sin embargo, bien entrada en la mañana, entre toques y suaves caricias, me ofrendó su corazón. No fui capaz de responder al impacto que me ocasionó en su momento y preferí fingir ensoñación.

Pero al arribar al departamento, encontrándote así. Precise, desesperadamente, enunciarte como me sentí.

Y aferrandome a tu espalda, te confesé que te escuché. Y al percibir tus emociones me percaté, que es autocompasión lo que siento por mí.

Y que estando juntos quizás podremos sanar al fin...

No hay promesas, pero si una convicción. El dar lo mejor de ti, mí Alfa.

Y aquí estamos... tú cocinando para ambos, una pasta que según tú, es tu especialidad. Aprovechando que es mi noche libre del "Hell Night Club", dejo que me mimes o yo te mimo a ti.

Los sinsabores de la vida se tiñen de  alegría, cuando estás así... Volviste a mí,  Alfa.

Me aproximo lentamente dejándome llevar, quiero sentirte, quiero sanar...

—¡Cachorro! ¡Me sorprendiste con éste abrazo! ¿Todo bien? —cuestiona el Alfa mientras revuelve la salsa teniéndome aferrado a él.

—Solo... déjame aquí, tú continúa lobito —susurro apegado a su espalda, inhalando su aroma que tanto tranquiliza mis pesares.

—Esto ya está cocinado en su justa medida, te vas a saborear tus deditos Omega.

Y de un rápido movimiento, robo un poco remojando mi dedo.

—¡¡Auch!! —grito de inmediato.

—¡Cachorro! ¿Te quemaste, no es así? —me observa con preocupación y aprovechando mis encantos como diría mi amigo Jin, amoldo un puchero encantador.

Jungkook, me observa embelesado y me atrae a sus brazos en un cálido y reconfortante abrazo...

Cenamos entre silencios esporádicos, acallados con besos y arrumacos. Con palabras que sobran entre sentimientos que afloran y un ambiente que genera calidez...

Porque mi casa siempre estuvo vacía y fría, como mi corazón de emociones. Pero ahora, junto a él, se percibe como hogar...
























HAW, NECESITABA ESTO... DERROCHE DE EMOCIONES.🥺

TODOS MERECEMOS SANAR NUESTRO CORAZÓN 🥺🥰

GRACIAS POR ESTAR❤️













Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro