Contorneando mis caderas al compás de la música, adjuntando mi cuerpo a la magia de mis creadas melodías y sintiéndome eufórico en medio de una alborotada multitud de cambiaformas.

Te visualicé...

Aquel alfa morocho, adonis receptor de mis insinuaciones sobre la barra a causa de sus intensas ojeadas... Ojeadas embelesadas que captaron aún más mi atención cuando me advertí preso de la situación. Miradas que me envolvieron como hojas danzarinas al viento.

Y mientras mi lobo ronroneaba de placer, desesperado en mi interior por provocarte de alguna manera, apareció mi jefe para hablarte. Pero de un momento a otro, te perdí... perdí tu rastro, me dejaste... Y eso, me afectó demasiado.

Sin dudarlo ni un instante, accione a mis sentidos que reclamaban por tu continua presencia. Y cambiando a una mezcla de música pregrabada en mi consola, fui por tu pesquisa... Aunque el remanente de mi conciencia dictaminara que no.

Y heme aquí, empotrado, deseoso y necesitado. Así me encuentro…”Si me viera Jin” cruza fugazmente por mi mente.

“Lobito” lo llamé provocador. “Cachorro” contesto ante mi burla. Y este juego, malditamente me calienta.

Su lobo me reclama, se enloquece al percibirme cerca. Y mi cuerpo reacciona ante él.

Esto que sucede, ¿es a causa de una ilusión?

—Eres adictivo. –Me confesó el alfa como ido o tal vez ¿drogado? “¿Será mi aroma?” Generalmente, éste solo me trae problemas.

Pero aún así, me dejo llevar por sus grandes manos que aprietan mis glúteos con presteza, sacándome constantes jadeos provocados por la fricción de nuestras pelvis.

—Maldita sea cachorro, no te das una idea de lo que me excita sentirte, siento que pierdo todo control cerca de tu cuerpo. –'Jadea entre palabras el alfa. Lamiendo y oliendo con suma efusión sobre mi cuello.

Ya te d-dije… mmm… n-no s-soy un maldito cachorro, p-pero puedes llamarme o-omega. —Emito como puedo, completamente preso de la conmoción avasallante de su cercanía.

—¿Mi omega? —Su_surra con su v/oz aún más gruesa ¡Y maldita sea si no me calienta! Aunque no pienso admitirlo ni muerto. 

—Ya quisieras lobito. —Le digo juguetón. Refregando mi cuerpo en él y mirando sus grandes orbes negras que me engatusan como si fueran un inmenso océano.

—No soy tu lobito…soy tu alfa — sentencia amasando sugestivamente mis glúteos.

Luego, percibimos pasos y risas aproximándose a los sanitarios. Y de un fuerte movimiento, el moreno alfa me jala dentro de uno de los cubículos del baño.

—¡Shh! No hagas ruido, si quieres que no nos descubran omega —. Susurra besando intensamente mi cuello mientras sigo apostado a su prominente cadera.

—Como si eso me importara lobito —.  Murmuro apresando mi labio inferior, mirándolo desafiante en cuanto él, se aparta expectante ante mis dichos.

Entonces, comienzo un tortuoso descenso con mis manos, recorriendo su pecho y delineando sus abdominales con la yema de mis dedos. Hasta llegar a su bendita cremallera. Mientras el alfa, poseído por el momento, cierra con fuerza sus ojos.

—Omega, eres todo un travieso. —Dice roncamente, mientras introduzco una mano para apretar su caliente falo.

—No sabes cuanto… —Gimoteo próximo a su boca. Delimitando con mi lengua el contorno de mis labios, humedeciendo y tentando.

“Estoy tan mojado” Pienso lubricando aún más todavía, mi canal.

Con intensas miradas lujuriosas nos provocamos, mientras sigo con mi constante ascenso y descenso sobre su gran y humedecido miembro.

Nuestras respiraciones se confunden... Nuestros ojos se funden... Nuestros cuerpos se rinden...

Y finalmente, nos apasionamos en un húmedo beso. Cargado de intrigantes emociones, de lenguas que barren con ansiedad sobre la cavidad bucal del otro. Mientras jadeo desesperado contra sus labios y él, me acalla con sus gemidos roncos.

De un solo tirón, desprende los botones de mi cremallera, arrancando un sonoro quejido en el transcurso. Y a una mano, baja mis pantalones a medida que me sostiene. Y con la otra, escarba la unión de mis nalgas.

Ofrecido, queda efímero ante mi entrega…

—Me tienes poseso omega… Tu aroma me embriaga —Dice entre excitantes gruñidos que increíblemente me dominan.

—Estás chorreando por mi tacto. Y eso... vuelve malditamente loco a mi lobo…y a mí, por supuesto —Susurra entre cortado mientras me penetra con dos largos dedos. Y yo, solo puedo gemir intenso de placer ante su profunda intromisión.

Y ahogado entre jadeos, continúo con mi asidua labor. Deslizando mis manos y apretando (una y otra vez) con una mano, su glande. Y con la otra, sus benditos testículos.

—¿Jungkook estás aquí? —Se escucha de repente.

Y en eso, como animal poseso, el alfa arremete tres dedos en lo más profundo de mi agujero. Provocando que largue un sonoro gemido mientras mancha mi abdomen con su caliente semen.

—Mmm... Sí, ahí mismo alfa... Sigue así...

Pero me sorprendo al escuchar un "¿Jimin?", Proveniente de la misma voz anterior.

PERO QUIÉN OSA INTERRUMPIR ESTE MOMENTO?😈🤣🤣

ES EL COMIENZO DE LOS SIN RESPETO😏

GRACIAS POR APOYAR😍

LOS AMITO MUCHO❤