(Capítulo que se combina con el anterior, narrado por Jimin).

Siguiendo los compases de mi ritmo, me aboco a lo que amo. Las mezclas impartidas y alguna que otra melodía dispersa, transforman la noche en diversas pasiones.

Observo a un costado al hacedor de mis fantasías, mi adonis personal, apostado a una pared; fumando y controlando todo a su alrededor.

Y aunque diversas miradas indiscretas recorran mi cuerpo, no les doy importancia; trasladando así mi atención al único merecedor de la misma.

Pero al transcurrir del minutero, percibo una sensación mezclada entre impotencia o angustia. Una especie de augurio que se me representa como un claro pedido de desesperación que enloquece a mi lobo. Provocando que se retuerce en mis adentros exigiendo por su Alfa. Y sin dudarlo, nuevamente, salgo en su búsqueda.

“Me necesita..." Se reitera en mi cabeza en total desesperación.

Los goces de unos, se convierten en disgustos de otros cuando llego a su localización y no lo encuentro.

Entonces, desplazo mi cabeza para aplicar su ubicación y sin éxito, percibo aumentar mi resquemor...

“Algo no está bien...” Y agudizando mis sentidos, me dejo guiar por mi intuición…

Lo advierto compungido.

Lo dictamino en mi interior.

Y entre medio de empujes a diversos cambiaformas me impulso a su pesquisa. Divisando su cuerpo a lo lejos, completamente abatido y desorientado, apoyado sobre una columna.

—Alfa, aquí estoy...

Advirtiendo su necesidad, acuno sus mejillas obligándolo a conectar conmigo. Preciso que se afiance, que me absorba y que posteriormente, se apacigüe.

Varios minutos fundidos en un absorbente abrazo, lograron mi acometida. Y su respiración normalizada y posteriores caricias regadas por mi espalda, lo comprueban.

—¿Mejor, Alfa? —cuestiono preocupado.

—Ahora sí, cariño. Solo déjame impregnarme un poco más… Solo... Solo un poco —confiere Jungkook entre murmullos apegado como un niño necesitado de mi piel.

—Se siente bonito —confieso sonrojado en pequeña medida mientras continúo con mis suaves caricias a su espalda.

—Eres bonito, más que bonito cariño, eres hermoso —susurra erizándome con sus acertados roces de labios sobre la nívea piel de mi cuello.

—¡No me refiero a eso lobito! Y deja, que me haces cosquillas —anuncio sensible —. El “cariño” se siente bonito —articulo simulando comillas con mis manos.

—Eres mí cariño… Y perdóname. No quise preocuparte, preocuparlos a todos. Es que... ¡es todo tan difícil! —abandona mi abrazo para coger su cabellera endureciendo su barbilla y resaltando sus venas a causa del fuerte agarre —. ¡Y me vale! Aunque, independientemente, sea el único lugar donde sé que podría empezar. —Eleva su cabeza asiendo ambos brazos a su nuca y no puedo despegar mi visión de los mismos.

Fuertes brazos tintados como los dioses. “Concéntrate Jimin” Razono despidiendo a un costado mis lujuriosos pensamientos y enfocándome en lo que merece mi cuidado.

—¿Disfrutando de las vistas, cachorro?

Me jacto de su brillosa mirada y sensual sonrisa que tanto me provoca, pensando “¿Cómo puede ser que de estar triste, se caliente a la misma vez?”

—¡Vamos lobito! No es momento de insinuaciones —confirmo decidido aparejando mis brazos al pecho —. Recién estabas abati…

Silencio por un fogoso y exigente roce de labios con sabor a necedad, una lengua invasiva en las profundidades de mis fauces y unos vigorosos brazos que me atañen dándome la vuelta para secundar mi espalda a la columna.

Su arremetida altera mis sentidos. Aún así, recorro con mis brazos su contorno atrayendo su fornido cuerpo hacia mí.

El latente apetito proferido entre nuestros gustosos cuerpos delata nuestra penuria y talante necesidad.

—N-necesito sentirte... —jadea mi Alfa contra mis labios —. Déjame olerte... —susurra restregándose en mi cuello mientras imparte lamidas.

—A-Alfa —emito entre deseoso y desinhibido.

—¡Detenme! O te juro que te follaré aquí mismo cachorro... Me estoy embriagando con tu excitación... —murmura con su cálido aliento sobre el lóbulo de mi oreja, erizándome la piel.

Nos alejamos entre las erráticas respiraciones y palpadas erecciones que rozan deliciosamente.

—Nada me gustaría más que sentirte adentro mío Alfa. Tan duro, tan caliente... ¡Maldición! Se acerca Nam ¡vamos!

Lo jaloneo hacia la barra azul a gran velocidad, encubriendo nuestros cuerpos entre los agitados danzantes ajenos mientras apega su fornido pecho a mi espalda. Y aprovecho para rozar mis nalgas con total descaro sobre su abultada cadera.

—Dos tequilas querido amigo —me apoyo en la barra, abrazado por mi Alfa.

—¿Tequila? —cuestiona Jin —No creo que a Nam le agrade la ide... —le freno su discurso colocándole un dedo en sus labios —. Tú, sirve dos putos tequilas que lo necesito. —Mi amigo me observa de soslayo para luego mirar a Jungkook y colocar las dos medidas sobre la barra.

—Solo una —dice Jin, firme y decidido.

—Cachorro, sigue moviéndote así y convertiré en realidad mi recuerdo —susurra roncamente contra mi cuello.

—¿Recuerdo? —viro enfrentándolo y  ofreciéndole el shot, observándolo fijamente entre tanto muerdo mi labio inferior.

Jungkook recorre con sus renegridas orbes, el camino que delimita mi provocativa lengua sobre mi labio superior. Apretando su agarre en mis caderas y acercándose lentamente para susurrar a mí oído —. Cuando te observé por primera vez, quería apoyarte sobre la barra y penetrarte bien duro, cachorro. — Confiesa babeando mi contorno.

—¿¡Pueden regresar a trabajar!? Solo sí gustan ¿no? —dice un irónico Jin.

—Tú, envidioso, mi querido amigo —confieso guiñando un ojo para voltear hacia mi laborioso Alfa.

DIABLOS CON ESTE PAR😏

ALGUNO TRABAJARÁ?🤔🤣

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