Mi Omega me observa todo sensual y atrevido, acomodado en el resguardo que forman mis brazos sobre la barra.

Y mentiría si dijera que no es lo que busqué, sin querer, en toda mi maldita y descontrolada vida. Él, logra estabilizar mi jaleo colaborando con mi dominio y está ahí, cuando realmente lo preciso, sintiendo que no doy más.

Pero en parte, eso me apena. Porque soy un maldito incumbido, un malvado entrometido en su vida, obligándolo a permanecer para mí, para no caer.

—¿Un brindis lobito? Para que tus recuerdos se transmuten en realidades compartidas —emite en tono seductor mientras lo observo completamente apasionado. Y de un tirón, nos engullimos los tequilas.

—¡Diablos! Ahí viene el jefecito... te veo luego mi adonis personal —saborea rápidamente mis labios, estrechando entre sus dedos mi latente virilidad. Para luego retirarse otorgándome un sensual guiño —nos vemos Jin —comenta como si nada. Y lo observo en retirada, meneando esa tremenda retaguardia que me trastoca la condenada cabeza.

Adonis me nombró, luego me excitó, me tocó y me dejó... ¡Maldición! ¿Y ahora, cómo disimulo esta tremenda erección?

—¡Amigo!¿cómo estamos? —consulta Nam arribando a mi lado —¿tomaste algo? —cuestiona mientras observo a Jin disimuladamente.

—Sí jefe, todo bien. — Le digo arropando y acomodando a mi "nada pequeño" asunto a un costado.

—¡Jungkook! No me digas así ¿quieres? ¿Viste a Jimin? —cuestiona. Y en ese instante, el Beta casi se ahoga con su agua y lo fulmino con mi mirada. "Que ni se te ocurra" dicta mi cabeza.

—¡Bebé! ¿estás bien? —mi amigo, todo preocupado, asiste a su enamorado que entre respiraciones profundas logra controlar su estado.

—E-estoy b-bien —comenta tras varios segundos. —J-Jimin debe situarse en la cabina... O por ahí, ya sabes como actú...

—¡¿Me alcanzas un agua?! —silencio exigente lo que estaba por decir entre gruñidos. No lo dejaré acotar sobre mi Omega.

A todo esto, Nam me examina aplicado mientras el Beta acarrea mi pedido —Bueno, me voy a ubicar por ahí —anuncio de mala manera y tomando mi botella.

—¡Gracias! ¿no? —comenta firme el Alfa, y asiento con mi cabeza en dirección hacia el Beta para luego alejarme del lugar.

Me emplazo sobre un lateral detallando los diversos movimientos. Varios licántropos rozándose más allá de lo sensual. Pero aún así, todo se encuentra en completo control.

Otorgo un largo y profundo sorbo de agua para calmar mi sed mientras me percato de diversas miradas indiscretas puestas sobre mi, pero no les doy importancia.

Dejo la botella en el suelo para acomodar mis cabellos, desatando la coleta y peinando los mismos, para así reanudar mi peinado. Luego, rebusco en mi bolsillo trasero, la cajetilla de cigarrillos para ahondar la noche en compañía. "Aunque más me gustaría estar entre las piernas de mi sexi y cachondo cachorro" medito entre deseosos pensamientos.

Desvío mi atención a la cabina, observando como Nam le comenta algo a mi Omega, para luego entregarle unos papeles y retirarse de inmediato.

Y aspirando profundamente, de mi cigarro, lo atisbo concentrado y abocado a su labor. Su bendito cuerpo diseñado para descubrirlo entre sensaciones, su porte todo sexual, esas magníficas caderas que diseminan sensualidad, generan continúas miradas a su alrededor. Y para mi total asombro, me percibo indudable y certero generándome confort. Más allá de que mi lobo no comparta del todo mi sentir, puedo controlarme.

"Preciso demostrarme y demostrarle, que yo puedo..."

Inspirando y exhalando el espeso y denso humo blanco, me encamino hacia el causal de mi talante apetito, traspasando los sudados cuerpos entregados al frenesí de las canciones a su alrededor. Y mientras me desplazo, reiteradas miradas recaen sobre mi pero nuevamente las ignoro, solo tengo un único y exclusivo objetivo...

Arribando a su lugar, lo acerto de espaldas a mi localización, accionando sus caderas al ritmo de la provocativa melodía que resuena. Y me abandono a su cuerpo aproximándome por detrás.

Y cogiendo sus caderas en un firme agarre, acompaño al movimiento de su sensual cuerpo, embriagándome en su aroma, mientras me adoso a su espalda.

—Te tardaste demasiado lobito... —Susurra mi Omega, apoyando su cabeza en mi hombro a medida que acompasamos los insinuantes meneos.

—Solo me dediqué a observarte cariño. Y déjame decirte, que eres tan malditamente caliente que no me las aguanto —murmuro lamiendo el lóbulo de su oreja.

La oscuridad del ambiente junto a las tenues luces, favorecen mi cometido. Entonces, observo un resguardo en su cabina y lo empujo suavemente sobre la consola, deslizando una mano sobre su pelvis hasta oprimir su virilidad endurecida.

—Me tienes enteramente extasiado cachorro, necesito deleitarme en tí — susurro entre succiones y lamidas a su cuello, rozando mis colmillos sobre su efímera marca.

—Toma lo que quieras... —suelta mi Omega entre sensuales y demandantes jadeos. Sin dejar de restregarse contra mi caliente y endurecido miembro.

—Voy a embeber de ti, saborearte y tragarme todo lo que me ofrendes cariño... Pero disimula si no quieres que nos descubran —susurro jadeante sobre su oído para luego esconderme y lentamente descender hasta arrodillarme frente a él.

OH SÍ SEÑORAS Y SEÑORES😈BUEN PROVECHO LOBITO😏

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LOS AMITO MUCHO❤