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—¡No me gusta la luz! ¡Bájenla un poco! —pide Andrea hacia los electricistas que hicieron caso a su orden inmediatamente.

Layla se mantiene callada y manteniéndose concentrada en limpiar cada una de las mesas que se encontraban en el restaurante, Layla analiza el lugar con velocidad viendo como su padrastro se encuentra pintando una de las paredes.

—¡Layla! ¡La cocina! —grita Andrea asustando a la mencionada que dio un salto en su lugar y asintió con velocidad.

—En seguida —la chica corre a la cocina para comenzar a limpiar esta.

Layla detiene sus pasos en seco al momento de ver toda la cocina y no evita hacer una mueca de asco, habían varios insectos corriendo de un lado a otro, varios platos sucios y también habían varias manchas con una consistencia desconocida que hizo que Layla tuviera náuseas.

—No te vas de aquí hasta que la cocina quede reluciente —advierte Andrea entrando por un pequeño pedazo de tela y segundos después sale de la cocina.

Layla se mantiene callada, pero vuelve a analizar la horrible cocina, la chica cierra los ojos e intenta darse valor hasta que su teléfono comienza a sonar.

—Diga —responde Layla sin ver el contacto y caminando hacia el fregadero más grande la cocina.

—Layla, se supone que ibas a llamarme, estaba preocupada por ti —se queja Amelia al otro lado de la línea y hace sonreír a la castaña.

—Perdón, sucedieron muchas cosas en los últimos días que se me olvidó llamarte —explica Layla.

—¿En dónde estás? —pregunta Amelia confundida, ya que escuchó varios golpes y taladros.

—En el restaurante de mis padrastros, están haciéndole algunas modificaciones antes de inaugurarlo mañana —explica Layla viendo un momento por la barra de entrega de la cocina como tres hombres cuelgan varias cosas en las paredes.

—¿Tan rápido lo van a inaugurar? —pregunta Amelia confundida y sorprendida.

—Sí, no quieren perder tiempo y dinero esperando —explica Layla soltando un largo suspiro.

—Hablando de dinero, ¿pudiste inscribirte a la preparatoria de Forks? —pregunta Amelia interesada mientras se sienta en su cama.

—No, me lo prohibieron —admite Layla recargándose en uno de los mesones de metal de la cocina.

—No pueden prohibírtelo, es tu derecho y ellos prometieron dártelo cuando te adoptaron —recuerda Amelia molesta.

—Voy a encontrar la manera de inscribirme, pero no podré hacerlo dentro de los próximos días porque me mantendrán trabajando en el restaurante —explica Layla en un susurro sin querer que sus padrastros la escuchen.

—Por lo menos ganarás un poco de dinero extra con el restaurante —dice Amelia aliviada sin saber que Layla hizo una pequeña mueca con sus labios.

—Sí, algo así —susurra Layla mientras baja la mirada.

—Vas a ganar dinero con ese trabajo, ¿verdad? —pregunta Amelia seriamente haciendo que Layla cerrara los ojos fuertemente.

—No —responde Layla en un susurro y aleja su teléfono de su oreja inmediatamente sabiendo lo que Amelia dirá.

—¡Layla Mendes! —grita Amelia furiosa mientras se levanta de su cama de golpe.

—¡Amelia, no grites! —ordena la madre adoptiva de la rubia desde la sala estando junto a su esposo que negó ligeramente, ya que conocía a su hija.

—¡¿Por qué diablos aceptaste el trabajo sin dinero a cambio?! —recrimina Amelia caminando de un lado a otro por su habitación.

—Ni siquiera me pidieron mi consentimiento, ya sabes como son —recuerda Layla tras esperar que Amelia dejara de gritar—. Según Marco, será mi manera de pagarles todo lo que les hice gastar desde que me adoptaron.

—Estos hijos de su... —susurra Amelia furiosa mientras niega ligeramente—. Tú no les pediste que te adoptaran.

—Lo sé, fue lo mismo que les dije y no salió muy bien —susurra Layla en respuesta bajando la mirada hacia su brazo izquierdo en donde se encuentra la quemadura de cigarro que le hizo Marco.

—Layla, tienes que hacer algo —recrimina Amelia—. Van a seguir abusando de ti sino les pones un alto, ¿por qué dejas que te traten así?

—Porque no tengo otra opción, me tienen amenazada Amelia y tú lo sabes, ellos se encargaran de matarme si llego a demandarlos o a decirle a la policía —recuerda Layla en un susurro asegurándose de que nadie la escuche—. Tengo que dejarte, falta poco para la inauguración y necesito terminar de limpiar la cocina que esta como para llorar.

—Sólo piensa en lo que te dije, falta mucho para tu cumpleaños y presiento que las cosas entre tus padrastros se pongan todavía más fea —admite Amelia mientras niega ligeramente—. No quiero que te lastimen, eres lo único que me queda.

—No va a pasar nada malo, sólo son algunos meses antes de que pueda irme de mi casa y ser libre —asegura Layla con una pequeña sonrisa.

Ojalá Layla hubiera tenido razón, pero la vida se empeña en lastimar y hacer sufrir a las personas que no lo merecen.

—Tengo que dejarte, te amo —dice Layla dándose la vuelta para quedar enfrente del fregadero en donde se encuentra lleno de trastes sucios.

—Y yo a ti, cuídate mucho Layla —pide Amelia antes de que las dos colgaran al mismo tiempo.

Layla guarda su teléfono y suelta un suspiro antes de arremangar las mangas de su suéter, la chica cuenta hasta diez antes de comenzar a organizar los trastes y comenzar a lavarlos.

—¿Tienes los volantes? —pregunta Marco hacia Andrea la cual asintió y sacó algo de su bolso de mano.

—Tenemos que ir a repartirlos, la mocosa se encuentra limpiando la cocina y tardara un rato ahí —asegura Andrea con una pequeña sonrisa mientras analiza los volantes que tiene en mano.

—Vamos, los hombres terminarán de poner todo y nosotros ya tendremos que estar aquí —dice Marco dejando la brocha de pintar a un lado.

Los dos tienen intenciones de salir del restaurante pero se detienen en seco al momento en que escucharon un grito femenino junto con algo rompiéndose, la pareja de casados corre a la cocina bajo la mirada de todos los trabajadores.

—¿Ahora qué hiciste? —pregunta Andrea molesta viendo a su hija adoptiva de pie enfrente de un plato roto.

—Había una c-cucaracha en el p-plato —explica Layla asustada mientras retrocede, ya que la expresión de sus padres adoptivos no era muy alegre—. Fue un accidente.

—De verdad que eres una inútil, no sabes hacer nada bien —recrimina Marco molesto furioso acercándose a Layla con seguridad.

Layla cierra los ojos fuertemente y contiene un sollozo al momento en que Marco la empujó con fuerza al suelo, Layla siente como en sus manos se incrustaron varios pedazos del plato roto y no evita contener unas cuantas lágrimas de dolor.

Jasper detiene su auto de golpe percibiendo un aroma en específico, el vampiro mira hacia el bosque que se encuentra a su derecha y no evita fruncir el ceño ligeramente.

—Más te vale que ningún otro plato se rompa mientras no estamos —advierte Marco viendo a Layla en el suelo estando ciertamente despeinada y teniendo la respiración agitada.

—Cuando regrese quiero la cocina limpia mocosa o dormirás sin cenar —advierte Andrea antes de salir de la cocina furiosa—. ¡Ustedes sigan trabajando!

—Recoge eso y lava los platos, ahora —ordena Marco antes de seguir a su esposa.

Layla se mantiene en el suelo antes de que levantara sus manos y viera sus palmas, la chica siente como sus ojos se llenan de lágrimas al momento de ver los pequeños pedazos incrustados del plato roto hacen que sus manos tengan varios rastros de sangre.

Jasper vuelve a conducir pero dirige su mirada hacia un nuevo restaurante que estaba en remodelación, el rubio analiza detenidamente a la pareja que sale del restaurante.

—Me dan ganas de matarla —asegura Marco con odio hacia su esposa mientras camina hacia su auto.

Jasper mira hacia el restaurante y analiza como varios hombres modifican varias luces y pintan varias paredes, el vampiro ve como una chica sale de la cocina, pero no logra ver su rostro, lo único que logra percibir es el aroma de la sangre fresca.

Medio meh el capítulo, iba bien al principio pero quedó bien cagado... decepcionada de mí.

Siento mucho haber desaparecido hermosas personitas, la nota que publique era verdad pero por alguna razón me llegó la inspiración y salió este capítulo... no sé que pedo.

Espero que les haya gustado el capítulo hermosas personitas, la historia no tendrá como un día específico de actualización.

Será cuando tenga inspiración y espero entiendan si no hay actualización en dos-tres semanas, pero habrá capítulo cuando la inspiración llegue.

Por cierto, el auto de Jasper es el siguiente:

Nos vemos en una próxima actualización, los amo y espero me perdonen por el susto que les hice pasar con la nota que publique❤️

☕𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀☕

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.