˚。⋆୨12. tarea en grupo୧⋆。˚ ⋆

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capítulo doce.

























Hayami mantenía su cabeza recostada en la mesa de su asiento con su libro abierto en una página cualquiera para simular el estar haciendo algo, a la lejanía escuchaba en automático la voz de la profesora sin captar palabra alguna de la clase. El aburrimiento se apoderó por completo de su persona, esperando ansiosa el anuncio finalizando otra hora de aprendizaje o por lo menos indicando el receso para ir a comer.

Con discreción para no ser regañada, sacó del bolsillo de su falda un dulce con sabor artificial a cereza, comiéndolo al instante. Levantando su cabeza cuando escuchó algo importante proveniente de la profesora.

─La próxima asignación será una tarea en grupos de seis, costará la mitad de la nota parcial. Cada exposición deberá durar diez minutos ─explicó la mayor mirando con seriedad a sus alumnos, dándoles a entender que la irresponsabilidad no sería tolerado y si querían aprobar su clase deberían ponerse pilas.

Por supuesto, a la mayoría le encantaba trabajar en grupos; era la oportunidad perfecta para reclutar a los inteligentes, creativos y responsables. Se notaban los buenos ánimos de todos, el trabajo sería pan comido.

Por otro lado, a Hayami le estresa el tener que trabajar en grupo, más si las personas con las cuales debía trabajar eran unos vagos buenos para nada que no aportan lo más mínimo y se ahogaban en un vaso de agua. Ella podría ser muchas cosas, pero irresponsable jamás, sus tareas no eran las más llamativas pero estaban bien hechas. A veces extrañaba compartir salón con Sun, juntas hacían un gran equipo, mientras Hayami era la estricta que exigía que todos trabajarán, Sun era quien motivaba al equipo a hacer un buen trabajo.

Rigidez y amor, una balanceada combinación.

A principio de año cuando las tareas eran en grupo, Hayami pedía hacerlas sola para evitarse dolores de cabeza, irónico cuando debía esforzarse el triple para entregar la tarea en el lapso de tiempo asignado, sin mencionar su falta de interacción con sus otros compañeros de clases, no se esforzaba en hablarles y menos en formar amistades. Aunque, debía admitir que a diferencia de hace unos meses atrás, ahora sí tenía personas que podía considerar amigos en su salón.

No era una relación tan íntima y de confianza como la que mantenía con Sun y Keiji, pero si podía considerar a Kaido, Nendo, Aren y por supuesto a Saiki como amigos en vez de minúsculas hormigas sin importancia. Ah, no debemos dejar a Mera de lado, no hablaba mucho con ella pero le caía bien, ambas compartían un estómago insaciable, en sus pocas charlas se recomendaron puestos donde ofrecían un excelente servicio culinario.

Hace unos días atrás se unieron nuevos estudiantes con cualidades extravagantes, uno de ellos tiene de nombre Aiura Mikoto, la cual se autoproclamó como vidente capaz de leer el futuro y decirle el aura que portaban a las personas. El segundo era el típico chico rico, mimado y malcriado, quien intentó cortejar a Kokomi como futura esposa, haciendo enojar a Hayami por creer que ella era su lacaya, terminando por espantarlo de Kokomi hasta nuevo aviso, aún así el chico no se daría por vencido en su cometido. Hayami aun no entendía como tantos alumnos ingresaban en cualquier mes a la academia, pero bueno, si al director no le importaba en absoluto a ella menos.

Ese año estaba siendo diferente en el buen sentido a otros anteriores donde lo único que deseaba era desaparecer de una vez de la faz de la tierra, cerrar los ojos y jamás abrirlos de nuevo. Era un buen cambio para sí misma tanto en lo físico como en lo mental.

─Y yo elegiré los grupos ─esas simples palabras mataron al instante las alegrías del salón, varios ya tenían en la mira con quién querían hacer equipo, ahora debían descartar sus opciones iniciales, rogando por un poco de suerte.

«ojalá no me toque con unos buenos para nada, paciencia no tengo para lidiar con imbéciles» la de cabellos azul oscuro observó con mala cara a su alrededor, rogando internamente hacer grupo con alguien conocido o fuera de su agrado para no volver las cosas más difíciles y de mala convivencia. Se conocía muy bien a sí misma y si alguien le andaba con demasiados pretextos al momento de trabajar lo mandaría a comer mierda, importando poco si llegaba a detestarla. Todos debían esforzarse por sus puntos.

─El grupo número uno estará conformado por: Kaido Shun, Yumehara Chiyo, Nendo Riki, Saiko Metori, Saiki Kusuo y Teruhashi...

«estoy de suerte, me tocó con kaido-kun» celebraba internamente la de cabello cortos, viendo con corazones en los ojos al de vendas rojas en la mano.

«mierda, me tocó con el idiota bueno para nada de nendo» se lamentaba kaido viendo al grandote con cero interés en la clase mientras se rascaba la oreja con el dedo meñique.

Todos estaban atentos a cual de las dos Teruhashis se refería, deseando con todas sus fuerzas que fuera la Teruhashi salvaje en vez de su Teruhashi perfecta, la tensión incrementó cuando parecía que a propósito la profesora estaba creando suspenso al hacer una pausa demasiado dramática para anunciar un nombre. Saiki ya sentía un mal presentimiento, al mundo le gustaba usarlo de payaso para su propia diversión.

─Kokomi.

«el destino me ama, estaré con saiki-kun»

⟨el destino me odia, estaré con la teruhashi insoportable⟩ arrugó la frente llevando su mano hasta su mejilla, si fuera por medio de rifa o sacando un papel lo habría cambiado al instante con sus poderes, sin embargo, la profesora ya los había designado y escrito en su libreta. Le hubiera gustado estar en el mismo grupo de Hayami. Claramente porqué se llevaban bien y congeniaban de maravilla, no por otra cosa.

Las quejas se hicieron presentes en el salón ¿quién no querría estar todo el fin de semana trabajando en compañía de la hermosa, perfecta e incomparable Teruhashi Kokomi?

─¡Qué suerte! ¡Esos perdedores estarán con la diosa!

─Ya quisiera yo estar en su equipo.

─Profe, le aseo la casa si me deja en el equipo de la hermosa Teruhashi-san.

«menos lloriqueos más acción, entre más rápido asigne los grupos, más rápido se irá, cállense de una puta vez»

Después de mencionar algunos alumnos más, fue el momento de nombrar a los últimos restantes.

─Ahora anunciaré el quinto y último grupo: Hairo Kineshi, Kuboyasu Aren, Chisato Mera, Aiura Mikoto Teruhashi Hayami y Toritsuka Reita.

«wtf, ese chico ni siquiera está en nuestra clase» Pensó Hayami cruzándose de brazos, no del toda convencida por el infiltrado.

─El jovencito Toritsuka se quedó sin grupo de trabajo en su salón y como ví que aquí quedaba un grupo de cuatro le hice el favor de asignarlo aquí. ─explicó, siendo la realidad que Toritsuka le suplicó una y otra vez una segunda oportunidad para evitar ser reprobado, recurriendo al espíritu guardián de la profesora y pedirle que le diga entre sueños darle chance de hacer su asignación, inventando una falsa predicción si se negaba─. Ahora hablen entre las personas de su equipo para acordar quién será el líder de grupo y discutan el tema que deberán exponer, quién va escribir el informe y crear una maqueta grande. La creatividad y el esfuerzo que le pongan será muy bien evaluado, podría conseguirles cinco puntos extra en otra materia.

Hayami debía ser directa con su grupo si querían ponerla como líder, se estarían sometiendo a un coronel. Hayami no tenía pelos en la lengua para exigirles trabajar en sus partes hasta crear un trabajo bien elaborado y decente. Su persona podría ser un desastre, sus tareas no. Lo mejor sería que alguien más aceptara el rol de líder en el grupo.

─¡Seremos un gran equipo y haremos un increíble trabajo! Si no les molesta yo podría ser el líder ─anunció el bronceado con su característica motivación ya colocados en un mini círculo.

─Por mi no hay problema, Hairo-san
─habló Aren con tranquilidad, sintiéndose más relajado al estar rodeado de personas de su agrado y no le sacarían canas verdes al punto de mostrar su lado malo cuando algo lo hacía enojar─. Me agrada estar en grupo con ustedes.

─A mí también ─se sumó Mera a la conversación─, voy a balancear mi tiempo para hacer la tarea e ir a mis trabajos ¡daré todo de mi!

─Haremos un trabajo inolvidable, seremos los mejores ─Aiura hizo el signo de amor y paz con sus dedos puestos sobre su ojo y sacando la lengua, haciendo la típica pose de los idols.

─¡Esa es la actitud! ─apoyó Hairo, alzando ambos puños al aire─, ¡¿Qué opinas, Teru-chan?!

─Meh, mientras trabajen no tengo problema ─habló Hayami cruzada de brazos, moviendo su cabeza y haciendo tronar su cuello en el proceso─. Debemos asignarnos que va hacer cada uno para avanzar más rápido ¿cuál es nuestro tema?

─Nos tocó el sistema solar ─Hairo le mostró el papel con el título escrito en medio.

La verdad, las personas con quién haría el trabajo no estaban nada mal, con el de lentes había estaba hablando más seguido, resultando ser un chico bastante interesante, además de enterarse por cuenta propia la forma en como Aren miraba a su algodón de azúcar con patas y viceversa, desde su punto de vista serían una pareja muy bonita, pero no iba a entrometerse, dejaría que solitos se conocieran más y dieran el siguiente paso, dejando el romance de lado, no tenía problema alguno para trabajar con él. Siguiendo con el análisis de su grupo, Hairo podría exagerar su entusiasmo y determinación en cada cosa hecha por él, viéndolo desde otro punto de vista llevaba a ser bastante ventajoso, trabajar con alguien responsable y dedicado era bueno, además de ser el más indicado para exponer sin trabarse u olvidarse del contenido; siendo caso contrario, improvisaria al instante como si nada hubiera pasado. Mera haría cualquier cosa que le asignaran, a causa de sus múltiples trabajos debe ser algo sin mucho esfuerzo, tal vez escribir los carteles. Aiura es bastante extrovertida también, así que al igual que Hairo podrían exponer el tema con facilidad y fluidez.

Mientras Hayami podría encargarse de la creación de la maqueta, las manualidades eran uno de sus fuertes más grandes, por algo Keiji la adoptó en el club de origami. Quedando de acuerdo en buscar información en el resto de la semana, ir a comprar los materiales el sábado y trabajar todo el día sin descanso, en caso de no terminar continuar el domingo después del medio día. Eligiendo la casa de Hairo como lugar de trabajo.

─Lo único faltante es asignarle algo a Toritsuka-san. ─añadió Hairo, recibiendo una afirmación de los demás.

En una entrada demasiado dramática, el recién nombrado entró al salón abriendo la puerta de una patada con una brillante aura resplandeciente detrás suyo, siendo regañando al instante por escandaloso. El chico hablador con fantasmas se acercó al grupo indicado por la profesora, ya distinguió quienes eran algunos, los conocía gracias a Saiki, así que le sería más fácil trabajar con ellos.

«es el imbécil pervertido, ay no. viéndole el lado positivo por lo menos está lejos de mi sunni, algo bien hizo la profesora»

«¿sólo hay tres chicas? bueno, tienen buenos atributos, aaah, esa es aiura-chan, que suerte tengo» pensó en su cochina mente, observándole el pecho a Mera y Aiura; llevándose bastante bien con la segunda al descubrir que ambos tenían poderes psíquicos, conectando muy bien al instante. Cuando iba posar sus hambrientos ojos en la chica de cabellos azules, se detuvo al instante por dos razones, una por la intervención de cierto psíquico de cabello rosa y dos al observar bien quien era la otra figura femenina.

⟨si quieres conservar tus dos ojos, más te vale no andar con tus asquerosidades⟩

«¡¿s-saiki-kun?! y-yo no estaba haciendo nada»

⟨eres un degenerado, tu mente ya ha creado demasiados escenarios con pechos femeninos que quisiera olvidar. así que no te atrevas a hacer algo cuestionable⟩

«saiki-kuuuun, una mirada no hace daño, no seas aguafiestas»

⟨¿quieres ver el sistema solar de cerca?⟩

«¡está bien! ¡está bien! me comportaré, aún tengo muchas cosas por vivir. aunque hubiera prefiero estar en tu equipo, tienes a la diosa teruhashi y yo a la tenebrosa teruhashi»

⟨cambiemos⟩

«si pudiera ya lo habría hecho»

⟨inútil⟩

─¡Hola, equipitooo! ─saludó energético, desviando al instante la mirada de las chicas, en especial de Hayami a quién le tenía temor. Ciertamente Saiki le advirtió no verlas demás, pero no era esa la verdadera razón de su temor, cuando vió el espíritu guardián de Hayami en la primera interacción que tuvieron el primer día de su estadía en P.K, decidió por su bien aguardar cierta distancia ¿quién no le tendría miedo a un samurai que te juzga con su profunda mirada como si fuera a cortarte en pedacitos en cualquier momento? hubiera prefiero algo menos amenazante, era la primera vez que una chica tenía algo tan intimidante como espíritu guardián.

«mientras sea útil, puedo ignorar sus puercadas» Hayami no disimulo ni un poco su cara de desagrado, provocándole un escalofríos en la espalda al de cabellos violetas, ni los fantasmas daban tanto miedo como ella, podría asegurar que era más espeluznante que su propio espíritu guía.

Aiura lo saludó con normalidad, después de todo tenían su pequeño club de psíquicos con Saiki, según ellos dos, se llevaban bastante bien con Kusuo.

─Oh, justo estábamos hablando de tí
─Hairo le dió la bienvenida, explicándole rápidamente en el acuerdo que quedaron.

El viento movía con ligereza sus cabellos rosas, a paso relajado iba caminando hasta la residencia Teruhashi para seguir con el trabajo en grupo, el día anterior la reunión fue en casa de Kaido y hoy seguirán en casa de la chica hermosa y perfecta. Si tan solo fuera un trabajo individual ya lo habría acabado en un parpadeo con la ayuda de sus poderes, además que no soportaba estar tanto tiempo pegado a Kokomi escuchando sus engreídos pensamientos sobre sí misma y el como tenía a sus pies a todos mundo, tampoco era de su agrado escuchar los pensamientos enamorados de Yumehara hacía el peli-celeste, ni Keiji se atrevía a tanto, por lo menos ya no la tenía encima. Sin mencionar lo irritante que era Saiko, no paraba de presumir todas las cosas que tenían a sus disposición gracias a su gran estatus económico, lo único bueno de él fue poner todo el dinero necesario para los materiales, no tenía talento para el trabajo manual, servía más para mandar y dar órdenes.

Dentro de la residencia Teruhashi, Kokomi se levantó temprano para tener todo presentable, su fachada hermosa y perfecta se vería reflejada hasta en las paredes de su casa. Cada cosa estaba en su lugar, los cuadros con fotos demostraban a un ejemplar y estereotipo de familia de comercial, perfectos en todos los sentidos. La mesa donde trabajaría tenía colocado todo tipo de materiales, hasta en la cocina ya tenía los aperitivos que les iba a dar cuando tomarán un descanso.

Más que nada, a quien quería impresionar y sacarle un suspiro era a Kusuo. Como le frustraba la indiferencia del chico, ser coqueteada y tener reacciones extremas es normal para ella, mientras que en Saiki no provocaba la más mínima reacción, según ella el chico no tenía nada especial, aún así, no podía evitar sentirse deseosa de su atención, de su adoración, necesitaba conseguirla para satisfacer su propio gusto de ser el centro de atención donde sea que vaya. Ignorando hasta a su millonario pretendiente, si Saiki no estuviera podría darle una oportunidad.

Gracias a lo observador de Hayami, estaba enterada del gusto por las cosas dulces de Saiki, creando un pastel de manzana, el cual aún estaba reposando en el horno, aún faltaba para la llegada de sus demás amigos. El temporizador comenzó a vibrar indicando el momento perfecto para sacarlo, en eso escucha el sonido del timbre siendo tocado, Kokomi se preocupa ya que no puede hacer dos cosas a la vez y el sonido del timbre seguía resonando por toda la casa, llegando a los oídos de cierta malhumorada.

Hayami se encontraba de lo más cómoda en su suavecita camita, abrazando una de sus almohadas como si fuera un peluche, pero, no podía seguir con su relájate sueño reponedor si el maldito timbre no dejaba de sonar ¿no había alguien para abrir la mendiga puerta? El sonido se volvía cada vez más molesto, irritandole al instante al haber perdido por completo el sueño. Levantándose con un tic en su ojo.

Con el cabello alborotado y pantuflas diferentes, salió de su habitación con mala cara envuelta desde la cabeza a los pies en su cobija. Detestaba cuando interrumpían su sueño, le costaba mucho poder dormír por lo que apreciaba los momentos en dónde lo podía hacer.

-¡¿Quién es el desgraciado que anda molestando a las siete de la mañana?! ─gritó en medio del pasillo, dirigiéndose a la puerta de la entrada.

Kokomi abrió sus ojos preocupada cuando la voz irritada de su prima resonó en sus oídos, era muy consciente del mal carácter de Hayami y asumió la identidad de la otra persona sería la de Saiki, él era el único puntual a diferencia de los demás, de eso se dió cuenta en la reunión del día anterior dónde ella y Saiki fueron los primeros en llegar a la casa de Kaido y una hora después llegaron Yumehara y Nendo, Saiko se limitó a mandar más dinero para cualquier otro gasto, pues él no visitaba una casa tan pobre. Kokomi no quería darle una mala primera impresión de su casa al chico de cabellos rosas. Pero, ya era demasiado tarde, Hayami ya tenía el pomo de la puerta entre sus dedos.

-Hayami, son las doce del medio día. ─intentó persuadirla y así desviarla de abrir la puerta, acercándose a ella con su típica sonrisa angelical incapaz de lastimar a una mosca─. Vuelve a tu habitación, yo me haré cargo de la persona que está tocando la puerta.

-Siete, doce, casi lo mismo. Total, ya estoy aquí -la peliazul oscuro estaba demasiado molesta para hacerle caso a Kokomi-. ¡Más te vale tener buenas razones para interrumpir tan tempra- ! -sus palabras se quedaron atascadas en el aire al ver de quién se trataba, sus facciones se relajaron quitando el ceño molesta que anteriormente tenía, sintiéndose avergonzada por haberle gritado a su amigo.

«oh, shit! olvide que antenitas vendría hoy para trabajar con kokomi. ¿huelo bien? debo verme como un espantapájaros, ni me lavado los dientes, cochina que eres»

Eso era lo de menos, Hayami bajó su mirada hacia sí misma, sintiéndose más avergonzado al notar que su pijama era una camisa negra de tirantes escotada del pecho, ella sabía que era algo normal y todo el mundo las usa, y el que piense con otras intenciones que se arranque los ojos, pero por una extraña razón la sangre se le subió a las orejas por tener a Saiki frente suyo, por ende se tapó el resto de su cuerpo con la cobija. Kusuo por su parte no le había tomando importancia hasta que escuchó los pensamientos de Hayami, volteando su rostro hacía otro lado, le dió un poco de chiste ver a Hayami envuelta en una cobija con osos pandas por todos lados, así no parecía la malhumorada de siempre, en su modo avergonzado resultaba hasta adorable.

Un segundo ¿acababa de pensar que Hayami era adorable? ahora el avergonzando sería él.

Volviendo a mantener la compostura, Hayami aclaró su garganta.

─Hola, antenitas. Bien puntual, eh. Pasa, bienvenido a mi choza, ignora que estoy en pijama y parece que me pelee con el cepillo. Spoiler, voy perdiendo ─recuperando su tono desinteresado habitual y haciendo sus comentarios bromistas, se apartó de la puerta dándole entrada al chico.

─Si no me dices, no me doy cuenta que te vienes levantando ─esos pequeños comentarios bromistas entre ambos comenzaban a ser parte de sus interacciones, no le disgustaban en absoluto, es más, se sentía más cercano a ella y la idea era de su agrado.

─No es mi culpa que te toque madrugar, eres un envidiosillo.

─Al menos no estoy en plena entrada con una cobija encima.

─Retractate ─lo señaló con su dedo índice, haciéndose la ofendida─, puedes hablar de mí, pero no de mi cobijita. Ella es inocente, es mi amiga íntima que me acompaña en mis desveladas.

─Por eso te duermes en clases. ─le recordó aquella veces donde en plena clase comenzó a roncar, por lo tanto él tuvo que recurrir a Aren para despertarla y así evitar una llamada de atención.

─Para eso te tengo a tí, debes pasarme los apuntes quieras a no.

¿Quién lo dice? ─le dió una mirada retadora.

─Yo lo digo, eso es suficiente razón para hacerlo. ─sonrió con satisfacción, provocando en Saiki voltearle los ojos─. Malcriado, que diría tu santa madre si te vieran haciendo esas muecas.

─Exclamó la más educada.

─Para tu información, yo fuí a una escuela de modales cuando tenía siete años ─alzó su cabeza con orgullo─. Nomás que depende la situación para usarlos, jamás lograrías diferenciar el tenedor de ensalada con el de la carne.

─Tenedor es tenedor.

─Uuuy, si mi antiguo maestro Mr. Beaufort te escucha diciendo semejante sacrilegio te hubiera dado con su elegante libro de 3000 páginas en la cabeza.

─Adivino, lo hizo contigo.

─Obvio no, yo era su alumna estrella. Me ponía de ejemplo a sus demás estudiantes.

─Esa ni tú te la crees. Tal vez como ejemplo de lo que no se debe hacer.

─Veeee, me da igual si no me crees
─fingió ofenderse sacándole la lengua a la vez, Saiki sabía que le estaba diciendo la verdad, a un psíquico no se le puede mentir, aún así le hacía gracia molestarla.

Kokomi sintió que ella comenzaba a sobrar, nunca había estado en una situación así, es más, Kusuo ni siquiera la volteaba a ver ni para saludarla. La atención por primera vez estaba en su prima y no en ella, era algo muy extraño para ella. Eso no era lo más impactante, sino la normalidad con la cual Hayami y Kusuo hablaban, anteriormente el chico de cabellos rosas decía tres palabras o ninguna, sin embargo, con Hayami era diferente. Kokomi en cierta parte sentía un poco de alivio al ver a Hayami tan abierta con nuevas personas, era consciente de cosas como al ser el centro de atención siempre, Hayami era rotundamente ignorada, por lo tanto, también merecía ser notada.

Kokomi no estaba enterada sobre la conexión existente entre Saiki y Hayami. Conexión que iba aumentando cada vez más, ahora Hayami le tenía la suficiente confianza para bromear con él, justo como lo hace con Keiji y para demostrarle uno que otro lado dulce suyo como lo hace con Sun. Kusuo se estaba volviendo bastante cercano y en vez de querer apartarlo de su vida, quería conservarlo.

─Ya no te robo más tiempo ─Hayami se levantó del sillón, se estuvo un buen rato charlando con el de cabellos rosas, ni siquiera sintió el pasar del tiempo y se le iba hacer tarde, aún debía bañarse─, debo ir a alistarme para seguir trabajando con mi equipo.

Por otro lado, Saiki no quería que Hayami se fuera. Eso significaba estar a solas con Kokomi mientras llegaban los demás, y realmente no quería lidiar con ella, ha hecho de todo para eliminar los "sentimientos" de ella hacia él, fallando en todos los intentos.

─¿Tú te bañas? ─arqueó una de sus cejas, molestando por última vez.

─A veces, si lo hago seguido se gasta mi belleza. ─pasó su mano sobre su cabello.

Hayami abandonó la sala con rumbo hasta su habitación. Después de bañarse se puso ropa cómoda, amarrando su largo cabello en un moño. Tomó sus audífonos y dinero, nunca salía de casa sin llevar dinero en sus manos, nunca se sabe cuando será de utilidad. No quería caminar hasta la casa de Hairo, mucho menos quería sudar, pensar en caminar ya la estaba cansando.

En la sala ya se encontraban los demás integrantes del grupo de Kokomi, entre ellos las caras conocidas de Nendo y Kaido le saludaron entusiasmados, a diferencia de Yumehara y Saiko que estaban ocupados hablando con Kokomi, ellos dos no tenían algún vínculo con Hayami y a ella no le interesaba socializar con ellos. Saiki por su lado, enfocó su atención en Hayami, una parte en lo más profundo de su ser deseaba que se quedara, frunció sus cejas al instante ante tal pensamiento, se estaba acostumbrando demasiado a tenerla cerca, eso no era bueno para él.

⟨llevame contigo, no quiero estar aquí⟩

─Teru-chan ¿vas reunirte con tu equipo? ─pregunta Kaido sonriéndole, Hayami asiente─, ¿quieres que te acompañemos a buscar un taxi?

─El pequeñín tiene razón, será más rápido si te acompañamos.

─Ustedes dos están buscando excusas para no trabajar ─les señaló Yumehara, teniendo cierta razón en su acusación.

─Les agradezco, pero no voy en taxi. Kuboyasu me llevará en su motocicleta.

El sentido de alerta se activó en Saiki ¿sería eso seguro? estaba al tanto que el chico de gafas era un buen conductor, después de todo era un pandillero; irónicamente allí estaba el problema, seguramente no respetaría los límites de velocidad o tomaría atajos cuestionables para llegar más rápido. También podría chocar con otro conductor o perderse o tal vez estaba siendo demasiado exagerado.

─Ten cuidado, Haya-chan. Me escribes cuando estés en casa de Hairo-kun.

─Sí, sí. Se me cuidan, ai nos vidrios ─se despidió, saliendo de la casa hasta la esquina donde el de cabellos morados la iba estar esperando.

─¿Qué rayos dijo al final?

─Ni idea.

Saiki aún tenía esa espina inquietante en su talón, optando por usar su clarividencia para asegurarse de un trayecto seguro para Hayami y Aren. La imagen de Hayami se hizo cada vez más clara, ya se encontraba subida en la motocicleta y el vehículo estaba en marcha, sin embargo, ninguno de los dos llevaba un casco de seguridad, yendo a una gran velocidad como si ambos fueran de hierro.

─¡Saiki-kun, tus ojos están raros de nuevo! ─gritó Kaido preocupado.

─¡Compañero, pareces un pez! ─señaló Nendo entre altas carcajadas para nada disimuladas.

─¿Es costumbre de los pobres gritar tanto? Mis oídos ya están hartos.

─¿Estás bien, Saiki-kun? ─preguntó Kokomi preocupada.

Saiki aprovechó esa oportunidad para pedirle el baño prestado, allí podría tener más privacidad de "vigilar la seguridad de Hayami" por no decir que estaba siendo un metiche.

─Oye, Teru-chan ─Hayami soltó un "mmm" dando a entender que le estaba escuchando─. A Nakano-chan... Bueno... este... quería saber...

─¡Ya, hombre! Habla de una maldita vez. ¿Qué quieres saber de Sunni?

─A ella ¿le gustan los parques de diversiones?

─Tanto tartamudo para eso, creí que te me ibas a declarar o algo más ─se burló, provocando cierto nerviosismo en Aren por el peso de sus palabras.

─E-estas exagerado. Nakano-chan es muy amable y buena conmigo, así que quería hacer algo lindo por ella ─respondió con sus mejillas sonrojadas, sintiendo su corazón latir con fuerza. Sun le parecía una chica muy hermosa, dulce e interesante, era imposible que no desarrollara un cierto crush con ella, aún así quería llevar las cosas con calma para arruinarlo todo.

Desde que se transfirió y comenzó a llevarse con el grupo de Saiki y a veces con el de Hayami, le tomó cierta confianza a Hayami, a pesar de ser tachada como la malhumorada, rara y sin importancia, Aren también fue capaz de ver más allá de los rumores. Hayami podría tener mal humor, sin embargo, entre más se le va conociendo más alejada está de como los demás la describen, similar a un acertijo, cuando no se puede descifrar te frustras y dices que es la peor cosa del mundo, pero cuando descubres la respuesta se sientes tranquilo y satisfecho.

─Pues sí, a mi linda Sunni le encantan. En especial los juegos que premian con peluches.

─Ya veo. Gracias por la información.

─Siendo sincera, me caerías bien como cuñado.

El inesperado comentario de Hayami sorprendió a Kuboyasu, poniéndose otra vez nervioso y por consecuencia haciendo temblar el manubrio de la motocicleta, tambaleándose ambos por unos instantes ya que sorpresivamente volvieron a recuperar el control del vehículo, andando como si hace unos segundos atrás se escaparan de caer de cara al suelo.

─Cara de culo este. Un poco más y no llegarías a oficializar nada. Eso pasa por no dejarme conducir.

─Teru-chan, cállate por favor.

Saiki soltó un suspiro aliviado, hace rato les estaba siguiendo el paso con su clarividencia, evitando cualquier peligro de carretera, tanto Hayami como Aren llegaron sanos y salvos a la casa de Hairo. Saiki sale del baño con un peso menos en los hombros, listo para terminar de una vez por todas el dichoso trabajo en grupo y poder regresar a su casa para disfrutar de su tranquilidad.

El día de la presentación del trabajo en grupo llegó, la mayoría estaban ansiosos comiéndose las uñas de las manos al sentir la presión de no cometer error alguno, otros caminaban de un lado a otro repasando las palabras que deberían decir, algunos se veían confiados en sus habilidades y estando relajados, y unos pocos más estaban dándole ciertos arreglos a sus maquetas. Se notaba el talento y la creatividad de todos, cada maqueta era diferente y única.

Al grupo de Kokomi les tocó exponer sobre los arrecifes de coral, siendo su maqueta una mini réplica de lo que vendría siendo un arrecife de verdad, viéndose bastante realista. Más cuando todos estaban disfrazados de un pez diferente, sí, hasta Kusuo fue obligado a usar un disfraz de pez payaso.

Cuando fue el turno del grupo de Hayami, taparon las ventanas y apagaron las luces, usando una máquina de humo para simular un mar de nebulosa. Eso no era todo, se hizo uso de un proyector para copiar el inmenso espacio exterior. Le quitaron la manta que cubría la maqueta, dejando ver un hermoso sistema solar luminoso y brillante con muchas estrellas, satélites entre otros elementos alrededor. Dentro de cada planeta estaba la información de cada uno, siendo Aiura, Hairo y Toritsuka quien expusieron el tema mientras Hayami, Aren y Mera eran los encargados de movilizar, manipular y simular los movimientos de los planetas, entre otras cosas.

Al finalizar, se llevaron los aplausos de todos sus compañeros. La profesora por supuesto les dió todos los puntos, fue un trabajo espectacular no solo visualmente, sino también al momento de hablar lo hicieron de maravilla, sin trabarse o titubear. Así, todos se sentían menos estresados, la mayoría aprobó la clase y se les asignó los cinco puntos extra prometidos.

─Hairo-kun ¡Tú grupo lo hizo de maravilla!

─Cualquier cosa que haga Hairo-kun es impresionante.

─Se nota que fuiste el creador de semejante espectáculo.

─Muchas gracias chicos. Pero, no es justo que me den todo el crédito. Todos en mi grupo pusimos de nuestra parte, en especial Teru-chan. Ella fue la que nos dió las ideas, tiene mucha creatividad.

«¿la copia de Teruhashi-san? creí que era una amargada que ve el mundo de en blanco y negro»

«¿la amargada? ¿ella es capaz de hacer un espectáculo tan hermoso?»

«no me jodas, la rara en realidad es una caja de sorpresas»

Mientras tanto, Hayami se encontraba molestando un poco a Saiki por su disfraz de pez, diciendo cosas como "¿ya encontraste a Nemo?" "¿quién es tu Dori?" "payasito, cuéntame un chiste", a lo que él le dió un golpecito en la frente con dos de sus dedos, provocado la risa de la chica por no aguantar sus malos chistes. Los momentos que pasaban juntos se hacían cada vez más agradables, sin darse cuenta que entre ellos estaba creciendo un inocente sentimiento más allá de la amistad.







































❰ 𝐝𝐚𝐧𝐢'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞 ❱
vieron que hayami y kusuo ya bromean entre ellos, cada vez se tienen más confianza. 😭💞

sí, meto personajes a conveniencia, me paso todo por el qlo 🧎🏻‍♀️ total es mi fic y aquí mando yo ☝🏼

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LOS 1.K VOTOS 💐, se los agradezco de corazón, nunca creí que está historia llegaría tan lejos. pensar que la tenía en el abandono y de un día a otro me dió por actualizarla jijiji.

en mi canalcito de difusión paso más activa y doy adelantos de la historia, hasta les hago algunos edits. si a alguien le interesa unirse en mi tablero encontrará el link directo.

eso es todo, muak.

sayōnara 🦋🌾

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