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VII.V: A Look In Her Past

Advertencia ⚠

El siguiente continuativo se mostrara daño físico y humillación.

Un sorprendente pasadizo hizo que su camino se volviera triste. Tenía padres drogadictos y abusivos quienes parecían soltarle sus demonios. Ella ya tenía suficientes problemas, especialmente con el Upside Down y sus recuerdos de ahora.

Escucha sus recuerdos. Imagina su pasado. Imagina por lo que ha pasado porque creyó que una sola respiración sería la última.

—¿Mamá? —Mary Jane había llamado. Su mamá tarareaba, encendiendo un cigarrillo y poniendo los ojos en blanco mientras se sentaba en una silla en la cocina. El nombre de Mary Jane proviene del apodo de la droga que fumaba constantemente.

—¿Qué es lo que quieres? —Su madre, Elizabeth, le preguntó bruscamente.

—¿Puedo ir a la biblioteca? —Mary Jane la miró con una mirada suplicante. Pero antes de que su mamá pudiera responder, su papá vino caminando enojado.

—No. La biblioteca es para perdedores. Y tú no eres un perdedor —se burló su papá, abriendo una lata de cerveza.

Pero lo soy, pensó Mary Jane.

—¿Puedo irme, por favor? —Ella me rogó.

—No. —

Y así, es el comienzo de cómo Mary Jane escaparía de su casa, dirigiéndose hacia la biblioteca. Todos conocían a los padres de la niña y temían por ella. Pero Hawkins era Hawkins. Mantenían la boca cerrada y sólo miraban.

¿Dónde estuviste? —Ese día fue un infierno para Mary Jane. El día que fue atrapada. No fue a la escuela durante 3 días porque los moretones eran muy difíciles de ocultar a todo el mundo.

—Detente —suplicó, el cinturón le golpeó en la espalda, los gritos se oyeron saltar de las delgadas paredes mientras suplicaba. Pero sus padres ignoraron sus súplicas: —Siento haberte desobedecido. Lo siento mucho. No lo volveré a hacer.—

O esa vez cuando vieron a Mary Jane comiendo cuando no se suponía que lo hiciera.

—Eso es —su padre la agarró del brazo, dirigiéndose hacia una habitación donde no había ventanas y la única habitación que tenía una llave. Mary Jane estaba encerrada allí, sin recibir más comida que agua.

—Te reto a que intentes conseguir comida. Te reto. Ya no podrás sentir nada más —le había dicho su padre: —Nunca desobedezcas las reglas.—

Regla #1: No llevar a nadie.

—¡No vuelvas a traer a nadie a casa nunca más, me oyes! —Mary Jane lloró mientras que una percha fue estrellada contra su espalda.

Regla #2: No coma cuando se supone que no tiene que hacerlo.

—Tomar comida cuando se supone que no debes... —su madre se detuvo antes de continuar, —te vas al sótano.—

Regla #3: Finge que estás bien

—No queremos que nadie se dé cuenta de lo triste que estás. Finge que estás bien —la postura de Mary Jane era recta mientras su padre caminaba detrás de ella, —De acuerdo?!—

—De acuerdo...—

Regla #4: no eres bonita

—¿Quién querría a alguien como tú? —Su madre le respondió: —Eres tan fea como un ogro.—

Regla #5; Escuchar

—No preguntes por qué. Sólo escucha todo lo que decimos—