Capítulo Veintidós:

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Pasaron los meses, conmigo dentro de aquel palacio ya sin sentirme como prisionera, sin embargo, aburrida por querer ir más allá del precioso jardín lujoso.

Chris me había ofrecido llevarme de viaje a distintos lugares del mundo, pero no era eso, yo quería volver a mi vida, almenos no a mi hogar, tal vez traer muchas de mis cosas y quizás volver a la oficina también.

Prometió que así sería y claro que le creía, ya me había llevado a recoger muchas de mis cosas y desalojar mi departamento, las que no necesité las donó y las vendió, dándome a mí el dinero de ellas, que estoy seguro me dió mucho más de lo ganado, entonces llegó el esperado día de la promesa.

Me puse una hermosa falda al cuerpo, una camisa de seda con mangas largas, tacones muy altos, planché mi cabello, ahora corto, de modo que lucía más ordenado, era una nueva yo y me gustaba.

Por último me puse un poco de maquillaje, coloqué mis lentes de descanso y salí de la habitación encontrándome con Chris a punto de tocar.

—Dios, mi ángel... Vuelve a tu habitación necesito quitartelo todo y cogerte demasiado duro —mordió sus labios aún mirándome de arriba a abajo.

—Por muy tentador que suene diré que no —reí con picardía, me acerqué a él y besé sus labios con lentitud —Vamos, amor, podremos hacerlo al volver —ronroneé, me apremió con una sonrisa de suficiencia y apretujó mi trasero con su mano.

—Trataré de aguantarme, pero si termino rasgandote la ropa interior sobre el escritorio de tu oficina, no será culpa —se encogió de hombros, reí una vez más y le di un golpe juguetón en su hombro.

Caminamos juntos escaleras abajo, tomaba mi cintura como si con aquellos tacones fuera a caerme, cosa que se me hacía tierna, subimos a uno de sus autos y al llegar a la salida de vehículos de nuestro hogar me miró con una pequeña sonrisa dulce.

— ¿Estás lista? —lo miré y suspiré, Chris era tan atento y observador, que me sorprendía lo increíble que era conmigo.

—Un poco nerviosa —admití —Pero lo estoy— tomé su mano y arrancó el vehículo.

Condujo hasta la oficina, me sentí tan completa mirando aquellas calles que solía frecuentar.

Una vez que llegamos, aparcó el auto en el estacionamiento privado, tomamos el ascensor y subimos a nuestro piso, todo era tal cuál la última vez que había estado aquí.

Al llegar al piso, tomó mi cintura y caminamos entre las miradas estupefactas, chismosas y celosas hasta mi oficina, porque ahora tenía una gracias a que era casi oficialmente la señora Bang, ante los ojos de todos, claro.

Antes de llegar a ella una hermosa chica de cabello negro se acercó hacia nosotros lentamente.

—T/n... — murmuró con sorpresa Ryujin, sonreí en grande y me acerqué para abrazarla, un poco más allá de ella estaban Eunbi y Karina con facciones de desprecio y envidia por supuesto.

— ¿D... Dónde habías estado? — alternaba su vista de sorpresa entre Chris y yo.

—Dejo que se pongan al tanto, señoritas —avisó —Iré a Recursos Humanos a entregar tus documentos para que no tengas que esforzarte mucho luego estaré en mi oficina, es la misma de antes— besó mis labios como si no fuéramos a vernos en mucho tiempo antes de retirarse.

Le sonreí a mi amiga y pasamos a mi oficina.

— ¿Estás con el super papito? —preguntó casi sin creerlo.

— ¿Super qué? —carcajeé por el apodo —Sí, estamos juntos, vivo con él desde hace un tiempo —le conté.

— ¿Cómo pasó todo eso? ¿Dónde estuviste? Desapareciste sin decir nada, no contestabas tus llamadas... —miró con cuidado que nadie estuviera escuchando fuera y procedió a susurrar lo siguiente — ¿Es cierto que te fuiste a reflexionar durante mucho tiempo por lo que sucedió con tu ex prometido?

— ¿Cómo sabes eso? —parpadeé algo perpleja.

—Estaba en el reporte que super pap... que Christopher entregó a Recursos Humanos para que pudieras volver, Chaewon, mi amiga de recursos humanos, ella me contó pensando que yo sabría más, pero no fue así, le pedí que no le dijera a nadie, entonces descuida, nadie más lo sabe— habló tan rápido que casi no la entiendo, pero lo hice.

—Sí... ¿Qué más decía en el reporte? —me conversó a detalle sobre mi permiso de terapia y retiro emocional que tomé para recuperarme anímicamente de mi ruptura —Oh... Bueno, no creí que Chris se habría encargado de todo aquello, yo em... Es cierto todo —mentí casi queriendo reír victoriosa por Chris haberme solucionado todo el conflicto que generaría mi vuelta al trabajo.

Sin embargo debió haberme contado para evitar una metidota de pata de mi parte.

— ¿Cómo es que ustedes...?

—Me visitó en el retiro, me fue enamorando poco a poco, me resistí un buen tiempo hasta que le salté encima y tuvimos sexo increíble toda la maldita noche y madrugada en todas las jodidas habitaciones de su mansión —casi me mojo de tan solo recordarlo.

—Ouh... Qué específica —se burló, reí con ella.

—Sí, ay Dios, ya necesitaba volver —suspiré —Cuéntame, ¿qué ha sucedido en mi ausencia?

—Siéntate, hermana, lo que vas a escuchar está buenísimo —le espetó, tomé asiento en mi escritorio y comenzó a narrar todo.

Resulta que por la asistente de la señorita Im se había enterado que en más de una ocasión Eunbi habría tratado de ofrecérsele a Chris, coqueteándole e insinuándose de todas las formas posibles, siendo exitosamente ignorada en todas y cada una de ellas. En una incluso Chris le habria dicho que abotone su botón porque no estaba mostrando nada agradable a su vista y que si era lo que trataba que tuviera en cuenta que existían estándares y los de él eran bastante altos. Entonces estaba de más entender la molestia que había mostrado la chica al vernos entrar juntos por las puertas del ascensor y sobretodo el sugerente beso que había dejado en mí.

También estaba la vez que Ryujin había estado en el baño y estaban Karina y Eunbi hablando sobre lo frustrada que estaba la primera por la cantidad de rechazos que le había propinado "el pintor", claramente se refería a Hyunjin, que al parecer algo pudo haber pasado entre ellos pero él la ignoró posterior a lo que sea que sucedió, supuse que se refería a que tuvieron sexo borrachos aquella vez, pero luego de eso él no la quiso ver más.

Eso significaba que Hyunjin seguía soltero, ¿y si en realidad él nunca quiso engañarme?

Mientras hablaba sobre distintos chismes yo me planteaba a pensar en Hyunjin, sintiendo un golpe de culpa por no haberlo dejado explicarse y otro por estar pensando en él mientras yo estaba con Chris.

—Ryujin, necesito que me ayudes con algo...— la miré con atención deteniendo su exposición de chismes.

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