(19)- "Perfecto"

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Todo paso tan rápido, el cuerpo de Mitsuya, la entrada de Kisaki, y por último el ataque hacia Mikey de parte de Kisaki.

-No siquiera puedo recordár con detalle lo que paso, solo se que no fue para nada bueno-

- Sin mí no eres nada, Manjiro - susurro, golpeando nuevamente al hombre, quien solo lo miraba furioso siendo sostenido por dos personas - Y aún así me traicionas de esta manera, después de tantos años eres igual a el - se burló - igual de desleal con su gente

Takemichi pudo ver como la mirada de Mikey cambió con esas simples palabras, ahora la molestia fue sustituida por el dolor, por la tristeza. Aquello preocupo a la ojiazul, quien intentó soltarse de nuevo del agarre de su amigo, o bien de Yamagishi.

- Sueltame - susurro Hanagaki, el castaño la miró confundido - ¡Maldito, sueltame!

-El no es Gishi, el no haría esto. Solo, solo piensa que es alguien mas-

Se movió con desespero del agarre del más alto, ocasionando que el agarre se intensificará. No obstante la chica siguió, no podía golpearlo, sus extramidades estaban sugetas con fuerza, haciendole inútil el moverse.

- Basta Take-chan - pidió, no quería esto - No hagas más dificil esto.

-¿Difícil para ti?, no me jodas-

- ¿Esto?, esto no estaria pasando si tu no me hubieras traído aqui - frunció su ceño con molestia.

No mentía, ahora mismo estaría con Hina, limpiando sus lágrimas, abrazando su hombro y sintiendo los ojos irritantes del Tachibana. No estaría con una escena grotesca frente a ella.

- Kisaki - habló Hanma por primera vez desde que entraron al lugar, llamando la atención de todos - El trabajo está hecho, la llama esta apagada.

Su rostro estaba serio, y sus ojos la miraban a ella atravez de aquellos lentes, sin embargo, su mirada no era igual al parque, no había burla ni diversión, sólo molestia.

Kisaki sonrió de lado, soltando el cuello del traje gris de Mikey. Con lentitud se acomodo las mangas de su camisa blanca, seguido de acercarse al más alto.

Mikey, aun siendo sugetado por dos hombres intentó soltarse mientras la sangre caia de su boca. Sus ojos negros se dirigieron hacia ella, notando la molestia en su cuerpo.

- ¿Encerio? - preguntó el ojiazul, Hanma asintió provocando qué aquella sonrisa creciera - Wow, jamás pensé que fuera tan rápido.

-¿Rápido? ¿Qué pasó?-

- Perdoname Takemichi - susurro con lentitud el de lentes, la mencionada lo miró confundida.

- Claro que iba a ser rápido, Kisaki - sonrió Hanma, mirándola con molestia - Después de todo lo haces por ella.

- Callate, Hanma - rodó sus ojos - Choji, toma a Mikey y llevalo a la azotea, y Yamagishi, lleva a Hanagaki con Mikey - hizo una mueca - Quiero que sus ojos miren en primera fila lo que pasara.

-Basta-

- Sabes, cuando te jure lealtad esperaba lo mismo de tu parte - lo golpeó nuevamente, mientras el viento mesia sus cabellos - Y lo único que recibí de tu parte es que intentarás matarme mientras estaba en Alemania, ¿verdad?

Silencio, nadie respondio aquella pregunta.

Takemichi soltaba pequeños sollozos, viendo el estado del rubio que hace tan solo una hora tomaba con cariño y esperanza su mano.

- ¿Acaso hasta aquí soportaste?, creí que él "Invensible Mikey" soportaría más que unos simples golpes - fingió la desilusión, viendo el movimiento ligero en el cuerpo del mayor.

-..... - una risa hizo bufar a Kisaki - No me jodas, Kisaki - escupió - No importa que me hagas, no te daré el placer de que me mates.

- ¿Hum? ¿Encerio? - cuestióno - Manjiro, me lo estás dando; te mataré tal y como matas a los traidores de ToMan - sonrió, mirando de reojo aquellos lindos ojos azules inundarse de miedo, tan esquisito - Quiero escucharte gritar por tu miserable vida.

- ¿Gritar? - jadeo, la sangre resbalaba por su rostro - Kisaki, eres tan poco para esperar tanto.

Las cejas del teñido se fruncieron con molestia, sus puños manchados con la sangre del Sano, fueron apretados haciendo notar en exceso sus nudillos blancos.

- Traemela Hanma - el de gafas asintió seguido de sacar de su bolsillo una pistola, misma que Kisaki tomó y de inmediato apuntó hacia el ojinegro.

Sus orbes negros observaron el cañón de aquella arma, la burla surco por sus ojos hasta terminar en una sonrisa de lado. Sin duda esperaba algo más, algo mejor.

- ¿Una arma?, Kisaki, esperaba algo más grotesco, algo que me hiciera temblar en el infierno - rio - No un juguete con el que acostumbro.

La risa de Mikey se detuvo, mirando los ojos metálicos del menor, mismos que expresaban lo mismo que lo suyos, burla.

- Matarte sería divertido, pero lo es más si lo hago con esta arma - bajo la pistola, apuntando ahora al suelo viejo de la azotea - Esta arma, sería encantador escuchar el como destruye tu corazón, al igual que lo hizo con Iza.

-¿Iza?-

- ¿Qué?

- El adoraria que mueras como el lo hizo, después de todo siempre le gusto la igualdad entre sus hermanos - inclino su cabeza, notando como la luz tenue en el faro abandono a Mikey.

- ¡Basta! - sollozo -¡Kisaki, para! - grito desesperada la chica de cabellos lacios, mirando con lágrimas en sus ojos el cuerpo golpeado de Mikey, quien ahora era sostenido por Hanma y un hombre de cibrebocas negro.

- ¡Calla Takemichi! - grito con molestia el castaño, intentando no hacer que su amiga viera aquella escena, aunque esto era imposible.

- ¡Imbecil, sueltame!

Ambos se concentraron en de nuevo los forcejeos, las groserías y los lamentos. Takemichi sentía el dolor en su cabeza y corazón, además la impaciencia y preocupación no abandonaban su mente. Aunque parecieron clavarse en su piel al escuchar los disparos que resonaron en el lugar.

Todo pareció estar en cámara lenta, el cuerpo de Yamagishi dejando de obstruir su visión, sus ojos brillantes volteando hacia el ruido, y la satisfacción en los ojos del teñido. Ni un solo movimiento era rápido, y Takemichi solo deseo que lo fuera.

Fueron segundos, solo eso

Los orbes azules miraron el cuerpo ensangrentado de Mikey, su expresión era de tranquilidad aún teniendo un hueco en la cien y otro en el pecho.

Segundos en los que el dolor se hizo inmenso

Azul y negro se encontraron, desesperación y tranquilidad. Su mirada se paseo por el cuerpo maltratado del rubio, viendo con detalle la sangre que lo cubría hasta llegar a sus ojos, oh Mikey. No había molestia, sólo cariño en aquel negro, solo amor por aquel azul.

-Mikey-

- Mi-Mitchy - susurro, siendo soltado por ambos hombres haciéndolo caer al suelo. La sangre le comenzaba a faltar.

-Esta vivo-

- ¡Mik-Mikey! - forzejeo de nuevo entre lágrimas desesperadas, quería ir con el, quería sostenerlo. Como aquella noche de lluvia. Sus manos picaban por tomarlo.

Yamagishi sin oponerse la soltó, mirando la aprobación de Kisaki quien solo entregó el arma a Hanma. Sus orbes castaños miraron a su amiga de secundaria correr entre tropiezos hacia el cuerpo del ojinegro.

- Dejala, tiene que despedirse - ordenó Kisaki, comenzando a caminar hacia las escaleras del lugar - es hora de irnos, aun tenemos cosas que arreglar.

- ¡Mikey, no!

- Pero - callo al tener aquella mirada sobre el, el miedo lo inundó, haciendo que el menor sonriera con suficiencia.

Quería quedarse, almenos para saber que la ojiazul estará bien. Al menos así dormiría un poco en paz, porque era imposible que la culpa no fluyera mientras miraba los ojos llenos de tristeza de su vieja amiga. Yamagishi solo esperaba recibir algún día el perdón de la mujer.

- Vamonos

Asintiendo Kazushi se dirigió a la salida, seguido de Hanma y el ahora líder la ToMan, Kisaki. Quien sonrió con diversión y molestia ante los sollozos de aquella mujer.

Después se encargaría de ella

Sin más la puerta fue cerrada, dejandolos en la penumbra de la noche, en la compañía de la luna, en la espera intermitente de la muerte.

- Gracias, Mitchy

- No - sollozo con tristeza, teniendo la cabeza ensangrentada del rubio en sus piernas, manchando en el proceso aquel lindo vestido verde - Mikey.

- Esto es horrible, tu vestido está sucio por mi culpa - sonrió, entrecerrados sus brillosos ojos - Estaba tan feliz de verte con el, el vestido con el que te sumergi en esta mierda.

- No, no digas eso - moqueo - El vestido sigue hermoso, siempre lo fue.

-Mikey, perdón-

- No llores, no por mi - sonrió, con pequeños temblores tomó la mano delicada de la pelinegra, colocándola en su mejilla.

Llenándose de aquella calidez que lo desbordó hace 12 años.

- Esto no debería de pasar - sus lindos ojitos derramaban lágrimas, mismas que caían en el rostro del mayor - Tu, tu deberías de estar vivo.

- Lo estoy - suspiro - Mientras tu estes a mi lado, mi corazón aun latira, Mitchy.

-Quiero despertar de este mal sueño-

La delicada risa del Sano inundó sus oídos, sus orbes miraron como aquellos ojos negros se cristalizaban. La tristeza en el lugar era palpable, aun más que la desesperación.

- No quería morir, no sin que tuvieramos un lindo futuro - hizo una mueca - Pero mi plan fallo, sin duda Kisaki fue más astuto.

- Tenemos un lindo futuro - mintió - Tu, tu me hiciste feliz, Mikey.

- Eso me hace sonreír, Mitchy, hace mucho no te veía como ahora - suspiro, se sentía mareado - Hace mucho no veía a la Mitchy de hace años, me hace feliz morir mirando tus ojos brillosos de nuevo, ese brillo que tantas veces me iluminó.

- Mikey yo- la voz del rubio la interrumpió.

- Takemitchy, creo que hace frío, ¿Lo sientes?, talvez estoy muriendo - bufo con una sonrisa - Solo quiero decir algo más, después de todo lo que viví, tu fuiste la luz que me faltaba, Mitchy, gracias por cumplir tu promesa.

- ¿Estarás conmigo toda mi vida? - preguntó en un susurro apenas audible. La Hanagaki apretó más aquel abrazo, dejando caer su cabeza en el hombro de Mikey.

- Si - confirmó, dejándose llevar por la frialdad en la aura del mayor - Es una promesa, Mikey-

Sus ojos se cerraron con lentitud, la mano que sostenía la suya en su mejilla dejó de tener fuerza alguna, la sonrisa en su rostro desapareció permitiendo que la tranquilidad llegara. La tranquilidad lo alumbró tras 12 años de ausencia.

- Mikey - susurro, moviendo con delicadeza el cuerpo del rubio, sin resultado alguno.

De inmediato mordió con fuerza su labio inferior, en un intento vago de detener el llanto que atacaba su garganta hasta el punto de ser molesto.

-Esta muerto, Mikey-

Dejando el cuerpo en el suelo se levantó, sus piernas daban pequeños temblores, el miedo estaba ahí aunque era visiblemente tapado por el dolor. Su mente intentaba procesar con detalle lo ocurrido, el como su futuro perfecto se acababa de ir a la mierda en tan sólo horas.

- ¡Mierda! - grito, las lágrimas vinieron de nuevo, acompañadas de sollozos y múltiples gritos.

Gritos que de tan solo oírlos eras capaz de sentir el malestar de la otra persona. Lástima que nadie estaba ahí, que nadie podría sentír su dolor.

Con desespero se recostó en el suelo, pegandose al cuerpo frío del ojinegro. Takemichi tomó su mano, deseando sentir aquella frialdad que caracterizaba la piel del Sano, no obstante, solo fue un deseo, aquella frialdad no era la que ella anhelaba, esa era triste y dolorosa en comparación.

- Mikey, te salvare - sollozo - volveré al pasado y encontraré la forma de que no mueras, de que esto no pase, es una promesa.

-No importa cómo pero evitare esto, no deseo verte morir de nuevo-

Su abuelo solía decir que cuando recibes un golpe siempre viene algo más, jamás pensó que aquel hombre de pocas palabras tendría tanta razón.

-Tachibana Hinata, mujer de 26 años es encontrada muerta por un choque automovilístico, encontrado en llamas. De la misma manera Atsushi Sendou es encontrado junto a la señorita Tachibana, las familias han sido reportadas y las autoridades están en búsqueda de los culpables tras encontrar a unos metros de la escena un celular-

Nada había cambiado, o bien si, y es que ahora Mikey también se agregaba a la lista de personas muertas en el futuro. Esto era sin duda mucho peor a su línea temporal, al menos en ella ambos hombres estaban vivos.

-No pude cumplir mi promesa, Hina, no pude recompensarte-


- ¿Porqué? - sollozo a su lado el Tachibana menor, mirando con lágrimas el retrato sonriente de su hermana mayor.

Sus ojos azules miraron a un su izquierda, notando a los padres de la joven, quienes destrozados lloraban llamando a Hina.

-Perdón, Srs Tachibana-

- ¡Maldición! ¡¿Porqué de nuevo?! - grito, arrodillado mientras golpeaba molesto el suelo - ¡¿Porqué si se supone que arreglamos todo?! ¡Nada salió bien!

- Naoto

- Jamás pensé que al volver a verte sería en estas condiciones, Take-chan - escucho una voz a sus espaldas, despacio volteo, topando con un par de ojos castaños, iguales a los de su ahora difunta amiga.

- Sra Tachibana - sin decir nada se inclino dando una reverencia en forma de respeto y pésame.

- Eres toda una adulta, sigues igual a hace 12 años - sonrió con nostalgia, seguido de extenderle un pequeño trapo que parecía cubrir algo - Tomalo.

Con cuidado desdoblo el trapo blanco, notando rápidamente lo que este guardaba. Sus ojos se cristalizaron sin poder evitarlo, la mayor sonrió con nostalgia.

- Esto es..

- Ese era su favorito, ella lo adoraba y siempre lo traia en su mano - río - Era realmente lindo verla sonreír mientras lo observaba. Era un regalo tuyo ¿verdad?

Aquel brazalete plateado con treboles brillantes, ahora estaba algo opaco por el fuego que lo rodeo pero sin duda seguía siendo lindo. Las lagrimas salieron sin poder evitarlo.

- Hina-chan

- Ella te adoraba demasiado, podría jurar que eras lo más importante en su adolescencia

-Dios, Hina, perdón por haberte dejado sola en aquel parque, no debí de irme-

El viento frío mecia con cuidado sus lacios cabellos, permitiendo que mirara los árboles verdosos que rodeaban al Tachibana de cabello negro.

- Busque a Sendou Atsushi, esta vez el estaba casado y tenía dos hijos - hablo por primera vez desde que salieron.

-¿Qué tiene que ver Akkun?-

- ¿Huh?

- La ubicación de su familia es desconocida, el mató a mi hermana por orden de alguien para salvar a su familia.

-Imposible-

- Naoto, no es cierto - suspiro - Yo, yo cuido a Yukiyi y a su hermano, ayer los vi, no puede ser que su estado sea desconocido a la misma hora que yo me fui contigo.

- ¿De qué hablas?

- En esta línea parece que seguía teniendo amistades del pasado, entre ellas Akkun y - pauso, el recuerdo la inundó - Yamagishi, por lo visto trabajaba en un bar y cuidaba a los hijos de Akkun. En la noche que me recogiste deje a uno de sus hijos con el y Yamagishi. A menos que los hayan amenazado después pero es poco probable. Akkun no mataría a Hina, Akkun no trabajaba para esa gente, el era un barbero.

Sin darse cuenta estaba llorando de nuevo, Naoto la observaba sin entender. La mujer tras desaparecer por horas en la noche de la muerte de su hermana apareció con su vestido goteando en sangre, diciendo que estaba bien y sin disponerse a hablar con él, hasta ahora.

- El aún trabaja para la ToMan, Takemichi , talvez e intentaba abandonar ese camino pero con Manjiro y Kisaki de fondo es imposible.

- Naoto, tengo que contarte algo, estoy segura que Kisaki es quien está detrás de esto.

- ¿Huh?, ¿Porqué?

- Mikey está muerto - soltó, sus ojos miraban el cielo azul, perdiéndose la reacción del hombre - Esa sangre que cubría mi vestido, era su sangre.

- ¿Acaso tu? - ni siquiera podía formular la pregunta, era imposible que aquella chica haya matado al dueño de una mafia.

- ¡Claro que no!, Kisaki, ese maldito fue quien lo mató - apretos sus puños - Mikey deseaba matarlo por lo que se, y Kisaki se entero de esto, así que junto a Hanma tomo a Mikey y lo mató.

-Espera, a todo esto, ¿Qué hacía Hanma en el parque?-

Ambos se sumergieron en un silencio, Naoto mantenía sus ojos sin brillo en el suelo, mientras Takemichi lo miraba en la espera de algo, lo que fuera.

- Sabes que ocultarme el estado de Manjiro estuvo mal - la miró, la mujer asintió - Ni siquiera voy a preguntar, no quiero pensar en lo mal que debió de ser ver eso, gracias por decimelo - intento sonreír, fallo - Sin embargo, al final no fuimos capaces de cambiar nada, no importa que hicieras en el pasado, no tiene sentido, simplemente no se puede cambiar el destino.

- Te equivocas Naoto, nada cambió mucho desde que salve a Draken, eso significa que ese no era el detonante para la ToMan - lo miró decidida - Cuando vi morir a Mikey solo pude gritar, pero me di cuenta que tenemos arreglar el origen de esto.

- ¿De ésto?

- Arreglando eso Hina vivirá, Mikey no morirá a manos de Kisaki, el futuro mejorará - frunció su ceño - ¡Voy a acabar con ToMan! Y para lograrlo ¡Voy a ser líder de ella en el pasado!

Silencio, nada más que eso

-... - sonrió con delicadeza - Esperaba algo más serio Takemichi.

- Estoy hablando en serio, talvez sea imprudente pero no me interesa, lo lograré.

Perceveracia, eso pudo ver el Tachibana en aquellos brillantes ojos que lo iluminaron tantas veces en su niñez. Naoto bufo, esto era imposible si de probabilidad alguna se tratara.

- Takemichi estas diciendo cosas imposibles - suspiro, acomodando sus cabellos negros para atrás - No es que te haga menos ni nada de eso, pero estamos hablando del 2005, de pandillas en donde las mujeres no existían. Takemichi, es totalmente improbable que seas la líder de ToMan. Puedes morir si te involucras más en esa pandilla.

- Si eso significa que podré salvarlos a ambos - lo miró con ojos llorosos - ¡Haré cualquier cosa imprudente o no, para tenerlos en el futuro! ¡Aunque eso me cueste la vida!

Al contrario se lo que la Hanagaki esperaba, Naoto se levantó y la rodeo con sus brazos, manteniéndolos en un cálido abrazo que era roto por los temblores inocultables del ojiazul.

- Aún lo improbable que sea - sollozo - Gracias, Takemichi.

Las dudas y más dudas estaban a flote, a pesar de ya haber más de una semana desde lo hechos. Ambos pelinegros trataban de encontrar algo que los ayude a descubrir lo que pasó en esos 12 años, al menos con esto sería más fácil arreglar el pasado.

Y al cabo de días lo encontraron, Ken Ryuguji.

- Por mucho tiempo me pregunté qué había sucedido contigo en este tiempo.

- ¿Hah? ¿Qué tiene que ver este lugar? - miró con interés al hombre junto a ella.

- Lo investigue, fue complicado pero encontré a alguien que formaba parte de tu pasado - miró el suelo, viendo a la chica sentada en aquella silla plateada - Fue complicado, los registros dictaban que el no formaba parte de ToMan pero tampoco había rastro de su muerte, por lo que la última opción fue - pauso, viendo como la puerta se abría - La prisión, en donde Ryuguji esta ahora en pena de muerte.

Los orbes de la Hanagaki miraron al hombre esposado frente a ella, fue fácil reconocerlo, aquel tatuaje en la cien no era algo que todo mundo poseyera. Los ojos obscuros del hombre la miraron de reojo, se notaba la sorpresa por verla de nuevo.

- Ha pasado mucho tiempo, Mitchy - sonrió con cariño - Me alegro mucho de que estés bien.

Sus ojos por instinto se llenaron de lágrimas, mientras retenía entre sus dientes su labio inferior queriendo evitar escapar algún sollozo.

- Sin duda sigues igual, eh

- ¡Draken!

La sonrisa se extendió aún más en los labios del más alto, era fantástico volver a ver a la pelinegra aunque le hubiera gustado un reencuentro diferente a este.

- Ryuguji, un gusto conocerlo - sonrió de lado el ojiazul - Soy Tachibana Naoto.

- Draken, es gracias a el que logre tener una entrevista contigo - dijo con una sonrisa la Hanagaki.

- Ah, bueno si es así, ¿Qué es lo que quieres?

- Yo quería hablar más que nada, yo no sabía nada sobre qué mataste a alguien y obtuviste la pena de muerte - pauso, su mirada se convirtió en angustia - ¿Qué pasó?, ¿Porqué mataste a alguien?, ¿Cómo es que ToMan se convirtió en esto?

Ken la miró, la sonrisa fue cambiada por una línea recta, sin duda esperaba algo diferente.

- No me arrepiento de lo que hice, el hecho de que este aquí es consecuencia de mi acto - suspiro - Es extraño que me lo preguntes, tu estuviste cerca siempre, ya deberías de tener en cuenta que el estado actual de ToMan es mi culpa.

- ¿A que te refieres?

- No pude detenerlo, y ahora esto es el resultado - sonrió - Cuando éramos niños, corríamos metiendonos en pelas, pateando traseros. Cada día era un nuevo festival, ToMan era todo para mí - inclino su cabeza a un lado - Si tuviera la oportunidad de rehacer mi vida escogería hacerlo otra vez de la misma manera. No me arrepiento de nada.

-A pesar del tiempo veo que Draken sigue siendo Draken. No ha cambiado ni un poco-

Su propio pensamiento la hizo sonreír, sonrisa que se borro al ver la sombría en el rostro del Ryuguji.

- Aunque si pudiera hacerlo todo otra vez, hay algo que definitivamente haría - esto hizo que la mujer lo observará aún más atenta y confundida.

- ¿Huh?

- ¡Mataría con mis propias manos a Kisaki! - confesó con furia, a pesar de los años su odio hacia aquel ahora hombre no se iba, ni menos con los rumores que rondaban por los pasillos de la cárcel.

Aquella revelación hizo que la sorpresa apareciera en la ojiazul, no esperaba por completo ese comentario aunque aún quedaba la duda. Exaltada se levantó de la silla estampado sus manos en el pequeño espacio de la ventanilla.

- ¡¿Te refieres a ese Kisaki?!

Antes de que Ken la mirarara una luz se apago, seguido de que un hombre de trajo entrara al pequeño cuarto.

- Se acabó el tiempo - informó.

Draken sin decir nada se levantó y camino hacia la puerta, no obstante, antes de siquiera salir miro a la mujer de cabello oscuro.

- Mitchy - la mencionada lo miró - Vete de Tokyo.

- ¿Qué?

- Mikey, el está muerto - suspiro bajando la mirada - No tardarán en dar contigo, a menos que ya lo hayan hecho - pauso, los ojos azules se abrieron como dos brillantes platos - Esa es la razón por la que me visitaste.

- Draken

- Mitchy, matar es como acabar con una mosca insípida para Kisaki, no dudará en matar a todo aquel que se interponga en su cometido - informó con molestia. Dando media vuelta se dispuso a salir aunque de nuevo fue detenido por la voz de Takemichi.

- ¡¿Porqué?!, ¿Porqué intentarían matarme?, ¿Es acaso por Mikey? - cuestióno desesperada, la visita no iba como había imaginado al inicio.

- Kisaki admiraba a Mikey, pero, en un abrir y cerrar de ojos, esa admiración se convirtió en odio - la miró - Kisaki, quiere eliminar todo lo que Mikey quiere, no se la razón pero es mejor que huyas.

Sin más que agregar salió de aquel cuarto, dejando en dudas aún más grandes a ambos pelinegros.

-No entiendo nada de esto, quiero descubrirlo todo-

El único sonido era el insistente goteo de la cafetería en el departamento de Tachibana, cosa que comenzaba a molestar un poco al dueño de dicha máquina. Desde que habían vuelto de aquella entrevista ninguno había dicho nada sobre ella.

O así era hasta que la mujer de largo cabello habló.

- No puedo creer que el encerio esté en pena de muerte - comentó al aire, recordando la confesión de Ken sobre Kisaki - Naoto, ¿Quién carajos es Kisaki?

El mencionado la miró, seguido de levantarse del sofá y sentarse en su silla frente al escritorio.

- Kisaki Tetta, es el actual presidente de lo que hoy es Tokyo Manji Gang, y si lo que to mencionaste hace tiempo es verdad entonces es probablemente el responsable de que mi hermana siga muriendo - suspiro - La policía ha estado investigando con todo nuestro poder para tener alguna pista de el, lo único que se encontró fue el cuerpo de Manjiro Sano, sin embargo, ninguna pista sobre Kisaki.

- No lo cónoci ni una sola vez en el pasado, aunque intentemos detenerlo no hay ninguna pista sobre el, ¿Huh? - hablo Takemichi, recordando una cosa en particular - Entonces es así, la única forma de evitar a Kisaki y todo está mierda es siendo la cabeza de ToMan.

-Es la única opción-

- Espera ¿Estabas siendo sería cuando dijiste eso?, creí que solo me animabas - frunció el ceño el Tachibana, Takemichi estaba loca.

- ¡Claro que estaba siendo sería, Naoto tonto!, su me convierto en la cabeza de ToMan entonces podré detener a Kisaki y así seré capaz de proteger a Mikey, Hina y Draken, ¿Verdad?

Naoto solo la miró, no iba a comentar nada por el momento.

- Las cosas que hemos estado haciendo hasta ahora han sido inútiles, ¡Tenemos que acabar de raíz el problema! - exclamó con seriedad, debían de tomarse esto más a pecho - Lo eh estado pensando, Pah esta en la cárcel por lo que hay un espacio libre para capitán del 3er escuadrón, ese es mi primer paso, hacerme capitana.

- Es un plan arriesgado, debes de considerar que es poco probable que te unas a esa pandilla y aun mas que seas capitana de alguna división - la miro - Takemichi, no es la actualidad, entiende que no hay probabilidad alguna para eso.

- Pero Naoto, no soy bruja ni nada de eso, se que es poco probable, pero, esto es lo único que puedo hacer, almenos hay que intentarlo.

- Entiendo - por más que hablara la chica no abandonaría lo que quiere - Takemichi, sin importar la circunstancias tu siempre has cumplido tu misión, así que creeré en ti,aunque no lo paresca estoy muy orgulloso de ti, Takemichi.

Los orbes azules de la Hanagaki brillaron, cumpliría a la excelencia esta nueva misión. Por todos y por el orgullo de Naoto.

- Esta vez po lo visto te iras por un buen tiempo - extendió su mano, mirando a la mujer asercarse y tomarla en un apretón - Cuidate y no mueras, Takemichi Hanagaki.

Sin más la conocida electricidad rodeo su cuerpo con intensidad, sumergiendo la en un nuevo viaje que estaría contenta de pasar. En el pequeño limbo las dudas comenzaron a surgir, flotando sobre su mente.

-¿Porqué me aleje de Hina?, ¿Porqué Hanma estaba en el parque esa noche?, ¿Porqué Mikey se resignó tan fácil?, ¿Porqué Draken esta condenado a muerte?, ¿Quién es Kisaki?, y por último ¿Porqué odio a Mikey hasta el punto de matarlo?-

-Esos misterios están esparcidos en mi cabeza, como si de un complicado rompecabezas se tratarán. ¡Tengo que unir todas las piezas y destruirlas!-





Hola hola, ¿Cómo andan?

La neta espero y bien

Wow, la última actualización de esta historia fue hace más de dos-tres meses, me sorprende haber logrado terminar un capítulo sin dejarlo a la mitad.

Considero este el peor bloqueo mental que eh tenido respecto a Átropos. Pero tengo justificación, las situaciones con varias personas en mi vida me han hecho dejar de hacer cosas que eran comunes para mi.

Pero equis, estoy contenta de poder actualizar y aun más viendo que falta poco para el "Cumpleaños" de esta historia en Agosto.

Pará eso lo más probable es que haga un mini maraton, me encantaría dar algún tipo de regalo por los votos, comentarios, apoyo que a tenido desde sus inicios.

Hablemos del capítulo

Chan Chan, ame la muerte de Mikey, me dolió pero las palabras y el amor por Mitchy lo adore.

Aca surge la duda, ¿Porqué Kisaki mató a Mikey? ¿Será por la traición o por algo más?

Dudas y más dudas

La neta al inicio me cuestióne sobre matar a Hina, y dar el paso a la relación de Mikey y eso, pero, estaba el hecho de que tendría que adelantar el no poder viajar en base a Naoto ya que el motivo ya no sería Hinata si no Manjiro.

Asi que si desidi matarla, acá Mitchy no estuvo con ella, si no con Mikey.

El siguiente capítulo inicia el arco de Valhalla, lo que les traeré sobre esta disputa será algo muyyy esperado y a la vez no, aún así espero y les guste.

Sin más que agregar

- HASTA EL CAPITULO 20 -

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