07 - Decisión

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng





Sus ojos negros miraron al chico omega mientras parpadeaba confundido por aquel reciente insulto. Takemichi por su parte suspiro pesadamente, sintiéndose idiota por esperar otra reacción de Mikey que no fuera la olvidadiza o desinteresada.

Realmente se estaba planteando tener ese bebé de Mikey, más bien con Mikey.

— ¿Takemitchy? - suspiro al escuchar su nombre salir de la boca de su novio aunque con tremenda estupidez que acababa de salir de este podía replantear también aquel noviazgo.

— ¿Qué?

— ¿Era necesario el insulto? Ya te felicite, no se que más hacer - hizo un pequeño puchero, sin caer en cuenta aún.

— No quiero ponerme a llorar ni mucho menos gritarte, Mikey - bufo, las hormonas causaban mierda en el - Pero eres un imbecil y el insulto claro que era necesario - lo apuntó - Te acabo de dar la peor o mejor noticia y me sales con esa estupidez.

Bueno no es necesario decir que para este punto el Hanagaki ya estaba hasta moqueando, pero realmente no hay que culparlo no, la culpa es de Mikey y sus malignas intenciones.

— ¿Mejor noticia?, Takemichi no llores, no tengo pañuelos ahora mismo - rogó, su alfa parecía molesto mientras revoloteaba y gruñia en su contra - No entiendo - parecía frustrado, pobre muchacho - Solo dijiste que tendrías un bebé y yo te pregunte por su padre y - inmediatamente se callo, mirando sorprendido al pelinegro de lindos ojos ahora algo rojos por su gran llanto.

Bingo, maldito Mikey.

Mikey, pobre Mikey. Ahora mismo lo único que deseaba era salir corriendo; no podía ser posible, era imposible que Takemichi estuviera esperando un hijo, su hijo, estaba completamente seguro que los estúpidos condones estaban bien. Sus ojos negros ahora estaban algo apagados, pensando en todo lo que pasaba aunque el pelinegro no vio esto.

Al contrario a lo que se veía en Mikey, Takemichi agradeció al cielo al creer que alfa ya había caído en cuenta.

— ¿Qué opinas? Yo quería decírtelo, esto es de ambos y pese que al inicio no quise yo realmente ahora deseo tenerlo, Mikey - reveló con un pequeño sonrojo en sus suaves mejillas, sin notar el revuelo en el Sano.

Por la mente del rubio pasó un tipo de raro recuerdo; en el se veía una vieja y sinceramente fea casa, de la cual salía un Takemichi con una expresión cansada mientras cargaba un pequeño bebé pelinegro con un mandil color crema puesto. Quisiera decir que eso fue todo sin embargo tras aquel Takemichi vinieron otros 3 mocosos de cabellos rubios y algo mal cortados, con sus caras llenas de baba o ¿mocos?, llamándolo "¡Papá!" mientras corrían hacia el, Dios mio.

— ¿Mikey? - susurro el omega al no verlo reaccionar,  el chico se alejo de él con una expresión tan asustada que le preocupo aún más.

— ¡Ahhh! ¡No quiero, no! - grito con miedo, alejándose completamente de su novio para después abrir la puerta del cuarto de este y salir corriendo de aquel lugar.

Con miedo salto las escaleras, topandose al final de estas a la madre del Hanagaki quien portaba un mandil rosado y detrás de ella estaba Keisuke con chocolate en la mayoría de su cara mientras intentaba embarrar a su padre.

— Manjiro - lo llamó, sus orbes miraron la expresión algo cansada pero feliz de la beta, tan igual a la de su novio en aquel recuerdo.

— ¡No! - horrorizado comparó ambas imágenes y sin más huyó de aquella casa.

Dejando solo al que se convirtió en su omega, subió a su motocicleta y sin mirar atrás conducio hasta su casa. Takemichi por su ventana vio como su novio huía con terror de él, su corazón se rompió.

— El se fue, Mikey - susurro, rompiendo cualquier tipo de sueño con aquel tonto alfa - Esta bien, eso está bien - intento sonreír - Estoy bien.

Un pequeño sollozo salió de sus labios, sollozo que después se intensificó al igual que las saladas lágrimas que caían y resvalaban por sus mejillas. Su pecho dolia mucho, podía sentir como si algo lo aplastara, podía sentir por primera vez el rechazo de su alfa.

— ¡Mikey! - chillo molesta la Sano menor al verlo lanzarce hacia su novio tras estampar su moto en el suelo.

El mayor la ignoro y solo abrazo el cuerpo de su mejor amigo, quien molesto quiso quitarse al empalagoso alfa o bien así era hasta que olfateo el aroma lastimero de este.

— ¡Suelta a Ken, Mikey! - ordenó, su estúpido hermano volvía a interrumpir su cita - ¡Tu tienes a Takemichi, vete con el!

— ¡No! - enterró su rostro en el pecho del Ryuguji - ¡No quiero, ellos están llenos de baba!

— ¡Ehh! Takemichi no esta lleno de baba - Emma se relajo un poco, aunque la molestia burbujeaba en su cuerpo - Baji-kun no lose, lo más probable, pero Take no.

Sus brazos tomaron la mano de su medio hermano, para luego tirar de esta con el fin de quitarlo y seguir con su primera cita después de tantos meses. No obstante no logro su fin, no cuando el tatuado tomó su mano y la separó de Mikey, deteniendo su misión.

— No, Emma - susurro el novio de la beta, la cual frunció su ceño de nuevo al ver como Ken (aun con Mikey encima) colocaba una cobija encima de él (tapando a Mikey)

De nuevo parecía proteger a Mikey, de nuevo lo interponia.

Indignada Emma abrió sus brillosos labios mientras parecía bufar como toro. Ken suspiro cansado, de nuevo debía de liderar con esto. Sabía que tiempo atrás había dicho que no ayudaría al Sano pero vamos, que olía a quererse morir obvio iba a preocuparse un poco (demasiado)

— Me largo, quedate con Mikey - dijo levantándose y caminando hacia la salida, esperando que su novio fuera tras ella aunque bueno ella esperaba demasiado de aquel alfa.

Demasiado, una lastima.

La casa se quedó en un tortuoso silencio, Draken miraba la película en pausa, viendo el final de esta; el funeral de ambos chicos que aunque nunca lo dijeron era claro que se amaban, joder claro que si.

— Mikey - lo movió, quitándoselo de encima - Emma me golpeara por tu estúpida culpa - el alfa más pequeño asintió, mirando el cabello rubio de su amigo - Aunque no importa - no quería preocupar más al Sano, ya parecia bastante maleado - ¿Qué mierda te pasa? ¿Hablaste con Takemitchy?

La cabeza de Mikey bajó ante la mención de su novio, Draken alzo una de sus cejas mirando con duda al Sano. Dejando salir un suspiro decidió darle tiempo y tener paciencia.

10 minutos después, suficiente

— ¡Carajo, Mikey! ¿Qué te pasa? - su paciencia no era mucha para ser sinceros.

— No me grites - rogó, levantándo su mirada para coincidirla con la del alfa.

— ¡Entonces habla, estoy esperando como idiota que hables y solo te quedas callado, maldito!

— Mitchy esta en cinta, tiene 4 meses - soltó de la nada, en cuanto Ken dejó de gritar.

Silencio, un muy incómodo silencio.

— ¡¿Qué?! - grito, levantandose y tomando de los hombros a su amigo - ¡¿Qué?!

— ¡No me grites, imbecil! - se quejo el menor, intentando quitar las manos de aquel tosco alfa.

— ¡Estúpido! - insulto - ¿Cómo es eso posible?

A este paso parecía que el Ryuguji era el padre de ese niño en ves de Mikey, quien no expresaba mucho la preocupación que sentía.

Draken bufo y se volvió a sentar, tomando su cabeza entre sus manos con frustración. Mikey a su lado estaba sentado derecho y miraba al alfa con miedo. Parecía una escena de un padre decepcionado de la vida y su hijo esperando alguna orden para no cagarla más.

Aunque en el caso de Mikey era imposible cagarla más.

El tatuado pensó, y pensó; ahora todo tenía sentido, la necesidad de Takemichi de estar cerca del Sano, la ida al hospital, la negación de ambos padres sobre ver al Hanagaki.

— Creí que lo sabias - habló Mikey, Draken lo miró - Viniendo de un burdel y habiendote acostado con mi hermana crei que era obvio, Ken-chin.

Un golpe, bueno dos golpes; fueron los que sintió Mikey en su cabeza, Draken esperaba que con esos putazos la masa gris del Sano se hubiera acomodado. Aunque existía la posibilidad de que hubiera pasado lo contrario.

— Estúpido - volvió a insultar, sus mejillas estaban rojizas ante aquella insinuación - Jamás me e acostado con Emma - informó - ¡Ba! Eso no importa, acá lo que importa es resolver tu irresponsabilidad.

— No mientas para convivir, Ken-chin - el mencionado lo miró con ganas de asesinarlo - No podemos - dijo de inmediato - El quiere tenerlo.

— No me refería a eso - dijo con obviedad - Me refiero que te harás cargo - se levantó del sillón y lo miró - Ahora vamos, no entiendo porque estas aquí cuando deberías estar lamiendole los zapatos a Yuu-San.

De inmediato llegó aquel recuerdo aunque sería más como "profesia"; su rostro se transformó en miedo puro, cosa que Ken ignoro.

— No - hizo un puchero - No voy a ir, no quiero.

— ¡¿Ah?!

— No quiero un hijo - confesó con miedo - No quiero un niño lleno de mocos y lagañas venir hacia mi, que asco.

El ceño del más alto se relajo, viendo como el "Invencible Mikey" se hacía bolita en el sillón mientras sus ojos negros expresaban miedo. Sonrió de lado.

— ¿Te da miedo la baba? - se burló al ver al alfa temblar.

— Solo si viene en niños rubios y cabello mal cortado - murmuró, confundiendo al tatuado.

— ¿Qué? - rodó sus ojos - Levántate Mikey, tienes que volver y enfrentar.

— ¡No! - grito, levantándose sin mirar a su mejor amigo - No quiero.

— ¡Mikey!

— ¡Sueltame mamá! - exclamó, limpiando con una servilleta el chocolate en su rostro.

Un bufido se escucho a su espalda, seguido de que el chico sintiera como su camisa dejaba de ser tironeada. Valiendo mierda.

— ¡Keisuke! - grito molesta - No te metas, creí que este tema había quedado resuelto la semana pasada.

— No, bueno si - entrecerro sus ojos avellana - Solo prometí no meterme respecto a que Take le dijera al estúpido de Mikey.

— Mientes - sus manos se colocaron en su cintura - Prometiste no meterte en nada respecto al embarazo de Michi, ahora callate y relajate - ordenó - Se como tu padre, miralo, está tranquilo.

Ambos voltearon hacia la cocina, topando con el "patriarca" de aquella casa; quien muy tranquilo afilaba su mejor cuchillo, especializado en hacer cortes que sin alardear te cortarian una extremidad.

— Si muy tranquilo - comentó con ironía - Tanto que está afilando el mejor cuchillo de la casa mientras susurra el nombre de - miró a su padre.

— Manjiro - susurro Yuu, viendo de reojo el cuerpo dormido de su hijo menor, quien poseia lágrimas secas en sus mejillas y sus ojos algo hinchados.

— Ves - apuntó el alfa - Hasta el ansía golpear a Mikey - dijo - Mamá, se comportó cómo un imbecil, ¿Cree que dejar un mocoso y largarse esta bien?

— No pero no conocemos las razones por las que Mikey huyó - comentó, recordando como aquel chiquillo corrió antes de que ellos escucharán a su hijo llorar.

— Natsu - nombró Yuu, dejando salir un suspiro y soltando aquel cuchillo - Yo no quería que esto pasara - esas palabras bastaron para que los ojos azules de la beta se abrieron de sorpresa.

— No - murmuró de inmediato - Yuu, hay que darle otra oportunidad, todo ser humano se asusta a la hora de ser padre - el hombre negó - No quiero que el sufra si lo alejas de Sano.

— Entiendo que todo padre se asusta, sin embargo no sólo ignoro el lazo si no que también su aroma - refutó, la mujer se sintió desesperar.

— Yuu, entiende esto no es nuestra decisión - rogó, a sabiendas que si aquel estúpido alfa decidía algo así seria - Takemichi decide si querer a Mikey en su vida.

— Mamá, no

— Jamás me gustó del todo esta relación, creo que es la oportunidad perfecta - confesó, ignorando a su esposa; y era verdad, el alfa jamás apoyo aquella unión de buena manera; siempre fue a base de pellizcos de su mujer - Desde ahora será nuestra responsabilidad aquel bebé, económicamente ayudaremos en todo, lo último que necesitamos es que Takemichi deje de estudiar.

Un bufido se escucho de parte de la mujer, se negaba a que Takemichi no hablaran con Mikey. Sin notarlo quería que su hijo repitiera las mismas acciones que ella en el pasado.

— Esta bien - se dio por vencida, bueno por el momento. El mayor sonrió seguido de asentir y seguir afilando su preciosa arma que le fue vendida por un par de hombres de dudosa higiene a las 3 de la mañana en un viejo callejón.

Sin saberlo aquella conversación habia sido escuchada por el menor de la familia, quien a pesar de no querer lo que su familia decidía se resignó a no protestar, no ahora que sentía aquel dolor en su corazón. Por el momento aceptaría, se resignaria ;mientras se hunde y relaja en su sueño, todo estaría bien.





Hola hola

¿Cómo andan? Yo pues maso, estuve algo mal (razón por la que no publique o escribí) por la reciente vacuna que se me fue puesta.

Espero y les haya gustado el capitulo, quise poner algo que todo padre siente, y es el miedo al futuro, no iba a poner que lo aceptaba luego luego, ¿porque? El niño ta chiquito y de paso medio despistado, no hay que precionar.

No se preocupen, el bebé nacerá, Mikey y Take se amarán y así. Quiero un fic bonito y que no me robe estabilidad como los que suelo leer.

Otra cosa seria el DrakEmma, chan chan, tengo dudas y más dudas. Siento que serían una hermosa pareja pero la constante interrupción de Mikey mataría cualquier llamita al paso del tiempo.

Cosa que plasmare aquí, por el momento no hay que de preocuparse todo estará bien.

Sin mas que decir, voten y comenten para así me den ganas de escribir el siguiente y saber que les gusta lo que leen.

🍼—HASTA EL CAPITULO 08 —🍼

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro