𝕯𝗜𝗔 𝗢𝗡𝗖𝗘 ; Como Eva en el paraíso sin Adán

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⚠️ANUNCIO IMPORTANTE⚠️

¡Ohayo! ¿cómo están, humanos del infierno? Espero que no me hayan olvidado, ojo jajajaja (entra épicamente).

Aquí estoy devuelta con el Día 11 después de... ¿Cuatro meses? Les pido perdón por eso, pero antes de comenzar con la lectura, les vengo a explicar todo con lujo de detalles, claro resumiendo todo.

Cabe aclarar que en lo personal siempre me esfuerzo por actualizar, durante el anuncio que les dí en una semana, les comenté que tenía mis motivos y esos eran traer mejor contenido. Sin embargo, a partir de ese momento comencé a tener más ocupaciones y tuve poco tiempo para dedicarle a mi lectura y escritura; pero, a pesar de todo, llegué a escribir hasta seis borradores de este día (agregando que este anuncio tiene como tres borradores).

Y como soy una masoquista de mierda, me agregué otras cosas más, pero eso es para otro día. Bueno, yendo al caso, me dió demasiado bloqueo de escritor y mi cabeza era un desierto para generar ideas. No obstante, después de elegir hacer algo especial este OS (sexto borrador, que casi ni publico) tres amigas mías que aprecio mucho me dieron un empujoncito con las ideas, la trama, el omegaverse, y sobre todo, el bello drama, porque sí, aquí nos gusta el drama.

Este día lo llevo planeando desde mucho, todo fue hecho con mucha antelación, y como ven, no terminaré esto este año. Pero vale madres, lo importante es terminar el libro.

En resumen, después de 4 meses, puedo traer algo presentable, y además, me aguanté ganas de cancelar esto, porque hasta se me pasó por la mente.

Y bueno, dejando temas aburridos ¡disfruten la lectura!

Nota: El separador fue hecho en agosto, y debido a lo viejo me dió flojera cambiarlo. Además, el separador indica a quien le iba a hacer la dedicatoria, sin embargo, esa persona cambió de usuario y ni puta idea de quién es, así que si alguien sabe, por favor, díganme.

Estuve sospechando que tal vez se trata de peachymoooon, si eres tú, confirma :3

***

AU escolar
Los personajes cuentan con 18 años.
Después tanto tiempo actualicé.
Personajes extras: Akane, Yuki, Seishiro, Sakurai.
Omegaverse.
Fallas ortográficas.

⚠️

DATOS EXTRAS E IMPORTANTES:

CASTAS:

Sabito: Alfa dominante (A/D)
Giyuu: Omega dominante (O/D)
Yuki: Alfa común (A/C)
Seishiro: Alfa común (A/C)
Sakurai: Alfa común (A/C)

Advertencia: Es mi primera vez escribiendo omegaverse, así que no será lo más profesional, pero hago lo que puedo e intentaré hacerlo bien.

Wastin' all my time with you
No, I can never stop
Wastin' all my time with you
I feel over when I don't see you

-Two Feet; Back Of My Mind

Durante un día como este, Lunes, Giyuu solo puede lograr pensar en algo: Además de tóxico, es un idiota celoso y posesivo.

¿A qué clase de omega descerebrado se le ocurriría asistir a un campamento escolar estando a tan solo unos días de su celo? Sí, solo a Giyuu.

-Mira, aquí están algunas pastillas para bajar la fiebre. -su maestra, una alfa, le deja la tableta sobre la mesa.

-Gracias... -murmura el omega con su suave tono de voz, haciendo que la mujer se sienta mal por verlo en ese estado. Supone que no tuvo que haberlo obligado a meterse en un lago a las 4 de la mañana.

¿Y si muere de una hipotermia? No desea ni pensarlo.

-Caramba, no sé que haré contigo, Giyuu. -masculla la alfa y coloca sus dedos en el puente de su nariz, pensando en una posible solución para que Giyuu no se quede solo en la cabaña y no muera en el intento.

-Maestra, se nos hará más tarde si no nos vamos ahora mismo. -Shinobu, una omega, aparece entrando con su uniforme escolar por la puerta principal.

-¡Mierda! -la alfa cubre su boca con rapidez al darse cuenta de lo que ha dicho.

Giyuu intenta reír pero termina tosiendo.

-Te ves del asco, Giyuu. -Shinobu intenta dar un paso en dirección a su mejor amigo, pero es detenida por la maestra.

-No puedes acercarte, también te puede dar gripe. -advierte la mujer y Shinobu hace un puchero.

El cargo de conciencia comienza a martillar en Giyuu al ver la escena, Shinobu se ve muy preocupada por él, ajena a la situación por la que realmente está pasando.

Tal vez... Aprovecharse de que se metió en un lago a las 4 de la mañana le sirvió como excusa para fingir tener gripe, cuando, en realidad, esos síntomas significan que su celo está en pleno proceso de entrada épica, fue un buen plan por su parte.

Está deseando con ansias que todos se vayan.

-No importa, Shino... -Giyuu deja salir un estornudo.

-Santa madre, se nos acaba el tiempo y no podemos llevarte a urgencias. -la maestra está cada vez más alterada.

-No se preocupe, Akane, estaré bien. No voy a morir solo por estar unas horas sin nadie a mis alrededores -Giyuu intenta calmar a la alfa-. Pueden marcharse tranquilos.

Aunque él sabe más que cualquiera que si podría morir si su maestra lo llega a atrapar en la mentira.

Los ojos verdes como la esmeralda de la maestra lo miran fijamente, examinandolo.

-¿Prometes no morir? -cuestiona.

-Es una promesa. -susurra Giyuu con una pequeña sonrisa.

-¡¿Nos vamos ya?! -el grito de Kaigaku, otro omega de su curso, los hace estremecerse. A pesar de su rango, su personalidad es demasiado prepotente y altiva para el gusto de todos, razón por la cuál casi la mayoría de alumnos en la academia lo odian.

-¡Ya salgo! -grita la alfa y se acomoda la gorra-. Cuídate mucho ¿sí? No quiero ir a la cárcel.

El omega asiente.

-Más te vale no morir. -advierte Shinobu y Giyuu vuelve a asentir.

-Adiós, Giyuu, y vámonos Kochō. -la alfa agarra la mano de la menor y la lleva a rastras hasta la puerta.

Con una última mirada hacia el omega que yace acostado en el sofá, con sus mejillas y frente rojas por la fiebre, agregando un pañuelo y dos cobijas encima, se despide por tercera vez y sale cerrando la puerta.

Giyuu deja salir un suspiro aliviado al ver la puerta cerrada, justo a tiempo.

-¡Ya estoy aquí!

-Maestra, creímos que no volvería. -comenta Tanjiro- ¿Giyuu está bien?

La alfa hace una mueca.

-Creemos que aún no muere. -Shinobu responde por ella.

Tanjiro y los demás pueden relajarse, estaban un poco preocupados por la salud de Giyuu. Considerablemente, salir a ducharse a las 4 de la mañana no es una opción muy sensata que tomaría una persona con su cerebro en funcionamiento.

-Creí que me quedaría sin cuñado. -murmura Makomo y Sabito pone sus ojos en blanco.

-¿Puedes dejar de molestar con eso? -pregunta él, irritado.

La alfa niega con una sonrisa. -No, además ¿no deberías de estar preguntando por Giyuu?

Sabito arquea una ceja. Hace dos horas estaba muerto de nervios al ver el estado afiebrado de su omega cuando todos se levantaron, la maestra lo obligó a salir de la cabaña para que no hiciera nada estúpido, y finalmente, estando afuera, casi le da un ataque de pánico al no tener noticias de Giyuu.

Pudo calmarse más tarde.

-Lo ví y estoy seguro de que mi amado Giyuu estará bien. -contesta el alfa y se cruza de brazos. Aunque diga lo que quiera, debe de admitir que todavía su consciencia está intranquila.

-Ajá. -se limita a decir Makomo y eleva su vista hacia donde se encuentra la maestra.

-¿Y qué tal si en vez de hablar de mi precioso omega, no charlamos acerca de la insoportable estúpida, digo, "preciosa" omega tuya? -pregunta el alfa con ironía.

-¡Sabito! Más respeto hacia Shinobu. -le reprocha la chica y el mencionado ríe.

En susurros, la maestra termina de contar a todos sus estudiantes, asegurándose de que no falte ninguno. Cuando está lo suficiente segura, se acerca hacia ellos y les ordena hacer una fila antes de partir.

-Bien, ya podemos irnos. -dice la alfa, agarrando su mochila.

En el caso de Yuki, el peor plan que pudo haber seguido fue el de sus dos amigos Sakurai y Seishiro, básicamente lo obligaron a ir con ellos a una "supuesta" hora de diversión, cuando, en realidad, lo llevaron solo para que se aburriera más de lo que ya estaba.

-¿Y bien? -cuestiona hacia los dos alfas.

-Tenemos que ingresar, no quiero venir para nada. -menciona Seishiro.

-Tiene razón, aunque será difícil -Sakurai analiza los alrededores-. Conozco un buen lugar para ingresar, lo he hecho antes. Solo espero que no lo hayan descubierto aún.

Yuki arquea una ceja.

-¿Entonces no es la primera vez que vienes a espiar a las chicas y chicos omegas? -pregunta incrédulo.

-Ja, ni loco me metería en un lugar que no conozco, es un riesgo muy grande que no me gustaría correr. Sin embargo, este lugar lo conozco como la palma de mi mano. -bufa Sakurai.

-Y no es la primera vez, ya he venido con él y ufff, lo más seguro es que disfrutemos la vista. -Seishiro se sienta junto a Yuki en el capó delantero del auto.

-Si ustedes lo prometen, bien. -el alfa sonríe.

Sus piernas tiemblan. Siente como si lubricante se resbala por sus muslos mientras que sus dedos siguen penetrando aquella zona sin parar.

Es una mierda masturbarse con los dedos, porque no puede satisfacerse tanto como lo desea. Giyuu sabe a la perfección que necesita algo más grande, algo que se acople a la perfección en su interior; sin embargo, siquiera se detuvo a pensar en traer un vibrador o un dildo, por lo que es aún peor.

-Mmm... A-alfa... -gimotea, necesita de Sabito, quiere que su alfa esté aquí ayudándolo.

El solo hecho de imaginarlo follandolo hace que su entrada se moje aún más y se sienta cada vez más sofocado por su excitación. El calor en su cuerpo aumenta considerablemente por cada segundo que pasa, siendo más insoportable.

Su olor a menta se esparce por toda la cabaña, y el omega comienza sentir desesperación mientras aumenta el ritmo con sus dedos. No se puede complacer por más que quiera.

Giyuu deja salir un gruñido de enojo y se sienta con cuidado en el suelo, sin poder reprimir un gemido por la fricción y el frío del piso de madera.

Odia esto, se odia así mismo por actuar de una forma tan idiota e irresponsable. Cuando sus padres se enteren, lo más seguro es que lo reprendan y no quiere eso.

-Sabes cagarla bien, Tomioka. -murmura para si mismo.

Para Sabito, fue peor de lo que pensaba, a pesar de saber que Giyuu no morirá por un simple resfriado, su consciencia no puede estar en paz.

-¡Santa mierda! -grita Uzui al ver una serpiente alrededor de una rama en un árbol.

-¡No digas groserías cabeza de idiota! -lo reprende Sanemi, dándole un golpe en la espalda- Es una simple serpiente, imbécil.

-Cállense, por favor. -susurra la maestra, agarrando el mapa con estrés ¿qué ruta debían seguir?

Sabito mira con aburrimiento el paisaje, además de tener su consciencia intranquila, tiene ganas de mandar todo a la mierda y correr de nuevo hacia las cabañas para darle mimos a su omega.

Sabe como es Giyuu cuando se enferma.

-No los soporto. -murmura Shinobu, mientras revisa su rostro en el pequeño espejo con forma de mariposa que tenía guardado en su bolsillo.

-Cariño, ya sabemos cómo son. -Makomo pone su brazo sobre los hombros de la omega.

-Tú presencia lo hace menos tedioso, Makomo. -Shinobu le sonríe a su alfa.

Por su parte, Sabito pone los ojos en blanco, ellas siempre han sido el tipo de pareja empalagosa de la academia, se besan en todas partes, se toman selfies, se dedican estados por WhatsApp, y además, cuando discuten, colocan frases diciendo que odian la vida.

¿Porqué tuvo que tener una hermana como ella?

-Hermano, no hagas esas muecas sabiendo que eres peor estando con Giyuu, podríamos hacer un competencia de quién le da más mimos a quién. -bufa Makomo, mirando a su hermano menor.

Sabito no contesta nada, tiene razón.

-Tengo hambre. -la voz de Muichiro se escucha.

-Yo también. -Nezuko se queja y Tanjiro se gira para verla y entregarle un sándwich.

-Come, hermana. -le sonríe el omega.

-Oh no, no te quedarás sin comer, mi sol. -su alfa, Kyojuro, saca su tupper y se lo entrega al pelirrojo, que se sonroja.

-G-gracias...

-¡¿Y tú qué comerás?! -Uzui da zancadas hacia el rubio sin importarle tropezar con una raíz.

-Bueno pues... -no termina de hablar cuando a su nariz le llega el olor a Salmón salteado.

-¡Tengen! Nos diste hambre a todos. -se queja Zenitsu.

-Opino lo que dijo mi hermano. -opima Kaigaku, sacando su tupper de la mochila de Zenitsu.

-¡Bien, tomaremos un descanso y seguiremos! -la maestra se sienta en un piedra y suspira, todo es más complicado de lo que pensó.

Todos buscaron un lugar donde sentarse y comenzar a comer, antes de salir, no desayunaron debido a que la maestra los sacó a escobazos de la cabaña.

-¿Quieres? -Sanemi extiende su tupper hacia Kanae.

-¿Porqué...?

-No trajiste nada. -menciona el albino.

-Gracias... -murmura la beta con una leve sonrisa, hoy no alcanzó a empacar sus alimentos debido a que salió de la cabaña sin nada más que su mochila y lo que empacó la noche anterior.

Sabito se remueve inquieto bajo la sombra de los árboles, Makomo lo nota, agarra su hombro y le sonríe como una madre comprensiva.

-Ve y dile que quieres cuidarlo. -menciona la alfa.

-¿Q-qué? ¿de qué mierda me hablas? -Sabito aparta la mirada y su hermana mayor ríe.

-Bueno, estás que te devuelves para saber cómo va Giyuu, no creo que Akane se enoje, además, le ahorrarás un dolor de cabeza. -Makomo se encoge de hombros.

-¿Lo notaste?

-Cariño, no somos hermanos de sangre pero te conozco desde que éramos unos bebés. -la alfa sonríe con eficiencia y Sabito gruñe.

-¡Bien, ya entendí! -masculla Sabito y da pasos hacia la maestra, que sigue sentada en la piedra mientras come.

-¿Mmm? ¿Urokodaki? ¿Que te trae por aquí? -la maestra limpia su boca de posibles restos de comida y Sabito le sonríe nervioso- Si es por tu novio no te preocupes, estará bien.

El alfa muerde su labio inferior. -Es que, ese es el tema, no creo que esté bien, yo lo conozco muy bien, y cuando se enferma él prefiere morirse -lleva una mano a su nuca bajo la atenta mirada esmeralda de la maestra-. No quiero que le pase nada, yo...

-Está bien, de hecho me haces un gran favor con ir a cuidarlo, comprenderás que quiero irme corriendo hacia allá e impedir que muera, pero como tú te harás cargo, puedo estar tranquila. -la alfa le sonríe a su estudiante.

-¿Enserio? ¡Gracias! -agradece Sabito, no puede esperar a tener a Giyuu frente a él para darle tantos mimos y besos como pueda, así se enferme él también.

Extraña mucho a su amado omega.

Su camisa se encuentra absolutamente destrozada en el suelo, siendo la única prenda de vestir que lograba cubrirlo minutos antes, el omega ahora está totalmente desnudo y tirado en el piso. El corto cabello negro de su flequillo está pegado a su frente debido al sudor, mientras que su rostro está más rojo que nunca.

En su vida, este es y será el peor celo por el que ha pasado. Al menos, estando en casa, su madre podría mimarlo al igual que su hermana para que se calme, pero no las tiene a su lado, y siente que morirá si no recibe atención muy pronto.

Giyuu se revuelca en el piso, el calor desesperante que siente en su entrada se está volviendo una tortura. Y, para colmo, su lubricante natural no deja de salir en ningún momento, haciéndolo peor.

-Sabito... Te necesito. -susurra entre dientes, abriendo sus piernas, mirando su miembro erecto, que al igual que sus pezones y entrada, exigen atención.

Intenta calmarse, cerrando sus ojos e ignorando la molestia que provoca su horrendo celo, pero lo único que logra es fantasear con su alfa desnudo y sobre él mientras lo folla sin parar; ya, fue suficiente, Giyuu lleva su mano a sus cabellos y tira de ellos con desesperación, desea llorar.

-¿Porqué a mi? -se pregunta e intenta lanzar una patada al aire.

-No sabía que existía ese agujero. -menciona Yuki, evidentemente sorprendido.

-Bueno, pues ya lo sabes. -bufa Sakurai y sacude su pantalón del polvo.

Seishiro mira a sus alrededores, aún les falta caminar para llegar directamente hacia las cabañas. Espera que no los descubran, podrían llevarse un buen problema.

-Ahora caminemos, nos falta poco. -continúa Sakurai.

Yuki le da un golpe al hombro de Seishiro y ambos alfas ríen con picardía antes de seguir a Sakurai por un sendero que, al parecer, conlleva hacia el campamento escolar del cual no dieron muchos detalles.

Para su sorpresa, al llegar y estar frente al lugar, no hay absolutamente nadie. Ni siquiera un mínimo sonido, a excepción de algo: Un agradable olor a menta.

-¿Huelen eso? -cuestiona Seishiro, olfateando las feromonas de omega, probablemente en celo.

-¿Te refieres al aroma de omega en celo? -Sakurai responde con otra pregunta.

Yuki los mira atentamente, sin embargo, va perdiéndose en el aroma dulzón que los rodea; sus manos van hacia los hombros de sus amigos y les sonríe a los alfas.

-Creo que después de todo, si tendremos mucha diversión. -menciona, con una sonrisa llena de malicia.

Giyuu eleva su mirada hacia la puerta al olfetear feromonas de alfas. Por primera vez, estas le parecen desagradables y tiene que aguantar el impulso de hacer una mueca de asco.

Lo próximo que escucha es el estruendo de la puerta volando en pedazos. El miedo comienza a apoderarse de su cuerpo, porque aunque tiene la fuerza suficiente para defenderse al ser un omega dominante, durante su celo no puede hacer mucho, es inútil intentar defenderse.

-Oh, miren, que bello omega.

Giyuu siente repulsión ante el comentario y da un paso hacia atrás.

-Shhh, nadie te escuchará. -bufa uno de los tres alfas y Giyuu intenta salir corriendo.

-No irás a ninguna parte. -gruñe otro alfa y lo agarra con fuerza del brazo, haciendo que, voluntariamente, Giyuu deje salir su llamado de omega.

Corre tan rápido como sus pies le permiten. Hace dos segundos estaba completamente calmado e incluso emocionado por ver a Giyuu. No obstante, al escuchar su llamado, tuvo que apurar el paso, ya que normalmente, su omega no suele usarlo debido a que tiene la fuerza para protegerse así mismo.

Y esa razón es suficiente para preocuparse mucho por Giyuu. Algo muy grave debe de estar ocurriendo como para que llegue a llamarlo de esa forma.

Intenta no resbalar con el barro y tropezar con raíces de los grandes árboles mientras se abre paso entre las hojas de los árboles. Quiere pensar que nada malo está sucediendo, pero sabe que es mentira, así que no debe de engañarse así mismo.

Un poco de alivio surca su cuerpo al ver las cabañas frente a él, pero ese pequeño fragmento de segundo es roto de inmediato al olfatear el aroma dulzón a menta de su omega junto a otros aromas desconocidos para él.

De inmediato, corre hacia la cabaña donde hace unas horas todos dejaron a Giyuu descansando de su "supuesta gripe", porque ahora todas las piezas comienzan a conectarse entre si, y juntos ellas, la verdad de lo que realmente tenía Giyuu.

Al llegar y con la furia pasando por sus venas como si de sangre se tratara, Sabito sube a zancadas las escaleras, encontrando algo mucho peor de lo que pudo imaginar: Tres alfas estaban apunto de manosear a su omega mientras lo veían con morbosidad.

-Dejen, a MI omega. -Sabito usa su voz de mando, dejando paralizados a los demás.

Sakurai no lo vió venir, después de todo, el llamado que usó el omega hace unos minutos si funcionó después de todo.

De inmediato, las manos de los tres alfas dejan de sostener el cuerpo de Giyuu, quién puede respirar aliviado al escuchar la voz de su alfa. Sin embargo, su alivio no dura mucho al ver el rostro lleno de furia de Sabito.

Aquellos ojos violetas que tanto le gustan, cambiaron a un drástico color ámbar. En su boca, se alcanzan a asomar sus caninos mientras que sus puños están apretados con fuerza.

-Giyuu, ven aquí, ahora. -exije el alfa dominante usando su voz de mando y con su ceño fruncido.

Giyuu lo mira con miedo y excitación al mismo tiempo, por instinto su entrada se moja aún más al escuchar la voz de su alfa, y aunque sepa que no significa nada bueno cuando la usa fuera del sexo, eso no evita que su cuerpo se caliente. Además, sigue sensible.

-Y-yo... -balbucea dando un paso hacia Sabito.

-Oh no, no irás a ninguna parte -Seishiro intenta tomar el brazo del omega.

-Quédense ahí o los mato -Sabito vuelve a usar su voz de mando por tercera vez, y los tres alfas se quedan inmóviles en su lugar, de nuevo.

-¿Es un alfa dominante? -pregunta Seishiro en un susurro.

-Y-yo creo que sí. -balbucea Yuki, anteriormente, nunca se toparon con uno.

-Giyuu ¿qué esperas? -pregunta Sabito, impaciente.

El omega baja la cabeza y da pasos lentos hacia Sabito, su cuerpo sigue desnudo, e intenta cubrirse con sus bonitas manos para evitar ser visto con morbosidad por los tres alfas que están atrás suyo.

Sabito parece notarlo, por lo que agarra su brazo y lo atrae hacia él con fuerza, pegando su cabeza contra su pecho. Giyuu gime por lo bajo al olfatear el aroma a sándalo que posee su alfa, e instintivamente se aferra a él, buscando sentir mucho más ese aroma que lo está volviendo loco, haciéndole olvidar lo que pasó segundos antes

Al tener a su omega entre sus brazos, Sabito puede calmarse un poco.

-¿Qué mierda pretendían hacerle? -cuestiona Sabito hacia los tres alfas, aún con ira.

Ellos tiemblan un poco y Yuki le da un golpe en el hombro a Seishiro para que hable.

-Nosotros, bueno...

-No hablen más -ordena Sabito y de inmediato Seishiro cierra su boca-. Espero no volver a verlos aquí después de esto. -gruñe.

Después de lo dicho, por un momento, Sabito cierra sus ojos ante las feromonas dulces que produce el omega. Huelen mucho mejor de lo que llegó a imaginar estando cerca.

-A-alfa... -murmura el omega, pasando sus manos por la fuerte espalda de su pareja.

-Giyuu... -Sabito suspira y vuelve a abrir sus ojos, llevando su mirada directa hacia los tres alfas, que siguen frente a ellos- ¡Fuera de mi vista! -exije con su voz de mando y de inmediato salen corriendo fuera de la cabaña.

Giyuu los observa irse y respira más relajado, pero sin lograr calmar la temperatura de su cuerpo. Parece que ya no va a sufrir más, o eso cree, no sabe que esperar con un Sabito enojado.

-¿Porqué mierda mentiste? -pregunta Sabito, dejando de abrazar a Giyuu y soltandolo.

El omega se queja al dejar de sentir los brazos de su alfa a su alrededor y da un paso hacia atrás.

-L-lo siento -articula como puede, viendo embobado a Sabito. Fue peor de lo que pensó tenerlo frente a él, lo único que su cabeza puede procesar es a ellos dos en posiciones locas y comprometedoras-. Solo no quería que...

-¡¿Qué no querías?! ¡¿No ves que casi te violan?! -Sabito se acerca a él, de nuevo, acunando su rostro con sus fuertes manos- Si te hubieran hecho algo los abría matado sin importarme una mierda.

El omega se siente un poco culpable al ver el rostro preocupado de Sabito. Nota que sus ojos y caninos volvieron a la normalidad, mostrando una de las facetas que más ama de su alfa. Sin embargo, no puede detenerse a pensar en eso.

Con sus manos, agarra el cuello de Sabito.

-S-sé que estás enojado, también que tú y yo jamás hemos pasado por una situación como esta... -murmura el omega, con las mejillas rojas y apretando sus piernas-. Pero podrás reprenderme todo lo que quieras más tarde ¿sí?

-¿Porqué...? -Sabito se ve sorprendido- O-oye, nunca te he tocado en celo y no quiero incomodarte. -el alfa intenta separarse, pero Giyuu suelta feromonas dulzonas que comienzan a nublar sus sentidos.

Quiere hacerlo, pero Giyuu anteriormente nunca lo dejó tocarlo ni un centímetro de su piel para ayudarlo ¿porqué querría cambiar de opinión ahora?

-Sabito... Ayúdame. -pide el omega en un débil susurro, mordiendo sus labios de manera seductora.

Si bien esa es la manera menos grotesca para pedirle que se lo folle sin parar durante todo el día, estaba comenzando a funcionar.

Sabito da un largo suspiro antes de mandar todo a la mierda y cortar los centímetros que lo separan de los carnosos y dulces labios de su omega

Yuki coloca sus manos en sus rodillas, intentando recuperar el aliento.

-Mierda, estoy cansado. -susurra.

-Debemos irnos, apura el paso, Yuki. -ordena Sakurai, con la respiración irregular.

-Mierda, no creí toparme con un alfa dominante. -menciona Seishiro, mirando el cielo.

-Ves, por esa razón casi nos mata. -masculla Yuki, hacia Seishiro.

-Ajá, y quién quiso acompañarme. -responde Seishiro.

-¡Me obligaron! -señala Yuki.

-Vete a la mierda, imbécil, nadie obliga a nadie si no quiere. -Seishiro se acerca al otro alfa, intentando parecer intimidante.

Yuki está apunto se lanzarle un golpe a Seishiro cuando ambos escuchan un gemido alto proveniente de las cabañas. El aroma a menta combinado con sándalo comienza a cubrir la zona.

-Carajo ¿porqué no pueden esperar a que nos vayamos? tengo ganas de devolverme. -gruñe Sakurai agarrando el puente de su nariz con molestia, comienza a tener una molestia entre sus pantalones.

-Yo también. -admite Yuki, bajando su mano.

Seishiro parece estar de acuerdo y los tres alfas se sientan en una piedra

-¿Qué haremos? Cuando él se de cuenta que estamos aquí vendrá por nosotros. -murmura Yuki.

-Lo mejor es irnos si no queremos morir. -recomienda Seishiro, intentando ignorar el dulce aroma que los rodea.

-Malditos idiotas, ahora tengo una erección. -maldice Sakurai.

-¿Acaso crees que nosotros no sentimos? -cuestiona Seishiro, indignado.

-Es obvio que nosotros también estamos calientes, pero si no nos vamos ahora...

-¡¿Y qué importa?! Podemos salir corriendo antes de que nos vea. -Sakurai se levanta, interrumpiendo a Yuki.

-¿Hacia donde vas? -preguntan ambos alfas al unísono.

-Si tengo que calmarme, lo haré bien hecho. Me importa una mierda que luego ese alfa dominante me asesine. -farfulla Sakurai y camina tan deprisa como puede hacia las cabañas.

-¡Idiota! ¿Qué pretendes? -Seishiro se levanta junto con Yuki y ambos se dirigen hacia él para detenerlo.

-Vayanse sin mí, yo que sé, solo déjenme en paz. -Sakurai da zancadas hacia un gran arbusto que puede ayudarlo a esconderse.

-¡¿Pero...?! -Yuki tapa la boca de Seishiro.

-Escucha, estamos frente a las cabañas, este aroma me tiene loco y estoy entendiendo a Sakurai. Si nos quedamos, cállate, y si nos vamos, iremos dando vuelta ahora. -susurra el alfa y Seishiro frunce su ceño.

-¿Estás loco? -murmura Seishiro.

-Solo mira, parece que disfruta lo que ve. -Yuki señala con la mirada a Sakurai, que comienza a bajar la cremallera de su pantalón.

Seishiro se queda callado, debe admitirlo, quiere aliviarse al menos un poco.

-Bien, vamos. -acepta y Yuki sonríe.

Durante el tiempo que ha llevado teniendo sexo con Sabito, nunca sintió tanto placer solo con dos simples dedos. Y es que no creyó que el celo haría que con cada mínimo movimiento que haga su alfa, se pondría demasiado cachondo.

Giyuu reprime un gemido, aferrándose como puede al respaldo del sofá. Las manos de Sabito dejaron de introducirse en él para posicionarse sobre sus caderas, mientras que con su lengua, hace un recorrido indecente desde sus rodillas, hasta sus lindos y lechosos muslos.

El alfa olfatea el dulce aroma que emana la intimidad de su omega, solo puede imaginarse lo placentero que sería probar el lubricante e introducir su lengua una y otra vez en la entrada de Giyuu, degustando el sabor y volviendo loco de placer a su pareja.

Sabito deja de lamer la cara interna de los muslos de Giyuu, para luego darle chupetones y leves mordidas, marcando la piel pálida del omega; Giyuu gime descaradamente, sus muslos son una zona erógena que su alfa sabe estimular muy bien.

Demasiado bien.

Las manos de Sabito se deslizan desde sus caderas hasta sus nalgas, dándole un apretón desvergonzado que hace contraer la entrada del omega, mientras gime necesitado. Giyuu sabe que el alfa no lo follará como quiere, porque primero se tomará la molestia de apreciar cada centímetro de su piel, y aunque le suplique, nunca cambiará de opinión. Siempre es y será de esa forma.

Giyuu lleva su mano derecha hacia su pequeño miembro, necesita tocarse y aumentar el placer, pero un gruñido por parte de Sabito lo hace detenerse.

-Tienes prohibido tocarte, solo yo te daré placer. -masculla el alfa, molesto.

-¿D-desde cuando te molesta que me masturbe? -balbucea el pelinegro.

Sabito muerde con un poco de fuerza el muslo derecho, arrebatándole un ruidoso gemido a Giyuu, y se levanta, tomando un puñado del cabello negro del omega sin lastimarlo.

-Desde que otros intentaron tocar lo que me pertenece. -Sabito acerca su rostro hacia la nuca de Giyuu, dándole una lamida que hace temblar al pelinegro de pies a cabeza.

Las caderas del alfa chocan contra el trasero desnudo de Giyuu, provocando un gemido fragoroso por parte de este al sentir la erección de Sabito entre sus glúteos. La fricción se siente demasiado deliciosa, y el omega no puede evitar moverse para sentir más de aquella sensación.

Sabito jadea al sentir el desespero de su pareja, las dulces feromonas lo están comenzando a volver loco, pero no cederá, no por ahora.

-¡Ah! -Giyuu no reprime nada cuando el alfa le da una palmada en su nalga derecha, dejando un poco de ardor en ella.

-¿Te gusta? -pregunta Sabito, con una sonrisa satisfacción al ver la reacción de su omega.

Giyuu gira su rostro, para observar fijamente la mirada ámbar del alfa. Se sorprende al mirar el cambio de ojos, pero no puede evitar sonreír con lascivia al ver el deseo de tiene su pareja por cogerselo.

-Tú sabes la respuesta. -Giyuu muerde sus labios de manera provocativa.

En el proceso, los hermosos ojos azulados del omega cambian a un color violeta, un sensual violeta que provoca un gruñido por parte del alfa.

-Joder. -masculla Sabito. Necesita marcar tanto a Giyuu para que a nadie le quede duda sobre a quién le pertenece el omega.

Sabito suelta el cabello de Giyuu y su mano va a parar a la cintura de este. El alfa toma un puñado de las nalgas del omega y se frota contra él, estimulando la entrada del pelinegro mientras que su lubricante no deja de salir, bajando incluso por las esbeltas piernas llenas de marcas hechas por Sabito.

-Ah...Ngh... Q-quiero sentirlo. -musita Giyuu en un gemido tan obsceno que Sabito no puede negarselo. Sin embargo, se aparta del omega, sacando una queja de los dulces labios de este.

Pero Sabito no lo hace esperar, baja la cremallera de su pantalón y saca su erecto miembro, pasando su mano por el, dándose estímulo así mismo; Giyuu se da vuelta, dejando de quedar en cuatro, y siente como si entrada se contrae al mirar el paisaje frente a él.

El omega lame sus labios con hambre al bajar la vista y ver el pene erecto y goteante de su alfa. Sus piernas tiemblan al imaginarlo abriéndolo mientras Sabito lo folla duro contra el sofá, o tal vez dándole una mamada.

Giyuu sabe que su alfa aún no lo follará por más que lo desee, es por eso que, aunque se muera por sentir todo el pene de Sabito tocando hasta el fondo de su interior, intentará que hacer que el alfa pierda la paciencia.

El omega se pone de rodillas, y deja salir un gemido de queja al sentir el frío de la madera.

-V-ven... -susurra Giyuu.

El alfa se queda en silencio, observando al omega de cabellos negros. Trata de pensar no solo en él y sus deseos egoístas, pero cada vez que Giyuu usa sus feromonas para atraerlo, reprime las ganas de saciarse.

Antes de dar un paso hacia su pareja, escucha un gemido lejano. De inmediato, Sabito se percata que los tres alfas que salieron corriendo hace un momento, estaban allí, observando desde afuera.

Sabito diría que le gustaría cerrar la puerta, pero esta voló en pedazos cuando ellos intentaron violar de su omega. Al recordar lo sucedido, se vuelve a enojar.

-¿Amor? -pregunta Giyuu al ver el cambio de expresión que tiene el alfa.

-No es nada. -menciona Sabito, caminando hacia Giyuu y parándose frente a él.

Si bien no quiere aún ir a matar a esos bastardos porque necesita darle atención a su omega, hará algo mucho mejor.

A lo lejos, Seishiro, Yuki y Sakurai observan como el lindo omega toma entre sus delicadas manos el miembro del alfa, abriendo su boca de par en par, listo para meterse con cuidado a su cavidad bucal el pene de novio.

Sin poder evitarlo, Yuki lleva sus manos hacia su miembro y comienza a masturbarse, observando la escena con atención. Seishiro y Sakurai hacen lo mismo, tienen envidia, ellos darían lo que fuera por ser el alfa dominante que está recibiendo toda la atención del omega.

Pero no lo son, y deben conformarse el mirar de lejos; los tres se percatan que el alfa se ha dado cuenta de su presencia debido a que los mira fijamente con una sonrisa irónica, antes de volver a mirar a su omega y tomar sus cabellos negros para acelerar el paso.

Giyuu gime por la falta de aire, pero eso no lo detiene, se siente aún más caliente de solo mirar las expresiones que hace su alfa al sentir su pene siendo abrazado por las paredes bucales del omega.

Con sus manos, masturba lo que no alcanza a introducir en su boca.

-Giyuu... Mi omega. -gime Sabito, llevando tirando hacia atrás el cabello de Giyuu, haciendo que este deje de chupar su pene.

-A-alfa... -murmura el omega, jadeando. Necesita respirar un poco antes de volver a introducir el miembro de Sabito en su boca.

Vuelven a lo mismo, pero esta vez, Sabito es quién maneja el ritmo. El aroma a sándalo se hace más fuerte, provocando miles de sensaciones en el cuerpo de Giyuu. Su lubricante no deja de salir, esta vez de una forma más exagerada.

Sus delicadas manos viajan hacia las caderas del alfa, tomando impulso y acelerando el ritmo; Sabito gime, la boca de Giyuu hace un buen trabajo complaciendolo, que al imaginar lo bueno que se siente penetrar al omega su pene se contrae dolorosamente.

Necesita follarlo.

Antes de que llegue su orgasmo, saca su miembro de la boca de su pareja, dejándolo tomar aire. Luego, se agacha a la altura de Giyuu.

-Mi Giyuu... -murmura, pasando sus dedos por el mentón del omega, donde se resbala la saliva combinada con líquido preseminal-. Levántate, date vuelta y abre tus piernas. -pide, con su voz de mando.

De inmediato y más que excitado por la orden, Giyuu se levanta, se da vuelta, dejando su trasero a la vista del alfa y abre sus piernas, justo como Sabito se lo pidió.

El alfa agarra cada pierna del pelinegro y lo hace inclinarse un poco más hacia atrás, muy cerca de su rostro; Giyuu muerde sus labios con fuerza al sentir el aliento de Sabito chocar contra su entrada, no quiere pensar en lo que está apunto de pasar.

¿Está soñando o Sabito realmente está apunto de hacerle sexo oral?

-Oye... No tienes que hacerlo. -murmura el omega.

-¿Qué te hace pensar que no quiero? -Sabito muerde el glúteo izquierdo de Giyuu- ¿No crees que pueda darte un orgasmo solo con mi lengua?

Giyuu se queda en silencio. Sus mejillas están más rojas que un tomate, no solo por la excitación y su celo, si no también por la vergüenza. Él sabe a la perfección que Sabito es muy habilidoso con su boca.

El alfa olfatea el aroma dulzón que proviene de la intimidad del omega antes de dar una lamida a la entrada y saborear el lubricante, que le parece bueno para su paladar. Giyuu gime y cierra sus ojos mientras sus manos se aferran de nuevo al respaldo del sofá con fuerza.

Sabito da de nuevo otra lamida, probando de nuevo el dulce sabor del lubricante de su omega. Luego, su agarre en las piernas de Giyuu se hace más fuerte cuando, sin vacilar, su lengua se hunde en la cálida entrada.

-S-Sabit... Mmm... Ahhh... -Giyuu intenta reprochar, pero no lo logra. Sus ojos se abren de golpe y su entrada se contrae ante la placentera sensación.

El alfa succiona sin piedad, provocando que Giyuu arqueé su espalda y vuelva gemir sin parar, mientras su lengua explora el interior con dedicación; Sabito mueve su cabeza de atrás hacia delante, embistiendo con su boca el interior apretado de Giyuu.

De vez en cuando da breves lamidas antes de sumergir su lengua y moverla de tal forma que vuelva loco de placer a su omega, que cada vez le exije más, aunque no lo diga.

Giyuu intenta llevar una mano hacia sus pezones, pero recibe una nalgada por parte de Sabito que lo hace entender que aún no puede tocarse el mismo. Pero olvida eso cuando Sabito acelera el ritmo y mueve en círculos su cabeza, haciendo que el cuerpo de Giyuu haga corto circuito y sufra un orgasmo.

Sabito no deja de succionar y beberse todo el jugoso fluido que expulsa el omega al correrse, alargando el orgasmo del mismo.

Cuando Giyuu a terminado, Sabito separa su boca y saborea sus labios con hambre, la escencia de Giyuu aún permanece. De inmediato, suelta las piernas del omega y se levanta del suelo.

-¿Sabito? -pregunta Giyuu, saliendo de su trance y dándose vuelta como puede para mirar a su alfa quitándose los pantalones.

-No puedo aguantar más. -murmura Sabito, tomando la cintura de Giyuu y cargándolo en el aire, luego, sus manos bajan hacia las nalgas de este para tener mejor agarre.

Las piernas del omega se envuelven en las caderas de Sabito, mientras que sus brazos viajan a su nuca. Aferrándose como puede de él.

-Ngh... ¿Q-qué planeas? -murmura Giyuu en un gemido febril.

Sabito lleva una mano hacia su pene, alineándolo contra la entrada del omega, que entierra sus uñas en la espalda fuerte y musculosa del alfa al sentir la torturante fricción.

-¡Oye! -gruñe el omega desesperado.

El alfa deja salir una suave risa, llevando su mirada hacia los tres alfas que no han parado de mirarlos. Luego, deja que Giyuu se resbale un poco, introduciendo su miembro lentamente por la estrecha entrada.

Giyuu, por su parte, pone los ojos en blanco por el éxtasis que me causa ser llenado por el pene de Sabito. Ha deseado tanto esto durante todo el día, que no tiene idea de cómo pudo sobrevivir estando sin su alfa.

La mano que anteriormente estaba en el pene de Sabito fue a la cintura del omega, para tener más impulso y penetrarlo más fuerte.

-¡Ah...! ¡Sí, sí, sí! ¡Así, Sabito! -Giyuu no reprime su grito de satisfacción. No creyó que durante su celo sería más placentero el sexo.

El alfa gruñe sintiendo el interior ajustado de Giyuu apretarlo con fuerza, exigiendo más; de inmediato, su mirada va hacia el rostro lleno de gozo por parte de Giyuu al sentirlo, y la mano que anteriormente estaba posada en una de las nalgas del omega, va hacia la cintura de este.

Toma impulso y levanta a Giyuu, luego lo deja resbalarse de nuevo sobre su miembro, hundiéndose hasta el fondo. El lubricante hace más fácil el movimiento, por lo que Sabito no se limita.

Giyuu lleva la mirada hacia afuera, ambos están follando frente a la puerta inexistente.

-S-Sabito, ellos... ¡Ahhh! -Giyuu no termina la frase, Sabito eleva su cadera y lo hace chocar contra un punto dulce que no conocía.

Los tres alfas estaban allí, sentados y... Tocándose mientras los veían; el arbusto donde se "ocultaban", no hace un buen trabajo debido a las pocas hojas que tiene.

-Lo sé. -Sabito contesta, llevando su boca hacia el pezón derecho de Giyuu.

-V-vamos a otra parte. -gime el omega, está comenzando a sentirse incómodo.

-No. Que vean a quién le perteneces. -gruñe Sabito, succionando el pezón y sacando ruidosos gemidos de Giyuu mientras vuelve a penetrarlo.

Giyuu siente como el miembro del alfa se desliza por su interior, rozando hasta su último trozo de piel y explotando miles de sensaciones que lo están haciendo perder la cabeza. Y además, estimular sus pezones, no le ayuda mucho.

El omega se aferra como puede a la espalda de Sabito, siente como pierde fuerzas por cada embestida.

Sabito parece entenderlo, por lo que cambia habilidosamente de posición sin salir en ningún momento del interior de Giyuu. Esta vez, el omega está acostado en el suelo boca abajo, su cadera está sujeta por Sabito, elevándola y dejando un buen paisaje para el alfa.

-¡Ah! -Giyuu pone sus ojos en blanco y muerde su labio inferior cuando Sabito vuelve a reanudar las embestidas, rozando su punto dulce.

El omega está frente al marco de la puerta, siendo directamente visto por los tres alfas a lo lejos. Pero Giyuu no tiene tiempo de sentirse incómodo, su alfa se está encargandose de hacerle olvidar cualquier tipo de emoción que no sea placer y satisfacción por cada embestida.

Sabito acelera el ritmo cada vez más, su boca se desliza desde la sensual espalda que posee su pareja, hasta la unión entre el cuello y hombro del omega, donde debería ir su mordida, y donde irá algún día.

-¡Alfa! M-más fuerte... -suplica Giyuu, está apunto de correrse.

El alfa no duda en cumplir los deseos de su novio, moviendo con más fuerza sus caderas y causando sonidos ruidosos y muy obscenos al chocar.

-Giyuu... Mi omega -gruñe Sabito, enterrando su rostro en la nunca del omega- ¿Quieres mi nudo?

Giyuu solloza y deja salir un chillido de placer con la última embestida que le da Sabito.

-¡Por favor! -pide y el alfa ya no frena su orgasmo, provocando uno segundo para Giyuu.

De inmediato, Sabito cierra su boca con fuerza, sus colmillos pican y se siente molesto. Desea marcar a Giyuu, pero no lo hará, no al menos hasta ambos estén en sus cinco sentidos y puedan disfrutar de su juventud a lo máximo.

De inmediato, su nudo no se hace esperar y se aferra al interior del omega. Giyuu deja salir, esta vez, un grito de dolor. Es la primera vez que se anudan, y para Giyuu, fue peor de lo que pensó.

-Tranquilo, bebé, ya pasará -el alfa le da un beso en la cabeza al omega, que está comenzando a llorar por el dolor-. Debes relajarte, mi cielo.

Giyuu solloza, pero intenta relajarse, incluso cuando el nudo se hace más fuerte y duele un poco peor.

Los minutos pasan, y Sabito intenta darle mimos a su pareja durante el tiempo que duran allí. Cuando el nudo baja y su miembro queda en su tamaño normal, Sabito sale del interior de su pareja con cuidado.

Giyuu suspira exhausto, tiene sueño, hoy ha pasado por muchas cosas y quiere descansar, pero sabe que no podrá hacerlo. Tiene que charlar a cerca de lo que pasó tanto con Sabito, como con su maestra cuando llegue.

¿Cómo podrá explicarle todo el desastre que hizo?

Sabito le planta un beso con ternura en la cabeza a Giyuu, luego lo levanta y lo acuesta en el sofá.

-Volveré para darnos una ducha y que puedas relajarte, después hablaremos de esto. Por ahora, tengo algo que hacer. -el alfa me sonríe con amor a su omega.

Sin embargo, con lo último dicho, Giyuu se preocupa y agarra la mano de Sabito.

-No quiero que te hagas daño, por favor. -le dice, intentando no quedarse dormido.

-No prometo nada. -y con eso Sabito se dirige hacia el marco de la puerta para vestirse.

Giyuu sabe que esa charla con aquellos tres alfas no terminará muy bien, pero no puede pensarlo mucho, está cansado, y apenas cierra sus ojos, no tarda en quedarse dormido.

¡Volví! Me tardé un chingo en terminar de escribir esto, y les juro que casi no termino.

Quería pedirles una disculpa por no publicar, pero como ya les expliqué al inicio, me ahorro el repertorio aquí en esta sección final.

Dejé el final abierto porque tenía flojera escribir que es lo que pasa después de todo esto, tal vez escriba una segunda parte, no lo sé, pero al menos el día 11 ya está coronado, con guiones cambiados pero hecho

Gracias por leer y tengo hambre.

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