chapter 13.

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¿Así de maravilloso se siente el amor? Es que joder, siento las malditas mariposas en el estómago cuando le muerdo los labios hasta sangrar y siento un placer inexplicable cuando lo hago llorar.

D E E P  W E B.
...

Hoseok alzó su cabeza encontrándose con el rostro sonriente de Kim Taehyung, Jimin se estremeció ante el hombre que rondaba por su casa anteriormente acosando con sus cartas.

— Hola, manzanita prohibida. He pecado para tenerte.

Jimin comenzó a hiperventilar cuando notó que el hombre azabache se acercaba a ellos de manera peligrosa, negó efusivamente. No quería irse con ese tipo, tampoco era como si quisiera quedarse con Hoseok pero particularmente Kim le hacía sentir escalofríos. Más que cualquier otro de los tipos, era aterrador.

— No dejes que él me lleve, Hoseok. — Susurró el rubio con temor, el castaño negó rotundamente mirando nuevamente a Taehyung.

— ¿Qué quieres, Kim? No te lo entregaré si eso es lo que buscas.

— ¿Y quién te lo está pidiendo, Jung Hoseok? Estás siendo muy maleducado, le diré a tu mamá.

— Tú eres el maleducado por no pedir las cosas.

Taehyung fingió estar apenado e hizo un ademán de disculpa.

— Tienes razón. ¡Lo siento demasiado, Jung Hoseok! ¿Puedes dármelo amablemente, por favor? — Cuestionó pasándose una mano por las hebras negras que lo hacían resaltar, se humedecio los labios unos segundos y luego esbozó una descarada sonrisa. — Es mejor para ti. Además si me lo entregas ahora, te invitaré a un rico buffet.

— Si claro, yo seré el buffet. — Le respondió Hoseok con enfado, Kim río con ganas.

— Bien, lo admito. Me descubriste.

— ¡Déjate de juegos, Kim! — Gritó Jeon desde puerta, a un lado de él se encontraba Seokjin con la nariz sangrante por el anterior golpe de Hoseok.

— ¿Escuchaste? Esa es mi señal, no quiero ser grosero pero en serio tengo que obtener ese fruto prohibido o Adán se pondrá histérico.

— No creo que sea Adán. — Le dijo Hoseok entre dientes, Jimin miró a través del hombro a Taehyung que estaba nada de enfadarse.

— Lo que sea, entrégame al niño ahora. — Ordenó duramente, al parecer si existía alguien que pudiera hacer enfadar al caníbal y ése era Hoseok.

— No te daré nada, ya te lo dije.

Taehyung sacó una de sus navajas del pantalón y se mordió los labios mirándole todo el cuerpo a Hoseok.

— ¿Alguien te ha dicho que estás bueno? Aunque tus muslos no están tan rellenos como los de la manzanita prohibida.

Hoseok apretó la mano de Jimin e intentó avanzar rápidamente, Taehyung frunció el ceño tomándole del cabello bruscamente.

— ¿A dónde crees que vas? Tenemos algo pendiente, Jung Hoseok. Santo cielo, ¿Es que acaso nadie tiene un poco de modales? — Habló con una fingida decepción en su voz, apretó el cabello de Hoseok con fuerza sacándole un quejido. — Te dije que hicieras esto más fácil.

— Púdrete, Kim.

— Joder, ¡Apúrate, Jimin! — Volvió a gritar Jeon con enojo, estaba cabreado por tener que esperar.

— ¡Maldición! ¡Atrévete a apurarme de nuevo y te encajo la navaja en la polla! ¿Entendido? — Respondió enfadado también, arrastró a Hoseok del cabello avanzando hasta donde se encontraban Seokjin y Jeon.

Jimin soltaba quejidos también ante el dolor de su manita, ya tenía marcas en ambas muñecas y por si no fuera suficiente lo lastimaban de nuevo.

— ¡Suéltalo, maldito esquizofrénico! — Seokjin le gritó también con enfado, Hoseok se negó a soltarlo.

El azabache harto de la palabrería apretó aún más el cabello de Hoseok entre sus manos e intentó encajarle la navaja en el pecho pero falló cuando el esquizofrénico se movió, la filosa navaja aterrizó en el hombro de Hoseok sacándole un desgarrador grito. Kim sonrió con sorna cuando notó que había soltado la mano de Jimin, lo arrastró unos pasos más alejándolo del rubio que estaba en el suelo.

— Si te hace sentir mejor, no he tenido ninguna salpicadura de sangre contigo, Jung Hoseok. — Le susurró Taehyung en el oído, después pasó su lengua por el lóbulo de su oreja y finalizó dándole un fuerte puñetazo en el rostro que terminó por dejarlo noqueado.

Jimin respiró agitado e intentó levantarse, al lograrlo corrió rápidamente para cruzar el gran jardín. Seokjin corrió hasta alcanzarlo y tomarlo de la cintura, lo cargó entre sus brazos caminando con dificultad.

— ¡Déjame! — Le gritó el rubio forcejeando para soltarse del agarre, Seokjin sintió el pie del niño justo en su entrepierna.

— ¡Mierda! ¡No te muevas! — Le gritó adolorido dándole un manotazo en la cara, Jeon enfureció cuando notó la acción.

— ¿Quién mierda te dijo que le pusieras tu sucia mano encima, imbécil?

Seokjin soltó al chiquillo que de inmediato fue jalado por Jeon hasta colocarlo detrás suyo, el pálido le quebró la nariz del puñetazo que le dió al hombre tatuado.

— Agradece que no le pedí a Kim que se comiera tu puto corazón.

El sátiro se tocó la nariz sangrante, definitivamente estaba rota y no paraba de salir sangre por doquier.

— Jefe Jeon, ¿Qué hago con él? — Le cuestionó el azabache intentando ocultar su cierto entusiasmo, cargaba entre sus brazos el cuerpo del estudiante Hoseok.

— Bon appetit, Kim.

Y el mencionado sonrió en grande, después de todo si tendría un gran buffet hoy.

Mientras tanto los tres hombres de la red oscura partían hacia su destino llamado Busan, faltaban aproximadamente seis horas más para que llegaran y Yoongi ya quería darse seis tiros o saltar por la ventana del auto. Cualquier opción estaría increíble para él.

— ¿Por qué mierda hace tanto frío aquí? — Reclamó Min irritado desde el asiento de atrás, JongIn soltó una carcajada. — ¿De qué carajo te ríes? ¿Acaso soy tu puto payaso?

— Nunca había oído tantos insultos en una misma frase.

Jacob abrió sus ojos sorprendido y se giró para ver a Yoongi quien aún estaba con una cara de enojo.

— ¿Te sale así de natural ser tan vulgar? ¿Cómo le haces?

— ¿A quién le dices vulgar, maldito hijo de perra? — Volvió a hablar rabioso, ciertas actitudes de Jacob le recordaban a Jooheon, era inevitable.

— ¡No me refería a eso! — Negó varias veces el castaño alterado por Yoongi, JongIn apretó el volante conteniendo su gran risa.

Sería un viaje demasiado largo para los tres hombres.

— Come ahora, mocoso. — Exigió Jeon con frustración, estaba a nada de perder la paciencia ante la negación de alimentarse por parte del chiquillo.

Como por quinta vez, Jimin se negó rotundamente logrando que el pelinegro explotara del enfado.

— ¡Te dije que comas! — Ordenó tomando su rostro con brusquedad, pasó su húmeda lengua por los labios del rubio.

— Ya...basta, por favor.

— Si hay algo que me desagrada es la desobediencia, mocoso.

— Prometo no volver a desobedecerlo, por favor, señor.

Jungkook lo miró inexpresivo y estampó sus labios finalmente con los labios de Jimin en un sucio y caliente beso, sin nada de remordimientos o pausas. Jeon quería absorber toda la humedad de sus labios, a él le importaba un carajo si el niño sabía besar o no. Con que él mismo supiera era suficiente, jadeó cuando un hilo de saliva salió por la boca de Jimin e imposible de detenerse le mordió el labio fuertemente hasta que notó el sabor metálico de la sangre. Eran dulces, agrios, sublimes, no había una definición exacta para los labios de Park Jimin.

— ¿Tan rápido te lo estás comiendo? — Interrumpió Kim Taehyung paseándose en nada más que un pantalón de chándal por la pequeña casa, Jungkook había llevado al rubio a una de sus tantas casas lejanas en Busan. No le convenía que algún periodista los viera a ambos, sería el fin de su carrera y de su libertad, por supuesto.

— ¿Celoso?

— Sí, yo también quiero comérmelo pero no de esa forma aunque...no me molestaría besar a la manzanita prohibida. ¿Tendrá un sabor dulce como su carita? — Cuestionó el azabache mordiéndose los labios con deseo, observó con lascivia el cuerpo de Jimin.

— Es inexplicable.

— Suenas como un enamorado.

La risa ronca y burlona de Taehyung se escuchó por toda la casa, Jungkook se tocó el puente de la nariz frustrado. Lágrimas bajaban por la carita de Jimin, se sentía tan sucio, él sólo quería volver a casa con sus papás. Con Namjoon, con Ddosunnie, quería ir a la escuela y ver de nuevo a sus amigos. Pero sabía perfectamente que eso no sucedería, no con tipos psicópatas de por medio.

— No sé como decirlo, se siente satisfactorio. — Le dijo el pelinegro a Taehyung quien de inmediato mostró una expresión confundida al no entender a lo que se refería. — ¿Así de maravilloso se siente el amor? Es que joder, siento las malditas mariposas en el estómago cuando le muerdo los labios hasta sangrar y siento un placer inexplicable cuando lo hago llorar.

— Si que estás enamorado. — Kim respondió sin importarle que el chiquillo siguiera ahí, se dejó caer en el sofá con una sonrisa burlona en su perfecto rostro.

— No lo sé.

— Es tu propia definición de estar enamorado.

— Como sea. ¿Tuviste un gran buffet?

El caníbal negó amarrando la mayoría de su cabello en una pequeña coleta.

— ¿Puedes ponerte una camisa? ¿Aún no asesinas a Hoseok? — Cuestionó sentando a Jimin en su regazo, lo miró unos cuantos segundos antes de ordenarle: — Duerme.

El chiquillo obedeció cerrando sus ojos con fuerza, prefería no verlos. Deseaba no verlos nunca más.

— Aún no, deseo disfrutar de Jung Hoseok un poco. — Le respondió tranquilamente mientras observaba dormir al rubio, después dirigió su atención a Jungkook — ¿Qué? ¿Te intimida mi cuerpo? ¿No quieres realizar una observación?

— No me gustan mayores.

— ¿Acabas de llamarme indirectamente viejo? No paso de los veinte, crack. — La indignación en la voz de Taehyung era realmente evidente, el empresario casi esbozó una sonrisa burlona. Casi. — Olvidé que te gustaban tiernitos y críos, vaya gustos, Jeon.

— No son peores que los tuyos.

— Ya lo creo.

D E E P W E B.
...

FINAL DEL CAPÍTULO.

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