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─Feliz cumpleaños a ti, te deseamos a ti, feliz cumpleaños mi pequeño, Minnie, cumpleaños feliz.

La señora Park entró a la habitación de su hijo con un pastel de fresa con la velita 19 en medio, junto a su tía empezaron a cantarle. Era hermoso que al fin estuviera cumpliendo 19 años.

Jimin se sentó en la cama tallando sus ojitos mirando ese pastel de fresas que tanto le gustaba.

─Feliz cumpleaños, mi amor. Sopla la velita y pide un deseo ─Le dice su tía.

El rubio cierra sus ojitos poniendo sus manos juntas y sopló la velita mientras todos aplaudían. Yeonjun lo abraza y lo felicita.

─Que cumplas muchos años más primo, ahora quiero pastel.

─Gracias, Yeonjun.

─Toma hijo, tu regalo de cumpleaños, espero que te guste ─dice su mamá.

Jimin tomo la caja decorada de color rosa con estampas de sus personajes favoritos de BT21. Lo abre con mucho entusiasmo y cuando observa que es, sus ojitos se iluminaron.

─Mamá, debió ser muy caro ─Expresa tomando su nuevo móvil de marca Samsung, era de los que se cierra con la pantalla flexible.

─Lo fue, pero valía la pena por ti cariño, tu móvil estaba roto y le faltaban partes del vidrio de la pantalla. Por eso decidí regalártelo, espero que lo cuides bien amor.

─Claro que si mamá, gracias.

Se levanta para abrazar a su madre y después a su tía quien le regaló una camisa Louis Vuitton, dejando impresionado al menor.

─Bueno ya que todos te dieron sus regalos y todas esas cosas, vamos a partir el pastel que se mira delicioso ─Dice, Yeonjun mirando el pastel deseoso.

Jimin sólo negro riendo por su hambruna.

─Pero antes vayan a darse una ducha y bajan a comer pastel.

Y eso fue suficiente para que Yeonjun tomará una toalla y corrió al baño de abajo para ducharse, ya que no le gustaba mucho usar el de su primo.

─Está bien mamá, bajó en un momento.

Ambas hermanas salieron y Jimin sonrió feliz porque era el primer cumpleaños que pasaría con un novio. Después de esa charla y los besos y caricias en el techo de la casa de Jungkook, había sido el mejor regalo de cumpleaños de la vida para Jimin.

Si bien no le había dicho las palabras que quería, se conformaba con su propuesta, él lo quería y sus sentimientos eran mutuos. Ahora entendía un poco más el porqué Jungkook se la pasaba tan solo, debió ser muy duro ver a su padre morir de esa forma y frente a sus ojos.

Entendía un poco más su actitud y el porqué se cerraba al mundo. Esperaba poder ser él quién lo ayudará con todo eso, no era un psicólogo, pero lo convencería para que fuese a uno y así ayudarlo un poco con ese trauma. Aunque no podía salir, se le había olvidado eso.

Se levanta y se mete a la ducha, después baja con una ropa muy bonita porque hoy es sin duda es un día especial y no quería lucir mal.

Su móvil viejito sonó y miro el mensaje de Jungkook en su pantalla.

🐰Mi novio.
Mira por la ventana, nene.

Jimin corrió hacia su ventana y miró a su novio con un gran cartel que decía. «Feliz cumpleaños pequitas». Tenía unas letras hermosas, más dos dibujos de un pastel y un pollito. El rubio sonríe tomando una fotografía con su móvil nuevo, su día empezaba de la mejor manera posible.

Un detalle que jamás espero ver algún día.

─Es precioso Jungkook, ¿Lo hiciste tú?

Bajo el cartel y asintió.

─Aparte de ser bueno en la música, tengo talento para dibujar y hacer letras increíbles.

Presumió.

─Eres un presumido. Pero es hermoso, gracias.

─Aún tengo otro regalo para ti, pero tendrás que venir después de clases ─Le sonríe.

─¿De verdad? ─pregunta, entusiasmado.

─Si, te veo después de clases nene, pasa un buen día y... ─se debatido en sí decirlo o no, Jimin espero por su respuesta─ Que... la pases feliz.

¡Rayos! Quería al menos decirle un te quiero o algo así.

─Gracias, Jungkookie. Te veo luego entonces.

Jungkook asintió sin decir nada más, miró a Jimin darse la vuelta, pero le ganó el instinto de detenerlo.

─¡Jimin!

Este gira.

─¿Si?

Ahí estaba esa mirada otra vez, joder ¿por qué Park Jimin luce tan jodidamente tierno?

─Cuando termines de desayunar e irte a la escuela, espérame en mi puerta, quiero darte algo.

Volvió a sonreír el rubio, su corazón latía con fuerza, este definitivamente era el mejor cumpleaños de su vida.

─Lo haré, nos vemos entonces, Jungkookie.

Lo miro irse y el rápido entro a su habitación para sacar su laptop y empezar a buscar algún regalo para Jimin. Ayer no supo por qué le contó todo lo que le atormentaba, pero se sintió bien de todas maneras, había sido sincero con el rubio aunque no del todo.

Le iba a confesar sobre que todo ese teatro de las tutorías era solo para acercarse a él y seducirlo y follarlo. Sus intenciones eran esas y ahora cayó en su propio juego, ahora está saliendo con ese lindo rubio de pecas hermosas.

Soltó un suspiro mirando en Amazon algo lindo que pueda regalarle, lo más extraño es que es su novio y no tiene ni puta idea de que darle. Bueno conociendo sus gustos seguro cualquier cosa tierna serviría.

Navego un buen rato y se dio cuenta de que ya casi era hora de que su rubio se vaya a la preparatoria. Dejó la laptop y salió a esperarlo en el jardín, lo miro despedirse de su madre y venía con Yeonjun a su lado.

─Ya me voy, Jungkook, nos vemos después.

Le avisa Soobin.

─Que te vaya bien, y después tendrás que decirme quienes fueron los idiotas que te golpearon ─mencionó muy molesto.

─Descuida. Yeonjun y otros chicos los golpearon con rocas, créeme que ellos quedaron peores.

─¡So! Vamos ─le dice Yeonjun.

Soobin asintió yendo con él, Jimin se acercó a Jungkook algo tímido. El pelinegro tomó su mano y lo apego sobre su cuerpo para tomar sus labios en un dulce beso, Jimin tenía las mejillas rojas, cerró sus ojos y dejó que ese beso lo llevará al mundo más hermoso de todos.

Definitivamente, este era su día.

Al separarse Jungkook le dio una bonita sonrisa acariciando su mejilla.

─Cuando vuelvas del instituto por favor ven a casa, quiero darte algo.

─No tienes que darme nada, kookie.

─Pero quiero darte algo, así que cuando salgas vienes con los chicos o sin ellos ¿bien?

Asintió el rubio.

─Está bien. Me tengo que ir se me hará tarde y tengo un examen de inglés.

Jeon lo abrazo volviendo a besar los labios de su lindo novio, aún no podía creer que esté saliendo con alguien, pero se sentía jodidamente bien.

Con Jimin se sentía feliz.

─Suerte en tu examen, nene. Te veo al rato.

Le dio el último besó marchándose para tomar el autobús. Jungkook sonríe suspirando y entra de nuevo a la casa.

Dos tipos que cortaban el jardín de enfrente miraron al pelinegro y al rubio besándose y después irse. Sacó su móvil marcando el número de su jefe.

─¿Diga?

─Al parecer el rubio está saliendo con el objetivo.

Se escucha un suspiro del otro lado.

─Muy bien, denme un perímetro de la policía rodeando la casa, cada minuto o segundo que pasen por ahí lo quiero saber, tienen que encontrar la forma de entrar y terminar con lo que empezaron.

─Por supuesto señor. ¿Qué hacemos con el rubio?

Se escucha un silencio hasta que responde:

─Denle una advertencia.

─Muy bien señor.

Cuelga.

Los tipos siguieron fingiendo ser jardineros profesionales, mientras hacían perímetro de la policía pasar para asegurarse de que ese chico estuviera solo y terminar con su trabajo.

La pesadilla para ambos chicos apenas empezaba.

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Jimin venía con una espléndida sonrisa, miro ahí a los amigos de Jungkook quienes no tardaron en abrazar el cuerpo del menor.

Le hacían el sándwich de abrazo.

─¡Feliz cumpleaños, pequitas! ─gritaron al mismo tiempo.

─Chicos me asfixian ─se queja al apretón, ya se les hizo costumbre hacer eso.

Lo sueltan y Jimin respira mejor.

─Lo sentimos ─se disculpan.

─¿Cómo supieron que hoy era mi cumpleaños?

─Jungkook no lo hizo saber, dijo que te diéramos esto ─Jackson le mostró una caja rosa que por lo que veía era un muffin de fresa con chispas rojas y un corazón en medio.

─Es... Es muy lindo. ¿Jungkook lo compró para mí? ─cuestiona sin poder creerlo.

─Nos dijo hoy temprano que era tu cumpleaños y que ambos están saliendo, así que me mandó temprano a la tienda de muffin y a comprar especialmente para ti ─Responde Jackson.

─Muchas gracias, chicos.

─No es nada Jimin. Es más, también compramos algo para ti, pero te los daremos a la hora de salida ─dice Eunwoo.

Jimin se sentía súper afortunado de tener todas estas atenciones. Siempre se pasaba sus cumpleaños solo y con su madre, ahora recibía regalos de los más populares y un novio muy guapo el cual le dio una gran oportunidad.

Le dio un detalle hermoso aparte del cartel de esta mañana. Hoy se sentía dichoso y quería gritarlo a los cuatro vientos, amaba al fin tener amigos.

─Será mejor que te comas eso antes de que suene la campana, si quieres yo te ayudo ─habla, Jaehyung y Young-Jae le da un zape.

─Es su regalo, no lo comerás tú.

─Pero no me pegues, solo ámame.

─¡Jódete!

Se da la vuelta para irse, pero Jaehyung corre por él. Los demás ríen y entran al instituto para sí dar comienzo a clases. Pronto sería la graduación y estaba contento con ello, abría un baile, sin embargo a Jimin no le interesaba mucho aquello.

Camino a su casillero dejando sus libros y saco los que necesitaría, miro el lindo muffin que le regaló su novio. Aún no podía creerlo, estaba sintiendo todas esas mariposas en su estómago por su conejito, aunque aún tenía ese detalle de que él no quería una relación. Igual le dio la oportunidad y estaba conformé con ello.

─Hola.

Jimin dejó el muffin mirando a Jaebum a un lado.

─Hola, Jaebum. ¿Cómo estás?

─Bien gracias ¿Y tú?

─Muy bien ─le sonrió.

El pelinegro mira la bonita caja color rosa y el pequeño pastelillo en la cajita.

─¿Quién te regaló eso? Debe de ser una persona muy importante, estos pastelitos son muy costosos.

─Fue... Mi novio ─Decirlo le hizo acelerar el corazón─ Hoy es mi cumpleaños y me regaló esto.

Jaebum asintió metiendo sus manos a sus bolsillos.

─¿Tu novio es el chico que vino ese día corriendo por ti?

─No, él no es mi novio ─se apresura decir─. Él es el mejor amigo de mi novio, lo trajo para mí de su parte.

─¿Él no viene a este instituto? ─pregunta.

Jimin hace una mueca.

─Bueno... Venía, pero es algo complicado de explicar.

Se limitó a decir.

─Entiendo. Feliz cumpleaños y pásala muy bien, Jimin.

─Muchas gracias, Jaebum.

Metió su muffin en su casillero y lo cerró. El timbre sonó en ese instante para la primera clase.

─Me tengo que ir, nos vemos.

Se despide Jimin alejándose del pelinegro quien tenía una sonrisa algo apagada. Quería invitar a Jimin a ver una película, pero al oír que tiene novio eso lo decepcionó un poco.

Entró a su primera clase, tomó asiento detrás mientras unas chicas que parecían ser las porristas del equipo de básquetbol empezaron a cuchichear sobre algo.

No quería prestarles atención e iba a colocar sus audífonos para oír música, pero ellas dijeron algo que lo intrigó.

─¿Entonces viste a Jackson darle una caja rosa a tonto nerd de Park Jimin? ─manifestó una de ellas sin poder creerlo.

─Si, y no es todo. Escuché perfecto cuando dijo que fue de parte de Jungkook.

La otra se sorprendió cuando escuchó aquello. Jaebum no sabía quién era Jungkook.

─Eso no lo puedo creer.

─Pues créelo. Además, ellos son vecinos, y con el arresto de Jungkook no me sorprendería que tengan algo.

¿Arresto? ¿Ese tal Jungkook está arrestado?

─Oigan, disculpen ─las chicas lo miraron.

─¿Eres el nuevo, verdad? ─dijo la pelinegra.

─Si soy el nuevo. Quería preguntarles sobre ese tal Jungkook, ¿Quién es él?

─¿Para qué quieres saber sobre él?

─E... Oí mucho sobre él en este instituto, solo quiero saber ─Mintió.

Ellas se miraron mutuamente para luego acomodarse mejor, parecía que el chisme estaba en sus venas.

─Bueno ya que es por eso. Jeon Jungkook es el más popular de la preparatoria, antes de que lo expulsaran por golpear al director ─Le explica la rubia.

─¿Golpeó al director? ─ellas asintieron.

─Jungkook aparte de ser alguien guapo y sexy y muy bueno en la cama, es alguien muy problemático. Siempre se metía en problemas junto a sus amigos, Jackson, Young-Jae, Jaehyung y Eunwoo. Pero ese día que golpeó al director fue lo último que soportó este instituto.

─¿Por qué lo golpeó? ─pregunto aún más interesado.

─El director hizo revisión de casilleros lo cual fue extraño. Bueno en el casillero de Jungkook encontraron una bolsa de cocaína. Luego el director lo enfrentó y Jeon lo golpeó. Fue a dar a la corte, lo sentenciaron a libertad condicional con un monitor de tobillo sin poder salir de su casa.

─Vaya ─dice sorprendido.

─Un chico malo con uno bueno, eso jamás termina bien.

─Jamás.

Ambas se rieron de ello.

El profesor entró y todos pusieron atención a la clase. Jaebum ni siquiera prestó atención a ella, ya que de su mente no salía que alguien como Jimin salga con alguien como ese tipo. Definitivamente, eso no lo espero de él, ese tipo de romances solo terminan mal.

Bueno de todos modos no son amigos o algo por el estilo. Solo le gustaba ese rubio desde que lo miro por primera vez.


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Jungkook había pedido el mejor regalo para Jimin en Amazon, esperaba que le gustara mucho su regalo, además del que le mandó con Jackson.

Jamás en su vida pensó que le regalaría algo a Park Jimin; el idiota nerd que lo acosaba detrás de banca del árbol por el salón abandonados. Ese torpe rubio que no disimulaba nada cuando lo miraba pasar. Ahora tenía una especie de relación con él, una que no pudo evitar porque ese rubio hizo que se dejara manipular por sus emociones.

Como sea. Le tenía ese regalo para su cumpleaños, esperaba que le gustará. Considerando que jamás en su vida fue alguien empático con nadie, le valía un carajo los sentimientos de los demás y no sabía el porqué con Jimin actuaba diferente.

Apenas empezaban a ser algo y ya lo tenían haciéndole carteles, comprando un caro muffin y ahora un regalo nada barato en Amazon.

Unas horas después Jungkook tenía puestos su inusual camisa negra y sus pantalones negros con sus botas militar que suele usar. Se mira aún más intimidante que nunca. La puerta en ese momento suena, corrió prácticamente y noto que era el de los paquetes, justo a tiempo.

─¿Usted es, Jeon Jungkook? ─dice el de la paquetería.

─Sí, soy yo.

─Aquí tiene ─le entrega la cajita pequeña─, solo firme aquí por favor.

Le firmó al hombre y se fue.

Jungkook fue a su habitación y abrió la caja con el regalo de Jimin, era más bonito en persona que en la fotografía de la venta. Tenía su estuche y todo lo demás. Cuando Jimin volviera le regalaría esto como su primer regalo de cumpleaños siendo su novio.

Jimin salía del instituto con Jackson y los demás, estaba riendo por qué Jaehyung quería quitarle el muffin, pero Jimin se lo comió. Estaba que reventaba de berrinches. Los chicos le regalaron algunos dulces y Jackson cupones de pizza, dijo que no tenían mucho que dar, pero la intención contaba.

Se fueron a su casa y prometieron volver en la noche.

Al llegar a la casa de Jungkook, Jimin suspiro algo nervioso por lo que pasaría, aún no sabía para qué le pidió venir. De todos modos le quería decir gracias por el regalo de cumpleaños.

Llegó a su puerta y la tocó, jugando con sus manitas nervioso. La puerta se abrió dejando ver a su novio al frente, sus mejillas se volvieron a poner rojas.

─Pasa.

El rubio entró, subieron a la habitación del pelinegro y ya estando allí, Jungkook lo atrae para besarlo. Eso sorprendió mucho a Jimin, pero no se quejó y se dejó besar por su novio, realmente sentía que estaba viviendo en un sueño, uno muy hermoso cuando está con él.

Se separan porque la respiración les faltaba. Se sonríen uno con el otro.

─¿Cómo te fue, nene? ─le pregunta sin soltarlo.

─Me fue muy bien, creo que pobre el examen.

─¿Te gustó el regalo que te mandé con Jackson?

─Me gustó mucho Jungkook, gracias.

Se abrazó al mayor escondiendo su rostro en su cuello, Jungkook solo se dejó abrazar.

─Te tengo otro regalo, lo compré pensando en ti ─le susurra en el oído aún sin soltarlo.

Jimin se sentía como un pequeño osito de felpa, todo suave.

─¿De verdad? ─lo mira, aun sin despegarse del abrazo.

─Sí, espera.

Se sueltan y Jimin mira a su novio buscar en su gaveta una cajita pequeña de terciopelo rosa, el rubio tragó grueso ¿será que me pedirá matrimonio? «No seas tonto, Jimin.» Se dijo así mismo.

Pero pensarlo le hizo flotar en una nube.

─Feliz cumpleaños, el primero que pasamos siendo algo más, aún no tengo definido todos esos sentimientos, pero eres el único que sabe cómo me siento y el único que sabe mis cosas ─abre la cajita dejando ver un hermoso brazalete de plata con un girasol adornándolo─ Espero que te guste.

─Es... Hermoso Jungkook, es muy hermoso.

Los ojitos de Jimin se pusieron acuosos ante semejante regalo, definitivamente le gustaba mucho, mucho el regalo de su conejito. Jungkook tomó delicadamente su mano, colocando la pulsera miró hermosa en su muñeca.

─Gracias, Jungkook. Es el mejor regalo de la vida, jamás alguien me dio un regalo tan hermoso como este, gracias ─derramó una lágrima que con cariño Jeon la limpio. Lo tomó de ambas mejillas mirando esos ojos marroncitos hermosos, y no tardó en volver a tomar su boca.

Esta vez ese beso fue un poco más rápido dejando que la emoción del momento los llevará lejos. Muy lejos de todo lo que esos hombres tramaban hacerle a aquel rubio.




Nos vemos pronto.

El viernes hago maratón de cuatro capítulos.

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