02. 𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗲𝘀𝘀𝗶𝗼𝗻

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02 : : CAPÍTULO DOS

i. CONFESIÓN DE SUEÑOS

❝ desde niña siempre soñé con ser la mejor arquera del mundo ❞

UNOS SUAVES GOLPES EN LA PUERTA LE HICIERON abrir los ojos, la luz apenas entrada y por la pequeña abertura que había entre la puerta y el suelo podía ver una sombra. Un poco desorientada se masajea parte de la cabeza, un bostezo a abandona sus labios y decide levantarse.

Usando unos calcetines de color blanco camina hasta la puerta, arregla un poco ah cabello y abre la misma. Del otro lado encontró al mismo rubio que le había salvado la vida.

- buenos días, princesa - la llama mientras apoya la mano en el marco de la puerta - ¿que tal dormiste?

- hola Sanji, dormí bien. ¿Que tal durmieron ustedes? - pregunto viendo sobre el hombro del rubio pasar un a dos personas.

- dormí bien - respondió. Aunque mentía. Le dolía la espalda por haber dormido sobre una silla pero valía la pena - ¿quieres desayunar?

- no voy a negarme.

- antes tienes que cambiarte - ingreso en la habitación, pasando muy cerca de la castaña.

Ronnie solo lo siguió con la mirada.

Sanji no había podido evitar verle las piernas, la castaña usaba una de sus camisas y está le cubría hasta el muslo. Una piel tersa y morena.

Se preguntó, ¿que se sentirá morderla?

Una imagen muy caliente para su imaginación volátil.

Trato con toda la fuerza humana posible el no seguir viéndola, sobre todo porque no la quería incomodar. Tampoco la quería asustar con alguna actitud suya.

Se concentró en buscar ropa que le quedará a la media. La diferencia de altura es notorio y sabía que cualquier cosa suya se le vería grande.

Lo peor es que le emocionaba que usará su ropa como si fuera suya.

- hasta que consiga ropa para ti, tendrás que usar esta - dijo rompiendo el silencio. En todo ese rato sintió la mirada de ella sobre el - es lo más pequeño que tengo.

- ya has hecho mucho por mi, como para ponerme de niña fresa - caminó hacía el con nerviosismo.

- te daré tu espacio - anuncio dándose la puerta. Sin evitarlo bajo tan solo un poco la mirada - voy a esperarte allá afuera, avísame cuando estés lista.

Ronnie le sonrió.

Sanji correspondió y salió lo antes posible de la habitación. Estaba seguro que no podría seguir disimulando.

Cerro la puerta detrás suyo y se apoyo en la madera, cerro los ojos y soltó todo el aire que había contenido.

-¿que tal está nuestra pequeña invitada?- pregunto Jaeger que recién aparecía.

-despierta y cambiándose.- respondió mordiéndose el interior de la mejilla.

-deberíamos buscarle un lugar donde pueda dormir. No estoy dispuesto a quedarme otra noche en una silla.- se quejo pasándose la mano en el cuello.

«o talvez le ofrezca dormir conmigo.»

Pensó Sanji y rápidamente nego con la cabeza.

-estoy pensando en un lugar.- comento rascándose el mentón.

-¿en qué estás pensando?

-en nada.

-Sanji.

La puerta se abrió justamente cuando Sanji estaba por responder.

Ambos chicos llevaron sus miradas en dirección a la castaña, que les sonrió.

-te queda bien el azul.- halagó el rubio. Muriendo de la emoción al verla con su ropa.

- gracias - repitió con un notorio sonrojo en las mejillas - ¿ya podemos ir a desayunar?

- adelanté, vamos detrás de ti - Sanji hizo un ademán con el brazo. Que Ronnie tomo y caminó.

El rubio iría detrás de ella pero una mano en su hombro lo detuvo.

- cuando Zeff, la vea va a preguntar de dónde la sacamos - advirtió Jaeger viendo la figura femenina, alejarse.

- y le diremos como llegó - respondió sin inmutarse - ya buscaremos una forma de que se quede.

Jaeger nego con la cabeza. Alejo la mano del hombro de su amigo y dejo que este se fuera.






































❛ ━━━━━・❪ 🌾 ❫ ・━━━━━ ❜











































Frente a los tres, se encuentra un hombre alto de cabello rubio cenizo que tenía en el bigote hecho con trenzas y una pata de palo como pierna.

Ronnie se sentía como una niña regañada al estar frente la mirada de ese hombre que recientemente la había descubierto. Si, todo un día para que en una madrugada los descubriera.

A mitad de la noche, los tres se encontraban en la cocina. El rubio había ofrecido hacerle un bocadillo de media noche a la castaña y el pelinegro solo había estado de mal tercio entre los dos.

Con lo que no contaban es que Zeff llegaría a media noche y los encontraría.

- ¿que es esto? - preguntó señalando a los tres - ¿es una especie de poliamor?

- no nada de eso - nego Sanji rápidamente, dejando un vaso sobre la mesa - verás Zeff, nuestra amiga necesitaba de nuestra ayuda y se la dimos.

La mirada del hombre se clavo en el pelinegro.

- es toda la verdad. Estaba en un momento vulnerable, necesitaba de nuestra ayuda - confirmo Jaeger.

Sanji se sintió un poco molestó.

- ya que sabes la verdad viejo. Vuelve a dormir.

- aquí las reglas las hago yo - recriminó molesto - ¿desde hace cuanto está aquí?

- hace un día - respondió Jaeger.

- y ¿por que nunca dijeron nada? pudieron haber metido a una ladrona - la señaló.

Ronnie se sintió ofendida por el señalamiento. Muchas veces en su vida la tacharon con cualquier nombre.

Pero ladrona. No lo dejaría pasar.

- ¿una ladrona? - repitió apretando los labios - disculpe señor pero yo no soy ninguna ladrona. Sanji y Jaeger solo me ayudaron - lo enfrentó sin bajar la mirada dando un pasó hacia delante - si el problema es que me hayan ayudado. Perfecto, daré la vuelta y buscaré un barco que me saque de aquí.

Con una última mirada da la vuelta y la castaña abandona la cocina, aún con los labios apretados y con la frente en alto.

El frío de la noche golpeó su cuerpo y le hizo estremecerse, se abrazos así misma sin detenerse. Hasta llegar a una de las orillas del muelle, detuvo sus pasos.

Observó su reflejó en las tranquilas aguas del océano, a pesar de la oscuridad la luz de la luna le brindaba la luz necesaria.

Frotó sus manos en sus brazos buscando un poco de calor, el aire frío comenzó a envolver su cuerpo.

Cerro los ojos.

Escuchó pasos venir en su dirección, despertó sus sentidos.

Al sentir una mano en su hombro la tomo con toda su fuerza con su pierna golpeó las piernas de la otra persona y lo hizo caer. Con su puño golpeó el rostro ajeno hasta sentir un ardor en los nudillos.

Cuando se dió cuenta, de quién se trataba se arrepintió de inmediato. Y soltó cualquier agarré en el cuerpo ajeno.

- Sanji, joder - murmuró alejándose de él rubio que se quejaba - lo siento, no sabía que eras tú.

- menos mal no te toque yo - murmuró Jaeger un poco sorprendido por lo que apenas presenció.

- tranquila - respondió Sanji, al alejar la mano observó un líquido carmesí.

- en verdad lo siento - se volvió a disculpar.

- está bien. Fue mi culpa por haber llegado así de la nada, debí haberte hablado.

Ronnie lame sus labios viéndose el puño.

Este tenía tres círculos rojos al rededor de los nudillos, había dejado de golpear desde hacía un mes aproximadamente.

- por cierto, venimos con noticias - comento Jaeger luego de un rato.

- Zeff dejo que te quedarás - dice Sanji tan rápido como pudo. Ronnie lo ve sin creerle - al viejo lo dejaste sin palabras cuando lo enfrentaste.

- si, dijo que una mujer como tu valía el doble que cualquier hombre - Jaeger se agachó a la altura de ambos.

- solo me defendí - admitió.

- y lo hiciste bastante bien - felicito Sanji con un pañuelo en la nariz.

- también cuando lo golpeaste - musitó el pelinegro - no pensé que una chica como tú, pidiera dar golpes de tal manera.

- recuérdame nunca asustarte o tomarte por detrás - murmuró él rubio reincorporandose. Una suave risa abandonó los labios femeninos - ya que estamos acá los tres, sin que nadie nos interrumpa ¿de dónde aprendiste a golpear?

- oh sí, tienes que decirnos quien fue tu maestro - Jaeger le dió un amistoso golpe suave en el hombro.

- mi padre fue quien me enseñó todo - se ve las manos recordando aquel tiempo de entrenamiento - dijo que el mundo es tan cruel, que te golpea sin importar si eres hombre, mujer o niño.

- en eso tiene razón. El mundo nunca distingue solo te golpea y ya.

- felicitaciones a tu padre, te enseñó bastante bien - señaló Jaeger a los círculos rojos en los nudillos de la castaña.

- gracias supongo - se encogió de hombros - pero mi especialidad no es dar puñetazos.

- ¿entonces que es? - pregunto interesado Sanji.

- la arquería.

- ¿arquería? ¿que es eso?

- la arquería es un arte que necesita concentración y tú mejor puntería. Tienes un arco, luego colocas una flecha, estiras la liga, apuntas a tu objetivo y luego sueltas - explicó recreando la postura que toma cada vez que utiliza el arco y flecha. Ambos amigos quedaron impresionados - no todos pueden dominar la arquería, muy pocos con la habilidad requerida se han convertido en los mejores.

- si que suena algo difícil - admitió Jagger que se burlo de Sanji al tener la boca abierta.

- es fácil, pero necesitas mucha práctica para volverte ágil - explicó.

- ahora que lo pienso, debes tener una buena puntería - argumento Sanji fijando la vista en ella - cuando lanzas cosas debes de dar siempre en el blanco.

- no estás equivocado, rara vez e llegado a fallar - orgullosa presume de su habilidad.

- en ese caso, no quiero molestarte o terminare con algún objeto estrellado en mi cara - masculla Jaeger que se imagino la posibilidad.

- no uso mi habilidad para dañar - nego con la cabeza.

- ¿entonces para que la usas?

Ronnie junto sus manos de debajo de su mentón.

Jaeger y Sanji le prestaron atención.

El rubio le prestó atención viendo que subía y bajaba las cejas, parecía estar pensando o analizando.

«se ve tan bonita» pensó.

- desde niña siempre soñé con ser la mejor arquera de todo el mundo - finalmente hablo - entrenaba por horas, en diferentes ambientes para probarme a mi misma de lo que soy capaz de hacer. No tomaba ningún descansó porque quería que algún día mi nombre estuviera en alto - relató lamiendo sus labios. En sus ojos se podía notar un brillo de emoción.

- es un sueño lindo - le dice Sanji, lamiéndose los labios - nosotros también tenemos un sueño.

- un sueño que no estamos dispuestos a dejar - afirmó Jaeger colocando sus codos sobre sus rodillas.

- ¿cuál es su sueño?

- queremos encontrar el all blue - confesó el rubio sin vergüenza alguna. Muchos le habían dicho que aquel lugar no existía y solo era de fantasía.

- desde que somos niños, soñamos con ser los primeros en encontrarlo. Todos dicen que no existe pero estamos seguros que si - agregó Jaeger viendo hacia la oscuridad del océano.

- y sabemos que algún día lo encontraremos, en ese lugar están los mejores ingredientes - fascinado el rubio sonrie - cuando lo encuentre, mis comidas serán las mejores de todo el mundo.

- su sueño también es lindo - Ronnie ve a los dos amigos - estoy segura que van a lograr encontrar el azul dorado.

- también estoy seguro que podrás ser la mejor arquera - afirmó Sanji al alejarse el pañuelo de la nariz.

La castaña le sonríe.

«su sonrisa puede iluminar a toda una ciudad.»

Pensó ante lo encantadora que resultar ser ese gestó.

Un rato más se quedaron los tres disfrutando de la tranquilidad que les ofrece el océano.

Cómo si los tres fueran viejos amigos que recordaban buenos tiempos.

- deberíamos volver adentro - comunico Jaeger estirandose un poco.

- estoy de acuerdo - afirmó Ronnie con la cabeza.

Los tres se levantaron, recorrieron el corto caminó hasta llegar a la cocina donde se había quedado el postre intacto.

Ya frente a la habitación de Jaeger y Sanji, la castaña se detuvo a pensar un poco en la comodidad de aquellos dos.

- deberían quedarse hoy - dice abriendo la puerta, para entrar - no es cómodo quedarse en una silla a dormir.

- tu comodidad es más importante que la nuestra - ataja Sanji apoyando la mano en la pared.

- no me incomodan. Han hecho mucho por mi y lo menos que puedo hacer es que duerman en su habitación.

- a mi no me tienes que insistir más - Jaeger paso de largo y se tiró sobre su cama - joder, extrañaba mi cama.

Ronnie rio divertida.

- ¿que dices Sanji? - pregunto hacia el rubio.

Sanji se mordió el labio.

- está bien, pero dormirás en mi cama. Yo dormiré con Jaeger o en el suelo - paso finalmente a la habitación y cerro detrás suyo.

- si te sientes incómodo puedes venir a dormir conmigo - señaló a la cama superior de la litera.

- estoy bien así - asintió tomando algunas sábanas que coloca sobre el suelo.

Ronnie suspiro, retiro sus zapatos que dejó a lado de los de Jaeger.

- creo que sí le hizo falta su cama - indico ella al escuchar los ronquidos del pelinegro. Sanji voltea en su dirección - deberías hacer lo mismo.

- insistió en que estoy bien - tomo una almohada - sube, apagare las luces.

La castaña asintió, subió por la pequeña escalera que tenía la litera hasta llegar arriba. Se desplomó en el colchón.

Sanji apago las luces, a tientas llegó hasta el colchón improvisado de sábanas que había hecho y se acostó.

- buenas noches, Sanji - murmuró las castaña en medio de un bostezo.

- descansa Ronnie - respondió el.


































jane's note's

lo pidieron muchas! aquí el segundo capítulo y seguramente en un ratito el capítulo número 3 pq tengo inspiración o si o si.

hasta el siguiente capítulo‹3

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