—¡Espera! -Gritó el castaño. —¡Joder, te he dicho que me esperes! —Se puso a un lado de su amigo con la respiración agitada. —¿Cuál es la prisa?

—Necesito llegar a casa y pensar en algo para el proyecto.

—Tienes bastante tiempo para eso, al fin, puedes presentar cualquier cosa.

—El arte no se trata de un juego, es una excelente herramienta para expresar mis sentimientos y emociones —dijo el moreno enfadado. —No puedo hacer cualquier cosa, debe ser muy significativo para mí.

—Ya basta, no necesito que me regañes. —Arrugó la frente.

—Mañana hablamos. —Ambos se despidieron y el moreno comenzó su caminata hacia su hogar, pero al dar vuelta logró estamparse con el torso de un chico provocando que su estuche cayera y varios de sus materiales quedaran regados por el pavimento.

—Lo siento —Habló el chico y rápidamente bajo para arreglar el desastre.

—Fue mi culpa, no estaba poniendo atención. —Se agachó y empezó a ayudar al chico.

Pero en un movimiento rápido, Namjoon tocó accidentalmente la mano del contrario, haciendo que la apartara de inmediato y mirara al dueño con nerviosismo.

Este levantó la vista y ambos se miraron por varios segundos, el alto no se lo podía creer. Se encontraba estupefacto.

Nunca llegó a pensar que aquel hombre, al cual, llegó a ver siendo todo un galán con todas las estudiantes e incluso, lo señaló como si fuera una obra de arte lo tuviera tan cerca. Y mucho menos que llegara a tomarlo de la mano.

Y aunque fuera algo tan insignificante, ya le había agarrado bastante afecto. Sin embargo, no estaba equivocado.

Era tan perfecto y mucho más teniéndolo a una distancia tan corta. Inhalo y apartó la mirada nervioso.

No podía mirarlo por mucho tiempo y mucho menos ahora que había cometido gran error. ¿Qué le diría? ¿O cómo lo vería?

—¿Eres Kim Namjoon? —Preguntó el hombre.

El menor abrió los ojos como platos y regresó la vista hacia él. —¿Cómo lo sabes?

—Oh... —Soltó una pequeña risa. Que para él, fue algo tan curioso. —He visto algunos de tus trabajos, realmente tienes talento.

—¿Tú, qué? —El chico aún estaba en shock.

—No me he presentado, soy Kim Seokjin. —Sonrió y extendió su brazo con el fin de dar un apretón de manos.

El rubio miró está bastante asombrado y después de unos segundos la tomó, una vez más.

—Creo que sería entretenido salir a tomar algo... ¿No crees?

—¿Eh? Oh, eso... Sí, si claro —Habló torpemente.

—Entonces... —Se pusó de pie con el pequeño estuche en las manos, por lo que Namjoon imitó su acción. Sin esperar el chico le entregó la caja.

—¿Qué tal este viernes?

—Me parece genial. -Sonrió.

—Bien. —Asintió mientras mantenía una sonrisa. —Si nuestro destino nos lo acepta, nos vemos mañana. —Dio unos cuantos golpes en el hombro de menor y se retiró.

El menor no se lo podía creer, por fin tuvo la oportunidad de conocer a uno de los chicos más lindos del instituto.

Y no sólo eso, sino que ahora saldría con él, ¿Quién llegaría a pensar que es el chico con más suerte del mundo? Ni sus padres e incluso su mejor amigo.

Una sonrisa se dibujó en su rostro y se giró sobre sus talones con el propósito de ver al castaño, el cual, sólo pudo tener una imagen clara de su espalda. Totalmente perfecto.

Se llevó la mano al pecho en donde pudo sentir los fuertes latidos de su corazón.

Amor a primera vista.

HyunJack.