Tomó asiento en el autobús y recargó su cabeza en el cristal, sí, ya lo había pensado.

Paso la mayoría del tiempo recordando aquella escena con el castaño. Por más que intentara hacerlo desaparecer, su corazón palpitaba con mucha más fuerza.

¿Acaso estaba enamorado? Aún se sentía confundido, no había experimentado algún sentimiento por alguna persona. Y mucho menos por un chico.

Sin embargo, luego de varias horas pensándolo por fin había encontrado a la persona perfecta para su proyecto. Nada más que Kim Seokjin.

Aunque el moreno era bastante tímido y no se sentía lo suficientemente cómodo como para decirle que fuera su modelo, fácilmente perdería la oportunidad, tenía miedo. Sin duda lo señalaría como algún pervertido.

Aun así, se dio un pequeño tiempo para hablar con su mejor amigo, obviamente evitando el tema de que su corazón no podía calmarse cuando tan sólo pensaba en Jin. No le diría la verdad, por ahora.

Pero en fin, aunque Hoseok fuera un poco ingenuo (para su parecer) le ayudó a salir de aquel aprieto.

Teniendo en mente que es algo bastante estúpido no podía negar que le serviría bastante. Solo esperaba que todo saliera bien.

Bajó del autobús y corrió hacia Hoseok. Estaba bastante nervioso.

—¿La tienes? —Preguntó Namjoon.

—Aquí esta. —Mostró el pequeño bolso negro.

—¿Seguro que esto está bien? ¿Y si nos descubre?

—Pff... Tonterías, confía en mí. —Sonrió. —Hay que apurarnos.

El alto asintió y siguió a su amigo hasta la cafetería en donde lo más probable es que Seokjin este comprando alguna botella de agua, siempre era acompañado por una; pues pertenecía a clases de canto y su garganta siempre llegaba a secarse.

Ambos hombres se ocultaron detrás del contenedor de basura y rápidamente Hoseok sacó la cámara del bolso mientras que Namjoon miraba la escena bastante inquieto.

—Vamos. —Le extendió el aparato y el hombre sin dudarlo lo agarró. —Busca un buen ángulo.

Obedeció a las indicaciones de su amigo y espero a tener una buena imagen del chico, por Dios, se veía tan perfecto y no sabía cual era momento exacto para presionar el botón.

Pero tenía en claro que debía hacerlo rápido, el lugar no se encontraba tan poblado y en unos cuantos minutos darían la campana.

Espero un poco más hasta tener una ilustración perfecta, decidido intentó tomar la fotografía, pero el mayor logró darse cuenta; por lo que el corazón del moreno pálpito rápido y alejó de inmediato el aparato de su cara.

Seokjin sonrió y saludó de lejos. —¡Hola Namjoon!

Estaba tan nervioso, pero joder, que hermosa sonrisa.

HyunJack.