Kim Seokjin

Un año antes...

Salgo de casa muy apurado porque sé que voy tarde. Ayer Taehyung se demoró bastante en irse y me quedé despierto hasta casi la medianoche todo por acompañarlo a su casa.

Levanto con cuidado mi mochila y peino rápidamente mi cabello, no me gusta que sea tan liso pero al menos me facilita un poco esto de arreglarme.

¿Arreglarme? Me río de mí mismo.

Apenas llego a la escuela veo que todos los pasillos están vacíos, todos ya deben estar en clase. Tonto Taehyung. Me dió la excusa de que quería jugar un nuevo videojuego en mi casa y ese no era el problema. El problema es que me hizo terminar el modo historia en un solo día.

Y se suponía que éramos parte del comité de ambientación navideña del gimnasio. Y no hicimos nada.

Mientras, camino a mi salón ya pensando en qué le diré al maestro cuando me pregunte si ya arreglamos el gimnasio y claramente descubra que ni siquiera fuimos ayer. A veces Tae me distrae mucho y le conciento todo por ser mi mejor amigo.

—¡Seokjin-oppa, disculpa!— me llama Len desde le puerta cerrada del salón —Hoseok-oppa me pidió que le dijera que apenas llegara se fuera al gimnasio. Uff, por fin puedo irme, jeje lo he esperado desde la entrada. Adiós— entra al salón.

¿De verdad ha estado parada ahí esperando a que yo llegara solo porque Hobi le dijo? Ruedo los ojos y miro mi reloj. Bueno, al igual que yo, ella perdió la primera hora de clase. Solo que ella lo hizo por voluntad propia. No me sorprende, Hoseok se presentó alfa hace unas semanas y todo el mundo ya está detrás de él, ser alfa debe ser genial.

Me dirijo al gimnasio, seguro que están terminando la ambientación.

Apenas abro las puertas Jungkook salta encima mío y su olor inunda mis fosas nasales, iugh, es demasiado dulce.

Sip, él también ya se presentó... de hecho fue el primero.

—¡Feliz cumpleaños, Jin-oppa!

Se carcajea solo y lo alejo.

—¡Tú no puedes decirme oppa!— le recuerdo aunque sé que lo hace por molestarme —Es hyung, y gracias.

Por fin se aparta y veo a los demás con un pastel de frutas y un gran cartel que cita: ¡Feliz cumpleaños!

Sonrío contento, hasta yo lo había olvidado por estar ajetreado con esto del comité de decoración. Y hablando de decoración, me fijo en que no han hecho absolutamente nada, el gimnasio está igual de carente de ambiente navideño, solo unos cuantos globos inflados se ven al fondo.

—No alcanzó el tiempo para colgarlos, jeje— ríe Hoseok que usa un sombrero de colores con velitas al ver que me he fijado en los globos de color rosa.

—En realidad decoramos el resto— Namjoon muestra sus hoyuelos. Entonces al ver bien, sí han decorado el gimnasio, pero para mí, no para la celebración del veinticinco.

Golpeo mi rostro con mi mano abierta.

—Saben que nos revisarán hoy, ¿verdad?— les recuerdo mientras voy abrazándolos uno a uno.

—¿Y eso a nosotros qué?— responde Yoongi cuando termino de agradecerle con el abrazo.

—Pues somos del comité de decoración y...

—¿Cuál comité?— me interrumpe Jimin riéndose —Hyung ya deja eso. Eres consciente de que no existe tal cosa, solo nos están castigando a los siete con esto de decorar.

Ruedo los ojos. ¡Es que los están castigando a ellos no a mí!

Y todo por encontrar a los cinco idiotas alfas en el baño de omegas. A Jungkook también le cayó la reprimenda por dejarles entrar. Y bueno yo estaba de casualidad por ahí en el pasillo y los auxiliares me forzaron a ayudarles con su castigo.

—Saben que Jinnie no tuvo nada que ver— dice esa voz profunda mientras su dueño me abraza por detrás  —Feliz cumpleaños, Jinnie.

—Oh no, Taehyung. Es contigo con quien quería hablar— me volteo mirándole a la cara. Cara que está con una enorme sonrisa cuadrada —¿Sabes hasta qué hora estuve despierto anoche por tu culpa?

—Mhm... Eso suena muy interesante— canturrea Jungkook haciendo que Tae se sonroje y no entiendo porqué.

—Hyung, Tae solo debía distraerte para que no vinieras a la escuela en la tarde y nos dejaras preparar la sorpresa— dice Jimin y cuando volteo a verlo para seguir discutiendo, noto que Yoongi y Hobi llevan un pastel de cumpleaños. Muero de ternura.

—Oigan, ¿por qué tiene dos velitas?— pregunto y de inmediato me contestan al unísono, como si hubieran sabido que les iba a preguntar eso y hubieran preparado la respuesta para decirla en coro.

—¡Porque ya tienes como veinte!

Una vena podría resaltar de mi sien. Estos mocosos, no sé cuándo van a aprender a respetarme.

—Felices dieciocho, Jinnie— Tae me da un beso en la mejilla y de repente todos guardan silencio. ¿Por qué?

Todos miran a Tae expectantes y sin darse cuenta han dejado de acercar el pastel. ¿Cómo se supone que apague mis velitas?

—¡Bravo Taehyung!— exclama Namjoon y corre a abrazar a mi mejor amigo. ¡Hey, aquí el cumpleañero soy yo!

De pronto los demás se acercan a felicitar a Tae también y no entiendo absolutamente nada. En fin, aprovecho para morder mi pastel.

Kim Taehyung

Decidimos hacerle la fiesta sorpresa a Jin porque todos los años celebramos en su casa y ya debe estar cansado. Bueno, en realidad fue mi idea hacerlo afuera porque se supone que hoy...

—¡Eres un tonto!— un cojín impacta en mi rostro —¡¿Cómo pudiste escapar de nuevo?!

Me cubro para no recibir otro almohadazo de parte de Jimin. Entonces otro de los hyungs se acerca para agredirme.

—¡Me duelen los labios por estar inflando globos!— Hoseok me agita por los hombros —¡Y no te atreviste a decirle!

Quiero disculparme pero otro hyung me vuelve a interrumpir.

—¡Más te vale que lo hagas ahora, Taehyung!— Yoongi-hyung se altera —No gasté mi tiempo escribiendo esa canción para nada.

Me siento más culpable. Todos pusieron de su parte para que me le declare a Jin-hyung y por otro año más, he vuelto a fallar.

—Ah~ realmente creí que le ibas a decir después de darle el beso en la mejilla esta mañana— Namjoon dice desde donde está sentado. Agradezco que no se me acerque para ser agresivo, como todos los demás.

—¿Qué no lo viste? Casi le da un paro ahí mismo, tuvimos que darle ánimos para que no se pusiera a llorar— Hobi habla y me mira entrecerrando los ojos. Es raro verlo así pero supongo que me lo he buscado.

Ahora mismo están los cuatro alfas en mi habitación, ayudándome a prepararme para la noche porque hoy, dieciochoavo cumpleaños de Jin, debo declararme sí o sí. Se supone que la decoración del gimnasio que hicieron era para eso, este año mis amigos estaban muy motivados en ayudarme y se han esforzado, Yoongi escribió una canción para que se la dedique a Jinnie y así él me acepte.

¡Pero no puedo!

Estoy cien por ciento seguro de que va a rechazarme.

Por eso solo le besé la mejilla en la mañana y no seguí el plan. Y por eso hoy en la noche me están obligando a tener una salida a solas con Jin por su cumpleaños. Bien, no me están obligando en serio porque yo estoy muerto por salir con él de esta manera, como en plan cita. Y... a la vez sí me están obligando porque yo ni siquiera invité al mayor, ellos han planeado todo.

Jungkook debe estar en su casa ahora mismo, ayudándole a "prepararse" pero por favor, apuesto a que a Jin no le importa hacerlo, deben estar jugando videojuegos.

Es que Jinnie no necesita prepararse, es tan perfecto.

—Yah, Taehyung, lo haces hoy porque lo haces— Jimin me mira determinado junto a los demás.

—Ya basta de estar intentándolo todos los cuatro de Diciembre, este es el tuyo— sigue Namjoon.

—No quiero verte de regreso hasta que nos digas que ustedes ya son algo más que mejores amigos— habla Yoongi serio pero es muy difícil tomárselo así. Hobi se comienza a carcajear estruendosamente, quitándome la seguridad que había juntado.

—¡Solo vete ya, Tae!

Salgo corriendo antes de que Jimin se ponga agresivo de nuevo.

Kim Seokjin

—Entonces... ¿Qué se siente estar tan anciano?

Jungkook va a hacer que me reviente la cabeza.

—Oye, tú no vas a tener catorce para siempre.

—¿Recuerdas cuando tenías mi edad?

—¡Por supuesto que lo recuerdo!— grito algo alterado —Era un chico muy apuesto, justo como soy ahora.

Kookie alza una ceja y ya no me dice nada. Creo que sé qué hay en esa despeinada cabecita, pero no seguiré el tema porque en algún momento saldré perdiendo.

—¿Ya estás listo, hyung?

Me miro a mí mismo, solo estoy usando unos jeans desgastados con una playera blanca enorme y mi gorra azul. Me encojo de hombros, supongo que estoy listo.

—Todavía no puedo creer que le hayas aceptado la cita a Taehyung.

—No es una cita, Kook— ¿Por qué todos creen eso? —Tae solo quiso pasar mi cumpleaños conmigo, lo que es normal y de todas formas le iba a pedir que hiciera, somos mejores amigos.

—¿Oíste eso, hyung?

Presto atención, Kook se ha levantado de mi cama para acercar su oreja a la ventana.

—No oigo nada...— me acerco a dónde está él. ¿Qué ha escuchado?

—Shh, es el corazón de Taehyung rompiéndose.

Le golpeo en la cabeza para regresar a donde estaba. Este niño nunca va a aprender.

Kim Taehyung

Jinnie sale de su casa vistiendo solo su playera blanca enorme y debe estar loco. Se va a enfermar.

—Hey Tae— me saluda —¿Por qué todos creen que esto es una cita? Están bastante alterados.

Ni siquiera me deja contestarle el saludo.

—Ya los conoces— río forzadamente. No puedo creer que Jin no se dé cuenta de lo que planeamos.

Entonces comenzamos a caminar por las frías calles, no dejo de mirar a Jinnie. Es tan hermoso. ¿Cómo será cuando se pronuncie? Probablemente sea alfa así que sus facciones se harán más duras y su voz más ronca. No lo sé, no creo que me importe mucho cuando pase. Siempre me va a parecer el ser más precioso del mundo.

—Es raro estar cumpliendo dieciocho, todavía me siento de catorce años— ríe y me contagia.

—¿Por qué?

—Para empezar— se rasca la nuca y oh no, sé hacia dónde irá —ni siquiera me he pronunciado aún— Ese tema es delicado y no quiero que Jin esté triste cuando apenas comienza esta salida, tiene que llegar animado al punto donde voy a confesarme para que así al menos tenga un poco de chance de no ser rechazado —No puedo creer que Kookie a sus catorce ya sea omega. Hace un rato me estaba molestando con eso de la edad y tal vez tenga razón.

Quisiera darle un buen jalón de orejas a Kook por bromear así con Jinnie. 

—No le hagas caso— pego a Jin más hacia mí. Desde que soy alfa he alcanzado su estatura —estás perfecto ahora mismo, Jin.

¿Cómo me salen cosas así de la nada? 

—Eres una ternura, Tae Tae— me sonríe y frota su naricita en mi mejilla.

Llegamos al punto "estratégico", como lo han llamado los hyungs, frente al lago. Ahí espera un reproductor pequeño de sonido con la pista de la canción que debo cantarle a Jin.

Y siento que la voz se me va.

¿Por qué escogí cantarle? ¡No es mi fuerte!

De acuerdo, tal vez elegí esa opción porque para los otros años no funcionó memorizar un discurso.

Y porque hace algunos meses Jin Jin dijo explícitamente que le gustaba a mi voz ronca cuando me oyó tarareando en clase.

—Oh mira— Jinnie ha visto el reproductor —a alguien debe habérsele olvidado.

—N-No lo creo— comienzo a ponerme nervioso. Basta Taehyung, basta.

—Hay una canción— dice mirando la pantalla.

Ay no, ahora sí tendré que hacerlo.

De vuelta al presente...

Kim Taehyung

—¿Qué vas a decirme?

Jin se tira en su cama y cubre su rostro con una almohada. Debe estar nervioso. Espero que sea por lo que creo que va a decirme. ¡Yo estoy nervioso! Podría morir en cualquier momento, en serio.

Estoy muriendo ya.

Muriendo de ternura porque Jinnie se mueve de un lado a otro encima del colchón, parece que está en una lucha consigo mismo.

Me acuesto a su lado y lo aprisiono en mis brazos para que se quede quieto.

—Puedes decirme lo que sea, Jinnie.

—Sabes perfectamente lo que te voy a decir— su voz sale amortiguada por la almohada en su rostro.

—P-podría tener una idea— respondo evitando que se note que estoy sintiendo demasiada emoción. ¿Es lo que creo que es?

Jin entonces muestra su cara sonrojada y me mira aparentemente molesto.

—¿Puedes ayudarme entonces?

Espero no estar equivocándome con mis suposiciones. Espero que realmente vaya a decirme que le gusto y que me acepta, o bueno al menos que sigue creyendo que somos destinados, puedo aprovechar eso para seguir intentando. ¿Qué oportunidad tengo de estar en lo correcto al decir que Jin siente algo por mí?

Miro el rostro de mi mayor y quiero creer que tengo razón, sus ojitos avellana brillan y sus mejillas, nariz y orejas están muy rojas. Se lame y relame los labios, símbolo de que está ansioso o nervioso. No lo sé. ¿Debería arriesgarme?

Entonces pego mi rostro a su pecho, si su corazón está acelerado tal vez sea señal de que, sí, mis locas ideas sobre que esté apunto de declararse sean correctas.

Sus latidos son fuertes y van rápido. Mi lobo al sentirlos se llena de calma y agita la cola, emocionado. Siento que por fin estoy en calma después de tanto tiempo en incertidumbre.

¿Yo debería dar el primer paso?

—J-Jinnie— comienzo y mi voz sale tan inestable y temblorosa que al oírme toda mi seguridad se va al tacho —eh...— ¿Qué tal si no es eso lo que quiere decirme? ¿Qué tal si estoy a punto de declararme por nada? ¿Qué tal si eso tan importante que tenía que decirme no tiene nada que ver con sus sentimientos por mí?

¿Tiene siquiera sentimientos por mí?

Cierro mi boca porque no diré nada más. No puedo. No puedo ante la idea de ser rechazado. No por Jin, no puedo.

—¿Estás bien?— se acerca más a mí, aún estamos tumbados al lado del otro —Tae, ¿estás bien?— repite.

Y suena tan preocupado. Soy un cobarde. Mi lobo quiere gruñirme y eso ni siquiera tiene sentido.

Un paso, Taehyung. Solo uno.

Tal vez no tenga que ser tan directo... ¿No?

Volteo mi cara para dejar de ver el hermoso rostro de Seokjin que no hace más que ponerme más nervioso y me topo con el calendario que hay en su escritorio. En una semana será su cumpleaños. Otro cuatro de Diciembre que lo intentaré de nuevo.

Lo haré ese día, sí.

—Oye, dijiste que ibas a ayudarme con lo que te iba a decir...

—En una semana— empiezo a hablar interrumpiéndolo porque si no lo hago rápido podría arrepentirme —en una semana voy a intentar por noveno año consecutivo decirte que me gustas.

Mis palabras salen tan rápido que no creo que me haya entendido. Espero que no me haya entendido.

¡Que no haya entendido por favor!