𝙓𝙓𝙓𝙄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo dedicado a @nanisnana y @HanaMion por sus votos y comentarios, cada notificación suya me saca una sonrisa, de verdad muchísimas gracias por el apoyo.

Kim Seokjin

Gruño indignado conmigo mismo cuando noto que los jeans ya no me suben. ¿Es en serio? ¿Qué diablos?

—Estás muy rechoncho, ¿qué esperabas?

Le aviento un zapato a mi hyung para luego mostrarle mis colmillos. No soy agresivo pero con todos sus antecedentes no puedo solo sonreírle y tratarlo bien. Y ahora menos que está apoyado en el marco de la puerta mirándome burlón.

—¿Quieres largarte, Joong-hyung?

El alfa niega con la cabeza.

—Solo vine a avisarte que tu alfa te espera abajo, Seokjinnie~

A veces quisiera que no siempre estuviera tan feliz y risueño. ¿Por qué siempre está así? ¿Qué le causa tanta alegría? Solo es un alfa próximo a los treinta, sin pareja, universitario hasta ahora, con la vida tan arreglada y fácil que hasta se da tiempo de joder la mía.

Le gruño de nuevo hasta que se va.

Termino por escoger otro pantalón, a veces quisiera que las formas de omega no se hubieran acentuado tanto para este punto. Mis caderas se han anchado, mi trasero ha crecido y mi cintura se ha afinado. ¿Para qué? Para que ya no me cierren los pantalones caros que están acumulados en mi armario totalmente en desuso. Suspiro. Uno de estos días le pediré a Taehyung que me acompañe a comprar más ropa, porque en definitiva nunca volveré a pedirle nada a Seokjoong.

Bajo las escaleras evitando rodar los ojos por la decoración navideña de mi casa. En momentos como este agradezco que en Corea la tradición de estas fechas no tenga nada que ver con la familia como lo hace en otros países del mundo, porque lo menos que quiero es verles la cara. Para la nación Sur Coreana este es un día de celebración con amigos y sobre todo, entre pareja.

Vuelvo a gruñir malhumorado al encontrar a Jungkook conversando con mi padre en el salón.

—No se preocupe, señor Kim. Si es muy tarde llevaré a Jin-hyung a mi casa. No estaremos en la calle mucho tiempo.

—No llames a tu pareja con honoríficos, muchacho— vuelvo a gruñir, llamando la atención de los dos alfas.

Varios días han pasado y si bien se me ha quitado el trauma y resentimiento que tenía por Jungkook, todavía cuesta verle la cara a mi padre con normalidad. Dudo que lo vaya a lograr en algún momento, la verdad.

—¿Vas a ir así, Seokjin?— ya no me dice hijo —Por favor Jungkook, perdónalo. Sigue siendo un omega insolente.

Gruño de nuevo. Odio que estando dentro de mi supuesto hogar tenga que hacer ese molesto ruido tan seguido, pero mi lobo simplemente no puede controlar su latente y permanente ira.

—Ya estoy acostumbrado a su insolencia— escupe Jungkook para luego hacer una mueca de asco.

Me contengo para no reír. Al menos el maknae me ha sacado mi primera sonrisa en lo que va del día.

Carraspeo. Debo apoyar.

—P-Pero yo me esforcé mucho arreglándome para ti, Jungkookie— agacho mi cabeza hacia él, fingiendo la voz más sumisa que podría salir viniendo de mí. Siempre me han dicho que soy buen actor.

—No se nota para nada, sabiendo que eres horrible debiste esforzarte más— toma mi brazo con aparente brusquedad pero sin llegar a lastimarme, haciendo que levante la mirada. Pero cuando veo a Jungkook él no se ve para nada intimidante. Más luce como un conejito asustado, temeroso de lo que le vaya a decir, todo inocentón con esa ropa formal y el cabello perfectamente peinado como si de verdad fuéramos a una cita tradicional de estas fechas.

Tendremos que mejorar esa actuación.

Ambos miramos a mi padre, esperando una reacción de su parte.

—Seokjin puede regresar a cambiarse— a pesar de que su voz sale neutral sé que mi padre ha debido molestarse si quiera un poco.

¿Nada?

Bufo para sacudir un poco el brazo de Kook, haciéndole la señal de que estoy incómodo y ya quiero irme.

—Mi hermano es feo por naturaleza, Jungkook. Pero no se pudo arreglar porque ya no le quedan sus pantalones, espero que disfrutes la razón de que ya no le suban, si me entiendes, claro.

Oigo la voz burlona de Seokjoong desde el balcón que se asoma del segundo piso al salón principal y ahora sí le gruño fuerte, al menos fuerte para ser un omega, estoy seguro de que mis ojos están amarillos. Estoy claramente ofendido.

Jungkook lo ignora y tras despedirse de mi padre ambos salimos de la casa, yendo a dónde se supone y se estima según mis padres...nuestra cita por el motivo de las fiestas.

Nada más lejos de la realidad.

Caminamos en silencio una cuadra hasta la esquina que rodea mi casa solo para encontrarnos con nuestros otros cinco amigos.

A donde va dirigida mi mirada primero es a mi alfa. Taehyung lleva un adorable gorrito navideño sobre su cabellera oscura y lo que más resalta de su atuendo es una chaqueta esponjosa.

Me relamo los labios ante su ceño fruncido, sus ojos están fijos en mi brazo pegado a Jungkook. Antes de que pueda saludar a mis dongsaengs Tae ya me ha jalado delicadamente a su lado para unir sus labios con los míos.

Seguro que bajo la atenta mirada de los alfas cerca de nosotros, lo que me hace avergonzar.

—Awww~ ¿Quién iba a imaginar que Taehyung terminaría besando a Jin en lugar de la naranja con la que solía practicar sus fantasías con hyu...?

—¡Hoseok-hyung! ¡Deja a Taehyung en paz!— oigo el sonido de una bofetada, seguro un zape que le dio Jimin a Hobi. Evito reírme porque mis fastidiosos dongsaengs no hacen más que avergonzar a Tae con cosas como esas últimamente.

Tae se separa bruscamente de mí y me abraza fuerte. No veo su cara para nada pero su olor a especias picantes y madera me inunda, masculino e intenso. Mi omega ronronea.

Escucho como Hobi se carcajea con Yoongi.

—¡Namjoon tómale una foto a su cara, está roja!

Río un poco cuando escucho a Tae quejarse en un gruñido minúsculo. Ruidos demasiado adorables para venir de un alfa, pero me gusta así.

—Tae Tae, no importa si practicabas con...

—¡Mira lo que te traje!— grita apartándose y quitándose la chaqueta esponjosa y peludita, seguramente para cambiar de tema.

Sonrío a más no poder, es tan tierno.

Así solo me acuerdo del cachorro que solía ser siempre tan posesivo pero tímido. Berrinchoso e increíblemente tierno en cada gesto y detalle que tenía conmigo. Me pedía un beso en la mejilla como agradecimiento y nunca se lo negaba. Tengo tantas ganas de hacerlo ahora.

Taehyung me pasa la prenda por los hombros y yo termino de ponérmela.

—¿Ya terminaron su escena?— pregunta Jimin —Bien, porque quiero saber qué tal va mi plan.

Empezamos a caminar los siete rumbo al centro de la ciudad aunque no creo que lleguemos muy lejos. Tae pasa su mano por mi cintura mirando a los demás con recelo.

Jungkook suspira ruidosamente.

—Ah~ Jimin-hyung, nada va bien— comienza a explicar —el padre de hyung ni se inmuta cuando lo trato mal.

Jimin se acomoda su adorable gorrito afelpado mientras me mira. Estamos caminando en una fila recta, ocupando toda la vereda. Por un momento me pierdo en las decoraciones navideñas que adornan los balcones de las casas y las luces que rodean los postes en luces blancas y algunas pocas de colores cada tanto.

Yo asiento mirando a Mochi para empezar a hablar apoyando lo que ha dicho Jungkook.

—Es cierto, mi mamá tampoco. La última vez hasta fingí que Kook me había golpeado pero no hicieron más que encogerse de hombros.

Taehyung abre la boca, incrédulo.

—¿Es en serio?— abre la boca con desdén y aprieta el agarre en mi cintura para pegarme más a su cuerpo. Bajo la mirada antes de asentir junto con Jeon.

—¡Pero cómo pueden ser así de malvados!— pega un grito al cielo nuestro encantador Hobi —Jin, tal vez la solución para ustedes sea escapar y ya. Podemos vender fideos para financiarles.

Yo sonrío feliz ante la idea de que están dispuestos a ayudar a su linda y extraña manera.

Bien, lo cierto es que nada de lo que hemos intentado hasta ahora para romper el compromiso ha funcionado. Jungkook habló con mis padres, le rogó al suyo e hizo de todo para hacerles entrar en razón, igual que yo pero nada sirvió. Aunque gracias a que demostró que sus intenciones no eran maliciosas llegué a perdonarlo. Estar molesto y resentido con él solo me partía el corazón, Kookie siempre fue cercano a mí en demasía así que estoy muy feliz de que todo haya vuelto a la normalidad.

Al ver que eso no iba a dar resultado empezamos el plan B, idea de Jiminie. Kook se ve forzado a estar conmigo casi todo el tiempo mientras estoy en mi casa y en la escuela, al menos mientras soy vigilado. Entonces según el plan, finge ser un alfa abusador y malo para mí a pesar de ser menor y aparentemente inofensivo para otros, eso con el fin de que mis padres o cualquier persona que me esté vigilando bajo sus órdenes, como por ejemplo mi hyung vean que me hace daño y opten por hacer algo al respecto del compromiso. Incluso yo actúo como un omega sumiso y oprimido para que se den cuenta de que me afecta.

Y eso no ha parecido funcionar en absoluto.

—Ya se nos ocurrirá algo.

Me sorprendo cuando oigo la voz de Namjoon. Hace tiempo que no lo noto ni respirar cuando yo estoy presente o Taehyung. He entendido que el ambiente aún puede ser incómodo entre nosotros así que traté de no sentirme muy mal por ser ignorado.

Pero no puedo evitar sentirme feliz al ver que está empezando a interactuar de nuevo. ¡Incluso está abierto a ayudarnos!

Me contengo para no ir a abrazarlo. Yo soy cariñoso por naturaleza con mis dongsaengs, pero no puedo ahora mismo cuando Tae está posesivo y probablemente aún avergonzado.

—¿Y dónde creen tus padres que están ustedes dos?— me pregunta Yoongi-chi. Aww, no había notado que se había teñido el cabello a un castaño rojizo.

—Se supone que en una cita— respondo sonriéndole a más no poder. Mi omega se siente muy contento de volver a estar en un ambiente cómodo y pacífico con todos mis amigos. Había pasado un buen tiempo sin que sea así.

Taehyung jadea un poco. Sé que aunque no parece estar más resentido con Namjoon y Jungkook aún le cuesta estar con ellos, sobre todo cuando menciono algo que me implica estando relacionado con el maknae. Pongo mi mano en su pecho en un intento de calmarlo y me apego más a él liberando feromonas.

—En realidad ellos nos dejarán solos a medianoche— dice mi alfa levantando mi mano de su pecho para llevársela a los labios, dejando pequeños besos en el dorso de esta —así que sí estarás en una cita, Jin.

Hipnotizado por su voz profunda y sus dulces actos no me doy cuenta cuando somos cruelmente separados por Jimin y Hoseok que se prenden de nuestros hombros haciendo gruñir a Tae.

—¡Pero aún no-o~!— canta Hobi.

—¡Estamos en una salida grupal así que...! ¡Yoongi-hyung! ¿Dónde está el soju?

Ruedo los ojos sonriendo ante la pregunta de Jiminie. El alfa pálido saca una botella de la pequeña mochila que carga Namjoon y sonríe mostrando sus encías.

¡Oh yeah man!— grita feliz Kookie tratando de quitarle la botella a Yoongi.

Este se ríe.

—¿Cuántos años tienes, Kook?

Jungkook se encorva y se cruza de brazos antes de alejarse de nosotros para ir solito más adelante, con una expresión resignada.

—Eso pensé— Yoongi-chi abre la botella.

Kim Taehyung

Todavía observo con reproche a Hobi-hyung por haber dicho eso sobre la naranja, pero él no parece inmutarse ante mi mirada porque está demasiado ocupado haciéndole barra a Namjoon para que termine la botella de soju en su mano.

Seguimos caminando por las calles vacías de la ciudad, no nos preocupamos porque somos un grupo grande y estamos seis alfas para proteger al único omega que está con nosotros en caso de que llegara a hacerse presente alguna amenaza.

Seis alfas de los cuales solo uno está completamente sobrio y consciente. Ese soy yo.

—Ah~ Taehyungie, creo que nosotros deberíamos tomar un poco también. Me estoy muriendo por probar esa cosa.

Ruedo los ojos cuando alcanzo a sostener a Jin antes de que se aviente a los brazos de Yoongi, él está sosteniendo otra de esas botellas.

No tendría ningún problema con que Jinnie tomara, pero deseo que esté plenamente consciente para el momento en que nos quedemos solos y la cita por Navidad empiece.

Así que cuando me ve serio se limita a gruñirme y a cruzar sus brazos adorablemente. Amo como se ve esa chaqueta peluda en él. Solo me hace pensar que hace bastante que no veo a su lobo, solo recuerdo que era blanco pero no estaría muy sorprendido de que hubiera cambiado ahora que es omega. En algunos cambia al menos un poco el pelaje, quizá sea gris...

Sip, también tengo que planear una salida al campo para eso.

—¡Ah Kim Namjoon! ¡¿Cómo te atreves?!— se queja Yoongi-hyung —¿Eres idiota o qué? ¡Esa era la última botella!

Me río cuando me doy cuenta de que Nam-hyung le ha pasado el recipiente al maknae del grupo provocando la molestia del alfa mayor.

Supongo que Kook también merecía un poco.

—Yoongi-hyung, el festejo Navideño es para compartir entre amigos. Déjele a Kookie probar un sorbo.

El pálido gruñe y yo le coloco el gorrito rojo que he estado llevando hasta ahora, solo para hacerle sonreír.

Jimin se ríe porque es demasiado grande y tapa los ojos del hyung.

—¿Y ahora qué se supone que hagamos? Se han acabado las bebidas.

Suspiro contento. Ojalá que ese sea un buen motivo para que todos se vayan. Están algo mareados y no dudo que se pondrán a decir toda clase de cosas en unos momentos. Ya quiero quedarme solo con Jinnie.

Miro mi reloj de muñeca solo para comprobar que falta poco para la media noche.

—Hagamos confesiones— Hoseok mueve de arriba a abajo las cejas.

Oh no, no no no. Ninguna otra de sus ideas para avergonzarme. Sé que eso planean. Mientras esperábamos que Jinnie y Jungkook salieran de su casa hace unas horas ellos solo se estaban riendo sobre lo surrealista que era que Jin y yo ya lleváramos un tiempo saliendo, que era por mucho gracias a ellos y que había llegado la hora de contarle a Seokjin la verdad sobre mí.

¿Qué verdad? Solo van a hacerme quedar en ridículo y lo peor es que según ellos será para festejar nuestra unión y no sé qué cosas más. Simples excusas para burlarse.

—¿Por qué no se van ya...?

—¡Sí!— me interrumpe Jinnie saliendo de mis brazos para pegarse a Hobi y chocar las palmas. Gruño —Esa una excelente idea, yo empiezo. Confieso que quería tomar del soju pero alguien no me dejó— gruñe hacia mí.

¿Por qué tantos gruñidos él día de hoy?

—Seokjin-hyung deben ser confesiones más interesantes— explica Jimin —a ver, yo confieso que hubiera preferido ser beta.

Todos abrimos los ojos como platos.

Quizá Jiminie sí bebió mucho.

—¡No!— hace su berrinche Hoseok —¡Debe ser como un juego!

Yoongi rueda los ojos y yo aprovecho que se ha puesto a discutir con Hoseok para jalar a Jin de nuevo a mi pecho. Dice que no le dejé tomar pero por su olor estoy seguro de que lo logró en algún momento cuando yo estaba distraído.

—Deben ser confesiones sobre un tema específico— dice Suga después de hablar con Hoseok.

—Yo empiezo porque fue mi idea y yo pondré el tema— mueve sus cejas de arriba a abajo y no me gusta para nada.

A veces no los entiendo.

Miro la cara aburrida de Namjoon-hyung y creo que él está pensando lo mismo que yo.

—La regla es no desviarse del tema y decir lo primero que se te venga a la cabeza.

—¿Podemos irnos a casa ya? Tengo sueño y...

—¡Confieso que para el intento número siete de confesión de Taehyung le di un jugo con alcohol a Jin-hyung para asegurarme de que lo aceptara!— chilla el de sonrisa de corazón sobresaltándonos a todos por lo repentino de su confesión.

—¡¿Qué?!

Me golpeo la frente con la palma abierta. ¿Por qué tenían que empezar a hablar de...?

—¡¿Cómo permitiste eso Taehyung?!— Jinnie me pega con su puño cerrado en el pecho pero ni cosquillas me hace —¿Cuándo fue eso?

—¡Yo no sabía nada!— niego varias veces con la cabeza. Estos hyungs me quieren arruinar la cita —¡Deja de inventar cosas, Hoseok-hyung!

—¡No es mentira!— se carcajea y los demás le siguen.

Yoongi se ríe asintiendo con la cabeza hacia mí. No puedo creer que estén hablando en serio. Confiaba en ellos y siempre les pedía que no se pasaran con eso de darle su propio toque a mis planes.

—Pero al final como siempre no te atreviste— vuelve a su semblante serio —bien, es mi turno. Confieso que fue mi idea ponerle las notitas con poemas que hacía Tae a Jin en su casillero.

—¡Sabía que eras el cursi que propuso eso!— Jimin se carcajea golpeando en la espalda a Yoongi.

—¿E-Eran t-tuyas, Tae?

Oh por Dios.

—Ya es tarde, adiós chicos— cojo la mano de mi todavía novio dispuesto a llevármelo antes de que oiga otras cosas y cambie de opinión.

Estaba tan triste cuando Jin creyó que las notas venían de Taeyeon, esa chica mayor que le gustaba.

—¡Eh, ahora es el turno de Jungkookie!— Jimin sonriendo hasta que desaparezcan sus ojos coge la otra mano de Jin y en lugar de llevarlo de nuevo con el grupo todos vienen hacia nosotros.

De todos creo que el peor será Kook. Él nunca fue muy discreto.

—Confieso que para el segundo celo de Taehyung le pedí a Jin-hyung que le ayudara— sonríe como conejo.

—¡Jungkook!— chillo yo avergonzado. No puedo creer que se haya atrevido a hacer eso. ¡Con razón Jinnie estuvo extraño cuando regresé a clases dos días después!

—Oh sí...recuerdo eso— Jin sonríe apenado —yo aún no t-tenía especie y Kookie era más joven así que creí que bromeaba.

Luego de unas risitas todos miran a Jimin esperando que él diga algo. A estas alturas solo me queda aguantar a que terminen para que se vayan y me dejen solo con mi omega.

Jimin se rasca la nuca sonriendo nervioso.

—Confieso que ya les puse nombres a sus hijos— dice encogiéndose de hombros.

—¿Cuáles hijos?

Todos ellos se carcajean menos Jinnie y yo.

Bien, esto no lo imaginaba.

—Los que tendrán, duh— se aclara la garganta —uno será niño y le pondrán Kim Taejin y si Tae te obliga a tener otro porque Jin-hyung, sé que él quiere tener contigo al menos tres cachorros...

—¡Ya es suficiente!— me quejo cargando a Jin y poniéndolo en mi hombro, como si se tratara de un costal —¡Adiós a todos!

Cuando los vuelva a ver ya se las verán conmigo.

—¡Tae Tae, bájame!— recién comienza a reír con ganas —¡No me despedí de ellos!

Subo mi vista al omega que solo agita la mano hacia el grupo de indiscretos alfas que todavía riéndose se alejan.

Al menos ya estoy solo con Jin Jin.

Sonrío de lado. En algún momento él iba a saber todas esas cosas y de paso yo también me enteré de algunas. Solo me queda recordarlas con gracia.

Luego de llevarlo encima por unos minutos más, porque acepto que me siento infinitamente a gusto con cargar con el peso de Jinnie y mi lobo también, lo dejo delicadamente en el suelo.

Él me sonríe con todos sus dientes y se pone de puntillas para ser más alto que yo y revolverme los cabellos. Le gusta hacer eso.

—No tienes que sentirte apenado.

Asiento gustoso bajo su tacto. Me acerco a él con intención de besarlo, cuando me gana alejándose y llevando las manos a su cuello.

—Te traje un regalo, alfa— lleva sus dedos hacia su nuca y se saca una cadena, no me había dado cuenta de que llevaba puesta una.

Con cuidado abre el seguro y acerca la pieza hacia mí, me agacho un poco para permitirle colocármela. Aprovecho la cercanía para robarle un beso mientras intenta abrochar el seguro en mi cuello.

Jin se queja.

—¡Déjame explicarte mi regalo, Tae! Ya me besarás después.

Asiento estando de acuerdo. Oh, claro que lo haré después y después de eso también.

Todas las veces que quiera.

—El dije tiene dos lobos.

Sorprendido me acerco la figurilla para confirmar lo que me ha dicho. En efecto, son las cabezas de dos lobos apoyadas una en la otra.

—Eres mi destinado así que...— arruga su naricita, señal de que no sabe qué decir —me pareció apropiado.

Mi lobo se hincha de orgullo porque nuestro omega nos ha hecho un presente. Sonrío arrogante para explicarle el mío.

Paso las manos abiertas por sus brazos, acariciando a Jin y al abrigo esponjoso que lleva puesto.

—Como alfa debo protegerte— empiezo con las palabras que he practicado después de haber escogido el siguiente regalo de cortejo para Seokjin —en algún momento te haré un nido porque eres mi omega— eso me explicó mi abuela —pero mientras me aceptas como tu alfa te doy esta prenda, es otro regalo de cortejo. La he usado para impregnarla de mi olor, es para que tú y tu omega se sientan protegidos por mí, espero que no te moleste Jinnie.

Como cuando lo marqué con mi olor sin su permiso.

Espero y quiero su reacción. Veo como pasa sus manitas por las mangas de la chaqueta blanca. Escogí ese color pensando en el pelaje de su lobo.

—Me encanta, Tae Tae— se cuelga de mi cuello restregándose contra él. Mi aliento se corta cuando me doy cuenta de lo que hace.

Es él quien me está dejando su olor.

Ronroneo complacido. Mi lobo corretea en mi interior emocionado porque Jin nunca había hecho eso. El que es posesivo soy yo normalmente, pero esta muestra de su parte me ha dejado aturdido.

—Si yo voy a oler a tí, hermoso alfa— ronroneo de nuevo. Tampoco me había llamado de esa forma tan dulce antes, ¿bien? —quiero que tú huelas a mí.

—Dulce.

—Muy dulce— reconoce sonrojado.

Para cuando da la media noche estamos sentados en la acera fría de una calle vacía de la ciudad, admirando los fuegos artificiales.

Sus manos han desaparecido debajo de una mía. Sus piernas están encima de mi regazo y mi brazo pasa por sus hombros.

Enredados uno con el otro en medio de la fría noche. Aunque para nada la sienta así, nada es más cálido que estar junto a mi omega, no necesito nada más.

Mi Jinnie.

—Lo siento.

—¿Por qué te disculpas, amor?

No negaré que me avergüenza llamarle de esa manera, pero mi lobo me gana a veces y no, la verdad yo lo hago a propósito. No me canso de apreciar el hermoso sonrojo en sus orejitas cuando me oye.

—Por todo. Perdón por arruinar el momento, ¿si? Yo fui muy despistado estos años. Nunca me di cuenta de que tú...

—Ya no importa hablar de eso— beso su sien —el tú despistado de estos años siguió enamorándome, estoy agradecido por eso.

—¿Lo dices en serio?

Asiento. Si hubiera sido fácil que llegáramos a estar juntos sé que no hubiera caído tan profundamente por este chico como estoy ahora. Hubiera sido un gusto que se me hubiera pasado y ya. Observo a Jin unos momentos.

No, me equivoco. Así él se hubiera dado cuenta y hubiéramos estado juntos desde antes sé que seguiría totalmente enamorado de él. Sería imposible no estarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro