𝙓𝙓𝙓𝙄𝙄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Kim Taehyung

Algo cansado termino de alistar mi maleta. Solo pongo un par de conjuntos deportivos. No quiero demorar mucho tiempo en el viaje pese a que es algo que necesito.

—Tus padres están esperando abajo, cariño.

Asiento ante la voz de mi abuela. Pasadas las fiestas y antes de año nuevo, igual que el año pasado, mis padres han venido para llevarme a su casa en el campo. Es necesario que como alfa vaya a relajarme y libere a mi lobo, es algo que todo el mundo hace cada cierto tiempo.

El problema es que hoy es mi cumpleaños y no quiero pasarlo en el campo, lejos de la ciudad cuando aquí está la persona con la que quiero compartir este día.

Bufo levantando el bulto en mi espalda para no arrastrarlo por la escaleras y hacer ruido. Seguro que halmoni ha vuelto a la cama, aún es muy temprano. No deben ser ni las seis de la mañana.

Miro hacia atrás una vez ya estoy montado en la camioneta, mi padre me sonríe feliz pero estoy muy concentrado observando la fachada de mi casa antes de que el auto arranque por lo que no le presto mucha atención. Demasiado ocupado intentando mostrar cuanto me emociona dejar mi casa en realidad.

Nótese el sarcasmo.

—Sabes que solo son algunos días, ¿verdad?

Miro a mi padre asintiendo.

¿Todavía podré convencerle?

—No me gusta dejar a mi abuela sola por tanto tiempo— y es totalmente cierto... aunque no la razón principal.

Escucho a mi progenitor reírse y casi al mismo tiempo el motor ruge, indicándome que ya no hay vuelta atrás.

—Ella estará bien, los vecinos estarán pendientes y ya la has dejado en otras ocasiones, hijo— me mira por unos instantes y luego vuelve al volante —dime ya qué es esa otra cosa que te preocupa, Taehyung.

Frunzo los labios y me encojo en mi asiento. La verdad son varias cosas. No estoy pasando mi día especial con Jin y es la primera vez que lo iba a hacer estando en una relación más allá de la amistad. Es algo emocionante, ya quería saber qué tenía planeado mi omega para hoy, si es que tenía algo planeado y aunque no hubiera tenido nada yo me hubiera quedado más que satisfecho con encerrarme con él en mi habitación para ver películas, salir a caminar por ahí o hacer cualquier otra actividad. Claro que Jinnie iba a consentirme, quizá impregnarme con su olor y llenarme de besos.

Lamentablemente no voy a descubrirlo y luego de eso está el hecho de que en lugar de estar conmigo él va a estar todo el día de hoy con Jungkook. Sé que ambos están tratando de romper el compromiso pero sé también que el menor no ha superado a Jin, lo único que está haciendo es ayudarnos para quedar bien. No digo que eso sea malo, de hecho aprecio mucho que esté de alguna forma sacrificando lo que él siente para dejar a Jin ser feliz.

Porque Jin es feliz conmigo, ¿verdad?

—¿Qué tal va tu cortejo?

—Bien. Todo va bien— sonrío contento. A parte de que mi omega está comprometido con otro alfa y todo este mes ha sido terriblemente complicado para ambos, todo va perfectamente. Jinnie sigue usando la corona de flores, no se ha quitado la chaqueta blanca y cada vez estamos más y más unidos, si es que eso es posible.

Todo va increíble.

¿Por qué me siento tan raro, entonces?

—Háblame de tu omega, hijo.

Me encojo de hombros, mi padre conoce perfectamente bien a mi omega. O al niño que este solía ser.

No es como si hubiera diferencia. Sigue siendo adorable y bonito, delicado y protector. Gracioso y centrado...

Hermoso de todas las formas posibles.

Simplemente perfecto como solo Seokjin podría ser.

—Es Jin, papá.

Cuando vuelvo a oír su risa y ya no me pregunta nada más sé que solo mencionar el nombre de mi novio le ha dado todas las respuestas.

—Enhorabuena. Quién iba a pensar que al final él te haría caso.

Su comentario me transporta a los cortos días de vacaciones que ambos pasábamos juntos bajo la supervisión de mis padres en la vieja granja. Yo hacía de todo para llamar la atención de Jin cuando a él siendo un niño y más tarde un casi adolescente solo le importaba transformarse y correr por todas partes. Entonces mi mamá me consolaba riendo diciendo que era normal, que algún día toda su atención estaría centrada en mí, cuando maduráramos. Mi papá por otro lado solo se reía y me decía que seguramente Jin sería un gran alfa.

Saliendo de mi recuerdo suspiro dándole un pequeño empujón en reclamo para luego sonreír. Quién iba a pensarlo, realmente soy bastante afortunado.

—Gracias, papá— en parte en tono irónico y a la vez con sinceridad.

Nunca pude ocultar mis sentimientos lo suficientemente bien, así que mis padres siempre supieron que yo quería a Jin.

Papá ya no continúa con la conversación, siempre hablamos por teléfono así que no hay mucho que se haya perdido y que deba contarle en estos momentos cuando es más que seguro que más tarde tendré que hablar por horas con él y mamá, contándoles cada detalle de mi vida en este tiempo que no nos hemos visto.

Solo espero una deliciosa tarta de cumpleaños que compense un poquito todo el dulzor que me falta por no tener a Seokjin conmigo justo en este momento.

Durante el resto del trayecto me dedico a mirar por la ventana, esperando a que sea una hora decente para mandarle un mensaje a Jinnie, avisándole que ya voy camino a mi casa en el campo.

En parte esperando con emoción un tierno mensaje de vuelta.

Kim Seokjin

Froto mis sienes, cansado por todo. Muevo la cabeza de un lado al otro, haciendo tronar mi cuello. No recuerdo la última vez que tuve que dormir en un auto, la verdad que no soy mucho de viajar. Solo me gusta salir de pesca por días con Seokjoong, el traidor. Quizá eso cambie con el tiempo pues repito, no volveré a tratarle bien nunca más.

Suspiro calmándome. No soy rencoroso pero al parecer mi omega sí, y bastante. Me relajo en el asiento y busco mi móvil en los bolsillos de la chaqueta para distraerme un poco, algo de música estaría bien. Abro los ojos como platos cuando veo que he recibido un mensaje de Taehyung. Ay no, ¿tan tarde es?

TAE TAE~
Buenos días, Jin Jin. Mi papá ya me recogió así que estoy en camino a casa. Espero regresar pronto :p

Salto en mi asiento. ¡¿Cómo que ya partió?! Miro por la ventana. Los niños siguen discutiendo sobre qué llevar para el desayuno.

Oh, partir es lo que les haré a sus cabezas. Saco casi medio cuerpo por la ventana y grito con todas mis fuerzas a pesar de no estar muy lejos.

—¡Ya es tarde, apúrense Tae ya salió de su casa!

Jimin frunce el ceño mirando hacia mí.

—¡Hyung no es justo! ¡Kook se está comprando el último latte!

—¡Porque tú te llevaste la última dona! ¡Egoísta!

—¡Yo no soy egoísta! ¡¿Cómo iba a saber que la querías tú?! ¡¿Eh?!

Yoongi tiene un tic en el ojo, lo veo desde aquí. Sigue esperando a que los dos terminen sus órdenes.

Me disculpo con mi chófer para bajar del auto, pidiéndole que nos espere unos minutos más. El beta solo asiente con la cabeza mirándome con comprensión y gracia, después de todo hemos esperado a los cinco alfas por más de diez minutos.

A este paso no lograremos llegar mucho antes que el señor Kim, tendré que pedirle de nuevo que se demore un poco más con Tae.

Camino hacia la pequeña ventanilla del café al lado de la gasolinera listo para llevarme a los cachorros de vuelta al vehículo.

Malditos niños arruina-sorpresas-de-cumpleaños.

—Les dije que compraran algo rápido para irnos rápido.

—Es que lo rápido es muy barato y... como vas a pagar todo hyung.

Evito hacer un comentario por lo que ha dicho Jungkook tan cínicamente. Este chiquillo tiene tanto dinero como yo, ¿qué afán con la comida gratis?

Después de arrastrarlos al auto de nuevo, partimos pero a una velocidad menor para que puedan desayunar sus pedidos tranquilamente sin derramar nada. Es un viaje tranquilo aunque el chófer de mi familia se ría de sus comentarios cada tanto mientras yo solo los ignoro para tratar de recordar cómo era esa cosa de transformarse.

Ah~ es tan complicado.

—¿Estás emocionado, Kookie? Será la primera vez que verás a tu lobo. O bueno... serás tu lobo o... tú me entiendes.

El maknae sonríe como conejo, lo veo desde el espejo retrovisor. Empiezo a prestar atención a su conversación, es un tema que me interesa ahora mismo.

—Hobi-hyung yo ya sé cómo es mi lobo.

—Ya, pero puede verse diferente después de que te pronuncias.

Me emociono. Si eso es verdad ahora estoy mucho más ansioso por ver a mi lobo.

—Es bueno que estemos yendo para eso— empieza a hablar Namjoon —es fundamental una vez que te pronuncias dejar libre a tu lado animal y Jungkook y Jin-hyung no lo hicieron desde que se presentaron— sonrío por el entusiasmo de RM, ha vuelto a ser el mismo —pero es muy beneficioso, baja los primeros síntomas y...

—Ya ya, ¿a qué hora llegamos? Ya me cansé de estar sentado sobre Jungkook— Suga se asoma hacia adelante tocando mi hombro.

—No interrumpa a Nam-hyung, Yoongi-hyung.

—A tí te gusta estar sentado sobre Namjoon, ese ya no es mi problema yo ya quiero bajarme, Jimin.

Suspiro desde el asiento del copiloto mirando hacia los asientos de atrás topándome con la cómica escena de mis dongsaengs viajando uno encima del otro. Pero no estoy de muy buen humor ahora mismo, no he completado mi sueño y me estoy taladrando la cabeza intentando recordar cómo liberar a mi lobo puesto que apenas lleguemos gracias a los retrasos que hemos tenido no tendré tiempo de practicar antes de ver a Tae y...en eso consiste su sorpresa, ¿no?

—¿Quieren recordarme por qué los traje conmigo?

Los cinco alfas me miran sonrientes de repente, hasta Yoongi con su mueca de medio lado. Deben creer que estoy bromeando o haciendo un comentario a la ligera.

Pero no.

—No, en serio quiero que me digan porqué están aquí antes de que los haga bajar.

Ante mi semblante serio entre todos comienzan a hablar hasta que finalmente uno dice con todas las ideas reunidas.

—Uno, estás obligado a pasar todo el día de hoy con Jungkook. Dos, no recuerdas como transformarte. Tres, nos amas. Y cuatro, nos metimos a la fuerza a tu auto.

Sip, eso es.

—Hyung y cinco... no sabías qué hacerle a Taehyung por su cumpleaños.

Eso también, me cuesta admitir. Aunque sí lo planeé, pensaba llevarlo a la tienda de videojuegos y comprarle su propia consola pero luego recordé que...o más bien medité que debería hacer algo romántico por mi alfa. No creí que ir al centro comercial fuera algo muy significativo y Tae ha sido tan minucioso con todo hasta ahora que solo pensé que debía tener un detalle lindo con él también, especialmente en su cumpleaños. Sin embargo cuando ayer en la noche me llamó para decirme con una voz terriblemente triste que pasaría su cumpleaños con sus padres en el campo...ya no tenía idea de qué podía hacer. Estaba a punto de resignarme a tener que pasar el día libre con Jungkook, porque sin una excusa aceptable mis padres me obligarían a hacerlo.

Entonces recibí una llamada de Jimin preguntándome qué tenía planeado para Tae, mi respuesta solo consistió en que quería estar con él...pero no sería posible.

¿Pero qué te impide estar con él, hyung?

Esa fue la pregunta de Mochi, entonces realmente me emocionó mucho la idea de volver a liberar a mi lobo junto al de mi alfa. Desde que éramos niños no teníamos esa clase de interacción así que decidí que al final sí pasaría su cumpleaños con él. Era todo lo que quería hacer.

Lo que no termino de entender es cómo terminé a las cinco y media de la mañana llamando a uno de los chóferes de mi familia, porque yo no tengo licencia, sacando un auto sin permiso y permitiendo que los cinco que se corrieron la voz para venir de polizontes se monten al auto.

Cosas que pasan, supongo.

—Llegaremos en cincuenta minutos, joven Seokjin— me informa el trabajador de mi casa, el señor Choi. Le sonrío contento, agradezco que haya aceptado ayudarme.

Llegaremos a la zona rural en ese tiempo y entonces me dedicaré a darle las instrucciones para llegar a la antigua granja, solía venir aquí a veces durante los primeros días de vacaciones en la escuela primaria y algunos de secundaria. Los señores Kim siempre fueron amables y mis padres estaban bastante ocupados, así que aceptaban que viniera con Tae por un par de días.

Todavía recuerdo el sitio.

—Espera, ¿has dicho que Jin no sabe cómo transformarse?

—¡Solo no recuerdo! ¡No es que no sepa!— me quejo.

—Ya Jin-hyung, es más simple de lo que cree. Solo debe enfocarse en...

Y así durante el tiempo que queda recibo instrucciones de los tres alfas que ya están acostumbrados a liberar su lado animal de tanto en tanto, Yoongi, Hoseok y Jimin. Namjoon no porque no sale de casa para nada por motivos de estudio, y Jungkook es tan inexperto como yo porque fuimos los últimos en presentarse.

—Pero Jin-hyung no podrá transformarse frente a nosotros, así que no recibirá nuestra ayuda.

—¿Por qué?

Yoongi alza una ceja mirando a Jungkook incrédulo.

—¿Crees que a Tae le hará gracia que veamos a su omega desnudo?

Siento calor en mis mejillas, había olvidado ese detalle. ¿Entonces cómo me transformaré? Cuando éramos cachorros no había problema...

Ya pensaré en eso después, me digo a mí mismo cuando reviso el celular cuando este vibra por otro mensaje.

Kim Taehyung

—¡Ya hijo!— mi padre detiene el automóvil después de dos largas horas de viaje. Muy largas porque no pude distraerme con nada, Jinnie no me contestó los mensajes.

Me enderezo algo fastidiado en mi asiento. Ya qué. Seguro que mi novio se levantará tarde hoy y por eso no me ha respondido. Las vacaciones cortas antes de año nuevo son para que Jin duerma y juegue todo el día, lo conozco.

—Ehm... papá— lo llamo una vez veo de nuevo el paisaje del exterior por la ventana que de hecho ya no está en movimiento —todavía no llegamos a casa.

Solo hay árboles y pasto hasta que pierdes la vista en el horizonte. Ni siquiera hay población a este lado.

—Lo sé— pasa su brazo por encima mío para abrir la puerta —tú ya tienes que bajarte.

¿Qué?

Al parecer mi mirada confundida no basta para mi papá, él sigue observándome sonriente y expectante. Oh no, pero no estoy de humor para bromas, ni siquiera de él así que me aferro al asiento con las manos negando con la cabeza.

Por nada de este mundo voy a bajarme al ambiente frío.

—Ah, Taehyung. Si no bajas por tu cuenta te bajaré yo mismo.

Niego de nuevo con la cabeza. ¿Qué pretende este señor?

—La idea, hijo mío, es que vayas corriendo a la casa como lobo. Es un buen ejercicio para empezar.

Ahora niego con más fuerza. Tendré que sacarme la ropa para eso y no voy a hacerlo. ¡Hace frío! Y estoy en un auto, por dios. Podría llegar a casa más rápido y más cómodo si...

Caigo de cara al suelo después de que abba me ha empujado violentamente fuera de su vehículo.

—Estamos a veinte kilómetros de casa, un alfa en forma de lobo corre a sesenta kilómetros por hora, así que mamá y yo te esperamos para el desayuno— sonríe y arranca el auto.

Aún en el suelo me quejo por unos minutos después de haber tragado prácticamente el polvo de la camioneta.

Una idea surca mi cabeza haciéndome sonreír pícaramente.

¿Y si vuelvo a la ciudad?

Estaría ahora mismo feliz, acurrucado con mi omega en cualquier sitio...siendo mimado por ser un cumpleañero...uh.

Por un rato más solo me dedico a fantasear todas las posibilidades del día de hoy si este viaje no se hubiera presentado. No le doy mucha importancia al hecho de haber sido abandonado por mi papá minutos antes hasta que me levanto de golpe.

¿Dejé mi celular en el auto?

¿Qué tal si Jin me llama para felicitarme por mi cumpleaños?

Agradezco estar llevando ropa demasiado sencilla como para no tener que lamentarme por hacerla trizas al momento de liberar mi lado animal.

Siento mis huesos crujir y un gruñido gutural salir de mi garganta. Supongo que tendré que correr por un rato hasta llegar al único medio de comunicación con mi pareja.

Un enorme lobo castaño rojizo corre en círculos sobre los verdes pastizales cubiertos ligeramente de escarcha y rocío por el frío de la mañana. Se siente libre, se siente poderoso.

No puede creer cuánto tiempo ha estado encerrado. Está aliviado de haberse desfogado gruñendo y rascando sus patas contra el suelo hasta hacer agujeros por todas partes, hasta revolcarse y llenarse de pasto el lomo y satisfacerse con el aire fresco y los olores de la naturaleza. No huele ningún animal cerca y está contento.

Podría aullar de felicidad, pero no lo hace.

Deja de regodearse para detenerse abruptamente ante la percepción de algo inusual. Algo que lo descoloca y le obliga a tirarse al suelo, arrastrándose sobre sus cuatro patas y su vientre con el hocico pegado al piso.

Un olor dulce y terriblemente atrayente se ha filtrado por todo su sistema. No es desconocido, para nada. Pero a la vez es nuevo... hace que ahora sí aúlle de felicidad.

Miel.

Corre como si no hubiera un mañana al haber reconocido la fragancia, pero es que ahora no es completamente Taehyung y está confundido. No es sólo miel, no es sólo dulce. Hay algo más.

Debe estar extrañando demasiado a su omega como para llegar a imaginarse su aroma.

Entonces toda una ráfaga de olores invade el hasta ahora limpio aire. Alfas.

Gruñe sintiendo su territorio invadido. No es su territorio pero ha impregnado de su olor todo el terreno, cada arbusto y cada extensión de pasto verde de al menos treinta metros a la redonda. Está siendo amenazado.

Alza la enorme y peluda cabeza sobre las plantas para ver a los intrusos. Ha olvidado por completo que se supone que tiene que correr a la casa de sus padres, pero como ya se dijo, no es completamente Taehyung ahora mismo.

Se recuerda eso para dejar de distraerse e ir hacia donde verdaderamente va a poder tener contacto con su omega y no solo imaginar su olor en un campo que está obviamente vacío y sin ninguna otra presencia.

...

Una bola de pelo blanco pasa corriendo varios metros frente a sus narices dejando todo un rastro de lo que el lobo castaño puede percibir como su felicidad plena tras de sí.

Vuelve a aullar llamando al hermoso lobo que ha pasado corriendo, pero este no lo escucha.

Otras cinco, mucho más grandes figuras forradas de pelo pasan corriendo siguiendo a la adorable bolita blanca de nieve que Taehyung ha visto.

No sabe qué lo mueve pero gruñe para abalanzarse encima de los intrusos para proteger al primer lobo y permitir su aparente huida.

Hasta ahora no se ha percatado de con quiénes está tratando, al menos el lado racional dentro del lobo de Taehyung no, pero el animal por otro lado sí ha reconocido a su pareja para toda la eternidad en la primera bola de pelo.

Así que sin dudarlo, y llegando más rápido que los otros cinco lobos, se lanza encima del hermoso ejemplar color de la nieve. Su cabeza está encima de la del lobo más pequeño, se pierde en los preciosos enormes ojos por un momento.

"¿Jin?"

El lobo más pequeño le lame agitando la cola, contento. O eso hasta que otros inmensos cinco cuerpos caen sobre los amantes.

Cuando Taehyung siente crujir su espalda y gruñe apartando a los cinco que ya ha reconocido para proteger al precioso lobo debajo suyo que no hace más que ronronear feliz, sabe que será un buen cumpleaños.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro