—¿Otro episodio? ¿Es enserió?  Tengo cosas más importantes que hacer, como escuchar el latido de un corazón que dejara de hacerlo pronto.

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DYLAN ESTABA TERMINANDO DE DESAYUNAR CUANDO quizo salir de su casa e ir a ver a Carl, aunque se quedó ahí parado cuando vio como un hombre moreno golpeaba a Carl en la cabeza con su arma y lo amenazaba apuntándole. Eso lo hizo correr hasta ahí y tomar a aquel hombre de la capucha y mirarlo mal.

—¿Quién carajos eres? —preguntó molesto mientras le apuntaba.

—Soy el Gran Jefe y más te vale no meterte con mi gente —lo amenazó con aquella mirada que casi mataba —Dile a G-dogg que su cabeza rodará si vuelve a enviarte por aquí.

—Preséntate allá mañana en la mañana —le grito a Carl y se retiro.

Cuando el auto arrancó Dylan se volteo y lo ayudó a levantarse.

—¿Por qué insistes en hacerte el macho siempre? —lo regaño.

—Porque ya no quiero estar en esta mierda más —respondió tocando su herida.

—Pues debiste pedirme favor, soy el maldito jefe de G-dogg. Que finja que el tiene poder sobre mi, no lo hace real —comentó.

—Lo haré por mi propia cuenta —bufo.

—¿Quieres que ayude? —preguntó señalando la herida.

—Luego —susurro y entro a la casa junto con Dylan —Quedate aquí, yo iré con Fank —le ordenó y Dylan se sentó en el sofá a esperarlo.

—¿Eres la princesa del príncipe? —preguntó una mujer rubia bajando las escaleras.

—¿Princesa? —preguntó burlon.

—Ya sabes, porque ustedes dos estan siempre juntos y no dejan de sonreír se —respondió.

—Solo somos amigos —negó riendo —¿Qué le hace pensar eso?

—Porque yo observó, podre verme como una loca y demás. Pero esa misma mirada que comparten ambos, es la que Frank y yo tenemos.

—Ustedes dos no están enamorados, solo necesitan algo uno del otro.

—Lo dices porque que te estoy comparando con nosotros y porque si no dices nada estarías aceptado que sientes algo por el —sonrió y sentó a su lado —¿Qué te detiene? —preguntó.

Dylan suspiró —No puedo creer que haré esto. El no está interesado en mi, el gusta de otra persona, de una chica.

—¿Solo por eso? Creo que eres lo suficientemente listo para saber que Carl debe de desearte a ti, no al revés. ¿Dónde esta tu honor chico? —preguntó.

—Me lo quitaron hace ya tanto tiempo —murmuró.

Un momento de silencio se hizo presente y Dylan simplemente suspiro, en verdad se había quitado un peso de los hombros. Nunca pensó en decir eso, planeaba guardarse eso y no decírselo a nadie.

—Solo observa la manera en la que te mira y te darás cuenta que el en verdad te desea —la mujer le guiño el ojo.

—Oye, Frank quiere que regreses con el —comunicó Carl bajando las escaleras.

—¡Geneal, ahora voy gran rey! —grito sonriendo —Y tu princesa, piensa en lo que te dije.

La rubia subió dejado a Carl y Dylan solos. Quienes solo se miraban entre sí hasta que Gallagher rompió aquel silencio.

—Iremos con V, necesito puntos en la herida —comunicó y salio de la casa.

Parker suspiro y lo siguió. ¿Solo eso diría? El había pensado que preguntaría algo o cualquier cosa, pero no, otra vez debía de ir tras el como un perro faldero. Los dos chicos llegaron a la casa de V quien les abrió y al ver la herida de Carl, rápidamente vio a Dyl para saber si estaba herido. Lo cual no había pasado.

—¿Van a decirme que paso? —preguntó sería.

—No —contestó Carl igual de serio.

Dylan miraba sentado en el sofá mientras pensaba en porque siempre quería resolver todo solo. Algunas veces es necesario de ayuda.

—¿Por qué no? —preguntó V ahora mirando a Dylan.

—El cree que le dirás dirás Fiona —respondió con simpleza.

—¿Qué te importa si le digo? —preguntó de nuevo mirando Carl, quien hizo una mueca por lo frío de la tijera en su frente. V le había comido la frente.

—Ella se asusta con todo —respondió mirando fijamente a Dyl.

—¿Y si prometo no decirle nada? —le ofreció.

—¿Por qué te interesa tanto esto? —preguntó fastidiado por tantas preguntas.

—Por qué has estado corriendo como loco aquí y te aseguro que me importas —le sonrió —Ambos me importan, y no me gustaría saber que algo les sucediera.

—Me atacaron, es todo —respondió.

—¿Pero quién? —volvió a preguntar.

—Alguien que conozco.

—¿Alguna razón en particular?

—Es que ya no quiero trabajar con el para nada —comunicó.

V lo miró preocupada —¿Y te ataco por eso? —Carl asintió —Sal de esa mierda en la que estas involucrado, ahora —ordenó.

—Lo tengo bajo control —dijo serio.

V lo miró por unos segundos sería y luego miró a Dylan, quien miraba la escena con la mirada peridida.

—Tu también Parker —comunicó llamando su atención —Tus padres y tu hermana, son buenas personas que quieren lo mejor para ti y si sigues en esto, algo malo sucedera. Y no solo hablo de ti, sino que de ellos también.

Dylan rodó los ojos —¿Crees que no lo quería hacer? Lo intenté muchas veces, y aunque yo soy el jefe de todas esas perras, ellos me mataran si lo hago —comunicó. V y Carl lo miraron sorprendidos —Yo no quería unirme a esta mierda, pero la maldita sociedad me obligo a hacerlo ¿Sabes cuantas palisas me daban antes de ser alguien? Muchas, y luego el respeto y poder llegó. Pero yo no pedí eso, hice una sola maldita entrega para un idiota y luego, desgracia —Dylan se paro y camino hacia la salida.

—Pues Inténtalo —volvió a hablar V y Dyl voltea a verla —¿Eres un el maldito jefe? Pues demuéstralo, no dejes que ellos pasen por encima tuyo.

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—Ya estoy aquí —comunicó Dylan llegando a la entrada de la casa de los Gallaghers —¿Qué querías?

—Necesito ayuda —anunció mientras le pasaba una pala.

—¿Por qué mierda debo de ayudarte a excavar? —preguntó molesto Dylan.

—Porque debemos proteger la casa —respondió.

—¿Con putas minas terrestres? —preguntó burlon.

—Deja de hablar y ayúdame, luego iremos a poner en tu casa.

—Estas exagerando.

—Pensando que en tu casa no hay ni un arma y tu siempre te defiendes con los puños, yo creo que no exagero —contestó.

—Las armas están escondidas, no somos principiantes en dejar el arma a la vista de todo el mundo —rodó los ojos

—Solo quiero protegernos ¿es tan difícil? —dijo mientras posaba su mirada molesta en Dylan

—No cuando puedes poner en riesgo la vida de cualquier persona que pide eso —respondió molesto.

—Es un precio justo por pagar si quiero mi vida a salvo —susurro mientras seguía excavado de nuevo

—¿Y si yo lo pisará? —preguntó y Carl lo miró tan pronto como lo dijo.

—No lo harás, sabrás donde están —lo miró serio.

—¿Pero y si lo olvido?

—No, no lo harás.

—¿Ese es el precio justo de una vida por otra? —preguntó inmitandolo.

—No, porque ya te dije que no las pisaras. No voy a arriesgar tu vida, no estoy dispuesto a perderte —se acercó a él.

—Entonces no seas un idiota, y deja te pensar con la cabeza caliente. Con esto solo demuestras que estas asustado y que tus decisiones estúpidas estas nublando tu juicio —dio un paso más hacia delante.

—No quiero que nadie salga herido con esto, solo quiero salir de esta mierda.

—Pues lo harás, pero con ayuda. No voy a dejar que lo hagas solo, porque créeme, ese golpe que tiene en la cabeza no será nada comparado con los demás que te darán.

Carl cerró los ojos y suspiro, Dylan siempre tenía la maldita razón y eso nunca sería diferente.

—V dijo que debemos salir de esta mierda, así que lo haremos y lo haremos sin arriesgar la vida de nadie —lo miró serio.

—¿Cómo? ¿Jane hará llamadas? —se burló.

—Nosotros nos metimos, nosotros nos sacamos. No me puedo permitir arriesgar la vida de Jane por una estupidez que ambos  comentamos —comunicó.

Carl asintió, y aquel miedo que tenía había disminuido, haciéndolo sentir un poco mejor. El miró hacia todos lados antes de robarle un beso a Dylan, quien se sorprendió por aquella acción.

—Solo... entra a la casa, me llamaras si algo malo pasa —Dylan pidió cuando se separaron.

Carl suspiró —Tu también —le advirtió.

Dylan camino hacia su casa y luego de unos minutos esperando a que Carl entrará, salió de su casa y tomo el auto de Jane, quien estaba descanso, y condujo hasta un lugar un poco alejado de el lado Sur, encontrándose con personas de las que desearía nunca haber conocido.

—¡Gran Jefe! —saludo Machete, un hombre de tez blanca.

El era conocido por su inusual machete en las cabezas de personas que no lo hacían feliz y que estropeaban cualquier cosa que tuviera que ver con el.

—¿Para qué nos citaste aquí, muchacho? —preguntó otro hombre llamado Killer, uno alto y moreno.

El apodo Killer se lo había ganado por tener un gran número de personas asesinadas con sus propias manos. Sin ayuda de nadie, ni de un arma.

—Solo apresúrate, debo de encargarme de un maldito soplón —comunicó El Desmembrador.

Un hombre cuyo apodo fue otorgado por hacer que la muerte de sus víctimas fue dolorosa, sangrienta y muy asquerosa.

Había que mencionar que se encontraban más personas, jefas de grandes carteles en ese lugar, pero esas eran inferiores a Dyl y el resto.

—Estoy presentando mi renuncia a esta mierda —anunció serio.

Todos los presentes comenzaron a susurrar acerca de lo que acababa de decir Parker. Esto no seria fácil.

—¿Crees que puedes hacer lo que quieras porque eres un maldito niño? —preguntó de la nada El Desmembrador.

—No, yo puedo hacer lo que quiera porque soy su maldito jefe —comunicó serio —Hace algún tiempo cuando yo era el que entregaba paquetes para Machete me ubiera asustado de ti, pero ahora que yo puedo hacer que hagan con tu cuerpo lo que le haces a los de tu víctimas, deberías tenerme miedo.

—¿Entonces tu puedes irte a Chicago, ser la perra de G-dogg cuando el deberia de serlo, venir aquí y decirnos que hacer y que no? —preguntó burlon.

—Soy el Gran Jefe no importando si estoy o no en esta mierda —respondió —Mis superiores solo quisieron dinero ante la noticia, ya lo tienen. Ustedes, me dejaran a mi y a cualquierla de mi gente.

—¿Quién estará al mando de tu zona? —se atrevió a preguntar Killer.

—Bunny.

—¿El que te traicionó por menos años de cárcel? Ha, valla soplón dejaste.

—Al contrario. Yo aún lo vigilo y se que esta haciendo en este maldito momento —anunció —Se que el aun responde a mis órdenes sea o no parte de esto.

—Oye muchacho —lo llamo Killer —Cuenta conmigo, solo evita que G-dogg vuelva a venir con sus hombres para marcar territorio —pidió.

—Téngalo por seguro —asintió —Y ahora, necesito que alguien me golpee o algo.

—¿Por qué? —preguntó confundido Machete.

—Necesito que mi madre me crea —dijo con sarna.

—Oh chico, voy a disfrutar esto —comunicó El Desmembrador —Después de esto, créeme que te apoyaré en lo que necesites —sonrió antes de tomar su mano y romperle un dedo.

Dylan evito soltar un gran grito de dolor, al sentir el dolor del hueso quebrado. El iba a hablar pero luego sintió como el puño del hombre chocaba con su cara.

—¡Diablos! —grito riendo Killer.

—Bien —Dyl sonrió y luego escupió la sangre que salía de su boca —Fue un gusto saludarlos señores —comunicó alejándose.

—¡Fue un jodido gusto Gran Jefe —grito El Desmembrador riendo.

Dylan le saco el dedo y subió al auto. Condujo de regreso a casa y se encontró a Jane, quien le sonrió al verlo.

—¿Lo lograste? —le preguntó con una sonrisa.

—Salí de esa mierda al fin —Dylan sonrió —Antes de cualquier cosa, mi dedo está roto —comunicó levantadolo para enseñárselo.—Y me rompieron el labio.

—Mierda, te curare eso y luego se lo diremos a mamá y papá —respondió y lo llevó al baño para poder ayudarlo.

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Dylan había estaba buscando a Carl por toda la mañana del día siguiente. Fue a su casa tantas veces, pero nunca apareció, ni tampoco en la tarde. Así que fue a la casa del novio de Fiona, donde la nombrada le abrió.

—¡Diablos! Parece que te lanzaron de las escaleras —se burló.

—Me salí —anunció —Y quería decirle a Carl pero no esta en casa, así que pensé que estaría aquí.

—Pues no lo esta —negó —Pero felicidades —Fiona le sonrió y lo abrazo —Me alegro que al fin te salieras.

—Gracias, en verdad —Dyl sonrió —¿Puedo quedarme para ver si llega?

—Claro, pasa —Fiona le sonrió y lo dejó pasar.

No paso mucho tiempo cuando la puerta del apartamento se abrió dejando ver a Carl Suan en ropa interior.

—¡Ay por Dios! ¿Qué pasó? ¿Y su ropa? —preguntó Fiona interica.

—No puede ser —Dylan estalló en risas.

—Me salí —Carl sonrió.

—Bueno que gusto. Tu ve a la ducha, Dylan ve a ayudarlo. Voy a hacer la cena.

Carl salió corriendo hacia el baño y Dylan lo siguió sin dejar de reír.

—N-no es gra-gracioso —Carl lo regaño.

—Dios, a mi me golpearon y a ti te quitaron la ropa —siguió riendo —Claro que es gracioso.

Carl lo miró mal mientras aún reía. En verdad era gracioso, Dylan pensó que lo golpearian o algo peor pero, ¿quitarle la ropa? Eso si que era otro nivel.

—Lo siento, me calmo —comentó Dyl al ver que Carl aún lo miraba mal. El se acercó y le dejó un beso en los labios —Salimos de esta mierda, uno golpeado y otro con una posible hipotermia, pero lo hicimos.

Carl se fijo en el labio y el dedo de Dyl y se asombro —Te dieron una palisa —se burló mientras tocaba la herida de Dyl con cuidado.

—Nada que no me hicieran antes —se rio.

—Voy a ducharme —anunció.

Después de que Carl se duchara, fueron a comer. Donde Suan estuvo llamando a su hijo Will pero nunca llegó, así que fue a su habitación. Fiona Dyl y Carl se quedaron en el comedor, hasta que escucharon a Suan gritar. Los tres corrieron y se asombraron al ver el arma. Era de Carl. Luego de eso Suan comenzó a gritarle a Fiona así así salieron de la casa.

—Carl, Liam vamonos de aquí —Dylan los llamo y fueron al auto.

Ellos esperaron a que Fiona llegara y fueron directo a casa. Donde Fi hizo que Carl le diera todas las armas escondidas en toda la casa.

—¿Son todas? —preguntó de mala gana.

—En casa de Dyl hay una —respondió dejando sorprendido a Dylan —Te dije que necesito que estés seguro —le susurro.

Fiona no le dijo ninguna palabra a Carl y miro Dyl —Quitale esas malditas trenzas —le ordenó  —¿Jane esta en casa?

—Creo que si y una botella de vino también —le sonrió de lado con pena y Fiona desapareció de allí dando un portazo.

—Lo arruine —susurro Carl.

—Vamos a quitarte esas trenzas —Dyl le sonrió de lado y lo llevó a arriba.

—Si lo disfrutas de golpeare —lo amenazó.

—Dudo mucho que puedas, pero esta bien— río, se sentó en la cama y señaló el suelo —siéntate, te quitaré eso.

Carl se sentó y dejo su cabello a manos del chico. Dylan tomó con cuido su cabeza y comenzó su trabajo. Lo hacía con delicadeza, ya que no quería lastimarlo. Después de un tiempo, aquellas molestas trenzas desaparecieron con algunas quejas del contrario.

—Valla, nunca creí que diría esto, pero tu cabello no se ve estúpido —Dyl se burló.

Carl río —Gracias, supongo.

—Ven, te lavare el cabello —comunicó.

Se paro y camino hasta el baño, tomo un banco que estaba ahí y sentó a Carl. Pero antes, se quito el suéter azul marino que traía puesto, dejando ver una camisa formal blanca. Encendió la ducha y con cuidado lavo el cabello de Carl. Todo esto bajo la mirada del ya mencionado.

—¿Como es que eres tan delicado para hacer esto? —preguntó mientras lo miraba secar le el cabello.

—Antes de ser arrestado y todo lo demás, cuando estaba triste, mamá solía lavarme el cabello con delicadeza, y cuando terminaba lo secaba y me daba un beso el la frente—comenzó a hablar, concentrado en secar el cabello de Carl —Así que cada vez que ella estaba triste, lo cual comenzó a ser muy seguido, yo le lavaba el cabello y... —una lágrima sin aviso salio de su ojo.

Carl lo miró algo confundido a Dylan, esperando que el le dijiera porque lloraba. Deseando saber para así consolarlo y decirle que estaría todo bien.

—Mamá tiene depresión mayor desde que tengo memoria, pero ella nunca lo demostró hasta que dejó te tomar su medicamento y pronto la depresión se apoderó de ella y a veces no me quería cerca —explicó para luego pararse de donde estaba y dejar la toalla a un lado.

—Mi mamá e Ian son bipolares —comento Carl y Dylan se sorprendió

—Apuesto no se han intentado suicidar aún.

—Mamá ya lo intento, no tuvo éxito.

—Mamá casi lo logro —sonrió con tristeza —Estuvo muerta por dos minutos. Fue un infierno.

Gallagher lo miró sacarse algunas lágrimas y el corazón se le encogió de verlo así.

—Bueno, fue un placer a ver quitado esas horrendas trenzas. Pero si le dices a alguien que llore o todo lo que paso aquí ya lo verás —lo amenazó juguetón.

—Pervertido — Sonrió de lado.

Dylan se acercó de él y le revolvió el cabello —Tus trenzas eran un mierda.

—Gracias, me hace sentir bien por como me veia antes —respondió burlon.

—Te veré luego —Parker lo tomo de la barbilla y dejo un casto beso en sus labios y salio de ahí.

Dylan llegó a su casa y vio a sus padres tomando vino junto a Fiona mientras tenían una platica.

—¿Y Jane? —preguntó confundido.

—Esta teniendo sexo después de mucho tiempo —su madre se burló.

—¿De que hablas? —volvio a preguntar.

—De que esta teniendo un cuarteto con Lip y otras dos chicas —respondió Fiona mientras le mostraba una foto en su teléfono.

—¡Ay por Dios! —grito al ver a su hermana desnuda siendo penetrada por Lip Gallagher.

—Si... tu hermana es divertida cuando toma alcohol y no trabaja —su padre se burló.

—¡Necesito una familia normal! —grito Dyl mientras subía las escaleras.

—¡Es el proceso de la vida! —grito su madre —Pronto enviarás fotos de como alguien te da una buena mamad——

—¡Mamá! ¡Deja de ser una sin vergüenza! —grito Dylan sonrojado, interrumpiendola.

Cada vez me sorprendo más en cuanto escribir conversaciones entre mafiosos 🤣🤣

Solo espero les guste este capítulo y no olviden votar si les gusto ♡

Nos leemos luego, bye 🥰