—Jurgen-estrugenmela llamo, quiere que te pongas al corriente con Sin vergüenzas.

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SI HABÍA ALGO EN LO QUE DYLAN PARKER SIEMPRE estaría de acuerdo, era en que estar deprimido y fingir no estarlo nunca fue de sus actividades favoritas. Una depresión no necesitaba una razón triste para suceder, a veces el simple echo de no tomar tus medicamentos podía hacer la diferencia. Y esa, era la razón por la que Dylan se encontraba tirado en su cama sin ganas de nada.

—¿No ibas a ir con Carl? —preguntó Jane asomándose en la puerta de la habitación de Dyl.

—Iba, pero me puse los zapatos y caí a la cama. No puedo evitarlo —comentó con la voz algo cortada por estar boca abajo.

—Eso pasa por no tomar tu medicamento y olvidar hacerlo.

—Lo juro, no se que me paso, no se como pude olvidar eso. Tenía más de un año sin deprimirme y ahora esto... es como si mi perro ubiera muerto.

—No tienes un perro —Jane lo miró confundida.

—Exacto —bufo.

—Vamos, levántate. Esta es una depresión leve, lo cual es raro si se trata de ti. Pero estar encerrado todo el día y solo, no te ayudará —Jane lo tomo de la capucha de su suéter y lo levanto —Ves, no es tan grave, puedes pararte y hablar. A diferencia de las otras.

El día de hoy Dylan estaba vestido con unos pantalones sencillos, una camisa blanca la cual estaba acompañada de un suéter gris y unos vans rojos. Esto era totalmente diferente a lo que Dylan acostumbraba a vestirse.

—Tengo que irme, papá y mamá ya se fueron. No quiero que te quedes en la cama —comunicó la castaña mientras caminaba para darle un beso en la frente y salía de su habitación para ir al trabajo.

Dylan bufo de solo pensar que debía de levantarse de la cama o salir de la casa y aún con la idea de querer quedarse le hizo caso a su hermana. Entró la casa de los Gallaghers y directamente se fue al habitación de Carl, dónde lo vio empacando cosas en una caja. Las cosas eran de Nick.

—¿Estas cerrando ciclos? —preguntó burlon —¿Puedo cerrar tu ciclo quitándote las trenzas?

—Guardo cosas —informó serio.

Dylan se dejo caer en la cama y suspiro —¿Por qué no me pediste que te ayudará?

—No lo se —bajo los hombros —¿Por qué la ropa casual? —se burló.

—Estoy enfermo, no quería estar como siempre —respondió —Necesito comodidad.

Dylan observó con Carl caminaba el mueble que se encontraba al lado de la cama donde se encontraba y tomaba una botella de algo que parecía vodka, la habría, tomaba un poco de esta y luego la vertía en el suelo.

—¿Quieres? —le ofreció.

—No tomo alcohol, idiota —bufo molesto —¿Tienes un encendor? —preguntó mientras sacaba un cigarrillo.

Carl asintió y luego le paso el encendedor que tenia en el bolsillo. De un momento a otro la atención de aquellos dos chicos se fue hacia los gemido que provenían de la habitación de Frank.

—Dios, ¿primero debo escuchar a mis padres hacerlo por las noches y ahora a tu padre? —espeto apagado el cigarrillo que tenía en mano y cubriendo su cara con una almohada.

Carl lo ignoró mientras hacía una llamada, donde Dyl escucho perfectamente que dijo algo sobre una entrega. Para luego cerrar la puerta y sentir como una parte de la cama se hundía. Retiro la almohada de su cara y se levantó para mirar a Carl.

—¿Estas bien? —preguntó Dylan, pero no le respondió.

Carl simplemente se levantó, camino hasta donde se encontraba Dyl, lo tomo de la barabilla y dejo un beso casto en sus labios.

—Haré algunos cambios en esta casa. Mi casa —comunicó y volvió a unir sus labios.

Aunque ninguno de los dos había tocado el tema de los besos, estos seguían ocurriendo y el que los comenzaba siempre era Carl, así que Dylan no ponía oposición. De pronto la puerta sonó, y Dylan quizo separarse pero Carl no se lo permitió

—Frank les abrirá —susurro y volvió a unir una vez más sus labios.

Una gran sesión de besos había ocurrido durante la última media hora. Y Carl lo disfrutaba tanto que aún no quería parar.

—Mierda, eres adictivo —comentó Carl con una sonrisa después de separarse.

Dylan simplemente rio —Me lo han dicho mucho —bromeó.

—Ahora regreso —comunicó —Prepárate, nos vamos —salio de la habitación.

Dylan se sentó en la cama y sonrió dándose cuenta que Carl había echo olvidar la depresión y eso lo había escrito sentir mejor. Luego de unos segundos escucho como Fiona caminaba detrás de Carl, regañandolo.

—¿Qué diablos está pasando? —preguntó molesta.

—Mejoro la cueva, ya que técnicamente es mía ahora —respondió y llegó a la habitación —Dylan vamos, toma tu abrigo.

Dylan le hizo caso y tomo si abrigo. Camino hacia la salida de la habitación y le dio una sonrisa a Fiona y su novio. Salió de la cada y espero a Carl saliera.

—Oye, estas enfermo debiste quedarte en casa —Carl lo regaño —Hace frío.

—Soy duro de matar Gallagher —rodó lo ojos.

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Al llegar a la escuela Dyl y Carl tomaron caminos separados. Como si nada ubiera cambiado ellos dos se miraron indiferentes y se separaron. Dylan era un chico increíblemente responsable, pero hoy, no estaba de humor para la mierda de la escuela. Aún así se quedó.

Ahora, el estaba sentado al lado de Carl, fumando su cigarrillo como era de costumbre.

—¿Y si solo me dejas quitarte una trenza? —volvió a preguntar.

—Juro que te lanzaré el celular si no dejas de pedir eso, Dyl —lo amenazó.

Dylan rodó los ojos —Bien.

Carl observó con cuidado los movimientos de Dylan mientras fumaba. Eran delicados y cuidadosos, la forma en que sus labios rodeaban el cigarrillo y luego de estos salía humo, lo hacía querer besarlo. Casi deja desapercibido el echo de que Dylan se acabó su cigarrillo y encendió otro.

—¿Cuántos cigarrillos fumas al día? —se atrevió a preguntar.

—Tantos como tu dices idioteces —y Carl le golpeó el hombro, causando un risa de parte de ambos.

—Habló enserió, siempre estas fumando. Y cuando no lo haces, estás irritado.

—Se volvió una necesidad, ya sabes. Me ayuda con la ansiedad que tengo y me distrae de la realidad, al menos por un momento —subió los hombros.

Carl asintió confundió por el echo de que Dylan fumara tanto y dijiera esa tontería.

—Como sea, debo irme —sin decir más Dylan se levantó y se fue. Dejando a Carl solo.

Carl ciertamente tenía demasiada mierda en la cabeza y el echo de no sacar a Dylan de ahí, lo estaba matando. Debía de hacer algo para dejar de pensar en el y como deseaba tanto tomarlo de la camisa y besarlo. Tan concentrado en eso estaba que no se dio cuenta que Dom pasó enfrente de él y no dijo ni una palabra.

—¿No vas a hablar? —preguntó la morena.

—Hola —la saludo sin interés y siguió caminando.

Siendo realistas Dom, ya no estaba más en su mente, ni siquiera la habría recordado de no ser por cruzarsela ahora mismo. Dom dio la vuelta y lo siguió, ella quería atención y adulación,  no un novio.

—Pasaste de ser un pesado a un presumido —comunicó —¿Te escaparas hoy?

—Tengo muchas cosas en la cabeza. Quiero aclarar mis ideas —respondió.

—¿Y tu guardaespaldas? —preguntó.

—Se fue —respondió posando su mirada en Dylan, quien se encontraba hablando con el guapo Clay —Tal vez por mucho tiempo.

—¿Y Dyl? —preguntó confundida —Ustedes están juntos siempre

—Esta allá —lo señaló.

—Oh, esta con el guapo Clay —sonrió —Ese chico es lindo. Y Dylan merece a alguien así, seria como la típica pareja de él gangsta y el chico bueno.

—Si que lo merece —susurro con fastidio.

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Aunque pensaran que Dylan era el que estaría mal en este capítulo, valla que estaban equivocados. Dylan había estado de maravilla desde la mañana y los besos de Carl. Aunque no se podía decir lo mismo que el mencionado. Era de noche y la ventana de Dylan se abrió, dejando entrar a Carl. Quien había pensado que ir con Parker lo ayudaría, después de una platica con el novio de Fiona.
Así que ahí se encontraba sentado en la cama de Dylan esperando que se dignara a llegar. Una media hora después el chico apareció y sin asombrarse demasiado por el hecho de que Gallagher estuviera ahí, simplemente Se tiró en la cama listo para dormir.

—¿Te quedaras a dormir? —preguntó Dyl después de unos segundos.

—Si no te molesta —susurro.

—No, pero considerando el hecho de qué dejaste la casa manos de Frank y la mamá de tu media hermana. Tengo miedo por tu casa —se burló.

—Solo callate —le pidió riendo —Gracias por dejarme quedar.

—No hay porque —Dyl sonrió y cerro los ojos.

Esa misma noche las manos de Carl estuvieron posadas en la cintura de Dylan. Toda la noche sin dejarlo moverse, simplemente junto a él. Aunque Dylan quisiera moverse y liberarse de el agarre, no pudo, pero tampoco era que quería eso. Carl y Dylan habían dormido juntos y en la misma cama ese día.

Hola! Se que dije que actualizarla cada viernes pero la historia no teniendo tanto apoyo como el que pensé que tendrá ;(( pero no se preocupen, aquí hay un nuevo capítulo con mis dos bebes ❤🥰

Gracias por leer y votar nos leemos luego ✨✨

-T3DDYB34R || 2022