━━ 𝟎𝟕

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


【𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟶𝟽】


𝐬á𝐛𝐚𝐝𝐨, 𝟐𝟕 𝐝𝐞 𝐞𝐧𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟒


𝓜atías

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐑𝐕𝐀𝐁𝐀 𝐄𝐋 𝐄𝐒𝐏𝐀𝐂𝐈𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐌𝐈𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐀𝐍𝐀𝐋Í𝐓𝐈𝐂𝐎𝐒, permití que mis sentidos se impregnaran en la atmósfera vibrante que la envolvía. La zona VIP presentaba diversos grupos de chicas divirtiéndose y gente más mayor discutiendo lo que parecían ser asuntos de negocios.

La pista de baile estaba repleta de personas que se movían al ritmo de la música, creando una coreografía improvisada de luces y sombras. Algunas parejas se entregaban a la danza con pasión, mientras que otras preferían refugiarse en rincones más oscuros, compartiendo besos y caricias. 

Juani, quien estaba a mi lado, me sacó de mi ensimismamiento con su característica energía, sacándome por momentos de mi observación detallada. 

─ Matías, ¿qué onda con la fiesta? ─preguntó el rizado en voz alta, buscando mi atención. 

Había desconectado de la conversación de mis amigos hacía un par de minutos, y mi mente parecía estar ocupada con otras reflexiones. A pesar de ello, procuré volver a sintonizar con el ambiente festivo. 

─ No está mal. La música está copada ─respondí, esforzándome por mostrar un falso gran interés con lo que sucedía en la discoteca. 

Juani frunció el ceño ligeramente, notando mi respuesta evasiva. Él insistió con su curiosidad genuina. 

─ ¿Seguro que está todo bien, Matías? ─preguntó de nuevo, inclinando la cabeza con un poco de preocupación. 

─ Sí, en serio, Juani. Solo estoy pensando en algunas cosas ─respondí, tratando de disipar sus preocupaciones. 

Y era cierto, mi cabeza divagaba en otras direcciones. 

Mis pensamientos se desviaban en una dirección inesperada, quedando atrapados en la imagen de la chica con la que Juani había estado interactuando. Aunque era completamente desconocida para mí y nunca la había visto en persona, su personalidad y su sentido del humor expresados en las interacciones en línea despertaron mi interés de manera intrigante. 

En un intento por liberar mi mente de esos pensamientos, moví la cabeza de un lado a otro y decidí romper mi silencio. 

─ Me voy a fumar, vuelvo en un toque.

Después de recibir varios asentimientos entusiastas por parte de mi grupo, me encaminé rápidamente hacia las escaleras, con la mente enfocada en mi destino y sin prestar mucha atención a mi alrededor. 

Descendí velozmente por las escaleras sin tomar en cuenta a las personas que se cruzaban en mi camino. En medio de esa prisa, de repente, un impacto sacudió mi cuerpo. Mis sentidos, un poco aturdidos, volvieron con prisa.

En un acto reflejo, mis manos se aferraron con firmeza al brazo de una chica que había chocado conmigo, impidiendo así que la situación se convirtiera en un completo desastre.

Cuando la chica alzó la mirada y nuestros ojos se encontraron, la reconocí de inmediato como la misma chica con la que Juani había estado interactuando. 

Sin quererlo, experimenté una conexión sutil y profunda, y una especie de nerviosismo se apoderó de mí al darme cuenta de que había estado pensando en ella momentos antes. 

Sus ojos verdes e intensos se encontraron con los míos de tono más oscuro, creando una especie de vínculo silencioso y significativo. La confusión inicial en su rostro se fusionó con un rastro evidente de miedo, como si el repentino encuentro la hubiera tomado completamente por sorpresa. 

Mis ojos recorrieron rápidamente sus rasgos faciales. La belleza de la chica era innegable; su rostro, salpicado por un montón de pecas, capturó mi atención de manera cautivadora. Me detuve en la definición de su mandíbula y en la curva de sus labios, lo que provocó involuntariamente que me humedeciera los míos. 

─ Disculpá ─murmuré, rompiendo el breve silencio que se había instalado entre nosotros. 

─ La culpa es mía, estaba en las nubes ─respondió ella con una voz suave y apaciguadora, mostrando un tono de disculpa que contribuyó a disolver la tensión que se había instalado. 

Observé detenidamente cómo la chica me escudriñaba de arriba abajo, como si hubiera detectado algo especial en mí. Su mirada penetrante se posó más tiempo de lo habitual en mi rostro, como si estuviera buscando alguna pista o conexión. 

─ Insisto, tendría que haber bajado con más cuidado ─repliqué, tratando de despejar cualquier malentendido. Aprovechando el momento, y con la intención de suavizar el encuentro, hablé de nuevo con una sonrisa─. Me estaba yendo a fumar, ¿te prendés y venís conmigo?

La invitación surgió espontáneamente, buscando convertir la casualidad en una oportunidad para compartir un momento más relajado y distendido. Ella esbozó una sonrisa en respuesta. 

─ Tengo que volver con mis amigas ─explicó, señalando hacia la parte opuesta de donde se encontraba mi grupo en la zona VIP─. Pero después te ubico para ir a fumar, ¿dale?

Asentí con otra sonrisa, dejando claro que no había problema. 

─ Estaré por acá ─respondí.

La chica subió un escalón más, quedándose a casi mi misma altura. Aun así, la superaba por unos cuantos centímetros. 

─ ¿Cómo te llamás? ─preguntó con curiosidad, sus ojos expresando un interés genuino. 

─ Matías Recalt. 

Se quedó pensando por un momento, y en sus ojos brilló un destello de reconocimiento, como si le resultara familiar. ¿Me había reconocido por la última película que había hecho? Estaba claro que la había visto, Juani se la recomendó por Twitter. 

─ Ah, ya sé ─dijo, confirmando mis sospechas de que, definitivamente, me había reconocido─. Yo soy Dafne Hildebrandt. 

─ Ya sé ─respondí en tono cómplice, soltando una pequeña risa que transmitía que estaba al tanto de que yo también sabía quién era ella. 

Con una sonrisa esbozada en mi rostro, observé cómo la chica continuaba ascendiendo por las escaleras, moviéndose lentamente hacia el lugar donde estaban sus amigas. Mientras dirigía su mirada hacia ellas, noté cómo su grupo se giraba al unísono para dirigir sus ojos en mi dirección. 

A medida que descendía las escaleras, una mezcla de extrañas emociones danzaba en mi interior. Algunas sonrisas y miradas de complicidad se reflejaban en el rostro de sus amigas, dejándome con la incógnita de cómo se percibía este encuentro desde su perspectiva. 

Finalmente, proseguí mi camino, encaminándome hacia el rincón donde podría regalarme un merecido momento para fumar. Al salir de la discoteca, la brisa fresca de la noche acarició mi rostro mientras la expectativa de lo que vendría se deslizaba en el aire, dotando al momento de una peculiar intensidad. 






NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR!!!!❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro