Capitulo 22

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“Mi pequeña flor salvaje”

Park Jimin
22 de mayo de 2021

Jungkook guiaba cada uno de mis pasos. Le había prometido que estaría junto a él, que le apoyaría y eso trataba de hacer, pero no me lo dejaba muy fácil ya que llevabamos caminando más de una hora.

Y tampoco entendía muy el por qué debía de apoyarlo. No me lo había dejado muy claro.

-¿Y tu auto? - me atreví a preguntar una vez sentí que mis pies no daban más.

-A unas cuántas cuadras de donde salimos. - fue inevitable no mirarle con mala cara y querer caerle encima mientras le gritaba hasta del mal del que moriría, pero no lo hice.

Tan solo con el grabado que tenía mi frente de «Estás muerto» y susurrarle sin piedad con mis labios, fue suficiente para causarle una estrepitosa risa mientras negaba con su cabeza, haciéndome cambiar de opinión.

-Quería caminar, además, es más divertido. ¿No lo crees?

-No. - fue mi corta y precisa respuesta.

Y es cierto, no soy un chico que tenga auto, mucho menos una persona lujosa, pero tampoco me gusta caminar por ahí como si nada. En pocas palabras, caminar sin ningún sentido, por lo menos, para mi era lo que estabamos haciendo.

-Nunca he estado por aquí. ¿A dónde vamos?

-Si te digo lo arruinaría todo. ¡Vamos! - hizo un gesto con su mano para que siguiese caminando, ya que, me había quedado unos metros detrás.

A cada paso todo se volvía más oscuro, estaba seguro que caminaba sobre el pasto, ya que había tropezado con varias rocas en ciertos momentos.

Jungkook metió sus manos en ambos bolsillos de su pantalón, rebuscó entre ellos haciendo resonar sus llaves junto a unas cuántas monedas y sacó su celular, encendiendo la linterna y apuntando hacia mí.

-¿Qué haces? - pregunté cubriendo mis ojos mientras levantaba mi mano a la altura de mi cara, ya que la tenue luz caía directo en mis pupilas.

-Evitar que vuelvas a caer. ¿Acaso no te das cuenta? - y fue entonces que se me hizo inevitable volver a recordar a Luke.

Joder Jungkook, no hables de esa manera. ¡No tú!

-Ja ja. Muy gracioso. - me burlé. De seguro Yoongi ya le había hablando sobre el libro.

¿Acaso ya se lo había terminado? ¿Le habrá contado sobre el libro a su hermano?

-No fue un chiste, Jimin ¿Acaso crees que no me he dado cuenta que te has tropezado y caído muchísimas veces? ¿Dónde está tu celular?

-No tiene pila. - expliqué. Aunque a decir verdad lo había dejado en casa, ya que últimamente no me estaba funcionando.

-Bueno. Camina a mi lado, ya casi llegamos. - comentó mientras alumbraba mi camino.

El transcurso del viaje se hizo más rápido, el Sol ya se había ocultado totalmente y la música que sonaba a través del móvil de Jungkook hacía más grato el camino.

-Es aquí. - dijo mientras se detenía y yo, copiaba su acción.

-Menuda boca de lobo me has metido.

-Las apariencias engañan, Jimin. - alzó su linterna alumbrando todo aquel lugar.

-Wow. - fue lo único que pude decir. —No veo absolutamente nada.

Aunque menti, si veía. Al menos algo.

Nos encontrabamos en algo así como una colina, pero una que compartía la subida y la bajada, ya que en su otro extremo mantenía una cascada acompañada de un barranco. Los alrededores se encontraban repletos de flores, estaba segura que había de cada tipo, color y forma en ese lugar. Simplemente todo era hermoso y no comprendía el porqué Jungkook compartía ese lugar conmigo.

-Es hermoso, ¿Verdad? - se dijo a sí mismo. -Lo es aún más de día. Me hubiese gustado que hubieras visto el hermoso atardecer que se presencia acá.

-No dudo que es hermoso, Jungkook.

-Escucharte decir mi nombre es tan raro. «JUNGKOOK». Se siente raro escuchar mi nombre de ti, pero me encanta el sonido. Es como un sabor distinto.

-Unju - murmuré sin saber que decir. -¡¿Gracias!?

-Ven. - llamó para que me acercara a sí. -¿Has probado alguna vez la droga? - preguntó sin ningún descaro mientras revisaba sus bolsillos nuevamente.

-No puedo creer que me hayas traído hasta aquí para consumir drogas. - abrí un poco mis ojos exaltado mientras la luz de la linterna alumbraba un poco mi vista, ya que, se encontraba el celular boca abajo para alumbrar hacia arriba. -Juro que si sacas de tus bolsillos marihuana me iré.

-¡Ey! Tranquilo. La marihuana es lo mejor que hay pero no sacaré nada de eso aquí. ¿Quieres agua? - brindó.

-La verdad me vendría bien. Estoy algo cansado. - rebuscó entre su mochila un pomo, Jungkook no parecía de esos chicos que venían preparado para emergencias como la sed, pero aún así no dudé en empinarme aquel líquido y dar unos cuántos tragos.

-Esta buena, ¿Verdad?

-Sabe extraño. - y soltó una risa maliciosa que aunque no pude ver con mis ojos, pude sentir. -¿Me puedes explicar el lado oculto ese que tienes?

-Solo te pedí que vinieras hasta aquí para hablar. No veo nada extraño. - miró hacia delante mientras se ponía de pie y caminaba hacia el ruido de la cascada. Volví a seguir sus pasos, parándome en la punta de aquel acantilado. -Solo quiero estar más cerca.

-Unju. - volví a murmurar. Por alguna extraña razón me encontraba mareado. Mi mente estaba dando vueltas y mi vista un poco inestable me pedía a gritos que me recostara, por lo que mi mente le obedeció y dejé caer en el suelo. El pasto se sentía genial.

-El cabello por encima del hombro te queda muy bien. - alagó.

Aunque sus palabras en mis oídos se entendían a la perfección, sonaban más bien como un balbuceo extraño.

Todo a mi alrededor era extraño.

-¿Te gusta Yoongi? ¿Verdad?

-No se por qué me dices eso.

-No te conviene. ¿Sabías que tiene novia?

-¿N-Novia?

-Que ingenuo eres, Jimin. - él caminó hacia mí, agachándose en mi frente para acariciar mi cabello. -Eres una fantasía un poco, como decirlo, prohibida para muchos.

-Soy insignificante, por Dios. ¡Qué hablas!

-Algo que no vas a comprender. Mi pequeña flor salvaje.

«Mi pequeña flor salvaje» La frase que me hizo sonrojar en menos de dos segundos. ¿Qué estaba haciendo Jungkook?

¿Por qué? ¿Porqué estaba temblando, sonriendo y lamiendo mis labios?

Una sombra se cuela por mi cerebro. Es una imagen fresca de dos personas besándose. Un beso fugaz en medio del campo, unas manos finas tocando varios pétalos de flores y un exquisito perfume colarse por las fosas nasales. Parece real, más de lo que puedo admitir, y una vez abro mis ojos me doy cuenta que soy yo esa persona que está viviendo el momento.

Jungkook y yo nos estabamos besando. Él se encontraba encima de mí mientras mis manos hacia tras se encontraban sujetadas por las suyas.

Pero lo peor de todo es que se sintió bien el no saber lo que realmente estaba pasando. No tenía idea de lo que hacía, y por primera vez en mi vida esa sensación de estar tocando las nubes en el cielo, se sintió verdaderamente genial. Aunque de cierta manera ya me había sentido estar cerca del paraíso.

•••

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