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El inicio de todo algunas veces está lleno de mentiras.

En una ciudad llena de coches de lujos, bares llenos de gente y supermodelos por todos lados, ¿Cómo la iba a encontrar?

Estoy en New York, búscame”

Es como si estuvieses en medio del bosque corriendo por salvar tu vida de un tigre, sin saber a donde ir por miedo a que tropieces o llegues a un lugar sin destino, un hueco, que te quedes atrapado. Como si en medio del desierto buscaras agua o en un pajal la aguja mas fina de tu abuela.

Asi me sentía al pensar en lo que Weeler me había dicho. Así se sentía mi cabeza cada vez que le daba otra vuelta al asunto, y Helms me miraba mientras esperaba a que tomara una decisión.

—Brad debe estar al bajar señor, le aconsejo que tome una ducha y se aliste para la cena. —propone Helms, mas bien indica que le haga caso para que todo saliera bien. 

Asiento y subo las escaleras en dirección a mi cuarto.

—Se que tengo mucho que procesar bajo la ducha.

Y es que, hay momentos en la vida que uno espera aun sabiendo que nunca sucederán, y simplemente sueñas con ese imposible para tener algo en que ocupar las fantasías que necesita la mente del ser humano.

Uno de esos momentos que soñé, fue el tenerla de vuelta. No sé por qué, pues ni siquiera la necesitaba o imaginaba a mi lado nuevamente, ya no la extrañaba, mucho menos tenía la necesidad de verla comer diariamente sus fresas, o tan siquiera, le pensaba tanto.

Yo estaba enmarcando una nueva vida junto a una nueva chica. Pero el destino es así, cuando piensas que has olvidado por completo a alguien, él se encarga de devolverte ese algo a tu vida para que te des cuenta, que en verdad no la has hecho.

Que solo tienes una nube en la cabeza con ideas erróneas en dónde lo menos que quieres pensar es en tener que volver a tomar decisión que marque un después, nuevamente.

Dejo todo pensamiento al lado para concentrarme en mi otro asunto: la cena con Brad. Aún no sabía de qué manera le pediría que fuera mi novia, y si lo de Arnie era cierto se vería demasiado mal que la buscase en nuestras vacaciones.

No podía hacerle eso a ella, no después de todo lo que había hecho por mi. No quería jugar con sus sentimientos.

Bajé las escaleras, vestía un traje que Helms había dejado cerca de la cama y me acerque a él.

— ¿Y si es mentira? — le digo sin sacarme aquella llamada de la cabeza—. ¿Cómo vamos a arreglar esto?

Le miro, pues ambos sabemos que estamos muy preocupados, pero todo está pasando demasiado rápido y sin control.

—No entiendo nada. Ella se iba a casar y yo… —miré hacia la puerta mientras bajaba un poco el tono —No creo que sea mentira, pero… ¿Y Jimin? ¿Por qué no lo llamó a él? ¿Dónde está?

Y es que esas eran unas buenas preguntas, ¿En dónde rayos se había metido ese chico de ojos verdes? ¿Por qué había dejado que pasara todo eso?

—No lo sé, Señor. Le hemos estado localizando y donde último se le vio fue aquí mismo, en la ciudad, pero no tenía ningún viaje planificado para New York. Ni siquiera está en su casa. Todo está abandonado. Como si nunca hubiese existido algo entre ellos dos.

Cuando soñé con ello, cuando alguna vez en mi remota vida pensé en que él la dejaría para que volviera conmigo, o viceversa, no me lo creí.  Cuando pensé en todas las cosas en las que habríamos podido vivir, nunca se me pasó por la cabeza este sentimiento de culpa.

—Esto es muy raro, pero…

En mi mente solo venían esos recuerdos en los que estuve semanas observando el atardecer, en los que la caracola era mi única amiga y Brad, sobretodo ella, era mi único consuelo. No quería fallarle a ella como Arnie me había fallado a mí, pero me mentiría a mí mismo si quisiera ocultar que necesitaba verla, simplemente verla a salvo.

—… lo tengo que hacer. Tengo que ir a New York, y no precisamente por unas vacaciones.

Necesitaba a Brad a mi lado para que supiera que todo lo que habíamos pasado no era solo un juego, que en verdad la estaba queriendo por todo lo que había logrado en mi. Porque yo solo sabía que un corazón roto no se curaba en dos días, y sobre todo, que su perseverancia había tenido frutos en mi vida.

— ¿Estás seguro, señor?

Asentí muy convencido.

—Lo estoy. Todos nos iremos a New York a cerciorarnos de que Weeler está en perfectas condiciones. Solo que Brad no lo sabrá. Trataremos de rastrear a Jimin en busca de respuestas, y una vez todo se halla solucionado, una vez que mi vida por fin este equilibrada y en forma, haré lo que sea necesario para encontrar la felicidad que tengo justo delante de mis narices. Si todo sale bien el segundo paso será pedirle que se case conmigo.

Y para mí, esa era la única manera de solucionarlo todo. De que mi vida volviera a la normalidad. Necesitaba deshacerme del dolor que me había dejado, y la única forma era volviéndola a ver, feliz.

Pero al mismo tiempo quería ser feliz con Brad, aunque sentía que ya lo era.

La pelinegra comienza a bajar las escaleras, entrelazando una de sus cejas mientras mira con cierto misterio el ambiente tenso que se ha formado en la habitación durante su ausencia.

No dice una palabra, pero mi voz pronunciando su nombre, y mi tacto sobre su entre brazo la hacen detenerse.

—Tengo buenas noticias.

La acompaño a la mesa donde Helms tenía todo preparado para que fuera perfecto. Ambos nos sentamos, uno al frente del otro.

Helms sirve un fino vino en las copas y propongo un brindis.

—¡Por nuestras vacaciones a New York! —alzo la copa y ella sonríe.

—Por nuestras vacaciones a New York. —repite y ambos tomamos un trago.

Quedamos en silencio los dos, ni siquiera habían pasado dos minutos y ella volvió a hablar.

—¿Valdrá la pena? —pregunta.

—Si —asentí—. Lo vale, porque tú vales la pena, y esto aunque es por ti, es por nosotros.

Mis iris buscaron en línea recta la pared, me sentía mal al tener que mentirle a la persona con quién planeaba tener una vida. Pero sabía que le molestaría el hecho de que todo el viaje no fuera exactamente por su persona.

—Quiero recuperar el tiempo que perdimos por mi culpa, que reemplacemos los recuerdos de encierro y malos ratos, por nuevas vivencias y retos. Quiero que me acompañes en esta nueva aventura sin mirar atrás, sin pedir respuestas ni preguntar nada más. Solo sabiendo que es conmigo y que estaremos juntos.

Ella me miró raro, como si supiera que todos mis cables se habían cruzado formando un perfecto electro circuito de locura que me llevaba a hacer cosas repentinas.

No lo dudó, me miró sonriente y clavé la mirada en Helms mientras me arrepentía de haberle mentido por mi egoísmo.

— ¿Cuándo nos vamos? —preguntó.

—Esta misma noche si es necesario.

Y ahí es donde comenzó mi nueva aventura. En dónde decidí mentirle a Brad sin decirle mentiras, para que fuera feliz. En donde puse por delante mi egoísmo sin mirar lo que otras personas ya habían hecho por mí anteriormente. Donde nuevamente, pensé primero en ella, antes que en mí, y ese fue el primer error que pude cometer.

Confiar en todos, menos en mí.

🍀🍀🍀

Se que pensarán que el capítulo está aburrido pero mientras estuve escribiendolo se me ocurrieron cosas increíbles de las que se van a quedan como: WTF :0

SIII, así me quedé yo cuando se me ocurrió. No más digo que no confíen en nadie, y si ya confiaron en alguien, pues, nada, a caerse de la mata cuando pase lo que tenga que pasar.😏

Cuidense mucho, denle amor la capítulo 🥺 y nos vemos el fin de semana, que es cuando la escuela me deja actualizar 😜❤️

Alyss∆

❤️Instagram: AlyssGil_

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