Capitulo 24 |Parte 1|

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"¿Me quedo?"

Park Jimin

Al final de cada noche llega el momento que menos me gusta. Sus ojos miel me miran con pena. Ambos sabemos que debemos de decir adiós en muy poco tiempo.

-¿Que harás mañana? -me preguntó. Ambos seguíamos mirando las personas que se marchaban del lugar. Era la primera vez que preguntaba por mi.

-Volveré por ti. -pellizqué uno de sus cachetes. -Sabes que siempre lo hago.

-Nunca antes me había sentido así. -pasó uno de sus cabellos por detrás de su oreja. Me sentía en una película romántica de las que parecen no tener un final, pero ésta vera mi propia pelicula. Me gustaba que Arnie se estuviera abriendo a mi, que me contrara lo que sentía.

Me daba esperanzas.

-Descuida hermosa. -llevé mi mano a su rostro, ella se dejó caer en mi tacto y luego me miró con dulzura. -Te sentirás mucho mejor una vez estés a mi lado.

Las luces poco a poco se fueron apagando. Las chicas se despedían de sus conquistas. Estaba feliz de que Arnie no fuera como ellas.

-Arnie. -dije tratando de llamar su atención. -Tengo una pregunta para ti. -levantó sus ojos para verme y le sonreí. -¿Que somos?

-¿Amigos? -frunció su ceño. -¿O más que eso? -sonreí. -No lo tengo claro. -rascó su cabeza por detrás. Tomé su cara y besé su frente.

Tampoco tenía claro que éramos. Era increíble como en tan poco tiempo ella llegaba a sentir algo por mi. Y aunque no lo dijera, yo lo notaba. Ella actuaba totalmente diferente al día en que nos conocimos.

Mientras caminaba a la puerta iba a mi lado, sostenía mi brazo con un leve agarre. No estaba seguro de lo que le iba a decir pero aun así lo hice.

-Si me pides que me quede, lo haré. -me miró confundida y traté de explicarme. -¿Me harás cambiar de opinión?

Ella sonrió y tomó mi mano llevándola a su espalda y dando paso a un abrazo por su parte. Miré hacia abajo y se veía tan inocente, tan cómica de esa manera.

Arnie.

-Bueno, me voy. -la separé de mi.

Crucé la puerta y abrí la chamarra para tomar un cigarrillo.Caminé hacia el auto, apoyé mi espalda en él y le encendí. Inhalé el humo y miré la luna por unos segundos para soltarlo.

Por fin tenía la paz que tanto necesitaba.

-Hola. -dijo una voz detrás de mi.

-¿Que pasa? -di otra calada a mi cigarro y le miré serio.

No pensé que me seguiría.

-No te irás sin mi, ¿Verdad?

Sonreí y me acerqué a ella. Corrí su cabello por detrás de sus hombros y la acerqué a mi mientras daba un paso atrás y me volvía a rescostar al auto.

La abracé.

-Me pediste que te dijera que te quedaras, pero no quiero que lo hagas. -dio un respiro hondo y me miró. -Quiero que nos quedemos juntos un rato mas Jimin. -la llevé a mis brazos y la abracé mientras daba la ultima calada y votaba el cigarro.

-¿Dónde quieres ir?

-A ningún lado. -alcé una de mis cejas. Ya no entendía nada, era la verdad. -Quedemonos acá, hay paz.

-Lo que tu pidas. -susurré en su oído sin ni siquiera dejar de abrazarla.

Arnie Weeler

Jimin seguía con su humor diferente al del resto, solamente él mismo entendía sus chistes de mal gusto, esos que solo le daban gracia a él. Jungkook de vez en cuando soltaba uno parecido, pero la diferencia de uno con el otro es que los de Jimin los entendía un poco más.

Se inclina hacia atrás, puedo denotar sus fosas nasales abrirse mientras suelta una que otra carcajada y eso hace que ría al unísono.

Jimin saca su celular, mira la hora y me pide que de un paso hacia atrás. Quizás necesitaba hacer unas gestiones y no podía de verlas. Nunca se sabe.

Una luz molesta se inundó en mis ojos, tapé con mi brazo dejando el codo en su dirección y sentí un sonido como de que me habían acabado de tirar una foto.

-¿Eso es lo que yo pienso? -me quejé y éste río, haciendo que sus ojos verdes se achinaran un poco.

-Mira.

Mostró la foto que recién me había tirado. Mi mano tapaba mis ojos, que estoy segura que hubiesen quedado rojos por la falta de claridad. Mis pies se encontraban cruzados y una sonrisa molesta entre mis labios por la luz.

-Estas preciosa.

Miró una y otra vez la foto mientras al mismo tiempo me la enseñaba. La amplié, mi cabello estaba engreñado.

-¿Por que mientes de esa manera? -arrebaté el celular y lo puse en su rostro. -¿Acaso no vez que esta horrible?

Apagó el celular, lo guardó en su bolsillo y tomó de las caderas acercándome a él. Respiró entre mi cuello y hombro mientras me abrazaba. Sentí un leve escalofrío recorrer por todo mi cuerpo y cerré los ojos.

No se escuchaba un sonido por todo el lugar, tan solo uno que otro grillo pero muy lejano a nosotros.

-¿Quieres bailar? -me propuso. Sus ojos verdes los podía ver a simple vista.

-Ni siquiera hay música.

-No la necesitamos.

Puso una mano en mi cintura, mientras con la otra aguantaba la mía. Dió un paso hacia delante, coloqué mis dedos sobre su hombro y comenzamos a bailar.

Era ridículo pero se sentía bien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro