Capitulo 9

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"Esperanzas devueltas"



Arnie Weeler

Como me había dicho anteriormente, Jeon se acercó a mi una vez terminé en el escenario. Su paso era firme, movía sus hombros de un lugar a otro con gran seguridad de sí mismo, y una vez llegó a mi lado me sonrió.

-¿Estas lista? -preguntó y lo miré confundida. -Te presentaré alguien importante. -pasó mi brazo rodeando su codo y bajamos juntos las escaleras.

-¿A dónde me llevas? -pregunté bajo mientras le seguía.

Era la primera vez que ponía un pie fuera del escenario con tantos hombres alrededor. Me miraban, ponían billetes por toda mi ropa mientras caminaba y uno que otro trataba de tocarme de más. Jeon dió una mirada de muerte a estos hombres atrevidos, y fue entonces cuando me dejaron en paz.

El camino se hacía eterno, ésta vez fui la primera en salir por lo que las chicas estaban a punto de hacer su actuación. Vi a lo lejos a ese chico, el que siempre estaba junto a Jungkook. Mantenía en sus manos una copa de champagne y le dio un sorbo una vez llegamos a su mesa solitaria.

-Ella es Arnie Weeler.

Comentó Jeon al otro chico mientras soltaba su agarre. Éste se puso de pie y me miró muy cautivado, dio un paso hacia el frente y extendió su mano para saludarme. Le devolví el gesto y sonrió.

-Me llamo Jimin, Park Jimin. Un gusto princesa.

Le sonreí, sus palabras eran bastantes bonitas para el lugar en que estábamos. El rubio se sentó y acarició su cabello llevándolo hacia atrás. Le hizo una seña a Jungkook y este asintió devolviendole su complicidad.

-Te dejo en buenas manos Weeler. -comentó el chico de ojos celestes y me alarmé.

¿Acaso no me había dicho que no follaría con nadie? Claramente me había mentido, y yo de tonta le había creído.

Caminé hacia él, había dado unos cuántos pasos y me fue fácil adelantarlo. -Eres un cretino Jeon. -susurré en su oído. Se dio la espalda y me miró. Puso sus manos sobre mis hombros y su mirada se dirigió al lado. Me voltee y allí estaba el chico de ojos verdes.

-Te dejo en buenas manos Weeler. -volvió a repetir y se alejó de mi. Mis ojos se cristalizaron un poco y mi nuevo acompañante me tomó de la mano.

Caminamos hacia su mesa, más bien me dejé llevar por inercia. ¡No había otra salida!

-¿Quieres algo para tomar? -preguntó el chico rompiendo el silencio que había entre nosotros. La música sonaba alta y prácticamente me grito si quería un trago.

-No puedo aceptar tragos de los clientes. -Jeon me había advertido que no lo debía hacer, aunque claramente no quería beber con un desconocido.

-Hablaba de los demás. Te lo puedo asegurar. Soy muy difernte a todos los que te rodean. -me hizo una pequeña seña y tomó la copa que yacía vacía encima de la mesa, sacó el champagne del cubo con hielos y sirvió un gran trago para mi.

-Bueno si no hay de otra. -dije en voz baja y tomé la copa que me estaba brindando el chico.

-Brindemos por esta noche. -acercó su copa a la mía y las hizo sonar. Luego bebió algo e hice lo mismo.

Habían pasado dos horas. Jimin no dejaba de sacarme conversación y claramente mis respuestas eran cortas y precisas. El show de las demás había terminado y todas se encontraban con señores y jóvenes, al igual que yo; aunque ellas ya se lo habían ligado y algunas se habían ido a hoteles.

-Creo que debo irme. -me puse de pie. Me sentía incómoda por la mirada de los chicos de mi alrededor, todos me miraban con lujuria por mi actuendo. Al contrario de Jimin, él ni siquiera observaba mi cuerpo o tan siquiera me miraba con deseo.

-¿No te quedarás hasta la madrugada? -tomó mi mano haciendo que le mirara. Sus ojos verdes fueron iluminados unos segundos por un foco. -Mis conversaciones favoritas siempre son en la madrugada. -me guiñó un ojo y sonreí.

El chico se había comportado de una manera muy amable, sin buscar lo que normalmente se viene a buscar a estos sitios. Jaló mi brazo con sutileza y me senté poco a poco como anteriormente estaba. Aunque esta vez me sentía algo mas cómoda.

Hablabamos, el chico de vez en cuando soltaba uno que otro chiste que solo entendía él y eso me causaba aún mas gracia. No tenía sentido del humor.

Me rellenaba mi copa por tercera vez, penetró su mirada verde en mis ojos y se sintió como si la noche pudiera ser para siempre. Desee que los relojes se rompieran, olvidar el tiempo y el lugar donde me encontraba.

-Eres muy bonita Arnie. -se acercó un poco a mi. Levantó su mano, un mechón de cabello de detrás de mi oreja se encontraba esparcido en mi rostro. Por un momento pensé que lo quitaría pero no lo hizo. Mejor.

-No sabes lo que dices. -devolví mi cabello a su antiguo lugar. La copa que mantenía entre sus dedos la colocó encima de la mesa. Me tomó del mentón y con algo de pena le miré a los ojos.

-Tienes razón. -inclinó su cabeza a un lado y sonrió. -No eres bonita, eres preciosa. -sonreí ante su comentario. Dirigí mi mano a mis labios y escondí mi risa entre ellos.

-Estás sumergido entre las copas. -traté de sonar chistosa. Él me miró serio, negó con la cabeza y me sentí mal por ese comentario.

-Jamás me verás en ese estado mientras esté junto a ti, Arnie. Podré hablar muchas tonterías pero no estoy ebrio.

Guardé silencio. No quería volver a incomodar a Jimin, aunque luego de decir lo anterior me dedicó una sonrisa de que todo estaba bien.

-¿Te gustaría salir algún día de este lugar? -preguntó de la nada. Mi vista se encontraba persiguiendo las luces que se movían por todo el lugar.

-Si. -respondí sin mirarle y seguí persiguiendo las luces como una niña.

-¿Te gustaría salir a mi lado? -volteé en su dirección, las luces seguían moviéndose. -¿Eso es un sí?

-Nunca quise estar en este lugar, así que es muy obvio que me quiero ir.

El chico negó varias veces, tomó mis manos e hizo que le prestara atención.

-Yo no pregunté eso Arnie. -rebobiné y arqueé mi ceja. Lo único que había escuchado era si queria salir de este lugar.

-¿Puedes repetir la pregunta? -pregunté con algo de vergüenza y solo me sonrió.

-Olvídalo. Aún no estas preparada. He soñado en voz alta.

Jeon se encontraba sobre el escenario, indicaba a todos que el lugar cerraría en cualquier momento.

Jimin me miró.

-Sabes, siempre regresaré a este lugar.

-Lo sé. -afirmé. -Siempre te veo junto a Jeon.

-Ya no me verás más a su lado. -arqueé mi ceja sin entender. -A partir de hoy solo me verás a tu lado Arnie. Solo vengo aquí por ti. Buscando tu rostro, tu sonrisa. -tomó mis manos y las abrazó con las suyas. -Algún día saldrás de aquí. Te lo prometo.

Dio un beso en mi mejilla, arregló su esmoquín y luego su cabellera rubia.

-Hasta que el destino nos vuelva a juntar, Arnie Weeler.

[...]

¿No te quedaras hasta la madrugada? Era la frase que resonaba en mi cabeza una y otra vez. Sonreí. Había encontrado algo que me motivaba a estar en este lugar, algo que hacía que la estancia no fuese pesada.

Alguien que me había devuelto las esperanzas de que algun dia saldría de este lugar.

Había entendido a la perfección lo que Jimin me había dicho, quería saber si lo decía en serio, pero... Solo basta seguir conociendolo para ver que me prepara el destino.

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