💍05

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Seokjin y Jimin despertaron temprano en la mañana, eran exactamente 7:00 am. Querían preparar algo rico para desayunar y de paso dejar algo para los hermanos en forma de disculpa para ellos.

Ambos tomaron una ducha, se cambiaron para irse de compras, pues esta noche se irían de fiesta y querían lucir jodidamente bien para conquistar algunos chicos sexys. Se dirigieron a la cocina para preparar algo de panqueques con miel y un jugo de naranja ya qué no querían pedir a la habitación, decidieron cocinar ellos mismos y sorprenderlos cuando estos despertaran, también prepararon café. Había de todo un poco en la mesa.

—Bien todo listo —dijo Jin.

—Huele y luce genial. Espero que les guste a los chicos. —dice Jimin tomando sus cosas.

—Yo creo que sí.

—Vamos, quiero comprar mucha ropa linda y cambiar mi color de cabello ¿Qué dices? ¿Crees que me venga bien un color nuevo? —pregunta Jimin mirándose al espejo.

—Creo que es una buena idea un cambio de look en tu cabello rubio, en el camino nos decidiremos, vamos que tenemos muchas cosas que comprar. —Jimin asintió.

Tomaron sus cosas y salieron del hotel, pararon un taxi para irse al centro comercial y ver todas las bonitas calles de la ciudad de las Vegas. Realmente era hermoso, Jimin no lo podía creer, cuando fuera de noche esto se mirara espectacular de eso no tenía dudas.

Bajaron del taxi y caminaron por todos lados, mirando cada tienda y cada persona en la calle, era fantástico.

Jimin miraba a algunas personas cantar para ganar algunas monedas, otras se tomaban selfies para postear en Instagram, todo era nuevo para él y tenía demasiado entusiasmo. Caminaron unas calles más hasta llegar a una tienda de ropa realmente grande. Jin insistió que debía elegir una ropa sexy para poder conseguir algunos chicos esta noche que salieran.

A lo que Jimin estaba algo inseguro.

—Mira esto Jimin —extiende una camisa de manga corta de la marca Coach— Creo que me quedará genial.

—Si la verdad es que está linda, pero mejor está.—toma otra opción— Está dice qué buscas hombre, pero siendo discreto.

—Yo no quiero ser discreto —le guiña el ojo a lo que Jimin ríe.

Siguieron mirando todo con detalle, toda la tienda en tenía muchas marcas de ropa, Jimin no se decía por alguna, así que fue a la sección de Dior para elegir ahí, ya que siempre ha sido su marca favorita de ropa. Miró una camisa azul claro con algunas rayas en medio de color rojo, blaco, azul marino. Demasiado elegante, pero no tanto para ir de fiesta, la tomó junto a una mascada color azul marino con motas blancas.

Busco algún pantalón con que combinarlo, después de un rato encontró uno negro ajustado combinaba perfecto con la camisa, más unos botines negros con brillos.

Jimin tenía un gusto excelente.

—Listo, ya tengo mi atuendo para la noche. —le dice a Jin.

—Muy bien, buen gusto.

Tomó la ropa y fue a la caja para pagar, Jimin en un momento se dio cuenta de que Jin no estaba cerca, miró por todos lados pero no encontró.

—¿Dónde se metió?

Miró por todas lados, pero nada de señales de su amigo. Esto era malo, porque si Jin se perdió no sabría que hacer, no sabía por dónde buscarlo, la tienda era enorme, lo del idioma no tenía problema pues sabía tres idiomas perfectamente, pero aun así se perdería en esta gran ciudad.

—Listo joven, aquí está su tarjeta.

Jimin la toma.

—Gracias —Toma las bolsas y va en busca de su amigo.

Se fue a la puerta principal para ver si lo miraba, pero nada, camino un poco más ya desesperado y fue ahí que lo miró, camino a paso rápido, lo mira con un chico muy guapo.

Aquí vamos de nuevo.

Se miraba muy amable y Jin parecía no estar incómodo. ¿Debería interrumpirlo? Pues qué otra tenía.

—¿Jin, ya terminaste de comprar?

El chico mira de reojo al rubio mirándolo de arriba hacía abajo. Jimin se sintió algo incómodo por la forma en la que lo miraba.

«Que se creía este idiota para mirarle así»

—Jimin, cariño —lo abrazó— mira te presento a Nick, es un chico muy amable.

Jimin lo mira incómodo, en serio este lo miraba raro. No disimulaba nada.

—Hola —Lo saludó en tono seco.

El moreno musculoso sonrió ladino mirando la parte trasera de Jimin. Y esto hizo enojar al rubio.

—¿Por qué me miras así? ¿Tengo algo en el trasero que no me lo dejas de ver? —dijo molesto.

El moreno ríe

—Disculpa lindo, pero estas muy... Bien —se mordió el labio mirando más al rubio— Me llamó Nick Pacxon, un gusto.

Le extendió la mano y Jimin pasó de él. Claro que se dio cuenta de su descaro, mirándolo de manera pervertida, este tipo de sujetos solo quieren una cosa. Son el tipo de tipos que solo buscan sexo de extranjeros fáciles.

—Jin, nos vamos ya.

—Claro, solo voy a pagar esto y nos vamos, espérame aquí con este hermoso moreno.

Nick le sonrió guiñando un ojo.

—Descuida yo cuidare a tu amigo de que no le pase nada.

—Bien entonces Minnie, vuelvo enseguida.

Jimin quería ir con él, pero este lo detuvo tomando su brazo, a lo que Jimin en serio se molestó.

—Vamos lindo quita esa cara de amargado que no te va bien —tomó su barbilla para que el rubio lo mirase.

Jimin rápidamente le golpeó la mano haciendo que esté la retirará, sorprendiendo a este.

—No te atrevas a tocarme otra vez,  si quiero tener mi cara de amargado, es cosa que no te importa. —Estaba muy molesto por el atrevimiento de este— No me agradas.

Se soltó de su agarre y este alzó las ambas manos en forma de derrota.

—Eres tan amargado, sé más como tu amigo él si me coqueteo muy descaradamente tal vez...— acarició la mejilla de Jimin deslizando su dedo hasta sus pomposos labios— Tal vez hagamos un trío ¿Qué dices?

La piel de Jimin cambió a un rosa claro a uno rojo de la furia, odio a ver y oír eso.

—¡Estás idiota si piensas que yo y mi mejor amigo haríamos algo así contigo imbécil! —soltó con furia— ¡Púdrete!

Le sacó el dedo del medio y lo empujó asiendo tambalear a este, Jimin casi corre hasta donde Jin, en serio estaba enojado, como es que su mejor amigo le coqueteó a este imbécil, por dios se notaba que solo quería sexo fácil como si fueran de esos fáciles. Mataría a Jin, en serio lo haría por dejarlo solo con ese maldito.

—¡Jin! —miró de brazos cruzados.

—Ya, pague —volteó a ver si veía al moreno— ¿Y Nick?

—¿En serio SeokJin?, joder ese maldito solo era un pervertido que buscaba algo fácil ¿Qué te pasa?

—¿A eso venimos no? —dijo con obviedad.

Jimin no podía creer lo que escuchaba de su mejor amigo.

—Tal vez estoy escuchando mal, pero venimos a divertirnos no a costarnos con el primer hombre que veamos. Además es un idiota, podría ser un maldito violador Jin, ¿Qué te pasa?

—Ya Jimin relájate solo bromeaba. —sonrió nervioso.

—¡Pues no me gustan tus bromitas tontas! —rodó los ojos— Ese tipo es desagradable no quiero involucrarme con tipos como él. Así que por favor, no vuelvas hacer eso, no conocemos a estos tipos, podrían fácilmente grabarnos y subirnos a alguna red de porno.

—No lo había pensado así. —dice Seokjin algo regañado.

—Solo hay que tener cuidado, somos presas fáciles.

—Bien, tendré cuidado con estas situaciones ¿Estás más tranquilo? —El rubio asintió— Lo siento, no pasará otra vez.

El castaño lo siguió hasta la salida, en serio estaba enojado con su mejor amigo por hacer este tipo de cosas con extraños, podría ser un asesino o algo así. ¿No veía el peligro que podrían correr dos sexys coreanos como ellos en una ciudad así? Además, si les pasaba algo podrían hasta salir en las noticias coreanas sobre su muerte.

Bueno tal vez era exagerado, pero esas cosas podrían pasar.

Llegaron al salón de belleza minutos después, dejaron sus bolsas con la encargada mientras ellos se ponían bonitos para esta gran noche.

—Jimin por favor ya no estés molesto, de verdad lo siento— pido Jin mirando a su mejor amigo con ojitos de cachorro.

—Bien, pero no ligues con ese tipo de hombres, no sabes si será un asesino o un ladrón o hasta un violador, podría ser peligroso. —lo miró disgustado.

—Ay Jimin, dudo que sea todo eso que tú dices —Cuestionó. Miró la revista que tenía en las manos para evitar la fría mirada de su mejor amigo.

Su mejor amigo a veces daba miedo.

—Tal vez no todos, pero como somos dos turistas aquí, es obvio que se querrán pasar de listos y eso no lo vamos a permitir.

Seokjin sabía que Jimin tenía razón, no podían exponerse de esa manera con cualquiera que se mirara atractivo, no sabían las mañanas de estos y sus intenciones.

—Bien, tienes razón, tendré cuidado con esas cosas, lo prometo.

Su turno siguió. Jin solo quería un retoque en su cabello castaño, arreglar sus uñas y un buen facial. Jimin por otro lado quería cambiar el color de su cabello, siempre lo ha mantenido rubio así que quería arriesgarse por un color rosa, quería ser alguien diferente al Jimin aburrido, así que optó por eso.

Pasaron las horas y rápidamente quedaron hechos unos bombones. Salieron de ahí directo a su hotel. La verdad Jimin estaba más nervioso por ver al pelinegro. Anoche que hablaron se sintió muy cómodo con él, lo que hablaron le llenó un poco de vergüenza por ser tan abierto y contarle hasta que de qué murió su perro.

Tenía dudas con su nueva apariencia ¿Le gustara el color de mi cabello?, ¿Creerá que se mira hermoso?, ¿O lo mirara feo?

Entraron al hotel y subieron a su piso, cuando llegaron se adentraron a la habitación, todo estaba limpio como lo dejaron. Dejaron sus cosas en la recámara donde ellos se quedaron, miraron alrededor, pero los hermanos no estaban.

—No hay nadie —tomó un vaso de agua— tal vez se fueron a ese negocio que tenían pendiente.

Jimin se sentó en el sofá.

—Si tal vez —cuestiona el ahora peli-rosa.

—Son las tres  ¿Pedimos algo de comer o cocinamos? —dice el castaño.

—Mejor pedimos algo no quiero hacer nada hasta la noche.

—Bien, pediré algo.

Piden algo de comer para los dos, Jimin se mantenía mirando su teléfono, dándose cuenta que aún tenía fotos de él y Yoongi, fueron momentos muy lindos que siempre tendría en su memoria, pero ya era hora de pasar página, ver esto solo le haría recordar la forma tan fría y solitaria que le hizo pasar. Ese sentimiento dolía. Con un gran suspiro borro todas aquella fotos, todas y cada una de ellas.

Dejó aún lado su móvil, mirado su anillo de compromiso en su dedo que aún conservaba; tenía que decaer del anillo de compromiso de Yoongi, ya no quería más recuerdos de él, tal vez para Jimin esto era un paso apresurado, pero si él fue cruel con él casi toda su relación, no tenía por qué sentirse mal por lo que hará.

Se paró del sofá y fue directo al balcón donde tenía una vista muy hermosa, el sol estaba en su punto más hermoso, el aire golpeaba su rostro, aun con el ruido de los autos y los murmullos de las personas que pasaban por las calles. Jimin con suspiro hondo sacó el anillo de su dedo, lo tomó en sus pequeñas manos y lo miró por última vez. El anillo no era el más grande y hermoso que ha visto, pero significaba algo que él creía que sería amor eterno.

Una lágrima se deslizó por su mejilla y tomó vuelo con su brazo y lo lanzó lejos.

Miró como el anillo desaparecía de su vista, tal vez cayendo en la cabeza a alguien, tal vez en una coladera, o tal vez a una persona necesitada: esperaba lo último pues sonaba mejor, tal vez lo empeña o vendería para comer algo.

Jimin se sentía más libre después de eso, ya no quería recordar a Yoongi, no merecía sus lágrimas y tampoco estar en su mente.

Después de tantos años a su lado, nunca miró algún gesto amable hacía él, siempre fue él quien daba todo para ser el mejor novio del mundo, pero nunca fue el mismo, siempre se esforzó ser tan perfecto como un robot atado a complacer a Yoongi. Odiaba en lo que se había convertido, pero ahora que estaba libre, quería ser él mismo, ya no más un Jimin robot, ya no más.

Seokjin miró todo desde el sofá, sonrió orgulloso de ver a su mejor amigo olvidar el pasado. Jimin es hermoso, tiene todo lo que un hombre busca, lastimosamente se fijó en alguien que su amor no merecía. Ahora estaba aquí totalmente libre para buscar algo que en realidad valga la pena.

Se limpió su lágrima y se giró para entrar de nuevo a la sala, miró a Jin ya con la comida sonriéndole orgulloso.

—¿Te sientes mejor?

—Si, la verdad no me creí capaz de hacer algo así —dijo mirando su plato de comida.

—Mereces algo mejor, Jimin, no mereces lo que ese maldito cara de gato te hizo.

—Lo sé, ahora solo quiero empezar de nuevo.

—Lo harás, solo espera y verás.

Jimin asintió y empezaron a comer, hablaron de las cosas que harían para la noche, pero Jimin le dijo a Jin que no quería hacer planes para divertirse, quería ir a cualquier lugar solo sin planes, quería solo ser espontáneo y disfrutar de lo que la noche le regalara.

Y vaya que lo va a sorprender.

El anillo que aventó Jimin, cayó en manos de un indigente, el cual inmediatamente se fue a venderlo para comprar un poco de comida, así cumpliendo su deseo.


𝑱𝒊𝒎𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒛𝒐 𝒍𝒐 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒄𝒕𝒐 ¿𝒏𝒐 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒏?



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