Vendedora de caricias (Kim Namjoon)

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Para Namjoon habían sido los meses más dolorosos de su vida, estaba en estado catatónico, respiraba solo por inercia, comía por obligación y asistía a sus jornadas laborales por obligación.

Para él ya no tenía sentido su vida, una parte de él había muerto el día, que su novia de toda la vida, lo había abandonado, por "un futuro mejor para los dos"

No entendía que hizo mal, no sabía porque es que se fue, jamás dejo de ser atento, de darle lo mejor, de vivir para ella. Y es lo que no se dio cuenta, que empezó a vivir para ella y se olvidó de hacerlo por él.

Sus amigos estaban preocupados, lo veían más delgado, solo bebía hasta caer e iniciar su rutina sin sentido de todos los días. Pronto se acercaría el cumpleaños de ella y debían hacer algo para que Namjoon no se sumiera en su miseria.

—Te encantará el lugar, tienen chicas muy lindas, además hacen un servicio delicioso, no te vas a arrepentir de acompañarme.

—Se porque haces esto Jimin, pero no tengo intenciones de ....

—Shh, no te estoy pidiendo que te enamores de ellas, solo que disfrutes, el sexo libera el alma.

—Solo iré a beber.

Jimin se detuvo en la puerta y se giró para tomar a su amigo del rostro.

—Escúchame Namjoon, si tú me aceptas a alguna de las chicas de aquí, yo pago todo, incluso lo que tú consumas, no te pondré trabas, te dejare ahogarte en alcohol, pero debes meterte al cuarto con una de las chicas.

Namjoon miro a su amigos a los ojos, no tenía la intenciones de nada el día de hoy, el había tomado una decisión, quería acabar con su dolor este día, así que le daría gusto a su amigo y el tendría alcohol gratis para tomar valor de lo que quería hacer.

—Solo está noche.

—¡Si! —le dio unas palmaditas en el rostro —vamos.

Los chicos entraron al bar, se sentía el aroma del tabaco, el alcohol y algunas mezclas de perfumes, sin mencionar el olor sutil a sexo. Rápidamente tomaron una mesa, para disfrutar del show de las bailarinas.

Aunque Jimin estaba muy animado mirando a las mujeres contonearse de manera sensual, su amigo solo estaba bebiendo una copa tras otra sin prestar atención de mirar lo que pasaba a su alrededor.

Por otra parte Namjoon no era el único teniendo una noche terrible, en la parte trasera del lugar, una chica de cabellos castaños y figura exquisita, trataba de controlar su llanto, mientras era atendida por otra de las mujeres que trabajaban ahí.

—Deberías de pedirle a Madame que te deje descansar —trataba con delicadeza la herida del labio de su amiga —ese animal por poco te mata.

—No puedo —regulaba su respiración —tengo que juntar dinero pronto, me es imposible pedir días de descanso.

—Pero mírate Sam, tienes marcas y tú labio reventado.

Sam, seca sus lágrimas y comienza a maquillarse.

—Sabia de que iba esto cuando acepte trabajar aquí —se mira el labio —solo espero me deje trabajar así, no creo verme linda para los clientes.

—Esos animales no deberían de tener la suerte de estar con alguien como tú.

La castaña le regaló una media sonrisa a su compañera, ella detestaba el trabajo y le repugnaba el ser tocada por los clientes, pero su padre debía dinero a usureros y está fue la única manera que podía juntarlo antes de que lo maten.

Sam se había alistado, ahora solo esperaba que la madame le asignará a alguno de los hombres que asistían al lugar, a pesar de todo la madame la cuidaba y esperaba tener algún cliente conocido para que no tuviera que agobiarse demasiado.

Para suerte de Sam, Jimin era bastante conocido y querido por las chicas del lugar.

—En realidad es para mi amigo, se que está algo ebrio, pero le aseguro que no es nada violento.

—Pues tengo algo como lo que pides, pero no sé Jimin, es que ella tuvo un mal día ayer y...

—Por favor Zayda, sabes que nunca te haría pasar malos tratos con las chicas, el es un caballero.

Jimin le hizo un puchero a la Madame, la cual solo viro los ojos y asintió.

—Llévalo al cuarto doce, te mandare a mi chica.

—Mil gracias, por eso me encantas.

Se le fue a avisar a Sam sobre su misión, también que si el cliente le daba problemas debía avisar inmediatamente, ya que al parecer estaba demasiado pasado de copas, porque Jimin casi lo lleva arrastrando hasta la habitación.

Sam iba muy nerviosa, al saber del estado de su cliente creía que todo terminaría como ayer, se tocaba el labio y los golpes que la bestia le había propinado, empezaron a doler, respiro hondo una ultima vez tomando el pomo de la puerta, pero cuando logro entrar nada era lo que imaginaba.

El cliente estaba sentado en la cama con los ojos cubiertos por sus propias manos, un sollozo se escuchaba de fondo, a pesar de haber escuchado que la chica entro no levanto la mirada, solo se limpio las lagrimas y trato de guardar compostura.

—Lamento esto —se señalo —creo que ver a un tipo enfermo es lo ultimo que necesitas en tu noche.

Sam intento hablar, pero no tenia mucho que decir, solo se quedo observándolo.

—No tienes que preocuparte, no pienso hacer nada, la verdad estoy aquí nada mas para que mi amigo me deje tranquilo — respiro hondo para calmarse —tendrás que tolerar nada mas un silencio algo incomodo en lo que se termina este turno —ella solo miro hacia la puerta —no te vayas, solo finge que haces tu trabajo, finge que me haces feliz, finge que te importo un poco, tu ganaras tu dinero, yo me quitare de encima a mi amigo.

Ella se sentó en recargo en la pared contraria, Namjoon la observo, y agradeció que aceptara quedarse. La chica era hermosa eso no lo podía negar, pero por mas que llegara a desearlo el no podría hacer nada, no podría tocarla, no con su herida a flor de piel, noto el labio inflamado de la joven.

—Supongo que también no has tenido una linda semana —se señala el labio.

—Creo que lo llaman "Gajes del oficio"

No solo era bonita tenia una dulce voz, sin duda la belleza de la chica cada vez se hacia notar mas.

—¿Puedo preguntar que te ocurre? —ella se acerco con cautela —no pareces una mala persona, tus lagrimas deben tener un sentido algo cruel, para que sean tan dolorosas —Namjoon dudo de hablar —se que no me incumbe, pero me causa curiosidad, además así quitaría un poco la paga, te escucho en lugar de entrar a la cama, tal vez te sirva..

Sam no sabia pero esa noche, le había salvado la vida a Namjoon.

Jimin creyó que su plan de sexo sin control había funcionado, pues noto a su amigo mas tranquilo, mas feliz, incluso se sorprendió de que le dijera que la próxima vez lo llevara.

Se le volvió un habito a Namjoon el ir a ese lugar, siempre pedía a la misma chica, siempre hacían lo mismo, solo charlar, no necesitaban mas que eso, el escucharse el uno al otro, para ambos era una liberación. La joven cada vez era mas abierta con el moreno, le confeso porque trabajaba ahí, la manera en que había llegado a ese grado de necesidad, el sentía que sus problemas cada vez eran menos, pues el sufría por un amor que no era correspondido, mientras que Sam luchaba por conservar a su padre con vida.

Un mes había pasado desde que las visitas de Namjoon al prostíbulo habían iniciado, ahora ya comía con normalidad, se despertaba de mejor animo, y las ideas de arrojarse al vació habían desaparecido. Sam por su parte encontraba un consuelo cuando sabia los días que Namjoon pagaría por ella, se liberaba de la repulsión de ser tocada por seres hambrientos en lujuria, además de ser vista como una persona no solo como un objeto sexual.

El día estaba lluvioso, así que los clientes en el prostíbulos eran pocos, aunque Sam sabia que el asistiría a pesar de como estaba el clima, se adelanto al cuarto a esperarlo, estaba ansiosa por contarle que había terminado de pagar lo que debía, que se podía retirar de ese lugar, aunque temía en parte que el no lo tomara bien y volviera a la depresión de antes.

Habían pasado casi treinta minutos de la hora acordada, casi pensó que Namjoon no asistiría como siempre, hasta que la puerta se abrió, el moreno venia empapado, se sacudió el cabello al entrar a la habitación.

—Nam.

El joven levanto la vista y le regalo una dulce sonrisa con Hoyuelos.

—Buenas noches Sam, perdona la tardanza esta demasiado horrible afuera.

—Hubiera entendido si faltabas.

Namjoon se quito la chaqueta, dejando ver como la camisa se le pegaba al cuerpo, Sam no se había puesto a verlo con detenimientos, Namjoon es un hombre apuesto, pero su apariencia no era lo mas interesante de él, era mas su personalidad tan centrada, el cuando ella hablaba Namjoon la escuchaba. El cuerpo tan marcado era la cereza del pastel de lo perfecto que era Namjoon.

—No podía faltar, no esta noche, se que es la ultima noche.

—¿Cómo es que..?

—Solo lo se, deja tomo una toalla y me platicas que harás  con tu libertad.

 Sam corrió hacia el moreno y lo abrazo, era lógico como es que sabia que ella no seguiría trabajando en ello.

—No debiste.

—Ese dinero no me servía para nada, para lo que estaba destinado nunca se cumplió el propósito, ahora deja me seco antes de que moje tu ropa.

Cuando se separaron de nuevo hubo un silencio como la primera vez, pero en esta ocasión esa  pausa fue para mirarse a los ojos, Namjoon la tomo del rostro, Sam sintió un calor que no conocía, a pesar de que las manos del moreno estaban frías por la lluvia, su piel ardía de cierta manera.

—Sam —Namjoon trago saliva —¿Podrías fingir una vez mas para mi?

La atrajo a su cuerpo nuevamente, dejando besos en las mejillas de la castaña, esta cerro los ojos sintiendo esos suaves labios bajar por su cuello.

—Finge que me quieres mucho, finge que no es una noche mas, ayúdame a borrarla definitivamente, será un ciclo que cerrare, olvidándola cambiándola por tu recuerdo, el de tu piel, el de tus labios, solo finge esta vez, que soñamos lo mismo, que sentimos la misma necesidad.

Namjoon levantaba el vestido de la joven, mientras se unían sus labios en un beso intenso, lleno de emociones carnales y banales, la ropa fue desapareciendo del camino de ambos, era reemplazada por caricias y besos en cada rincón del cuerpo  de ambos.

Sam estaba en la cama disfrutando de la invasión de la lengua del moreno en su interior. Namjoon se aferraba a las piernas de Sam, todo era tan irreal, el sabor de la castaña era algo exquisito, los gemidos armoniosos, sintió las manos de su amante meterse entre su cabello para presionarlo un poco mas contra su sexo, supo que no resistiría mas, succiono con anhelo ese dulce botón, para saborear cada gota del primer orgasmo de Samantha.

—Namjoon.

Levanto la vista para admirar la belleza de los pechos de  Sam subir y bajar mientras regulaba la respiración, esta se sentó para poder alcanzar un paquete de preservativos de  la cómoda, el moreno se acerco a besarla nuevamente, ella sentía el sabor salado de su propio orgasmo en la lengua contraria haciendo que todo se volviera mas excitante, masturbo el miembro venoso para hacerlo mas firme de lo que estaba ya para así colocarle el condón.

—Puedes creer lo que quieras Namjoon, pero nada de esto es fingido y lo sabes.

Lo acuesta en la cama para subirse, usando su mano para alinear el miembro frotándolo un poco mas contra su entrada, deslizándose poco a poco, abriendo la carne, para así apresar el falo del moreno en su interior, Namjoon se deleito con el gemido que acompaño con un gruñido de placer al notar como su miembro desaparecía cuando Sam bajaba sus caderas.

—Estas tan apretada.

Dicho esto Sam empezó a montarlo apoyándose de los hombros de este, el moreno asistió sujetando las caderas en un compas que todos los demonios del infierno envidiarían. Esas platicas casuales, esa ternura al mirarse y contarse cosas estaba de lado, ahora era la lascivia de dos adultos que se deseaban desde lo mas profundos de sus almas hasta lo mas tangibles movimientos pélvicos de ambos.

El moreno se sentó para disfrutar del meneo sobre su miembro, metió dos dedos en la boca de Samantha, que esta lamio gustosa como si de un dulce se tratara, Namjoon apretó un poco la lengua de la joven hacia abajo haciéndola salivar en exceso, causando que un hilo de saliva saliera al sacar sus dedos. Los dedos ahora empapados bajaron hasta la entrepierna de la castaña frotando de manera sincronizada con las embestidas.

Sam, no resistió mucho del estimulo, se acerco para abrazarse de la espalda del moreno.

—Di mi Nombre Samantha, si mi nombre mientras te corres.

La voz gruesa, fue lo único que faltaba para coronar esa sensación creciente en su vientre.

—Nam, Namjoon.

Se fundieron en un beso al mismo tiempo que se corrían, un golpe en la puerta los saco de su burbuja de placer.

—¡Galán se acabó tu tiempo!

Samantha sintió que el estómago se le encogía, no quería separarse del moreno, no sabiendo que podría ser la última vez que lo vería.

Namjoon iba hablar cuando Sam le cubrió la boca.

—Dice el cliente que me anoté una hora más.

Namjoon quitó la mano de su boca.

—¿Solo una?

—Finjamos que no dije eso.

Ambos sonrieron y volvieron a besarse dejando en claro que la noche sería larga...


Una puede ser romántica en ocasiones....
Este OS salió de estar escuchando la canción de vendedora de caricias, no se que tanto la conozcan pero yo la amo.

Un beso a @Samm_Jikook  

  que me dejo usar su bello nombre en este OS 

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