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-¿Verdad que está rico? ¿Quieres la mitad del mío? Yo no tengo demasiada hambre, es casi como si acabara de desayunar.- dije sonriendo y ofreciéndole la mitad de mi bollo.

-La señorita es mi protegida, mi compañera de viaje, podría decirse que nos hacemos compañía mutuamente.- dije mientras acariciaba con una mano el brazo de A-Guāng para resguardarla aún más de frío.

-¿Y vos, señor? ¿Qué os trae por este camino?- pregunté más por sospechas que por curiosidad, pues, ya que tanto preguntaba por nosotros, yo también deseaba información de quien nos haría compañía en este descanso. - Espero que no le importe contestarme.

........

-No, A-Cheng, está bien. Que estemos a la par. Come tú lo mismo que yo.- dije rechazando su oferta, pero siguiendo con mi cena feliz.

-Solo soy un viajero que está solo y recorriendo los pueblos.- se encogió de hombros. -Aunque esa respuesta solo me dice lo que ya dije yo. Que sea tu protegida, tu compañera de viaje y tu compañía, la hacen ser tus ojos para donde sea que vayas. ¿No es así, XiCheng?

La mirada fría y penetrante de ese muchacho hacía A-Cheng me dio un escalofrío de repente. Sin embargo, este sonreía y había sido amable con nosotros. No era posible que fuera malo si estaba ofreciendo tanto en gesto de desprendimiento.

......

-Está bien.- dije tapándola un poco más en un gesto protector para yo quedarme más tranquilo también, así me aseguraba de que estuviera realmente calentita y protegida.

-Es mucho más que mis ojos, así que por favor, le pido encarecidamente que no desprecie la labor que hace la señorita hacia mí.- dije algo más serio y solemne.

Podía ser amable con nosotros, decir lo que quisiera de mí, pero no permitiría ningún desprecio ni insulto hacia la compañía o persona de A-Guāng.

Sinceramente, sería capaz totalmente de empezar una guerra si es que alguien tocaba o hacía algo malo a mi amada A-Guāng.

........

Con las piernas recogidas y envuelta bajo su túnica y brazo, me quedé quieta y en silencio disfrutando de su calor mientras ellos hablaban.

-Está bien. Ella lo ha hecho bien si te trajo aquí bajo esa lluvia. Pero, me da mucha curiosidad. Gran XiCheng, ¿sigues en el mundo del cultivo a pesar de haber perdido la vista? ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo puedes luchar en ese estado?

Aún recordaba que una muy leve marca había en el rostro de A-Cheng de la pelea que había tenido con aquel hombre hacía unas horas atrás. Sin embargo, no quise insistir más, menos aún, cuando él estaba opacando toda intención mía de hablar con un gesto de su mano en mí.

......

Saber que A-Guāng estaba relajada entre mis brazos hacía que mi humor mejorara por momentos. Notarla tan tranquila que parecía dormida era todo un placer. También el que estuviera cómoda entre mi cuerpo y túnica, sentir su calor y casi su respiración eran un alivio para mi alma.

-Sigo en el mundo de la cultivacion, es mi debes hacerlo. Podría darte muchas explicaciones largas sobre las posibilidades y causas, pero digamos que el entrenamiento nunca traiciona y también que cada uno tiene su método de caza.- dije como explicación a la curiosidad del viajero de voz ronca.

Reconozco que intentaba evitar que mi dulce princesa hablara con el desconocido, también que en todo instante evité decir el nombre de mi hermosa compañera. A pesar de la amabilidad y cortesía del extraño, aún no era digno se mi total confianza.

........

-Entonces, eso significa que puedes luchar contra monstruos y demonios. Tu espada es famosa por eso, por sentir las energías oscuras.- señaló el arma, la cual estaba colgada de la espalda de A-Cheng.- Pero, ¿qué pasa cuando luchas con una persona cualquiera?

La mirada de ese hombre era cada vez más penetrante, como si con sus preguntas quisiera saber más de A-Cheng. En parte lo comprendía siendo un conocedor de la fama del cultivador. Cualquiera quisiera saber más de su ídolo. Tal vez por eso no me parecía tan extraño que preguntara tanto, pero su mirada me seguía dando escalofríos.

.......

-Puedo luchar, eso es lo que importa, que no debo abandonar mi deber solo porque haya perdido la vista. El cómo es lo de menos.- dije encogiendome de hombros. -Espero que durante la noche no sólo me haga preguntas, desearía que también compartiera parte de su historia con nosotros, también su nombre ya que sabéis el mío.- le repliqué suavemente, de forma sutil y apelando a los modales de nuestro acompañante.

Cómo ya había comido, llevé mi mano libre al mismo brazo de A-Guāng que estaba acariciando. De esta forma la tapaba aún más, casi dejando solo su cabeza a la vista.

.....

-Ya le he dicho, solo soy un viajero solitario. Pero, si quieres un nombre, llámame Beiguan De.- se encogió de hombros y movió algunas ramas que se quemaban en el fuego.- Realmente es sorprendente que siga luchando tras perder la vista.

-Lo hace. Y hasta sin su espada. De hecho, hoy se enfrentó a un aldeano que no creía sus historias tan famosas y valientes. Ese hombre era un don nadie, A-Cheng recibió un puñetazo, pero lo logró derribar. A-Cheng es un gran guerrero, yo soy testigo de ello, porque me salvó la vida cuando un demonio nos atacó. Aunque salió herido, lo venció y lo mató. ¡A-Cheng es el mejor!

-Jum... Así que... ha tenido tantas aventuras y peripecias. Debe ser interesante la vida del cultivador.- dijo como pensativo tras mis palabras.

........

-Por favor... Tampoco es para tanto, como bien has dicho, mi dulce dama, recibí un puñetazo de ese hombre y el demonio me dejó maltrecho. Si no fuera porque me curaste, solo el sol sabe lo que me hubiera pasado.- dije sonriendo mientras la abrazaba tiernamente.- Tú eres más valiente aún, también eres una guerrera, aunque en un sentido diferente.

Reí ligeramente ante lo que imaginé que sería su reacción, pues la imaginaba sonrojada y un poco avergonzada.

Después de mi risa, escuché el comentario del viajero llamado, Beiguan.

-Interesante sí, sencilla no, en absoluto. El principal problema es estar preparado en todo momento para que llegue el último suspiro de una vida que apenas se ha podido disfrutar.- dije citando a un viejo amigo... Bueno, el único amigo y compañero que he tenido.- Hasta que llegó A-Guāng, por supuesto.

........

-Así que... A-Guāng...- la mirada que tanto tiempo había tenido sobre A-Cheng ahora recaía sobre mí.

Lo miré confundida ante esa penetrante expresión. Era como si quisiera sacar todo lo que pensaba de mi cabeza con tan solo mirarme.

-Señor Beiguan... aún no nos ha dicho cómo podemos pagarle por compartir su comida y fuego con nosotros.- dije aún mirándolo con confusión.

-Pues...- desvió la mirada hacia A-Cheng.- Como soy un viajero solitario, me gustaría tener compañía durante mis viajes. ¿Estaría mal si me uniera a ustedes en su camino? Digo, ¿estaría de acuerdo el gran Xiao XiCheng en tener a alguien más que su "querida princesa" acompañando sus caminos?

......

Maldición, había dicho el nombre de mi dulce princesa, ahora no podría esconderla tan bien, ahora ese viajero podría identificarla no sólo con la apariencia, maldita mi pésima concentración.

Saber que acababa de delatar el nombre de mi dulce compañera me hizo abrazarla más aún contra mi pecho.

-No es a mi a quien debéis preguntar, pues ella es mis ojos y si ella está de acuerdo, yo no tengo razón para negarme.- dije acariciando suavemente los brazos de A-Guāng.- ¿Que crees tú, mi bella princesa? En mi opinión, estaríamos algo más seguros con alguien más... Mejor dicho, estarías más segura.

........

-¿Yo?- miré a A-Cheng con algo de pena.- No digas que solo para mí, tú también necesitas de alguien que cuide por ti. Yo no sé luchar, pero el señor Beiguan al menos le podría plantar cara a lo que tú no puedas.

No tenía intenciones de hacerlo sentir menos ni de decir que no pudiera protegerme, pero las veces que había salido lastimado me rompían el corazón por la impotencia que tenía de haber podido hacer algo y no saber qué.

-Agradezco humildemente que me lo permitan. Y, no te preocupes, XiCheng. Tu protegida estará más que bien cuidada bajo mi tutela.- ¿por qué me ericé cuando dijo esas palabras?- Y también puedo ayudarte si necesitas luchar, XiCheng. Tengo algunas habilidades.

..........

-Entonces, bienvenido al grupo, confiaré en ti hasta que traiciones mi confianza una sola vez. Aunque no lo parezca, no soy de los que dan segundas oportunidades.- dije intentando parecer convincente pues sí que daría segunda oportunidades siempre que la traición no sea demasiado grande.- Tranquila, princesa mía, estoy seguro de que Beiguan cuidará bien de ambos.

Mantuve a A-Guāng muy cerca de mí, no sólo por el frío, sino también por el tono en el que el nuevo integrante del grupo de viaje había dicho que tutelaría a mi bella y dulce princesa.

-Y bien, ¿qué clase de habilidades son esas? Si no es mucho preguntar, claro. Pongamos que es solo por curiosidad, ya que pareces saber mucho de mí.

.......

-Soy un buen negociante. También tengo buenas habilidades con la espada. Un cultivador me enseñó hace tiempo.- respondió el hombre.- Gracias entonces por la calurosa bienvenida, XiCheng. Jeje, será un honor ir junto a... mi ídolo mientras viajo.

Su forma de hablar me parecía exagerada, era como si quisiera darle un tono diferente a las palabras, pero lo que decía no parecía ser malo.

Solté un leve bostezo al estar tan cómoda y calentita entre los brazos de A-Cheng. Ya caia la noche y la digestión de aquel delicioso bollo me estaba haciendo sentir cansada.

-Tengo sueño, A-Cheng... ¿Dormimos ya?- dije con la voz algo apagada y pestañeando más de lo normal debido al sueño.

-Descansen lo que necesiten, yo puedo vigilar mientras tanto.- se ofreció Beiguan.

.....

-Tus habilidades serán de mucha utilidad entonces, además, si has sido adiestrado por un cultivador, estoy seguro que tu esgrima es mucho más que buena.- dije complacido por lo que nos contaba.

Al escuchar a A-Guāng bostezar sonreí de forma automática, tan lindo y tierno sonido llegando a mis oídos es toda una bendición del destino y la casualidad.

-Duerme, mi dulce princesa, te seguiré en el descanso dentro de un momento. No quisiera dejar a nuestro nuevo compañero vigilando solo desde ya, me quedaré hablando un poco más con él. Te prometo que no me dormiré tarde.- le dije acomodándola un poco mejor mientras la acariciaba con mucha suavidad.

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