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-A-Guāng...- susurré dejando que ella tomara el mando de mi atendimiento al limpiarme.- Lo siento... Antes, te asusté con mi comportamiento, hice que te alejaras de mí.

La tomé de la mano que no me estaba aseado el rostro y los alrededores de los ojos. Sentía la mirada de Beiguan sobre mí, seguramente se encontraba aterrado o impresionado por lo que acababan de ver sus ojos, al menos él que los tenía y le eran funcionales. Aún así que me estuviera mirando no me importaba en absoluto.

-Pensaba que había perdido el regalo que me hiciste, me asusté por ello, lo lamento mucho, mi princesa. Por favor, te ruego y suplico que me perdones por haber sido brusco cuando derrochas valentía, dulzura y cariño conmigo. No soy merecedor de tu benevolencia.

........

-No te preocupes por eso, A-Chen, no necesitas disculparte por nada. Solo trata de calmarte para que no sigas sangrando o te va a hacer mal.- dije mientras seguía limpiando su rostro.

Luego le coloqué la venda posicionándome detrás de él para hacer mejor el nudo. Ni siquiera pregunté si estaba bien, solo lo hice por reflejo.

-Ofrezco mis disculpas, XingChen.- hizo una exagerada reverencia.- No pensé molestar con algo que pensaba sería un favor. Perdón.- Beiguan seguía sonriendo.

......

Cuando el nudo tras mi cabeza fue hecho, abracé a mi bella princesa como si mi vida dependiera de ello. Nada me relajaba más que tenerla entre mis brazos, sintiendo su calor, el latir de su corazón y su suave y tersa piel entre mis dedos.

-De verdad que lo lamento, mi dulce sacerdotisa. La próxima vez que te asuste de este modo, por favor, tienes todo el permiso del mundo para golpearme por ser idiota contigo.- besé su pelo antes de acariciarlo, mimarla de esta manera era todo lo que necesitaba mi alma para existir en paz.

Después de sentirme mejor mantuve a A-Guāng entre mis brazos, tapada con las mangas de mi túnica con mucha suavidad, aún si Beiguan había sido amable con nosotros, no me fiaba del todo de él.

-Tranquilo, tus intenciones eran buenas, soy yo el que se ha propagado con mi violenta actitud.- dije dándole una leve y elegante reverencia.- Espero puedas aceptar mis más humildes disculpas, perdí los estribos sin saber las causas de tu comportamiento.

...........

-A-Chen, ya te dije que estés tranquilo. Por lo menos ahora estás bien. Solo cálmate, mantente sereno.- recibí sus mimos y caricias con un poco de incomodidad.

No es que estuviera siendo exagerado, pero su comportamiento de recién me había mostrado a un A-Chen que nunca había visto. Cada vez que ese viajero hablaba o hacía algo, mi compañero se enfurecía y soltaba una actitud muy diferente a la que usaba conmigo.

Sentí... miedo de A-Chen. Miedo de que en algún momento se pusiera así conmigo.

El viajero me miró, al parecer, deducía por mi expresión lo que me pasaba. Con una seña, le pedí de favor que guardara silencio, a lo que él me asintió. Cuando A-Chen se disculpó, Beiguan le puso una mano en el hombro con familiaridad.

-Por mí, estás perdonado, XingChen. Lastimosamente tu ceguera no te dejaba saber lo que había pasado. Es normal, pero solo quiero ayudaros. No pienses que haré algo malo, ya somos compañeros de viaje y dije que me sentía solo. No haré nada contra los que quiero a mi lado.

-Entonces, ayúdenos a recoger todo.- dije mirando fuera de la cueva.- Ya es de mañana y no llueve. Podemos seguir el camino.

-Ayudaré sin problemas.- comenzó a recoger unas bolsas y pertenencias que traía, yo tomé mi bolsa de siempre y fui con A-Chen, aunque esta vez no tomé su mano.

........

Saber que ella estaba a mi lado, pero no había tomado mi mano, me hizo saber que estaba temerosa de mí y de mi comportamiento de hacía un momento, aquel acto me partió en dos el corazón, que ahora me dolía en el pecho.

-Si ya estamos listos, será mejor que nos pongamos en marcha.- dije sin expresión alguna en mi rostro, pues, en este momento, me sentía muerto por dentro.- Beiguan, espero que no te importe encabezar la marcha, A-Guāng irá en el medio, así estará más protegida... Mi lugar estará en la retaguardia. En caso de que algo o alguien nos corte el paso, espero que nos avises, Beiguan, confío en tus ojos. Soy capaz de seguir vuestros pasos, así que no te preocupes por mí.

Esperé a que ambos comenzaran a caminar, aunque antes de abandonar la cueva tomé nuestras pertenencias, al menos las que cargaba A-Guāng. Era mi acto de caballerosidad en ese momento, pues, en estos instantes, ella no confiaba en mí.

..........

Beiguan estaba sonriendo con cinismo cuando A-Chen le dijo que fuera a la delantera.

Me sorprendí cuando este último tomó mi bolsa con mis cosas. Parecía que con sus actos quería compensar el miedo que me había provocado el comportamiento anterior suyo.

Salimos los tres de la cueva. Beiguan iba con una alegría extraña, como si se sintiera liberado de algo. En cambio, yo estaba mucho más tranquila y apagada.

Tanto fue así, que luego me di cuenta de que mis pasos casi no producían sonido. Me volteé rápidamente preocupada por A-Chen. Lo menos que quería era que se quedara rezagado o se perdiera.

-¡¿A-Chen?!- dije al voltearme.

........

A-Chen no se encontraba en el camino, no se veía ni siquiera rastro de sus pasos tras ellos.

Me había extraviado por el silencio de mis dos acompañantes, ambos caminaban de manera demasiado silenciosa. Y al saber que mi dulce princesa estaba asustada de mí, no me atreví a tomarla de la mano.

Ni siquiera me había dado cuenta de que me había salido del camino y de que no seguía a ninguno de mis compañeros.

-¿Beiguan? ¿A-Guāng?- pregunté al no escuchar nada de ellos y mis manos tocar el tronco de un árbol justo frente a mí.

.............

¡A-Chen no estaba! Lo busqué con la vista, pero no había señales de él por ningún lado. Volteé al viajero.

-Beiguan, ¡A-Chen se perdió!- dije casi en pánico, pero solo recibí una sonrisa burlona de su parte.

-Jeje, ya decía yo que se estaba haciendo el valiente.- dijo regresando sobre sus pasos yendo hasta mí.

-Deja de decir tonterías y vamos a buscarlo. Puede haberle pasado algo malo.- me quise apresurar a regresar, pero su mano sujetó mi brazo.- ¿Qué haces? ¡Déjame, Beiguan!

-¿Sabes acaso algo de tu querido A-Chen, A-Guāng?- dijo estando muy cerca de mi rostro.

-¿D-de qué hablas...?- dudé.

-Xiao XingChen es un asesino. Y un hombre que solo busca venganza contra un pobre inocente llamado Xue Yang. XingChen vaga por los pueblos para condenar injustamente a ese inocente, pero yo sé la verdad. Ese hombre no cometió crimen alguno, solo hizo justicia. Aún así, XingChen no tiene miramientos con nadie y pretende darle prisión a Xue Yang. Dime, ¿crees que tu querido y ciego cultivador es tan inocente como lo pintan las historias que cuentas? Él solo te protege porque te necesita a su lado. Te dice cosas lindas para mantenerte cerca. Pero solo eres una herramienta, solo te quiere como sus ojos.- sonrió y me soltó.

Mi sorprendida mirada coincidió con la suya unos segundos antes de volver a la realidad. Miré al suelo y negué.

-S-solo... ayúdame a encontrarlo... si no lo harás... espérame aquí, regresaré pronto...- salí corriendo en busca de A-Chen.

-Te espero.- agitó su mano en señal de despedida.

Corrí un poco por los alrededores tratando de divisar las blancas telas de la túnica de mi cultivador por entre los árboles y demás vegetación.

-¡A-Chen! ¡A-Chen!- aún así, las palabras de Beiguan hacían eco en mi mente.

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