Cuando apretó mi mano, tiré de ella hasta tenerla entre mis brazos, entre mi túnica, de la misma forma en la que habíamos dormido ambos, pero esta vez de pie. Cuando vino a buscarme, mi dulce princesa estaba sola... ¿Qué fue de "tu princesa estará bien bajo mi tutela"?

Cuando A-Guāng se detuvo, supe que estábamos frente al nuevo integrante del grupo. Mi sonrisa también de había borrado, pero no del todo.

-Dijiste que la protegerías en mi ausencia. Si quieres tener protección y compañía, más vale que la cuides, pues si le hubiera pasado algo ni el mar podría esconderte de mí. Habiéndola dejado sola, así sé que no puedo confiar tanto en ti, y si no confío en ti y aparece un peligro la salvaré solo a ella. Espero haber sido claro.

..........

-Has sido más que claro, XingChen. Pero te puedo asegurar que le di razones más que suficientes a tu protegida para que se quedara conmigo en vez de arriesgarse a ir a por ti.- mientras hablaba, el viajero me miraba con con una expresión de quien tiene control sobre la situación.- Aún así, ella se quiso aventurar a buscarte, así que mi culpa no es. Ella es testigo de que traté de detenerla, ¿no es así, A-Guāng?

No podía llevarle la contraria. Por desgracia, tenía razón, él había intentado detenerme y también me dio razones para no ir tras A-Chen, solo que no podía decir qué razones eran.

-S-sí... él tiene razón, A-Chen... Trató de detenerme, pero yo no podía aceptar el dejarte a tu suerte en medio del bosque. Por eso...- hice una pausa y miré a Beiguan, recibiendo de este una sonrisa victoriosa.- a pesar de todo lo que me dijo Beiguan, fui a buscarte. No lo regañes por eso, por favor.

.........

-No le regaño por intentar detenerte, mi dulce princesa, le regaño por no acompañarte en el camino.- dije aún abrazándola, decidiendo que mientras estuviéramos en movimiento no dejaría de tener al menos un mínimo contacto con ella, aunque tuviera que ser solo tomándola de la mano.

Respiré profundamente, tratando de calmarme, acababa de decirle que no volvería a infundirle miedo, y eso lo cumpliría.

-Te agradezco que trataras de detenerla.- dije en una reverencia.- Volvamos a retomar la marcha o se nos hará de noche en medio de la nada, quisiera poder dormir en algún lugar un poco más cómodo.

........

Así lo hicimos, esta vez, Beiguan iba en la delantera y yo iba de la mano de A-Chen. Caminamos un poco entre el bosque, poco parecía que iba a pasar que no fuera ver el mismo paisaje campestre.

Mientras caminábamos, revisaba el dinero que tenía guardado. Esperaba que fuera suficiente como para comprar el libro que le gustaba a A-Chen.

-¿Crees que sean muy caros los libros, A-Chen?- pregunté con entusiasmo.

Noté que Beiguan había volteado la mirada para saber la respuesta de A-Chen. Tal vez esperaba saber qué diría para intervenir.

..........

El camino fue bastante más calmado, el aire fresco y los sonidos leves y agradables del ambiente eran incluso relajantes, aunque más tranquilizador era el contacto de mi mano con la de A-Guāng.

Reconozco que su pregunta sobre el precio de los libros me pilló totalmente de sorpresa, pero aún así, me hizo sonreír su entusiasmo y ganas de complacerme.

-Depende de donde lo compremos. Las obras de Zoujia se han vendido muy caras y otras muy baratas, también depende de si es original o transcrita por otra persona... Es difícil de saber lo último, pero las transcritas siempre tienen algún error grave por la que se puede identificar.- dije citando de nuevo al escritor en una de las conversaciones que tuve oportunidad de compartir con él.- De todas formas, princesa mía, no te preocupes por el dinero o por conseguirlo, estoy seguro de que lo encontraremos a nuestro alcance en algún momento.

Solté su mano solo para acariciar su cabello con una sonrisa en mis labios y, al finalizar la caricia la abrace muy ligeramente por los hombros.

...........

-A-Guāng es ingenua, pero nunca esperé que lo fuera tanto.- comentó Beiguan con una sonrisa sarcástica y mientras caminaba despreocupado.

-¿A qué te refieres con eso, Beiguan?- pregunté haciendo un puchero.

-Pretendes comprarle un libro, incluso valorando cosas como el precio o la originalidad, para alguien que no podrá leerlo porque no ve. ¿Ambos podrían explicarme qué lógica tiene eso?- dijo con tono inocente.

Yo apreté mis puños, aunque su tono se escuchara así, su expresión era diferente en su totalidad. Era pura burla a mi idea de comprar un libro para A-Chen.

.........

-Yo no lo llamaría ingenuidad, más bien es demasiada amabilidad de su parte, pues no solo pretende comprarlo para mí, sino también leérmelo. Ciertamente no puedo ver, pero mis oídos funcionan perfectamente y ella puede ser mis ojos.- dije acariciando de nuevo el pelo de mi dulce y amada princesa.- Más bien el que no ha pensado correctamente has sido tú.

Sonreí como si con mis palabras no le hubiera insultado y por otra parte con un gesto de mi mano lo insté a continuar la marcha.

Supe tras algunos minutos que A-Guāng tenía algún pensamiento que la atormentaba, fuera cual fuese necesitaba saberlo, de lo contrario, no podría dormir tranquilo.

-Dulce y bellísima princesa de mi alma, ¿podríais decirme, a cambio de una sonrisa, qué es lo que por vuestra mente pasa?

.........

-Oh, ya lo entiendo.- fingió su desconocimiento.- Perdona mi falta de entendimiento. Es cierto, ella puede hacer eso y ya me has dicho que confías en sus ojos "ciegamente". Es encantador que se lleven así de bien.- volvió a sonreír y se alejó de nosotros con despreocupación.

Cuando estuvimos en una distancia de más privacidad, escuché las palabras de A-Chen y me ericé casi por completo.

-Yo... -bajé la mirada.- A-Chen... cuando fui detrás de ti para acompañarte en aquel pueblo que nos conocimos... ¿qué pensabas de mí?- mi pregunta venía por el miedo de ser solo una herramienta para él.

.........

-Pensé que eras demasiado honesta y buena para el mundo en el que vivimos. Sinceramente, pensé que no intentarías devolverme el dinero por no escuchar la historia completa.

Sonreí solo de pensarlo, recordar ese momento en el que tan linda dama sería quien deseara quedarse a mi lado. Ella era, es y seguirá siendo para siempre mi bendición.

-Pensé que era un ángel, aún más cuando decidiste acompañarme. Desde ese momento eres la luz al final de mi túnel. - la acerqué más a mí con suavidad, la adoraba en todos los sentidos del mundo.

.........

Beiguan escuchaba con atención. De vez en cuando nos miraba de reojo y sonreía. Sabía que yo iba a comenzar a cuestionar a A-Chen por las cosas que él me había dicho cuando mi compañero se perdió.

No quería, sentía que debía confiar en A-Chen, pero también quería saber qué parte de la historia que me había contado Beiguan era cierta y cual no. Si le preguntaba a mi compañero directamente, era más que obvio que se molestaría conmigo.

Aún así, la respuesta que me dio me hizo sonrojar con gran vergüenza.

-G-gracias, A-Chen... es muy lindo de tu parte pensar así de mí...- hice una pausa.- Y... ¿hay algo de tu pasado que yo no conozca? Ya sabes... lo que no sepa de la historia de tus aventuras...

..........

-Bueno, podría darte varios detalles. Por ejemplo, sabes quién es el sujeto de mis desgracias, pero no sabes el por qué... No sabes qué hizo para que yo acabara como estoy.- dije señalando la venda de mis ojos.- Hay muchas cosas que no conoces de mí, pero te lo contaré. ¿Qué tal esta noche? Antes de dormir, te contaré muchas cosas, todas las que quieras.

Sonreí a pesar de que le contaría muchas cosas que realmente no deseaba recordar. De todas formas, ella merecía saber todo lo que me había pasado, si eso ayudaba a que me conociera mejor y confiara más en mí.

-Cuando lleguemos al siguiente pueblo, tendremos que buscar algo, no solo comida, sino algún sitio en el que podamos alojarnos unos días. Quisiera descansar un poco, y tendré que salir de caza por la noche.- lo último lo dije con algo de pena, pues no me gustaba demasiado dejar a A-Guāng sola toda la noche.

........

-Uh, está bien... cuando lleguemos al pueblo y podamos encontrar dónde quedarnos, me lo cuentas.- dije con un gran peso en mi pecho, me sentía que lo estaba obligando a decir algo que no quería.

Cuando Beiguan escuchó a A-Chen decir que iría a cazar, rápidamente se acercó a nosotros. Su sonrisa era realmente aterradora.

-XingChen, si me lo permites, puedo acompañarte en tu cacería. La niña estará segura una vez que encontremos techo en el pueblo. Y es mejor para ti si alguien te ayuda a regresar luego. ¿Qué dices?- era un ofrecimiento bastante gentil de su parte a pesar de su sonrisa.

-Si lo haces, tendrás que asegurarte de que A-Chen regrese a salvo.- dije con tono fuerte, pues no quería que le hiciera nada a mi compañero si no estaba conmigo.