CAPÍTULO 18 - Shaytan.

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JERRY

Cargo el cuerpo inconsciente de mi pequeña en los brazos, mientras camino paciente a la camioneta que nos espera, la dejo con cuidado en el asiento trasero, colocando su cabeza en mi regazo.

― Tenga señor ― mi escolta principal me pasa una paquete de toallas húmedas antisépticas, limpio mis manos las cuales tienen manchas de sangre.

― Gracias ― se las devuelvo después de asearme y eliminar las que había dejado en los brazos de Nayana.

Me pasan un escuche el cual guardo en la parte interior del saco, reparo el rostro dormido, se ve tan angelical, vulnerable y pacífico,  roso con mi dedos sus mejillas.

― Renzo está en la línea, señor  ―  informa mostrándome el aparato, extiendo mi mano para tomarlo y lo llevo a mi oreja.

― Ni te atrevas a volver a mencionarlo  ―  advierto, este hijo de puta no hace más que ocasionar problemas por diversión. 

― Eres un cobarde  ― su insípido acento italiano se escucha al otro lado de la línea  ―  no podrás protegerla de la verdad siempre  ―  tose y para luego comenzar a reírse, aprieto mi puño con la mano libre.

― Atráete a acércate otra vez o dirigirte a ella...  ―   amenazo con los dientes apretados.

― ¿Volverás a golpearme o me torturaras?  ― se burla, amentando mi rabia  ―  por favore, estamos a la par Jerry, tus amenazas no me asustan, me divierten.

Hago ejercicios de respiración para no perder los estribos, Lorenzo "Renzo" Mancini es el hijo del líder de la mafia italiana y heredero al mandato, «me  recuerdo», pero llega a dañar a la pequeña y se me olvida que somos socios.

― Para no ser tan cruel te daré tiempo, porque el negocio no espera  ―  siento mi corazón palpitando en mi garganta y los nudillos tornarse blancos por presión que hago en ellos  ―  eres inteligente Watson, no me hagas hacerlo a mi manera  ―  cuelga sin esperar respuesta de mi parte.

El aparato se rompe en mi mano por la fuerza con que lo sujeto, abro la ventana  y lo arrojo a la calle, dejo que la brisa nocturna golpee mi cara, pensando en la manera de resolver este problema.

Al llegar a mi pent-house, los hombres me ayudan abriendo las puertas mientras camino con la chica en mis brazos, la dejo sobre la cama en la habitación de huéspedes, acomodo su almohada. Saco el pequeño cofre de mi saco el cual alberga una inyección que provoca una laguna mental leve quitando los recuerdos de las dos últimas horas, la inyecto en el brazo.

― No pienso romper mi promesa  ― beso su frente mientras la arropo  ― siempre te protegeré pequeña.

NAYANA

La luz solar golpea mi rostro, causándome incomodidad, abro los ojos lentamente para que se vayan adaptando, me incorporo rápidamente al ver que no es mi habitación, debí suponerlo cuando sol interrumpió mi descanso, levanto la sabana reparando mi atuendo, llevo puesta la maya aun. «Buena señal»

Me levanto buscando un baño cuando las ganas de hacer pis se hacen presente, visualizo una puerta a pocos metros de la cama y camino rápidamente hacia ella, trato de alcanzar los pequeños bonotes en la espalda, pero se me está dificultando la tarea.

― Nota mental, pedirle a las costureras botones más accesibles  ― intercambio mis piernas entre ellas aguantando las ganas  ― ¡malditos botones de mierda!  ―  comienzo a desesperarme.

Comienzo a dar vueltas, hasta que por fin puedo soltarlos, mi vejiga se alegra cuando puede liberar las toxinas acumuladas de toda la noche, con los codos sobre mis  rodillas y manos en las mejillas, me coloco a pensar.

¿Qué carajos paso anoche?

Recuerdo llegar a la gran misión escondida en Jumanji, cambiarme en un cuarto sacado de revista, un tocador de en sueño; Jerry guiándome  a la parte trasera del escenario improvisado, seguir mi rutina y el resto es confuso.

Acomodo el traje nuevamente con la confusión a mil, lavo mis dientes colocando pasta dental en mi dedo, escupo el enjuague vocal, salgo a la habitación, doy un pequeño salto a ver a Jeff sentado en la orilla de la cama con una bandeja de desayuno y lo que parece ser ropa.

― ¿Cómo amaneces pequeña?  ―  se ve cansado, tiene pequeñas bolsas violetas bajos sus ojos, no viste de manera elegante como de costumbre, lleva puesto un vaquero y una camisa azul doblada hasta los codos.

― ¿te encuentras bien? Te ves fatal  ― no es cierto, no creo que pueda verse mal alguna vez.

― Tuve una mala noche ―  se levanta, entregándome el atuendo  ― ve a cambiarte debes estar incomoda.

Lo miro achinando los ojos y me sonríe de medio lado, me hace una ademan con la mano para que entre al baño, me cambio colocándome unos vaqueros negros con un suéter cuello en V de color ciruela, no llevo sujetador, con el vestuario no lo necesitaba, ahora tampoco pero me resulta incómodo que se vayan a marcar mis picos «a la mierda todo» salgo, sentándome sobre la cama con una rodilla doblada y la otra extendida tocando el suelo.

―  ¿Qué sucedió anoche? No tengo recuerdos muy claros   ―   tomo un sándwich de la bandeja y lo muerdo  ― y que no esté en un sótano asqueroso, sollozando por mi vida, es buena señal.

Se ríe de forma apagada, la luego extenderme el juego y mirar a la esquina de la habitación.

― ¿Qué sucede Jeff? Estas comenzando a asustarme ―  lo miro con los ojos abiertos y ceño fruncido  ― el Jerry apagado y pensativo no me agrada  ―  lo señalo y vuelve a reírse.

―  Hay algo que debes saber  ―  dice mirándome a los ojos, ladeo mi cabeza intentando descifrar lo que quiere decir.

― Por favor no más exclusivos ―  le pido uniendo mis manos, aplastando el sándwich, baja la mirada  ―  siento que después de la presentación, tuve un ataque de pánico y me desmaye.

― Efectivamente así fue  ― me asegura, respiro hondo  ―  no, no harás más exclusivos.

― Agradecida con el de arriba porque pensaba fingir mi muerte  ― hago una mueca levantando mi ceja para luego volver a morder mi desayuno.

― Nayana escuch... ―  levanto mi mano para callarlo al escuchar la canción Barbie Girl.

― Un segundo  ― busco de donde proviene el sonido, encontrando mi teléfono sobre el estante cerca de la puerta.

― ¿si?  ―  contesto la llamada.

― Mujer, tengo rato llamándote  ― habla Donna por el otro lado de la línea  ―  baja de inmediato, estoy en la entrada de este lujo edificio, papi Jerry es el perfecto suggar ― suspira. 

― ¿Cómo sabes...?  ― no deja que termine la pregunta.

― Max rastreo tu teléfono y me envió a buscarte  ― responde mi duda, haciendo que frunza en ceño.

― Ok, ya bajo  ― finalizo la llamada, guardo el móvil en el bolsillo trasero de los vaqueros y volteo a ver a Jeff ― me tengo que ir, vinieron a buscarme y parece ser algo importante  ―  observo las sandalias, al pie de la cama, las señalo como preguntas si son para mí y asiente.

― Gracias por todo Jeff  ―  me coloco a velocidad el calzado  ―  hablaremos el sábado, bueno si abre el club  ―  camino hacia la puerta de la habitación  ―  cualquier otra cosa me puedes llamar.

Salgo y camino por el extenso pacillo, me detengo un segundo al llegar a la sala de estar « ¿es el apartamento de un presidente? todo en este lugar es lujo y elegancia, muy Jerry» entro al ascensor preciando el botón de planta baja.
                                                              (***)

Mi mama suele decirme que mi niña interior nunca muere, porque aunque la mayor parte del tiempo tenga cara seria, ceño fruncido y mirada amenazante, las cosas más sencillas como un regalo, un lugar, una frase o algo de mi interés, me coloca tan impaciente y emocionada como si tuviera 4 años.

Estoy sentada en flor de loto sobre la alfombra de la sala de Maxi, palmeando mis piernas con ansiedad, mientras que Donna me sonríe como un payaso malvado; Max aparece con la computadora bajo el brazo, se sienta diagonal a mi posición, acomoda sus gafas antes de hablar.

― La razón de esta junta, aunque importantes socios no se encuentren presentes, es por un motivo de suma importancia y gran avance para nuestro proyecto  ―  acomoda la laptop sobre su regazo, para luego levantar sus manos a la altura de su pecho uniendo las puntas de sus dedos, su expresión es seria pero se descompone rápidamente por una carcajada  ―  siempre quise decir eso, ahora si a lo que es  ― comienza a teclear.

La madre de Max aparece con una bandeja de galletas de chipas de chocolates y vasos de leche chocolatada, se ha vuelto su costumbre, cada que nos reunimos en la casa del chico nos consiente de esta forma.

―  Gracias, Beatrice  ―  levanto mis manos para tomar la bandeja con una gran sonrisa  ―  tus galletas son mis favoritas, pero no se lo digas a mi mamá ―   le guiño el ojo.

― ¿no me quieres adoptar?  ―  Donna le hace un puchero  ― no molesto mucho  ― dice y la miro levantando mi ceja ― olvídelo, no dije nada ― toma una de la galletas y la moja en su vaso.

Nos pregunta sobre nuestra carrera, Donna y mi persona estudiamos lo mismo pero a diferencia de mí, a la crespa si le gusta la carrera, el trimestre pasado no quedamos juntas en todas las asignaciones y fue una completa locura.

― Dentro de tres semanas, comienza el nuevo trimestre y estoy ansiosa porque la Nay conozca a la maravillosa profesora de cálculo  ―  rueda sus ojos, el odio que le tiene Donna a la señora Brown sobre pasa los niveles atmosféricos.

― Como me hubiese encantado que Max asistiera a la universidad ― lo mira por el rabillo del ojo  ―  pero según él  su inteligencia es mucho para una simple universidad  ― bufa, dándole un pequeño golpe en la cabeza, haciendo que sus gafas lleguen a la punta de su nariz.

― En primer lugar es cierto  ―  coloca las gafas en su lugar y voltea a ver a su madre  ―  en segundo lugar, no me desconcentres, gracias.

Nos hace algunas otras preguntas básicas para colocarnos al día y sube a su recamara al ver la hora y darse cuenta que su serie favorita ha comenzado,  me concentro de nuevo en Max.

― Muy bien Sr. Hokit, mi tiempo vale oro y hasta el momento no ha mencionado nada de mi interés, si en los próximos treinta segundos no lo hace, déjeme decirle que esta junta quedara finalizada  ―  hablo de la misma forma en la que lo hizo hace algunos minutos.

Voltea su laptop mostrándome un lugar marcado en google maps, me acerco para ver de qué trata y es un cementerio, levanto mi vista mirándolo con confusión, coloca su dedo sobre el punto.

― Eso ahí bichita, es la clave para responder muchas preguntas ― asegura confiado de sus palabras y no entiendo es pero nada.

― ¿Cómo un lugar donde hay gente muerta me va dar respuestas? ― niego con la cabeza, es realmente loco lo que está diciendo.

― Es el lugar donde se encuentra Brandon Becket ― mi boca se forma en una "O" y mis cejas se elevan, eso tiene muchísimo más sentido  ― cree un sistema que me permitió agilizar la búsqueda y evitar que vuelvas a ese horrible barrio, ingrese el nombre de Madellen, junto con su año de nacimiento, el cual deduje  a partir de los datos de la entrevista falsa que le hiciste.

― Oye no fue tan falsa  ― me defiendo, me lanza la típica mirada de "¿es en serio?" ― bueno, solo un poco.

― En fin, mi sistema busco entre las 174 actas de defunción una Madellen Becket, nacida en 1964 o 1965 que fuera la  madre de alguno de los fallecidos, encontrando a un Brandon Becket, fallecido el 17 de abril del año 2018, quien se encuentra en el cementerio privado de la cuidad  ― finaliza cerrando la computadora dramáticamente haciéndome dar un salto.

― Cosa que es muy sospechosa ya que se supone que es un criminal y está en un lugar para gente adinera y de apellido  ―  agrega Donna en modo pensativo  ― por ello quieres que nos dirijamos a ese lugar a buscar respuestas ¿me equivoco? ― lo señala.

― Estas en lo correcto Astrid, tu capacidad de análisis nunca deja de sorprender  ― se levanta, coloca la computadora sobre el mueble ―  levanten esos culos, que tenemos un caso por resolver.

Quince minutos después y una parada en HouseCafe, caminamos hacia la entrada del cementerio, un señor mayor vestido de vigilante se encuentra sentado en la entrada, nos pide identificación y nombre de la persona que visitaremos, Max se las ingenia para hacernos pasar por familia de Brandon y el sujeto no muy convencido nos deja entrar.

― Siempre pensé que los cementerios eran tétricos y aterradores, pero no, este parece un bello jardín con flores muy bonitas al alrededor de las tumbas  ― dice Donna mientras buscamos la lápida, toma una flor de las que decoran una lapita y Max la mira con los ojos abiertos mientras ella huele la flor.

― Estas robando las flores de un muerto  ―  le digo arrugando mi expresión, ojala el dueño de esa flor no sea delicado con sus cosas y la quiera de vuelta.

― ¿y qué? Él no las huele, ni las ve  ―  se encoje los hombros luego lleva la flor a su oreja.  ―  además tiene muchas.

Recorremos tumbas leyendo nombres casi por diez minutos, nos encontramos con un joven el cual es el encargado del cuidado de la plantas y en estos momentos riega algunas, me acerco a preguntar si conoce donde está ubicado Brandon, me señala el sitio.

― Brandon Becket 1995 – 2018  ― leo la inscripción de la lápida de color blanco  ―  solo un nombre y apellido ¿no es raro eso?

― Rara es esa frase  ― la señala Max, frunciendo el ceño  ― "caen los peones para levantar el reinado ¡larga vida al rey!" claramente es un mensaje entre líneas, uno muy subliminal.

― ¿entonces se suicidó?  ― Donna chaquea la lengua, volviendo a leer el escrito ―  es lo que da a entender, fue un peón y corono al rey pero ¿rey de qué? Y más importante ¿Quién es el rey?

― El sujeto de la pañoleta  ―  respiro hondo antes de continuar, centro mi mirada en la frase  ― Madellen me conto que hubo un ataque o algo parecido, el sujeto llego herido le aplico primeros auxilios, al amanecer se fue a buscar a Brandon y la respuesta de su búsqueda fue esto ― señalo la tumba.

― Y es el rey de la frase ¿por?  ―  mueve su cabeza incitarme a continuar.

― Es una suposición, ¿recuerdan  el día de la carrera? ¿Qué competían por algo importante?  ― ambos asienten, bajo mi mirada a las flores, contrayendo mi rostro  ―  Naimer compitió con ese sujeto, y lo sé porque lo tuve de frente por unos segundos en la casa de Madellen.

― ¿Qué? ¿Cómo dices?  ―  se altera el chico, ya va a comenzar con su sobreprotección.

― No es el momento Max, ya paso  ―  volteo mis ojos  ―  como decía, lo reconocí, y me quede congelada por un momento pensé que él sabía quién era  ―  tomo una gran bocada de aire al recordar el momento  ―  la carrera era nuestra pero Naimer lo dejo ganar, cuando pregunte la razón me dijo que no entendería, y para ser sincera no encontraba lógica para eso, hasta ahora.

― ¿Por qué hasta ahora?  ―  pregunta confundida, sus ojos azules se abren de forma sorpresiva al comprender  ―  ¿estás diciendo que la carrera era una especie de competencia por el reinado del mundo criminal?

― Eso es lo que creo  ― le quito la flor de la oreja y la lanzo sobre la tumba  ―  pero aun no entiendo los que nos quiere decir esa frase.

― Era mi flor  ― me hace un puchero, luego me golpea el hombro  ― dices de robarle flores a un muerto pero ve aquí tu lanzando flores ajenas a otra tumba.

― ¿Qué opinas Max? ―  volteo a mirarlo, no ha dicho ninguna hipótesis hasta el momento.

― Tu teoría tiene lógica pero nos falta lo más importante  ―  hace una pausa para mirarnos agregando suspenso  ―  saber cómo murió, de ahí deduciremos si fue un suicidio o un asesinato para coronar  ―  se agacha a hacia la lápida, sacude un poco la tierra de la orilla ― aquí nuestra respuesta.

― ¿La funeraria? ― decimos Donna y yo al mismo tiempo, igual de confundidas.

― Así es, la funeraria tiene o debe tener la autopsia de Brandon en sus archivos,  al saber cómo murió y tendremos dos cosas ― levanta su mano para enumerar  ― Una respuesta para Madellen y una pista del acertijo que ha dejado esta inscripción.

(***)

Arrastro una camilla por los pacillos de la morgue, los encargados de la limpieza y otros trabajadores se me quedan mirando mientras camino, los saludo con la cabeza fingiendo ser parte de ellos. Giro hacia distintos pacillos siguiendo las instrucciones de Max que se encuentra acostado con Donna en la camilla fingiendo ser una persona obesa.

Este es nuestro plan B, el plan A de pedir amablemente la información, leer el expediente y tener respuestas se fue al caño, cuando la bruja de recepción nos lo negó por ser parientes cercanos, ¿cómo que no es mi familia? si el tío de mi prima es hermano del que un día fue padrastro de Brandon, esa señora no conoce de árboles genealógicos.

― Ultimo pasillo a la izquierda, tercera puerta ―  me indica, y empujo rápidamente la camilla hacia esa dirección.

― Pensaran que soy pariente de la chica de voces del más allá, hablando con muertos.

Abro la puerta con cuidado, ingreso con la camilla y meto el pesillo al cerrarla, bajo el tapabocas que cubre mi rostro, los chicos quitan la sábana blanca que los cubría para luego bajarse de la camilla.

― Espero que en esa camilla no se haya acostado un muerto verdadero anteriormente  ― dice con asco la crespa y finge un escalofrió.

Cada quien saca su teléfono encendiendo la linterna, la habitación tiene varias bombillas fundidas, dándole un aspecto espeluznante al lugar.

― Lo más probables es que si  ―  le contesta Max, haciendo que la chica haga una arcada  ―  bien, nos dividiremos yo buscare los fallecidos en abril 2018, Donna por la inicial del nombre y tú por la del apellido.

― Quiero buscar por la fecha  ―  acomodo los guantes de látex que me causan molestia en las manos y Max rueda los ojos para luego bufar ― te quedaras bizco de tanto voltear los ojos ― lo imito, con una sonrisa divertida.

― Bien, si alguno encuentra el expediente dará tres golpes en el metal de los estantes ¿entendido?  ― asentimos como respuesta, y cada quien toma el camino que le corresponde.

Me ubico en pacillo, leo los años escritos en cada archivero, deteniendo frente el que dice 2016, recordando que fue el año de la muerte del padre de Gadreel, la curiosidad comienza a cosquillearme en los dedos. «¿Esta su expediente aquí?» abro la gaveta husmeando, leo cada fecha y nombre de los fallecidos, hay como 200 funerarias en esta ciudad no creo que sea posible que haya utilizado esta funeraria, me doy por vencida e intento cerrar la gaveta pero esta se tranca con la punta de un sobre, vuelvo a abrirla.

― Eres un expediente muy rebelde, te pareces a mí  ―  lo tomo para acomodarlo correctamente, lo dejo caer cuando leo el apellido Bakir escrito en el.   ―  oh mierda, esto es aterrador.

Me agacho para tomarlo, miro hacia los lados como si alguien estuviera observando lo que hago, dejo mi mano suspendida sobre el sobre y vuelvo a leer el nombre «Adán Bakir» esto me resulta tan paranormal y me asusta, mucho.

― Lo siento señor Ba-Bakir  ―  tartamudeo y sigo mirando hacia los lados  ― solo leeré un poquito ¿ok? ―  lo tomo con la mano un poco temblorosa y saco el folder con su información.

Comienzo a leer, aparecen los nombres de los familiares, fecha y lugar del accidente, los paramédicos que lo entendieron y la razón de su muerte «contusión cerebral, pulmones perforados por las costillas, murió a la 5 minutos después del accidente» un pequeño escalofrió recorre mi cuerpo, al leer que las lecciones fueron ocasionas por proteger a Gadreel del impacto.

― ¿Qué haces?  ―  me preguntan haciendo que de un salto y un pequeño grito.

― ¡maldición Max!  ―  lo golpeo con el sobre  ―  no vuelvas a hacer esa mierda, casi me da un infarto  ― acomodo el sobre en su lugar y volteo con la mano en el pecho.

― Debes buscar en 2018, no en 2016  ― me mira curioso para luego dirigir su vista a la gaveta.

― Me confundí  ―  la cierro, la muerte del señor Adán es muy importante para Gadreel y sumamente privada, por ello le mentí a Max,  no estoy en deber de contarlo  ― vamos, debe estar más adelante.

Entre los dos revisamos, sin hallar resultados, vuelvo a mirar la gaveta 2016 fue sencillo conseguir ese expediente, no sé porque el destino hace las cosas pero eso fue demasiado raro. Escuchamos los golpes de Donna y caminamos rápidamente hasta donde se encuentra, agita el sobre y nos guía a la mesa con pequeña lámpara al fondo del pacillo.

― Es momento de saber la verdad ― esparce las hojas por la mesa, ubicándolas en orden una a lado de las otras  ―  esto es asqueroso  ―  me entrega el sobre cuando llega a las fotos del cuerpo.

Las acomodo, mi rostro se contrae y no identifico si es por pesar o asco, tiene tres agujeros en el pecho, una cortada profunda en el abdomen, y otra perforación en la pierna, y varios hematomas por todo el cuerpo, coloco el sobre encima al terminar de verla.

― No creo que haya sido un suicidio  ― puntualizo al ver las pruebas.

― Claramente no lo fue  ―  Donna se abanica la cara con la mano, está muy pálida  ― agilicen esto, creo que voy a desmayarme.

― Miren  ― Max levanta una hoja que tiene la información tomada por la policía que hizo el levantamiento del cuerpo y comienza a leer la fecha, hora y dirección exacta del lugar donde lo encontraron, describen el estado del cuerpo  ― no hubo testigos, nadie sabe que ocurrió y lo finalizan como un ajuste de cuentas.  

― Sospechoso ― le arrebato la hoja de la manos y releo la información, analizando cada detalle  ― Es falsa, los sellos y fondo de hoja son una imitación  ― se acercan a confirmar lo que digo  ― ven ese doble punto al final del enunciado alrededor del sello y el pequeño pino del logo, eso no aparece en los documentos reales  ― Nick estaría muy orgulloso de mi en estos momentos al ver que si presto atención cuando me habla de su trabajo.

― Tampoco hay información de quien pidió los servicios o porque está en este lugar  ―  comenta el chico revisando las otras hojas esparcidas en la mesa.

― Era de esperarse  ― dice Donna, mordiendo su cachete está analizando los acontecimientos  ― Max recuerdas el proyecto de segundaria donde creamos un escáner que analizaba los documentos, ¿aún lo tienes?

― Creo que está en ático ¿por ...  ― abre sus ojos al entender que quiere la crespa  ―  la utilizaremos para conseguir el origen del documento y encontrar el real.

― Exacto  ― palmea su hombro.

Dejamos todo como lo encontramos o eso intentamos, suben de nuevo a la camilla y procedemos con la huida victoriosa de la funeraria, ya en el estacionamiento dejo la camilla cerca de la entrada y mientras camino me despojo del traje azul sintético, la mascarilla y los guantes.

Ya en casa de los Hokit, Max desempolva el aparato para luego conectarlo  a su laptop, lo analiza con sistema antivirus para luego colocar el documento, comienza a teclear códigos sobre la pantalla que aparece, reviso mis redes sociales, no hay señales de Bakir por ninguna, ¿Qué le habrá sucedido?

El expediente de su padre me viene a la mente junto el recuerdo de la fuente de los deseos, fue un día diferente  y muy agradable, el señor Bakir debe estar orgullo de Gadreel, que a pesar de todo lo trágico no deja de sonreír y ser amable, cada vez me siento más convencida de que los rumores sobre el fueron en su época de rebeldía, todos tenemos esas épocas, además sus arrestos no son la mayor cosa.

― Encontré el original  ―  avisa Max, nos ubicamos detrás de el para leer lo que dice, comienza igual que el anterior pero no termina igual.

Relata lo sucedido, un enfrentamiento entre mafias enemigas que acabo con gran parte de la que pertenecía Brandon "los demonios", podría decirse que fue una masacre ese 17 de abril de 2018, la familia que dirigía la organización fue asesinada por completo.

― "caen los peones para levantar el reinado"  ― cito la frase escrita en la lápida  ―  la mayoría de gente que pertenecía a esa mafia murió.

― Los peones  ― Donna entiende a lo que me refiero, asiento en modo respuesta.

― ¿Quién dirige ahora? ― le pregunto a Max y comienza a teclear de nuevo  ―  el reinado se levanta a partir del dolor, resentimiento o rabia que tenga el sujeto que ahora dirige, nada es mayor impulso para destruir todo que la venganza para  tus seres queridos, porque supongo el que líder de ahora debió ser cercano a la familia, es una especie de ley.

― ¿Cómo sabes eso? ― me pregunta Max.

― ¿Acaso no vez documentales o series de mafia?  ― niega con la cabeza  ―  te falta cultura, todo el mundo ve series de mafias.

― La vida real no es igual que en las series Nayana.

― ¿no?  Donde crees que sacan información, sabelotodo  ―  le golpeó la cabeza y me mira mal.

― Los demonios, mafia criminal fundada por Thim Thompson alias "BIG T"  ― comienza a leer, siento que he escuchado ese nombre pero no recuerdo en donde  ― se dedica al tráfico de drogas, ventas de armas, extorción y secuestros, dueña de la mayor parte del territorio del estado, se destaca por ser cruel y sanguinaria...

― ¿Cómo conseguiste esa información?  ―  pregunta Donna  con el cejo a nada de unirse y a decir verdad debo tener la misma expresión.

― Recuerdan el lugar donde vi el anuncio de la carrera  ―  asentimos al mismo tiempo ― al parecer también contiene la bibliografía de cada organización delictiva conocidas del estado.

― Continua, no llegas al punto  ―  lo animo impaciente, sigue con la descripción de la mafia y los trabajos más memorables.

― El 17 de abril de 2018, día inolvidable para los demonios, pierden a su gran líder en una trágica batalla, vuela alto "BIG T"   ― lee y voltea mirarnos, encojo mis hombro  ―  luego de una semana de duelo, el puesto es tomado por su ex nuero, convirtiendo en el primer Jefe más joven conocido hasta el momento, quien ha llevado el logo de los demonios a lo más alto, creando un propio sistema de organización,  causando temor y respeto a todo aquel que escucha su nombre, cuidado con...

― Shaytan, rey de los demonios.

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Buenas buenas precios@s

Quiero pedirles una disculpa por no actualizar la semana pasada:(, no fue una buena semana, y tenia tantas cosas que hacer que no me dio tiempo de escribir.

¿tienen algunas dudas sobre el CAP? Las responderé, pero si es algo que se contestara mas  adelanté, solo colocare un emoji.

Pensaba actualizar doble pero no he podido terminar el otro:')

Les dejo fotos de Max y Donna para que me disculpen

Nos leemos el próximo Viernes💖, los quiero mucho, se me cuidan💋

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