El código

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-¡Lo resolví! —Doug declaró.
-¿Qué? —Johnny preguntó con incredulidad. -¡Lo hice! ¡Estamos dentro! —Doug mientras abría la puerta de metal, mientras pasaba el código de acceso de las puertas de metal, justo después de que Carlyle tomara el control del avión.
-Eso es imposible. ¿Cómo te las arreglaste? —Johnny había intentado piratear el avión durante meses cuando solía trabajar como conductor, pero este visionario (generación nacida en la década de 2020) de alguna manera logró ser más conocedor de la tecnología.
-No creo que haya hecho algo diferente, simplemente funcionó ... —Doug se encogió de hombros.
-Justo al amanecer ... - murmuró Johnny después de ver la luz del día a través de la ventana cerca de la cabina del crucero aéreo.

Los copilotos habían pasado corriendo junto a un cartel doblado que decía 《Bienvenidos al Aircruiser: un vuelo que nunca olvidará》 ha llegado a la cubierta donde estaban el resto de los pasajeros donde hacían filas para llegar a una balsa, o un paracaídas dependiendo de la altitud de la aeronave.
-¡Aventura en un avión a popa! ¡Me voy de aquí! —Un adolescente enojado con una voz nasal gritó antes de ponerse el paracaídas.
-Finalmente puedo sacar el paracaidismo de mi lista de deseos. —Dijo Marvin antes de que Barbara y Gretchen se pusieran los paracaídas.
-Déjame quitarme las gafas, no quiero perderlas. —Gretchen se quitó las gafas graduadas antes de guardarlas dentro de su bolso. Sus viejos dedos huesudos cerraron la cremallera del bolso.
-Deprisa, no quiero morir en este avión. —Barbara gritó, su rostro arrugado se hundió más debido a la corriente del viento y la gravedad.
-¿No estaba tu hijo contigo hace un minuto? —Gretchen miró a Barbara con los ojos entrecerrados.
-Constantine es un hombre adulto, puede cuidar de sí mismo. —Barbara hizo caso omiso de su preocupación.

Constantine, un hombre musculoso de 6'3 de estatura, estaba buscando a su colega cuando, de repente, sintió una patada en la parte posterior de la rodilla, luego sintió una Taser antes de caer al suelo. Ember y Electra salieron del pasillo, Ember comprobó si estaba armado mientras Electra le indicó a Carmen que saliera.
-Nada. —Ember respondió.
-No está con mi tío. Debe estar escondido en algún lugar para que no lo atrapen tan fácilmente. —Carmen respondió.
-Ya revisamos la sala de máquinas, la red eléctrica y la sala de control. ¿Dónde podría estar? —Preguntó Electra.
-Carlyle no es el tipo de persona que se escabulle por ahí, le gusta ser sincero a tal punto de que lo miren. —Carmen les recordó. -Oh, sí, Gail mencionó algo así una vez, ya que está acostumbrada a tratar con él de vez en cuando. —Ember recordó vagamente.
-Cómo podría soportar tener una rivalidad con ese tipo está más allá de mí. —Comentó Electra.

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