Escribí este cuento después de que descubrí que Auctor siguió publicando desafiós semanales de escritura de nuevo. Este cuento es considerado contenido adicional.

¡Disfrutenlo!

La sala del tribunal estaba en silencio, solo se podían escuchar los pasos del abogado mientras caminaba de un lado a otro, mirando al jurado, a su rival comercial y, en última instancia, al culpable mientras se dirigía al púlpito.

"Su señoría", habló el abogado, dirigiendo su mirada hacia el juez, un hombre con anteojos y cabello entrecano, lanzando una mirada fría al abogado.

"Habla." Dijo con una voz casi amenazante, su expresión seguía siendo la misma.

El abogado tomó aire. "Su señoría, estamos aquí en nombre de nuestro cliente para presentar pruebas de su inocencia". El abogado señaló a la víctima del crimen.

El juez lo miró y luego asintió, indicándole al abogado que continuara.
El abogado se volvió hacia su cliente y comenzó el contrainterrogatorio.

Cuando terminó, el juez le indicó al jurado que tomara asiento, lo que hicieron rápidamente sin cuestionar.

El juez comenzó a hacer preguntas al testigo sobre su participación en el incidente, cuánto tiempo había ocurrido, el tiempo que el acusado había estado en la ciudad antes de irse.
Después de interrogar al testigo, el juez llamó al abogado del acusado.

El fiscal se levantó de su asiento y se acercó al juez, entregándole una carpeta que contenía varios papeles, los cuales tomó. El juez lo abrió, leyéndolos detenidamente antes de asentir con aprobación en algunos puntos, tomando notas aquí y allá. Cuando el abogado terminó de presentar su informe, volvió a su silla junto a la mesa del abogado. El juez dio su veredicto y el jurado volvió a llamar, decidiendo la culpabilidad o inocencia del acusado.

Deliberaron durante varios minutos antes de declarar culpables por unanimidad en ambos cargos. Hubo un murmullo en la multitud cuando declararon al acusado culpable de los cargos.

"¡Orden!" El juez gritó a través de su mazo cuando la audiencia comenzó a dispersarse. "¿Alguna última petición?"
Hubo una pausa antes de que uno de los miembros del jurado se pusiera de pie.
"¿Sí?" El juez preguntó, claramente esperando una solicitud de clemencia.
"¿Podría el acusado, por favor, presentarse?" Preguntó.

Al principio, nadie se movió;  simplemente miraron al hombre parado frente a ellos. Nadie esperaba que el hombre fuera tan... tan... diferente. El juicio no solo había ido en su contra, ¡su propio testimonio había ido en su contra! Todo el jurado, incluido su compañero de jurado, había visto y oído cosas que nunca habrían presenciado de otra manera.

Nadie parecía preparado para el resultado, incluso cuando el acusado caminó hacia el estrado.

El reportero de la corte le entregó el micrófono al acusado, cuyas manos temblaban levemente cuando lo agarró. Sus dedos comenzaron a temblar levemente pero logró mantener la compostura. Toda la audiencia notó lo temblorosas que estaban sus manos y no podían culparlo. Habían visto lo que les había hecho a esas personas, y sabían que no iba a parar hasta conseguir lo que quería.
El fiscal dio un paso adelante, tomando el micrófono del acusado.

"Su Señoría, tengo algunas preguntas más para el acusado".
El juez asintió e hizo un gesto al fiscal para que continuara.
"¿Cuánto hace que conoce a este hombre, Sr. Youswell?"

La sala del tribunal quedó en silencio mientras todos esperaban escuchar la respuesta. Algunos susurraron que probablemente era mejor no saber quién era esta persona debido a sus acciones, mientras que otros expresaron su apoyo al acusado. Esto último fue principalmente el resultado del miedo, no querían que el público viera sus debilidades, lo que los hacía más susceptibles a la manipulación por parte de alguien como este acusado.

Youswell se aclaró la garganta, sus manos se apretaron alrededor del micrófono mientras respondía con su voz ronca, su acento se volvió notablemente más grueso después de hacer la pregunta.

“Conocí a este tipo hace años, vino a uno de mis combates y estaba bastante interesado en el boxeo. Seguimos hablando y pasando el rato, terminó uniéndose al equipo. Desde entonces, no he dejado de asociarme con este tipo.”

El taquígrafo asintió y anotó lo que había dicho Youswell antes de pasar a la siguiente pregunta.

"Señor Youswell, ¿por qué llevaron a su oponente al juzgado? ¿Por qué lo acusan de allanamiento de morada?"
Un leve movimiento se produjo en la mano del acusado, pero se apresuró a reprimirlo.
"Bueno, él estaba en medio de un robo en la tienda. Después de mi pelea, comenzó a robar y agredir a mujeres. No sabía qué más hacer, era yo o él y las mujeres a las que estaba acosando".
Los ojos del fiscal se entrecerraron y respiró hondo, preparándose mentalmente para la siguiente pregunta.

"¿Qué estás viendo?" Brienne le preguntó a su compañero de trabajo cuando se involucró en el programa policial.

"Testigo". Erica respondió mientras subía el volumen de su teléfono móvil.

Todo era rutina pero algo en el aire se sentía diferente. No se sentía como debería. Algo andaba muy mal en este caso. Trató de no pensar demasiado en ello, sin embargo, no serviría de nada si la defensa pensaba que habían encontrado a su culpable.

"¿Alguien ha notado que algo extraño sucedió en el campus?" Nish les preguntó.

"Más o menos". Respondió Erica mientras miraba el programa.

La multitud miraba con anticipación, esperando respuestas.
Youswell tragó saliva y volvió a agarrar con más fuerza el micrófono.
"Una vez. Ahí fue cuando me atacó, justo en la calle y no había nadie alrededor..."
Hizo una pausa por un momento, tomando una respiración profunda.

"¿Escucharon eso?" Preguntó Nish.

La sala del tribunal quedó en un silencio sepulcral.
El fiscal miró a su homólogo. Parecía tan sorprendido como ellos, incapaz de creer la confesión.
Estaba a punto de hacer otra pregunta, pero antes de que pudiera emitir un sonido, Youswell lo interrumpió.
"Y ahora que terminé aquí, si me disculpan".
Empezó a caminar hacia la salida.

Mientras los dos profesores miraban el espectáculo, Nish miró por la ventana y vio que algo se movía afuera mientras una silueta corría por el patio.

Mientras los profesores miraban el programa...

El fiscal fue el primero en recuperarse de su conmoción. Tan pronto como recuperó el control sobre sí mismo, comenzó a correr tras él.
"¡Oiga, Sr. Youswell, espere!" Llamó.
Youswell lo ignoró y siguió caminando hasta que llegó a la salida, donde se subió a un taxi y aceleró.
El fiscal maldijo por lo bajo.

Luego, el programa dio una vista previa del siguiente episodio.

Odiaba ver a ese imbécil salir impune, pero también temía cómo podría exponer todo el asunto sin que lo atraparan. Sabía que tenía que decírselo a alguien y rápidamente para no dejar escapar este secreto. Todavía podía escuchar a la gente afuera aplaudiendo y vitoreando a su cliente. Necesitaba llamar a alguien, a cualquiera, y rápido.

Cuando terminó la vista previa, Nish ya estaba buscando adónde podría haber ido el individuo recortado.

Se escuchó un grito repentino antes de que los gritos se silenciaran. Nish caminó de puntillas hacia el pasillo y había visto a un hombre encapuchado cargando a una mujer pequeña, ¡no, espera! ¡Era Stefanie!

Nish se escondió detrás de uno de los arbustos cuando la figura encapuchada pasó con el cuerpo de Stefanie. Tenía que hacer algo para salvarla.

¡¿Pero cómo?!

EL DÍA DE LAS ALMAS

La sala del tribunal estaba en silencio, solo se podían escuchar los pasos del abogado mientras caminaba de un lado a otro, observando al jurado, al acusado y al fiscal mientras se dirigía al púlpito antes de dirigir su mirada al juez.

"Su señoría", habló el abogado, la jueza era una mujer de pelo rizado de unos 30 años, "Me gustaría traer un testigo".

La jueza desvió la mirada hacia el acusado.

"El acusado fue atrapado disparándole a un maestro en la escuela en la noche de Halloween disfrazado de oso". Los videos del incidente se viralizaron. La tela manchada de sangre del traje encontrado se usó como evidencia.

"Este forastero también orquestó el secuestro de 13 estudiantes universitarios, solo se encontraron 2 de los estudiantes". Agregó el abogado.

Las dos jóvenes estuvieron presentes en el juicio. El acusado era un joven de unos veinte años, apodado como "Fazbear".

El juez escudriñó el lenguaje corporal del acusado. Fazbear parpadeó, la juez frunció el ceño instintivamente.

"¡La defensa llama a la Sra. Elena Tarrant al estrado!"
Brienne estaba completamente desconcertada. ¿Elena?

¿Esa es Nish?

El juez le indicó a Elena que se sentara, el acusado permaneció de pie, esperando su turno para tomar el banquillo de los testigos.

Ella lo miró con cautela mientras él le devolvía la mirada.

Elena se aclaró la garganta con nerviosismo antes de tomar asiento.
Su mirada vagó entre los abogados y el juez. Miró al acusado un par de veces antes de volverse para mirar a los abogados. Sus ojos se dirigieron de nuevo al fiscal. Su rostro se contrajo por la confusión mientras procesaba la situación.
"¿Está familiarizado con el acusado?"  El fiscal incitó después de un momento.
"Um, no señor. Lo siento."
"¿No lo reconoces? ¿No fueron juntos a la universidad?"

Nish apenas lo reconoció, solo lo había visto un par de veces. Fue uno de los alumnos de Brienne.
"Bueno, sí, lo hice, pero no éramos particularmente cercanos. ¿Por qué?"

El fiscal suspiró. Obviamente, no tenía sentido tratar de engañar a un detective de policía experimentado, especialmente porque Elena estaba claramente incómoda con la situación.
"Por favor, indique su nombre y ocupación para que conste, señora". Preguntó el fiscal.

El abogado tomó notas en su libreta antes de continuar.
"¿Y qué estabas haciendo en este período de tiempo?"
"Bueno, les di lecciones de geología a mis alumnos".
El abogado defensor miró al juez.
"Si su señoría lo permite, ¿puedo preguntar si esto es correcto?"
El juez sonrió antes de asentir.
"Sí, Sra. Tarrant, lo es".
"Gracias." El abogado respondió, volviéndose hacia el acusado.
"Cuando llegaste al campus, ¿notaste algo inusual?"
Elena hizo una pausa por un segundo, pensando detenidamente antes de responder: "No, en realidad nada. Todas las luces estaban apagadas, había silencio y vi a algunas personas dando vueltas cerca de la entrada del estacionamiento. Nada realmente parecía fuera de lo común. ¿Por qué?"
El fiscal respiró hondo antes de responder: "Bueno, existe la posibilidad de que el atacante sea alguien relacionado con este caso".
Las cejas de Elena se fruncieron en confusión.
"¿Por qué sería eso?"
"Por todos los ataques".
Intervino el juez.
"Sra. Tarrant, ¿puede dar más detalles?"
Elena miró al fiscal, ligeramente confundida. Entonces, la realización la golpeó. Un grito ahogado escapó de sus labios y miró a su alrededor, como si temiera que alguien fuera a escucharla.
"Acabo de recordar, durante una de las conferencias de Stefanie el semestre pasado, tuvimos que hablar sobre la historia del ataque. Uno de mis estudiantes me dijo que el atacante probablemente estaba relacionado con el incidente. Dijo que el atacante vestía un negro  traje, una máscara oscura que cubría su boca y un sombrero".
"¿Cómo supo eso?"
"Hay un sitio web llamado 'Phantom Mine' donde puedes encontrar información sobre todo lo que ha estado sucediendo últimamente. Estaba dirigido por dos estudiantes de último año de secundaria llamados Anjil y Sarah Wolff. Tenían acceso al sitio y pudieron averiguar sobre el  ataque antes que nadie. Han estado publicando artículos en el sitio desde entonces, y ha habido más recientemente. Mis alumnos estaban interesados ​​en esos artículos y los compartieron con la clase, lo que resultó en el ataque".
"¿Quién más sabe acerca de estas historias?"
"Solo los estudiantes".

"Lo que explica por qué los estudiantes comenzaron a desaparecer uno por uno". Indicó el abogado.

Cassy Anders era estudiante, artista, escritora aficionada y ávida nadadora.  De hecho, uno de los mejores nadadores de la academia. Fue vista por última vez nadando en la piscina antes de que se cortara la luz, cuando las luces volvieron a encenderse, solo se encontró flotando en la piscina su gorro de baño manchado de sangre.

Muchos de los estudiantes habían pensado que era una broma escolar ya que se acercaba Halloween antes de que más estudiantes comenzaran a desaparecer.

Durante el segundo martes de octubre, cuatro estudiantes estuvieron en el jardín; Star Song había consumido una droga alucinógena en forma de dulces. El ingrediente principal era un hongo psicoactivo usado en muy poca cantidad, más adictivo que el THC.

Tharushi fue quien entregó los dulces con drogas junto con un ramo de rosas para vender, de todos los colores, tanto naturales como de plástico. Hobi había obtenido una rosa blanca como regalo por comprar un brownie con marihuana, que no era barato.

Nephtali quería una rosa negra para completar la decoración de su habitación para Halloween, junto con el motivo de la sangre falsa.

"Oigo hablar a los árboles". Song dijo mientras escuchaba murmullos bajo su estado inducido por las drogas.

"Si los árboles pudieran hablar, estarían alborotados por la cantidad de gases nocivos que tuvieron que absorber durante las últimas décadas". Hobi comentó mientras sostenía la rosa blanca de plástico.

"Sería divertido ver árboles embrujados asustando a la gente en Halloween por diversión". Nephtali incitó, una sonrisa sardónica adornando sus labios.

"Sería genial si los monstruos de hongos aparecieran para morder a las personas en los tobillos y seríamos nosotros los que transmitiéramos". La canción de la Star lo sugirió mientras Tharushi y Nephtali se reían por lo bajo.

"Ustedes son unos psicópatas". Hobi afirmó de todo corazón mientras Star Song cojeaba hacia uno de los árboles en un intento de hacer un árbol mejor amigo o algo por el estilo".

"Bonita pero psicópata". Tharushi cantó, siguiéndole la corriente. Song se apoyó en la corteza del árbol para darle un abrazo lento cuando una serpiente similar al atacante le susurró en un escenario similar al de cuando la serpiente tentó a Eva, aprovechando la alucinación de Song.

Emma vino a comprar uno de los dulces de Tharushi. Hobi se dirigía de regreso a su dormitorio antes de que Star Song llevara a Hobi a las afueras de la academia. Hobi no tenía idea de lo que Song quería mostrarle antes de que la perdiera de vista. Cuando Hobi se giró para regresar, abrázala por el cuello mientras dejaba caer la rosa blanca para contraatacar.

Luchando por luchar contra el atacante, sintió que una tela oscura humedecida con cloroformo la asfixiaba, sus movimientos se volvieron descuidados y débiles hasta que se desmayó. Star Song pisó la rosa blanca, confundido por el momento en que el atacante y Hobi se habían ido.

El atacante arrastró a Hobi a un lugar oscuro, el mismo lugar oscuro donde Thackery y Lakisha fueron rehenes.

"Otra evidencia muestra que el acusado tomó los teléfonos de los rehenes para atraer a su próxima víctima". El fiscal había mostrado las pruebas al juez.

"Había copias físicas de los textos para atraer a Tuania fuera del campus, sin saber que uno de los profesores había visto a Tuania salir. Stefanie Moore había visto a Tuania cruzar el patio en las primeras horas de la noche según la marca de tiempo en las imágenes de  las cámaras de seguridad". El fiscal reprodujo el video para que lo vieran el juez y el jurado. El incidente se registró apenas seis noches antes de Halloween.  "Otra cámara de seguridad había grabado a Fazbear arrastrando a la Sra. Moore fuera del pasillo. La cámara anterior también había grabado a la Sra. Terrant caminando por el pasillo hasta que vio al atacante y se escondió".

"Esto es bastante inquietante... El acusado aún no ha sido condenado por asesinato, entonces, ¿qué quiere con estos estudiantes y la Sra. Moore?" El juez preguntó mientras examinaba la evidencia.
"Todavía estamos buscando una respuesta, Su Señoría". Respondió el fiscal.

"¿Tienes algún sospechoso?"
“Creemos que el ataque ocurrió poco después de la fecha de desaparición de las víctimas. Creemos que el atacante estaba al tanto de la presencia de la profesora en la universidad, por lo que decidió usar a la señora Moore para atraerla. Esto también explica la falta de vigilancia.  en el teléfono de la víctima”. Explicó el fiscal.
"Eso es bastante perturbador de hecho..."

"¡Nish, di algo!"

Lo vi arrastrarla hasta el maletero. La Sra. Terrace confesó.
¿Está segura, señorita Terrace?  preguntó el fiscal.  La mujer no parecía demasiado convencida.
"Estoy segura."
"Muy bien." El fiscal suspiró.  Continuaremos con el caso contra Fazbear. Sin embargo, ya ha visto los resultados. Él es culpable".
La Sra. Terrace asintió antes de alejarse del estrado. El fiscal salió de la sala del tribunal siguiéndola.
El alguacil escoltó a Fazbear fuera del juzgado. Fazbear había visto al director de la academia con el rabillo del ojo al salir.

Sabía que era el director, el que encontró a los rehenes y abrió el cobertizo para rescatarlos.

El director estaba al tanto del consumo de drogas que circulaba por los terrenos de la escuela y no había movido un dedo para detenerlo.

Más importante aún, la directora fue quien llamó a las autoridades después de que ella lo atrapó a él y a los otros estudiantes en el gimnasio la noche de Halloween al saber que los estudiantes estaban drogados.

Él era simplemente el oso que cayó en la trampa que ella colocó.